sábado, junio 09, 2012

Spain , rescue me!

Rescue me Oh take me in your arms Rescue me I want your tender charms 'Coz I'm lonely and I'm blue I need you and your love too Come on and rescue me Come on baby and rescue me Come on baby and rescue me 'Coz I need you, by my side Can't you see that I'm lonely Rescue me Come on and take my heart Take your love and conquer every part 'Coz I'm lonely and I'm blue I need you and your love too Come on and rescue me Come on baby and rescue me Come on baby and rescue me 'Coz I need you by my side Can't you see that I'm lonely Rescue me Oh take me in your arms Rescue me I want your tender charms 'Coz I'm lonely and I'm blue I need you and your love too Come on and rescue me Come on baby, take me baby, hold me baby, love me baby Can't you see that I need you baby Can't you see that I'm lonely Rescue me Come on and take my hand Come on baby and be my man Cuz I love you cuz I want you Can't you see that I'm lonely? take me baby love me baby need me baby Can't you see that I'm lonely? rescue me, rescue me....... .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

España, ¿rescatada? Eufemismos para minimizar daños

DPA | Madrid.Actualizado sábado 09/06/2012 22:07 horas

Primero fue negar que el sistema financiero de España fuera a ser rescatado. "No va a haber ningún rescate para la banca española", dijo Mariano Rajoy hace tan sólo 12 días. Y ahora, cuando el rescate está ya en marcha, la consigna del Ejecutivo conservador español es que no se le llame rescate."Esto no tiene nada que ver con un rescate en absoluto", ha dicho el ministro de Economía español, Luis de Guindos, en la rueda de prensa en la que anunció que España va a pedir ayuda para su banca, después de que el Eurogrupo se haya comprometido a otorgar una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros.Guindos utilizó todos los eufemismos que pudo para intentar convencer de que no hay rescate: "financiación europea para la recapitalización de los bancos", "apoyo financiero", "préstamo en condiciones muy favorables"... "No hay el mínimo rescate al respecto", aseguró tajante.

Pero lo cierto es que España accedió finalmente a pedir a sus socios de la UE que saquen a sus bancos del agujero en el que se metieron con el estallido de la burbuja inmobiliaria en la que se vivió durante años. Y lo hizo después de insistir en que no tomaría ninguna decisión al respecto hasta tener en sus manos los informes de las dos auditoras independientes que ha contratado para que pongan cifras a ese agujero y que se esperan durante este mes.Como en su día ocurrió con Irlanda, Portugal y Grecia, España ha negado hasta el último momento lo que en medios de comunicación y círculos políticos se daba por seguro. Y como en su día hizo José Luis Rodríguez Zapatero, Rajoy ha hecho también todo lo posible por conseguir que España no tuviera que pedir ayuda a sus socios europeos. Su antecesor lo logró y se fue de La Moncloa sin que España protagonizara un rescate. Pero Rajoy no ha podido evitar acudir a la ayuda europea.En las últimas semanas han ido apareciendo agujeros en sus bancos y la presión internacional para que pidiera socorro fue incrementándose cada vez más en los últimos días, sobre todo teniendo en cuenta las próximas elecciones en Grecia, cuyo resultado podría acabar en una salida del euro por parte del país. Sólo en Bankia, la cuarta entidad española, que va a ser nacionalizada, el Ejecutivo se ha comprometido a inyectar 19.000 millones de euros que se suman a los 4.500 que el banco ya recibió a finales de 2010 del fondo de rescate español FROB. Esta semana, el Banco de España reconoció que hacen falta otros 9.000 millones de euros en las ya nacionalizadas CatalunyaCaixa y Novagalicia.

El Ejecutivo de Rajoy ha tratado de evitar hasta el final que se metiera a España en el mismo saco que Irlanda, Portugal y Grecia, defendiendo que las necesidades de ayuda las tenían los bancos, no su economía, y persiguiendo que el dinero que se necesita vaya de forma más o menos directa a su sistema financiero, no al Estado. Lo que se ha acordado en el Eurogrupo es que éste facilitará una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros, que recibirá el FROB y éste inyectará posteriormente el capital en los bancos que lo necesiten.

El estigma del rescate Con esa fórmula, el rescate no es el mismo que los de Irlanda, Portugal y Grecia, un saco en el que Rajoy no deseaba que cayera España. Esos países vieron como el estigma del rescate disparaba aún más su prima de riesgo y cómo les resultaba imposible financiarse en los mercados primarios de deuda. Además, ninguno de los tres gobiernos bajo los que se llevaron a cabo sobrevivió. "Las condiciones se les van a imponer a los bancos, no a la sociedad española", insistió el ministro De Guindos. El gobierno de Rajoy ha logrado una fórmula que deja claro, de una forma u otra, que se ayuda a los bancos y no a la economía, la cuarta de la UE. Y así, el gobierno puede decir ahora que el rescate no es un rescate. La respuesta de los mercados está aún por verse.Lo que sí ha quedado claro en toda esta crisis es que España no tenía "el mejor sistema financiero del mundo", como en su día, hace cuatro años, aseguró el socialista Zapatero. En tiempos de bonanza económica y de especulación inmobiliaria, sus bancos dieron créditos al ladrillo e hipotecas a diestro y siniestro. Y ahora necesitan ser rescatados por ello, le guste o no el término a Rajoy.La banca española va a ser saneada ahora, de una vez por todas, se espera. España confía en recuperar la confianza de inversores y mercados. Y la UE, en volver a tener la estabilidad que perdió la eurozona.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/09/economia/1339272104.html

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¿cómo afectará a los españoles?.Las cinco claves del rescate de España

Según Rajoy y De Guindos, se trata de una ayuda a la banca, sin condiciones, para restaurar el crédito. ¿Qué hay de verdad y qué de mentira?

El rescate podrá paralizarse si España incumple

Posible interés de entre el 3% y el 4%

M. Llamas 2012-06-11

En menos de 24 horas, el Gobierno ha ofrecido su versión oficial respecto al rescate internacional de España, hasta un importe máximo de 100.000 millones de euros por boca del ministro de Economía, Luis de Guindos, y del presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

Aunque ambas versiones se diferencian en algunos matices puntuales, el mensaje trasladado a la opinión pública se resume en cinco puntos básicos: es una "línea de crédito" o, si se prefiere, un "apoyo financiero" a la banca española, no al Estado; servirá para fortalecer la "credibilidad" de la deuda pública nacional; no conlleva condiciones macroeconómicas, es decir, ni reformas ni ajustes fiscales extra; no afectará al déficit público; y ayudará a restaurar el crédito a familias y empresas.

Ahora bien, ¿qué hay de verdad y qué de mentira en tales afirmaciones?

1. Es un rescate soberano, no una ayuda a la banca

Pese a la insistencia del Gobierno en evitar la palabra "rescate", la clave del mecanismo ideado por el Eurogrupo el pasado sábado radica en que se trata de un crédito, hasta un máximo de 100.000 millones de euros, concedido al Fondo de rescate bancario español (FROB), no a la banca directamente, tal y como pretendía el Ejecutivo en un principio. En este sentido, el comunicado del Eurogrupo aclara lo siguiente: El Eurogrupo considera que el FROB, que actúa como agente del Gobierno español, podría recibir los fondos y canalizarlos a las entidades financieras afectadas. El Gobierno español mantendrá la plena responsabilidad de la asistencia financiera y firmará el Memorando de Entendimiento. Es decir, el préstamo, que procederá de los Fondos europeos (EFSF y/o ESM, por sus siglas en inglés), se concede al FROB y, por tanto, al Estado español. Y es que, el FROB, como bien señala el comunicado, "actúa como agente del Gobierno" y, de hecho, cuenta con la garantía explícita del Reino de España, tal y como establecen sus estatutos. De ahí, precisamente, que el Gobierno "mantendrá la plena responsabilidad de la asistencia". Dicho de otro modo, el crédito no tendrá que ser devuelto por lo bancos rescatados sino por los contribuyentes españoles. En este sentido, el propio ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, señaló al término de la videoconferencia del Eurogrupo que "no son los bancos, es España quien recibe el dinero". Ahora bien, dicho esto, cabe señalar que, efectivamente, no se trata de un rescate total del Estado como sí aconteció en el caso de Grecia, Irlanda y Portugal. En dichos países la troika rescató a los gobiernos porque eran incapaces de emitir deuda en el mercado a tipos de interés competitivos, mientras que en España esto no se ha producido. Sin embargo, "sólo lo parece", según aclara el profesor de Económica Juan Ramón Rallo. "En realidad, el Gobierno había decidido recapitalizar con fondos públicos a la banca española, pero se sabía incapaz de emitir 100.000 millones de euros en el mercado sin que los tipos de interés se le fueran a la estratosfera. Por consiguiente, al final estamos en lo mismo: se le presta asistencia al Gobierno para sus objetivos de gasto (en este caso, de gasto dirigido a recapitalizar bancos)". Se trataría, pues, de una especie de rescate parcial del Estado español. 2. Aumentará la deuda pública

Por si hay alguna duda de que el crédito se concede al Estado y no a los bancos, el dinero que solicite el Gobierno al Eurogrupo -hasta un máximo de 100.000 millones- se contabilizará como deuda pública. Según las previsiones del Gobierno, España cerrará este año con un nivel de deuda próximo ya al 80% del PIB de forma que, en caso de consumir los 100.000 millones facilitados, la deuda crecería hasta la cota del 90% del PIB. Mientras, el banco alemán Deutsche Bank avanza que la deuda podría rozar el 100% del PIB en 2014. El problema aquí es que este mayor endeudamiento no ayudará a restaurar la credibilidad de las cuentas públicas españolas, al menos a medio plazo, tal y como afirma Rajoy. Así, según Rallo, "aunque a corto plazo se despejan incertidumbres sobre cómo se iba a financiar el rescate bancario español (cabía el riesgo de que el Gobierno del PP quisiera emitir los 100.000 millones directamente en el mercado, lo que habría sido su tumba, como lo fue la de Irlanda) y, probablemente, contribuya a relajar la prima de riesgo, a medio plazo será sólo un nuevo clavo en el ataúd de la solvencia del sector público". Y es que, "con una economía esclerotizada como la española, el servicio de la deuda va siendo cada vez más inverosímil". Es decir, la credibilidad de la deuda española no depende en nada de este rescate, ya que en todo caso la deteriorará aún más (más deuda), sino de las reformas para potenciar el crecimiento y de los ajustes fiscales para reducir el déficit y, así, garantizar que España devolverá lo que debe. 3. Pone en riesgo el objetivo de déficit

Sobre este punto, el del déficit, el rescate europeo arroja más sombras que luces. Rajoy insistió el domingo en que "en absoluto" afectará al déficit público. La razón, según Moncloa, estriba en que "el FROB pide dinero a Europa a un tipo de interés muy beneficioso" -posiblemente entre el 1,5 y el 3% anual- mientras que éste inyecta ese dinero a los bancos a un tipo de interés mayor -de un 5 a un 10%-. "Recibimos la línea de crédito con mejores tipos y mejores plazos que los que el FROB impondrá a los bancos que se acojan a la recapitalización", de modo que el déficit no se verá afectado, según fuentes del Gobierno. Sin embargo, la versión de Rajoy contrasta con la ofrecida por el ministro De Guindos el sábado, quien afirmó que los intereses del crédito internacional se contabilizan como déficit. A falta de conocer den detalle las condiciones del crédito y su impacto a nivel presupuestario, la diferencia inicial entre la versión de Rajoy y la de De Guindos a este respecto radica en el modo en que uno y otro conciben la recapitalización bancaria: Rajoy pretende inyectar el rescate europeo a los bancos en problemas vía préstamos, posiblemente mediante bonos convertibles (Cocos), que exigen el pago de intereses. De Guindos, por el contrario, enfatizó la necesidad de inyectar capital, lo cual implicaría nacionalizar entidades -como en el caso de Bankia-, de forma que el Estado no les cobraría intereses, mientras que los intereses del rescate europeo, en principio, si se contabilizarían como déficit. Independientemente de cómo se contabilice, surgen otras dos dudas: por un lado, más deuda pública implicará de uno u otro modo más presión sobre las cuentas españolas, obligando a poner en marcha nuevas medidas fiscales para reducir el déficit del 8,9% del PIB en 2001 al 5,3% este año y al 3% el que viene, tal y como, de momento, marca Bruselas; por otro, según la actual normativa comunitaria, el dinero público empleado para tapar los agujeros (pérdidas) de la banca se contabiliza como déficit. El rescate europeo no está concebido para proporcionar liquidez a la banca sino capital (cubrir agujeros y reforzar solvencia). De hecho, según diversos analistas financieros, es improbable que entidades hoy insolventes logren devolver préstamos al Frob, como pretende Rajoy, tal y como aconteció con Bankia y otras entidades nacionalizadas. 4. Conlleva condiciones, tanto financieras como macroeconómicas

Por otro lado, el presidente quiso dejar muy claro que el caso español "nada tiene que ver" con el de Grecia, Irlanda y Portugal, ya que el rescate no impone nuevas condiciones macroeconómicas (ni reformas ni ajustes fiscales extra) sino tan sólo financieras -reestructuración de la banca-. Sin embargo, se trata de una afirmación difícilmente sostenible a la vista de lo que establece el Eurogrupo: El Eurogrupo confía en que España cumplirá sus compromisos en virtud del procedimiento de déficit excesivo y con respecto a las reformas estructurales, con el fin de corregir los desequilibrios macroeconómicos en el marco del semestre europeo. El progreso en estas áreas será revisado estrecha y regularmente en paralelo con la supervisión financiera. La ayuda está condicionada en todo caso al cumplimiento de las reformas estructurales para potenciar el crecimiento y las medidas de austeridad para reducir el déficit. Y aunque en este ámbito Rajoy se congratuló de haber hecho los "deberes", evitando con ello la intervención del país, lo cierto es que el último informe de la Comisión Europea sobre los avances económicos y presupuestarios de España tildó de insuficientes -como la reforma laboral- e incluso contraproducentes -como la subida del IRPF- algunas de las medidas acometidas. Aunque el rescate no exija directamente nuevos ajustes, el cumplimento de los objetivos marcados por Bruselas se convierte ahora en condición sine qua non para recibir el dinero. 5. El crédito no se recuperará a corto plazo

Por último, Rajoy y De Guindos insistieron en que este rescate ayudará, en todo caso, a restablecer el crédito destinado a familias y empresas. Nuevamente, se trata de algo improbable por tres motivos básicos: El crédito no volverá a fluir con fuerza hacia el sector privado hasta que se complete el saneamiento de la banca, cuyo proceso sigue en marcha. El Eurogrupo impuso ciertas condiciones a los bancos del resto de países rescatados. Así, por ejemplo, en el caso de Portugal les obligó a acelerar su desapalancamiento (menos deuda) y a reducir la ratio de créditos sobre depósitos del 140% al 110% para 2013, lo cual se traduce en menos préstamos. Y, por último, según Rallo, "si ahora mismo no hay crédito en la economía española no es porque los bancos no tuviesen capacidad para extenderlo (hay bancos perfectamente solventes) sino porque no se fían de la viabilidad de la economía española. España sigue siendo un sistema económico hiperendeudado y totalmente desequilibrado, cuya capacidad para generar suficiente riqueza con la que amortizar su losa de deuda es más que discutible".

http://www.libremercado.com/2012-06-11/las-cinco-falacias-del-gobierno-sobre-el-rescate-de-espana-1276460936/ .-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.

El “Rescate” explicado en 10 puntos

El sábado 9 a las 16.00 h Europa nos “rescató”. En medio de la Eurocopa, de Roland Garrós y del Premio de Canadá de Fórmula 1. Un buen momento para encontrar a todo el país delante de la pantalla y con pocas ganas de salir a la calle y perderse el estreno de la Roja. Que los bancos españoles necesitaban ese dinero se sabía hacía meses, pero se ha esperado al momento oportuno para solicitar un rescate, que encima nos venden como una gran victoria.

El domingo 10, presionado por todos los flancos, nuestro presidente se dignó a comparecer ante los medios -sin preguntas de los periodistas, fiel a su estilo, que para eso tiene mayoría absoluta- para decirnos que nos ha salvado de la intervención, que sólo se han pedido 100.000 millones de euros para la banca y que los ciudadanos podemos estar tranquilos: ahora nuestros ahorros y nuestras casas están más seguros.

¿Cómo se puede mentir tanto a un país? ¿Cómo un Presidente que dentro de su programa electoral estableció no dar ni un duro más a la banca puede seguir gobernando después de incumplir esta promesa? ¿Cómo se pueden inyectar 23.000 millones de euros de dinero público a la fallida Bankia, que ya había recibido 4.000 millones, y que Rodrigo Rato se retire con una indemnización de 2 millones de euros? ¿No debería estar en la cárcel por malversación de fondos públicos? Y nuestro Presidente, ¿no debería dimitir ante la imposibilidad de cumplir sus promesas?

El Rescate en 10 puntos: que no te vendan la moto!

El dinero procedente del fondo de rescate europeo (FEEF) se inyecta en el FROB (el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), un organismo público dependiente del Estado español que inyecta liquidez a los bancos con problemas.

El dinero procedente de Europa, por tanto, no va directo a los bancos como nos quieren hacer creer, sino a una entidad pública de la que responde el Estado, que actúa de aval. Esto significa que si algún banco de los que recibe dinero a través del FROB no puede después devolverlo, el banco no responde, responde en última instancia el FROB, es decir, el Estado, es decir, nosotros los ciudadanos.

Los 100.000 millones de euros ingresados por el Estado en concepto de préstamo se contabilizan en los presupuestos como una deuda de 100.000 millones, más los intereses que devengue dicho importe. Dichos intereses los paga también el Estado, no los bancos, cuidado, es decir: nosotros los ciudadanos.

Europa exige a España que dé garantías suficientes (como en cualquier otra transacción de crédito) de que puede devolver el préstamo y los intereses. Esto significa que tenga “saneado” su presupuesto y que mantenga el déficit a raya.

Si en el presupuesto acaba de contabilizar una deuda de 100.000 millones de euros, el presupuesto no puede nunca cumplir los objetivos de déficit a menos que se ahorre y se ingrese por otro lado. Traducido a la práctica esto significa: más recortes y subidas de impuestos (que no sé por qué me da que va a ser el IVA de los consumidores, y no el impuesto de las SICAV (esas sociedades de inversión de grandes fortunas que solo cotizan al 1%)).

El Estado español lleva muchos meses financiándose a intereses muy elevados. Esto significa que si antes para obtener un crédito pagaba el 2,4% de intereses, ahora paga el 6%. Esto es así por dos razones:

Cuanta más incertidumbre se vierta sobre la solvencia de España, más intereses tiene que pagar el país para conseguir financiación, lo cual beneficia a los prestamistas, que en lugar de un 2,4% de intereses se llevan un 6% (y estamos hablando de mucho dinero).

Las cajas españolas, que se han sumado al carro de los excesos políticos y constructivos durante años, obteniendo con ello ingentes beneficios, están arruinadas desde hace tiempo porque forman parte de esa burbuja inmobiliaria que ningún Gobierno ha tenido el valor de pinchar. Eso lo saben los bancos e inversores de fuera, y están temerosos de invertir en ellos.

Ahora se supone que con el préstamo europeo pagamos menos intereses, ¿pero a cambio de qué? ¿De nada? Vayamos al último punto:

Esta dinámica de préstamo+intereses es la misma que ha tenido al continente africano sometido durante décadas, si no siglos. El país está tan endeudado y es esclavo de unos intereses tan altos que todo lo que ingresa va a parar a la devolución de dichos intereses. Para poder hacer frente a estos pagos, el país privatiza y vende toda su riqueza nacional y explota a los trabajadores y habitantes hasta límites inhumanos. África queda lejos, pensamos, pero Grecia no tanto. Y vamos derechitos al mismo resultado. Misma estrategia = mismo resultado.

¿Qué podríamos hacer?

Dejar caer a los bancos y a sus accionistas, garantizando los depósitos de los ciudadanos corrientes.

Nacionalizar los bancos: sus pérdidas pero también SUS BENEFICIOS. Actualmente, cada vez que el estado nacionaliza algo, sanea sus pérdidas con dinero público y, cuando ese algo empieza a dar beneficios, lo privatiza. Las pérdidas por tanto las pagamos los ciudadanos; los beneficios van a manos privadas.

Obligar a los bancos a sacar al mercado todas las viviendas que tienen en stock. Obligarles a declarar dicha devaluación del valor como pérdidas en sus estados contables. De esta forma se conseguiría poner en el mercado cientos de miles de pisos a precios sociales de compra y alquiler, con la consiguiente reducción real del precio de la vivienda.

Elecciones anticipadas. Un Gobierno que incumple reiteradamente su programa electoral debería estar obligado a convocar elecciones anticipadas para confirmar que sigue contando con el apoyo de los ciudadanos que le votaron convencidos de que iba a realizar otras políticas.

Referéndum popular. Un rescate europeo que nos esclaviza durante generaciones, prolongar la edad de jubilación, rescatar a Bankia con nuestro dinero, abaratar el despido, recortar en sanidad, recortar en educación, subir los transportes públicos… Todo esto afecta vitalmente nuestro a bienestar, por lo que debería someterse a referéndum. Actualmente disponemos de la figura del referéndum popular: ¿por qué no se usa? ¿Por qué no la reclamamos?

Denunciar a los responsables financieros y políticos de la crisis. Llevarlos ante los tribunales. Embargarles el patrimonio, el sueldo y la jubilación (lo tengan en Cáceres o en las Islas Caimán) hasta que hayan devuelto todo lo que deben. Hay muchas iniciativas en este sentido a las que te puedes sumar.

Mientras todo esto sucede, no podemos estar en casa mirando la final de Roland Garros. Si no cambiamos las cosas nosotros, no las cambiará nadie. En unos años podemos vernos, en lugar de viviendo, sobreviviendo.

¡Tomemos las riendas de nuestras vidas!

Hay miles de plataformas y movimientos a los que te puedes sumar para cambiar las cosas, aunque solo tengas una hora de tiempo libre a la semana. Muchas personas pequeñas, en muchos lugares pequeños, introduciendo cambios pequeños pueden cambiar el mundo.

Contra la estafa del rescate europeo,Plan de Rescate Ciudadano!

http://www.democraciarealya.es/blog/2012/06/10/elrescate/

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