jueves, noviembre 10, 2011

11-M, Manzano eliminò pruebas/11-11-11


10-XI-2011 2011-11-09
Una rendija a la verdad del 11-M
EDITORIAL
Si resulta asombrosa la desaparición de los restos explosivos del 11-M, no lo es menos la aparición de esta mochila que ni explosionó ni podía explosionar pero que fue determinante para la fulgurante detención de sospechosos en plena jornada de reflexión.


La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y la Asociación de Víctimas del Terrorismo han coincidido a la hora de valorar el hecho de que la Fiscalía apoye su acusación contra el exjefe de los Tedax Sánchez Manzano por hacer desaparecer pruebas de la matanza como "una puerta abierta a la esperanza para conocer la verdad del 11-M". Y ciertamente lo supone, no sólo porque el fiscal denuncie en su escrito que "las evidencias recogidas en los cuatro focos de las explosiones fueron trasladas a las instalaciones de la Unidad Central de los Tedax, de donde en algún momento desaparecieron sin que nadie dé razón de su destino"; también porque el mismo fiscal solicita a la juez la incorporación de varios de los informes que obran en el sumario del 11-M relativos a la mochila de Vallecas, principal prueba de cargo en el juicio celebrado y cuyo artefacto explosivo fue desactivado el 12-M en la comisaría de Vallecas.

Si resulta asombrosa la desaparición de los restos de las explosiones y muestras de explosivos del 11-M, no lo es menos la inexplicada aparición de esta mochila con un artefacto que ni explosionó ni podía explosionar pero que fue determinante para la fulgurante detención de los sospechosos en plena jornada de reflexión del 13 de marzo. Tal y como indicaba una radiografía policial, ocultada en su día al juez Del Olmo, ese artefacto no podía estallar, no sólo porque el teléfono que incorporaba no daba la corriente suficiente para garantizar la detonación, también porque tenía unos cables sueltos con todo el aspecto de no haber estado unidos jamás. Asombrosamente, lo que sí tenía la mochila era una tarjeta telefónica, absolutamente innecesaria para hacer detonar la bomba mediante la activación de la alarma del teléfono pero sumamente útil para conducir las investigaciones hasta la detención de los supuestos responsables de la matanza.

Conviene recordar que esa mochila con un artefacto de doce kilos de peso y que, según la versión oficial, procedía de la estación de El Pozo, no aparece en el listado de bultos y objetos encontrados en dicho escenario. Nadie ha declarado haberla visto allí, ni durante su supuesto traslado a Ifema y, finalmente, a la comisaría del Puente de Vallecas. Sólo se tiene constancia de su existencia en este último lugar, a cargo del comisario Rodolfo Ruiz, que posteriormente sería condenado por falsificación de pruebas en el caso de la detención ilegal de dos militantes del PP por una supuesta agresión al ministro Bono durante una manifestación de víctimas del terrorismo.

Para colmo, el artefacto de la mochila poco tiene que ver en su composición con los que provocaron la matanza. Para empezar, el análisis de las muestras de los trenes arrojó la presencia de dinitrolueno, componente que no forma parte de la Goma2-ECO. La mochila de Vallecas –al igual que el resto de explosivo de la no menos sospechosa furgoneta Kangoo– fue analizada previamente y no contenía dinitrotolueno, sino sólo Goma2-ECO. Únicamente al detectarse dinitrotolueno en las muestras de los trenes volvió a analizarse la Goma2-ECO de la mochila y de la furgoneta; y, con técnicas iguales a las previamente utilizadas, apareció asombrosamente dinitrotolueno.

Por si esto fuera poco para descartar como válida la que ha supuesto una de las principales pruebas de cargo en la versión oficial del 11-M, se da la circunstancia de que el artefacto de la bolsa de Vallecas contenía más de medio kilo de metralla en forma de clavos y tornillos. La forense del 11-M ha declarado, sin embargo, que ninguno de los 191 cadáveres tenía incrustaciones por impacto de metralla.

Así las cosas, esperemos que las nuevas diligencias abiertas en el juicio contra Sánchez Manzano sirvan para desmontar en sede judicial esta increíble prueba sobre la que se sustenta la versión oficial del 11-M y se pueda abrir, de par en par, la puerta al conocimiento de toda la verdad de la inolvidable matanza.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/una-rendija-a-la-verdad-del-11-m-61878/


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Elecciones 2011-11-10
Una fecha singular: 11-11-11
Gabriel Moris
Los problemas urgentes que nos acucian, con esfuerzos y sacrificios, algún día los podremos recordar como superados. La masacre del 11M, sin la verdad y la justicia debidas, jamás podremos incorporarla a nuestra historia colectiva.


Durante estos días, la ONCE ha lanzado una campaña publicitaria dada la coincidencia de su anagrama con la citada fecha y la cuantía del premio a entregar. Me parece una campaña inteligente.

Inevitablemente ha venido a mi mente un día ONCE, no muy lejano, en marzo de 2004, que no fue tan gozoso, para algunos, como promete serlo para el que resulte agraciado con el "cuponazo".

Nos encaminamos hacia el octavo aniversario de la masacre de los Trenes de Cercanías. Estamos nuevamente en una campaña electoral. El terrorismo sigue protagonizando e impregnando la vida política y social de nuestro país, ello a pesar de no estar hoy entre las primeras preocupaciones de los ciudadanos. La sociedad padece la mayor crisis económica, política y de valores desde el comienzo del siglo XXI. Yo no dudo de la relación causa-efecto entre el 11-M y las realidades sobrevenidas.

Desde mi obligada poltrona observo que, en esta ocasión, y sin atentados previsibles, sigue siendo el terrorismo doméstico uno de los protagonistas principales de nuestra vida pública. Esto no es ninguna novedad; de una forma o de otra ha sido así durante nuestra convivencia en este período que hemos convenido en llamar democrático.

Durante el mes de noviembre los españoles vamos a ser objeto de un bombardeo informativo que nos impedirá observar con serenidad el pasado y el presente. Difícilmente podremos así prepararnos para un futuro en libertad y en convivencia. Nadie hará balance de su gestión ni mostrará el proyecto de sociedad que promete construir con el concurso de nuestros votos. La urgencia para resolver asuntos de gran importancia en la vida cotidiana impide abordar el debate sobre los fundamentos de nuestra convivencia. Después de los recuentos de nuestros votos, depositados en las urnas, vendrán las componendas, los olvidos de promesas e, incluso, las traiciones para con los votantes.

La fecha que yo he calificado como singular creo que puede servirnos para el recuerdo y para la reflexión. Una fecha con tres números ONCE nos hace rememorar el atentado terrorista en vísperas de elecciones.

Inevitablemente nos recuerda también las vidas segadas y truncadas. "Nada será igual" para ellos y para nosotros, según el documental de Iñaki Arteta, que aún no he tenido ocasión de ver. A la gran masa de votantes podría servirles para "no olvidar lo inolvidable". Puede ayudar a algunos a rememorar las mentiras que deben pesar sobre sus conciencias y que no han sido corregidas ni castigadas: terroristas suicidas, Ben Laden, El Chino etc. Hoy mismo he tenido ocasión de ver un documental en el que imputaban a Al Qaeda la autoría.

A la clase política de entonces y a la actual, que sigue encarnada en las mismas personas, puede y debe recordarles la deuda pendiente para con los mártires que entregaron sus vidas involuntariamente en aras de objetivos inconfesables de unos autores aún por descubrir. Igualmente puede hacerles caer en la cuenta de lo fácil que les ha resultado alcanzar el consenso en la ocultación y el olvido calculado de la masacre. ¿Qué razones pueden esgrimir para no hacer lo mismo en pro de la verdad?

Respecto al poder judicial también puede ser útil para animarlo a rectificar las aberraciones cometidas desde la instrucción (desguace inmediato de trenes, ausencia de análisis de explosivos, aceptación de una falsa mochila etc.), hasta la sentencia sin autores –materiales e intelectuales– y con una Audiencia Nacional que ha pasado página de un atentado por aclarar y ajusticiar.

Las víctimas y sus tres asociaciones quizás pudiéramos, a pesar de nuestra precaria situación, concebir algún tipo de acción divulgativa y reivindicativa orientada a reclamar la verdad y la justicia pendientes para con nuestros seres queridos. Mi iniciativa en este sentido no ha merecido hasta hoy el eco que yo hubiera deseado.

Cuando pasen unos días se conformará una nueva legislatura. Los problemas urgentes que nos acucian, con esfuerzos y sacrificios, algún día los podremos recordar como superados. La masacre del 11M, sin la verdad y la justicia debidas, jamás podremos incorporarla a nuestra historia colectiva.


http://www.libertaddigital.com/opinion/gabriel-moris/una-fecha-singular-11-11-11-61823/

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