olè, olè y olè...

TOMÁS CAMPOS03/03/10 - 22:53


España derrotó a Francia (0-2) en Saint Denis gracias a los goles de Villa, en el 21', y Ramos, en el 45', y acabó
el partido entre gritos del público de "olé, olé". La Roja confirma con buen juego su candidatura al Mundial.
http://www.marca.com/marcador/futbol/2009_10/amistosos_seleccion/3/fra_spa/
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La sistemática relación de España con la victoria continuó en Saint Denis, templo de Francia, donde la selección del vilipendiado Raymond Domenech aumentó su cosecha de decepciones. En el 'Stade' francés ya no se silba la Marsellesa: se abuchea a un equipo incapaz de superar sus propios corsés. Que el seleccionador de origen catalán llegue a Sudáfrica adquiere tintes quiméricos. [Narración y estadísticas]

La producción de España no alcanzó cotas sublimes. Sencillamente, fue mejor que Francia y se limitó a golpear a un rival que trata de imponer su condición física de base ('y tal...') sobre los elementos técnicos que también posee, personalizados en Ribéry, en lo que queda de Henry, en un Gourcuff que derramó alguna gota de elixir desde el mediocentro ofensivo y un Anelka demasiado perdido en la proximidad del área de Casillas.

Cuando el físico dice basta, Francia se desmadeja y cae rendida. Fueron dos brochazos los que la condujeron al descanso con dos goles en contra y ninguno a favor. Cuando cesó el empuje inicial de los 'bleus' vestidos de blanco para la ocasión, se inició la cuenta de 'La Roja' teñida de azul.

Iniesta levanta la cabeza a los 21 minutos, mete un pase interior que Silva amaga con recoger, pero se abstiene. Los naipes franceses se derrumban en torno al canario y dejan vía libre a Villa, receptor de la pelota y encantado con encarar a Lloris y rematarlo con su preciso golpeo. El asturiano, con ese 36º gol en su trayectoria internacional, curaba un error de control en una jugada similar que había errado dos minutos antes.

A Francia le costó recuperar el tono, pero encontró un tramo de posesión de balón tras otros 10 minutos de intenso dominio español, condensado en el triángulo perfecto que formaron Cesc, Silva e Iniesta (Xavi fue reservado para la segunda mitad). Y sin embargo, a pesar de la debilidad mostrada en el flanco de Arbeloa (que envió a Capdevila a la suplencia) por las incisiones de Ribéry, lo cierto es que a Casillas no hubo quien lo amenazara.

Por el contrario, Sergio Ramos, en una de sus arrancadas felices hasta el área, giró la cadera, buscó el remate con la pierna izquierda y colocó, con ayuda del rebote en el cuerpo de Escudé, el segundo gol en la escuadra de Lloris justo cuando se consumía el minuto añadido por el árbitro antes de la pausa.

Si esta España enrachada y dominante cambia las fichas, puede aún redoblar su castigo. Y lo sintieron en sus carnes los franceses con la entrada de refresco de Xavi, Torres y Albiol tras el descanso y, sucesivamente, Senna, Navas (pudo marcar el tercero, pero falló) y Güiza. La cuenta no aumentaba a pesar de las ambiciosas galopadas del ariete del Liverpool o los compases redondos del centrocampista del Barcelona.

Francia, enfrascada en su nihilismo, cambió también algún cromo. Con Gourcuff por la derecha y Ribéry en la izquierda -tras la retirada de Henry y la entrada de Govou- dio más sensación de peligro... Al contragolpe. Después desfilaron hacia el banco el jugador del Bayern y Anelka, ambos premiados con un abucheo general, para dar el relevo a Malouda -autor de un cabezazo que llevó el balón a un poste en la única ocasión clara de la 'Bleue'- y Cissé.

Los últimos coletazos de fútbol directo los toreó la España campeona con temple y sin temor. Sin mayor ambición que sujetar con buen fútbol su novena victoria consecutiva tras aquel inesperado tropiezo sudafricano contra Estados Unidos.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2010/03/03/futbol/1267644669.html