martes, noviembre 22, 2011

power balance catacrack


EMPRESAS | Acuerdo con denunciantes
El 'milagro' de las pulseras le cuesta a Power Balance la suspensión de pagos
Pulseras Power Balance



Rocío Bergillos | Madrid
Actualizado martes 22/11/2011 13:41 horas


Era la moda del momento, casi todo el mundo tenía una (como mínimo). Muchas veces para convencerte de sus propiedades 'seudomilagrosas' y para incitarte a comprarla ya que serías el único 'pringado' sin ella, podías encontrar a más de uno haciendo equilibrios y malabares sobre una pierna y exclamando "empuja, empuja, ya verás como no me caigo".

Ahora Power Balance ha suspendido pagos. Además de perder ingresos por ser una moda pasajera, la avalancha de denuncias recibidas ha provocado que la empresa de la pulsera 'milagrosa' se acoja al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos para "reestructurar parte del negocio".

La empresa ha explicado a través de un comunicado que, "debido a la táctica de márketing no autorizada de un distribuidor independiente en Australia y la proliferación de las operaciones falsificadas de las cuales obviamente no tenemos ningún control, Power Balance se ha convertido en el objetivo de numerosos pleitos de acción colectiva".

La firma ha llegado a un acuerdo en los tribunales de Estados Unidos para pagar una indemnización de 57,4 millones de dólares (42 millones de euros) a los 'afectados' por el timo, una cifra difícilmente costeable pese a que la famosa pulsera de silicona con un holograma en el centro se vendía en EEUU a 30 dólares la unidad y en España a 45 euros. La empresa dejó una cifra de ventas en nuestro país que, en mayo de 2010 ascendía a 300.000 unidades.

La pulsera se hizo muy popular. Importantes personalidades del mundo del deporte, la televisión o de la política como Esperanza Aguirre, Iker Jiménez, Pablo Motos o la misma Leire Pajín han aparecido en espacios públicos luciéndola. La ministra de Sanidad lo hizo después de que FACUA acusara a Power Balance de ser un fraude y denunciara el uso de estas pulseras y tras haber sido criticadas por numerosas asociaciones de médicos. Tras esto, la polémica en la calle se extiendió pidiendo la dimisión de una ministra de sanidad que cree en "milagros curativos".

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/22/economia/1321959980.html

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