El balear, primer tenista en ganar un mismo torneo ocho veces consecutivas. Vence al fin a Djokovic, que le había ganado en las últimas siete finales disputadas entre ambos.
Manuel Malagón 22/04/12 - 15:38.
Rafa Nadal mantuvo su hegemonía en Montecarlo, donde logró su octavo título consecutivo y se quitó un peso de encima al superar a Novak Djokovic, habitual verdugo del balear en el último año. El serbio había ganado las últimas siete finales disputadas entre ambos, pero en Montecarlo, coto privado de Nadal, el balear dio un recital y se impuso en poco más de una hora y cuarto (6-3 y 6-1). El español mostró su mejor repertorio y destiñió a Djokovic, incómodo como muy pocas veces. No le salió nada al número 1, pero fue mérito de un Nadal intratable.Las últimas ediciones de este duelo, que va camino de convertirse de uno de los grandes clásicos del tenis, habían mostrado a un Djokovic dominante y un Nadal sufriente, que lograba en algunas fases de los partidos igualar la contienda a base de un desgaste brutal. El serbio ganaba muchos más puntos fáciles, mientras a Nadal todo le costaba un mundo. En Montecarlo fue al revés: el español tuvo muchos más respiros y Djokovic apenas ganó puntos cómodos. Salvo en el primer juego del partido, que el número 1 se llevó en blanco, Djokovic no estuvo cómodo jamás.
El balear repitió en la final lo que había hecho durante el resto del torneo. Sirvió de forma fabulosa, al punto de que Djokovic no tuvo opciones de break hasta bien entrado el segundo set, cuando casi todo estaba ya decidido a favor del español. Eso no es cualquier cosa, pues el serbio es un restador fabuloso. No siempre el saque ha acudido al auxilio del español, pero en Montecarlo estuvo sensacional en ese apartado. Al resto siempre incomodó a Djokovic, que no encontró en todo el duelo la fluidez que mostró en el primer juego del partido. Le faltó paciencia al serbio, superado y hasta agobiado por la intensidad de Nadal. Quiso ganar los puntos muy rápido y eso en tierra y ante el balear es misión imposible.
El partido comenzó a girar del lado del español en el tercer juego del primer set. Un par de golpes demasiado largos de Djokovic permitieron romper a Nadal, que ya nunca dejaría el gobierno del partido. No dio opciones con su saque en todo el set y siempre amenazó al resto. No aprovechó una bola de break en el séptimo juego, pero dio el zarpazo definitivo para abrochar el primer parcial en el noveno.Nada le salía a Djokovic, muy espeso, y casi todo a Nadal. El español mostró esa versión que le hace casi imbatible en tierra batida, al menos en la de Montecarlo, donde no hay manera de vencerle. Segurísimo con la derecha y con el revés, cometiendo muy pocos errores, el número 2 aprovechó la inercia del duelo para dar otro golpe al inicio del segundo set, rompiendo de nuevo el saque de Djokovic en la primera oportunidad, y también en la segunda. Todas las pelotas se le iban largas o a la red al serbio, que no pudo marcar diferencias con ningún golpe. Ganó un juego al resto con todo ya perdido, pero fue lo único que dejó en el segundo set, que terminó a derechazos, a la desesperada. Enfrente, Nadal construyó un muro sin fisuras, ganador de nuevo en Montecarlo. Ningún tenista había ganado un mismo torneo ocho veces consecutivas. El español hizo historia y de paso espantó un fantasma llamado Djokovic.
http://www.marca.com/2012/04/22/tenis/masters_1000/1335096316.html
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Orden, concentración, disciplina, oficio y eficacia fueron las claves del éxito blanco
22/04/12 - 03:10.
Guardiola reconoció su parte de culpa en el planteamiento: “Tengo que tomar decisiones, me pagan por eso y las tomo. La hemos tenido y hemos generado el juego necesario. A lo mejor sí que me he equivocado. Pensé hace unos días que quería jugar así y al perder no tendré tanta razón”."Pensé hace unos días que quería jugar así y al perder no tendré tanta razón”, manifestó Guardiola.Esas palabras dejan bien a las claras que el gran triunfador en el Camp Nou fue Mourinho. De principio a fin el Madrid fue superior al Barcelona. No le ganó en la posesión pero sí en el control. Los de Mou demostraron un orden táctico, una concentración, una disciplina y una eficacia extraordinarias. Apenas cometieron errores y nunca dieron un paso atrás.
El mérito del Madrid residió en su capacidad para desactivar el fluido juego que caracteriza al Barça, cuyas cualidades quedaron empequeñecidas por el eficaz muro defensivo de los blancos.El discutido Coentrao anuló a Dani Alves y Khedira lanzó al Madrid al triunfo con un gol histórico.Además, a Mourinho le salió bien mantener su apuesta en Coentrao, que logró anular a Dani Alves, y en Khedira, autor de un gol histórico que lanzó a los blancos al triunfo.Mientras, Pep sorprendió con un once sin Piqué, Cesc y Alexis. Los inventos de Thiago y Tello fueron fallidos mientras que con Alexis en el campo los blancos pasaron sus peores momentos.
Mourinho disfrutó de unas de las mayores alegrías de su carrera deportiva en la intimidad del vestuario. Era su primera victoria en el Camp Nou tras diez visitas. Como un tiro se dirigió hacia el túnel cuando pitó el árbitro el final. Nada de correr por el césped como aquel día con el Inter en Champions. Todo el protagonismo se lo dejó a sus jugadores. El luso ya dio muestras de tranquilidad durante el partido y no se salió del guión que había llevado
http://www.marca.com/2012/04/22/futbol/equipos/real_madrid/1335056652.html
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