miércoles, diciembre 25, 2013

aborto , legal o fuera de la ley

a favor del aborto



en contra del aborto




¿Por qué el aborto es un drama?

Los 10 bulos más frecuentes sobre el aborto que aparecerán estos días en los medios

Actualizado 21 diciembre 2013 Desmontados por Benigno Blanco



Benigno Blanco, Presidente del Foro de la Familia y una de las personas que más han trabajado en el mundo entero por erradicar el aborto en el mundo, responde a diez tópicos muy extendidos sobre la supresión del embarazo. Con la presentación de la reforma de la ley del aborto en España se reavivará un debate que nunca ha desaparecido de la sociedad.

Son muchos los mitos, las falacias y mentiras en torno a esta cuestión, y es necesario saber responder con argumentos claros. Este texto publicado en el semanario Alfa y Omega, que dirige Miguel Ángel Velasco, puede ser de utilidad.

1. Se trata del derecho de la mujer a decidir
No. Cuando la ley permite a los libres disponer de la vida de los esclavos, a los padres de la vida de los hijos recién nacidos, a los hombres de la vida de la mujer, a los arios de la vida de los judíos, a los blancos de la vida de los negros, o a las embarazadas de la vida de sus hijos no nacidos...; no se trata del derecho a decidir de los libres, los padres, los hombres, los arios, los blancos o las embarazadas, sino de la denegación del derecho a la vida de los esclavos, los recién nacidos, las mujeres, los judíos, los negros o los aún no nacidos.

2. Hay dudas razonables sobre cuándo se origina la vida humana
No es cierto. Hay evidencia científica de que la vida individual -y no sólo en la especia humana- se origina con la concepción al formarse el patrimonio genético del individuo que le definirá para siempre como uno de la especie humana sin margen de duda alguna. Y si alguien tuviese dudas al respecto, la más elemental consideración ética debe llevar a aplicar una presunción de humanidad o presunción de vida, pues no es admisible asumir el riesgo de matar a un hombre sobre la base de una duda (sobre si está o no está allí donde se dispara, por ejemplo).

3. Si no se legaliza el aborto, habrá abortos clandestinos y morirán muchas mujeres
No es cierto. No hay ninguna evidencia científica de que eso sea verdad, sino de lo contrario:

* Cuando algo se legaliza, aumenta su número; y cuando algo se prohíbe, va disminuyendo su práctica. Si no fuese así, el derecho penal carecería de razón de ser.

* En los países donde el aborto está prohibido (por ejemplo, Irlanda) la mortalidad femenina por razones atinentes al embarazo y el parto es inferior a la de países vecinos donde el aborto es legal (por ejemplo, Gran Bretaña). Lo mismo sucede en Chile, único país de su entorno donde no se permite el aborto por ninguna causa, respecto a los países vecinos.

* En todos los países donde se ha legalizado el aborto, su número ha aumentado cada vez más; y en los países donde se vuelve a proteger la vida, su número disminuye, como ha sucedido en Polonia a partir de 1993.

Este argumento da por supuesta una falacia: la de que las mujeres, en cualquier caso, abortarán. Y eso no es cierto, las mujeres van asumiendo el aborto como una solución a sus problemas cuando éste es legal. Si la ley no lo permite, el aborto adquiere el carácter residual de todo lo ilícito.

4. La ONU reconoce el derecho al aborto con carácter universal
Es falso. Ningún instrumento de derecho internacional en materia de derechos humanos reconoce el derecho al aborto, ni con carácter universal (ONU), ni regional (tratados europeos o latinoamericanos de derechos humanos). Así lo ha establecido el TEDH respecto a Irlanda, por ejemplo.

Sí existen algunas plataformas, conferencias internacionales o comités varios en la comunidad internacional que han empezado a usar en los últimos años la expresión derechos sexuales y reproductivos, que algunos quieren interpretar como comprensiva del derecho al aborto; pero ni esas plataformas, conferencias o comités tienen valor jurídico vinculante para los Estados, ni nunca se ha admitido pacíficamente que esa expresión incluya el aborto.

5. La normalización del aborto es la única opción progresista y su implantación es imparable
No es cierto. La normalización legal del aborto es un fenómeno muy reciente -y siempre discutido y contestado en todos los sitios- que empezó (si dejamos de lado los países comunistas que no respetaron ningún derecho humano) en USA en 1973 y, desde ahí, se fue extendiendo a Europa, primero, y después al resto del mundo, a impulsos de ideologías, intereses económicos y estrategias políticas hoy muy contestadas (obsesión maltusiana por el control de la población, revolución sexual sesentayochista, imperialismo yanqui, presión de la industria del aborto y la anticoncepción sobre los Gobiernos, ideología de género, etc).

El aborto no sólo no está normalizado en el mundo, sino que encuentra cada vez más resistencia en todas partes y, en primer lugar, en Estados Unidos, donde empezó este fenómeno. En este país, ya una mayoría de la población se define como pro life -provida- y no como pro choice -pro-elección-, según la encuesta Gallup; y más de la mitad de los Estados de la Unión han aprobado en los últimos años leyes restrictivas del aborto con una cadencia que sigue en aumento, a pesar de contar en estos momentos con el Presidente más proabortista de su historia, Obama.

Por otra parte, varios países del ex bloque comunista han aprobado leyes restrictivas del aborto a partir de 1989 (el caso más exitoso es el de Polonia), y en toda la América Latina se está produciendo una gran resistencia a la aprobación del aborto que se exige a aquellos países de forma insistente y colonialista desde Naciones Unidas.

En la Europa occidental, el aborto es objeto de amplio debate social en países como España, Irlanda, Francia o Italia. En ningún sitio es algo normalizado y pacífico.

6. Sin el aborto, la bomba demográfica explotaría y la vida en la tierra sería imposible
No existe ninguna bomba demográfica sino, por el contrario, un grave problema demográfico de envejecimiento de la población que hace peligrar la subsistencia de nuestras sociedades (en Europa, y en España de forma particular, esto es evidente). Incluso los países que, como China, han apostado por el aborto como instrumento de control de la población, están dando marcha atrás por los terribles trastornos en su población que han provocado.

Incluso si fuese verdad que existiese un problema de crecimiento de la población, no parece que eliminar vidas humanas sea la forma más humana de resolver este problema. El fin no justifica los medios, máxime si los medios son homicidas.

7. El aborto es una conquista feminista a la que no podemos renunciar
No es cierto. El aborto es una solución machista a un problema de todos. El aborto es la garantía última de la irresponsabilidad sexual del varón que, gracias a él, deja en manos de la mujer toda la responsabilidad de las relaciones sexuales: gracias al aborto, el varón se desentiende de las consecuencias de su actividad sexual abocando a la mujer a abortar (y es ella quien cargará con el peso moral, sicológico y vital de esta decisión), o a asumir las consecuencias (la responsabilidad sobre el niño) en caso de no hacerlo.

El aborto sí que es violencia de género contra la mujer. Cuando se legaliza el aborto, la mujer se puede ver sometida a todo tipo de presiones para abortar recayendo sobre ella la responsabilidad de liberar a todo su entorno de la responsabilidad sobre la vida en marcha en su interior.

8. Sin aborto legal, la revolución sexual estaría en peligro
Este argumento sí es veraz. Sin el aborto legal, la irresponsabilidad sexual sistemática y generalizada no sería posible. La legalización del aborto es el precio que pagamos para ser sexualmente irresponsables de forma sistemática, sin consecuencias en el corto plazo. Pero este precio es muy alto: millones de niños que no llegan a nacer, millones de vidas de mujeres destrozadas, una sexualidad deshumanizada, pues su consecuencia no es la vida, sino la muerte, etc.

9. Las leyes permisivas del aborto no obligan a nadie: quien no quiera abortar no está obligado a hacerlo
Este argumento no es cierto, pues:

a) las leyes permisivas del aborto crean estructuras de violencia estructural sobre la mujer para que aborte que no existirían con carácter general si el aborto no fuese legal. Ésta es experiencia común en muchas mujeres que han abortado: no fueron libres, sino que acudieron al aborto presionadas por un entorno que sólo les ofrecía esa solución a sus problemas.

b) La legalización del aborto introduce en nuestro ordenamiento jurídico la violencia como forma legítima de resolver problemas, y esto afecta a toda la sociedad por el efecto pedagógico de las leyes.

c) El aborto legal supone que el Estado asume que no debe proteger la vida de un grupo de seres humanos, los no nacidos. Se degrada así el compromiso ético y humanista del Estado, la sociedad en su conjunto y el Derecho. Y esto siempre tiene consecuencias (negativas).

10. Exigir la prohibición del aborto es una inadmisible injerencia de la Iglesia en la vida pública de una sociedad pluralista
Hipócrates y Galeno no eran católicos -pues vivieron siglos antes de Cristo- y ya establecieron que la ética médica impedía la práctica del aborto. Si legalizásemos todo lo que la Iglesia prohíbe, deberíamos legalizar el asesinato, la violación, el robo..., y prácticamente todo lo que el Código Penal prohíbe. No parece éste, por tanto, argumento muy serio.


http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32914

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Leyes «estrictas» aguadas en coladeros y madres sin apoyos

Breve historia del aborto en España: de 15.000 casos clandestinos a 118.000 casos legales


Detrás de 1,7 millones de abortos hay una multitud de madres, padres, abuelos y hermanos heridos




Actualizado 20 diciembre 2013 Pablo J. Ginés/ReL



Para entender el contexto del aborto en España y sus leyes hay que repasar su historia, que va ligada a cambios políticos y sociales. La historia da perspectiva: las promesas que hacían los defensores del aborto en los años 70 y 80 nunca se han cumplido, la anticoncepción y la tecnología no han reducido el aborto, las leyes "estrictas" se han aguado con coladeros y España, desde los años 70, nunca ha apostado por apoyar a las mujeres y las familias. La natalidad en España es un desastre y los hijos se ven como una carga.

Repasamos los años más importantes.

Año 1975
El aborto es ilegal en España. No se sabe cuántos abortos ilegales se producían, bien en abortos caseros, bien en clínicas clandestinas, bien viajando al extranjero. Cuando se despenalice 11 años después, en 1986, se producirán 17.000 abortos legales, por lo que lo lógico es pensar que, como mucho, se podían dar unos 15.000 abortos clandestinos al año de bebés españoles, incluyendo las mujeres que viajan al extranjero.

Año 1976
Empieza la campaña de propaganda abortista con cifras inventadas que aún hoy se repiten. Nace "El País Semanal", que el 3 de octubre habla de 300.000 abortos clandestinos en España al año, y 3.000 españolas que mueren cada año por someterse a un aborto ilegal “según el Tribunal Superior”. Son cifras absurdas: los miles de supuestos cadáveres de esas españolas nunca han aparecido (porque no existen) y los 300.000 abortos eran matemáticamente imposibles. La campaña pide además más anticonceptivos: "con más anticoncepción, menos aborto", proponían. Las cifras demostrarían en las décadas siguientes que no sería así.

Año 1978
La Constitución Española, aún vigente en 2013, declara en su artículo 15: "Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes". Hay juristas que dicen que ese "todos" es deliberadamente ambiguo; otros dicen que la ambigüedad se le dio después, por la vía de los hechos consumados.

Es distinto a lo que dicen los Derechos Humanos ("Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona" y a lo que dice la Declaración de Derechos del Niño (principio 4; "El niño tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; deberán proporcionarse, tanto al niño como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal").

Año 1983
El Gobierno del PSOE de Felipe González despenaliza (no legaliza) el aborto en España en tres supuestos, en teoría muy estrictos: en realidad serán un coladero que lleven al aborto generalizado. Será la ley que se mantenga hasta 2010, y la aplicarán gobiernos del PSOE y del PP, y todas las autonomías (excepto Navarra, en la práctica). Pero no entra aún en vigor: el portavoz del PP contra el aborto en debates parlamentarios y televisivos, José María Ruiz Gallardón (padre del actual ministro de Justicia), comisionado por 54 diputados, plantea la inconstitucionalidad de la ley por 7 motivos y señalan 10 inconsistencias en la ley.

Año 1985
El Tribunal Constitucional responde a la cuestión de inconstitucionalidad: despenalizar el aborto en España es constitucional. Aunque la Constitución dice "todos tienen derecho a la vida", ese "todos" no es todos: se dictamina que el feto no es titular del derecho fundamental a la vida. La sentencia viene a decir que el Estado debe defender la vida, también la intrauterina, que tiene cierto valor... pero basta con que la defienda "algo", parcialmente, aunque la defienda muy poco. La vida del nasciturus, dice, no es un valor absoluto, solo tiene cierta valía: la libertad de la madre también tiene cierta valía y cualquier ley que reconozca ambas cosas sobre el papel será constitucional, no importa cuantos abortos permita. El Constitucional cree que al mejorar las condiciones tecnológicas y económicas (incluyendo ayudas del Estado a la mujer) cada vez habrá menos abortos. La realidad casi 30 años (con una España mucho más rica y una medicina neonatal impensable en 1985) es que el aborto no paró de crecer. Los 3 supuestos se convertirán en un coladero. Aquí se puede leer en PDF la sentencia del Constitucional de 1985. La ley del aborto entra en vigor. Se aplicará 25 años y amparará 1,5 millones de abortos legales.

Año 1986
Primer año completo de aborto despenalizado. Se descubre la demanda de real de aborto en el país: 17.000 abortos.

Año 1991
Después de 5 años de aborto legal, va creciendo la demanda poco a poc. Este año son 41.910 abortos

Año 1995
Último año completo de gobierno socialista de Felipe González: se producen 49.300 abortos legales. La ley que impulsó casi ha triplicado la demanda.

Año 1996
Llega al gobierno el PP de José María Aznar. Gobernará 8 años y no tocará la ley del aborto.

Año 1997
Un estudio del equipo Daphne (un lobby farmacéutico y anticonceptivo español) asegura que en este año usaban anticonceptivos el 50% de las españolas. Pese a eso, se produjeron 49.500 abortos.

Año 2000
Último año sin píldoras del día después (que tienen muchas veces un efecto abortivo oculto). Hay 60.000 abortos anuales. Abortan un 7,5 por mil de las mujeres menores de 20 años.

Año 2001
El Gobierno de Aznar legaliza, con cierto control, la píldora del día después, aunque estudios en otros países demuestran que en ninguno ha reducido el aborto quirúrgico. Este año se reparten 160.000 píldoras del día después y el aborto sigue creciendo: 70.000 abortos. Abortaron un 8,26 por mil de las mujeres menores de 20 años.

Año 2004
El PSOE de Zapatero llega al poder. Acaba la época de Aznar: durante su gobierno el aborto pasó de una tasa del 5,7 cada mil mujeres en edad fértil a una del 9; de 51.000 a 85.000 abortos anuales. Por primera vez suenan el nombre de Ginemedex y las clínicas del doctor Morín: el "Sunday Telegraph" graba con cámara oculta cómo en Barcelona se aprueban abortos muy tardíos con formularios prefabricados. La Generalitat se limita a una inspencción de rutina sin consecuencias.

Año 2005
El control supuestamente estricto de la píldora "del día después" hace tiempo que no es nada estricto. Este año se reparten 500.000 píldoras del día después: hay 91.000 abortos. Abortaron un 11,5 por mil de las mujeres menores de 20 años.

Año 2006
Después de décadas insistiendo en que la anticoncepción reducirá el aborto, la industria del aborto ya habla abiertamente de que el aborto siempre estará en la sociedad para compensar los fallos de la anticoncepción. Este año, según un estudio del equipo Daphne, ya usan anticonceptivos el 80% de las mujeres en España: pese a eso se producen 112.000 abortos.

El mantra "a más anticoncepción menos aborto" no se cumple.

El País dice en su página 56 (23/06/2006): "La Organización Mundial de la Salud calcula que la efectividad de la píldora tiene una tasa de fallos del 8% y el preservativo del 14% y muchas de esas mujeres van a recurrir a una interrupción voluntaria del embarazo".

La fundación catalana pro-aborto "Salud y Familia", en su Memoria 2006, señala que un 22% de las mujeres que abortan lo hacen "sintiéndose confusas" y que un 25% dicen que fue una experiencia "físicamente muy o bastante dolorosa".

El caso Morín ya tiene imágenes: unos periodistas de la televisión pública danesa han grabado con cámara oculta cómo el "riesgo psíquico" para la madre es un mero formalismo para hacer abortos muy tardíos.

Año 2007
En noviembre, lo nunca visto antes: la Guardia Civil detiene al doctor Carlos Morín. Empieza el proceso por aborto más importante de la historia de España. Las televisiones hablan de trituradoras de fetos. La prensa de papel, que nunca hablaba de la industria del aborto, publica historias escabrosas: ¿qué se hace con los cuerpos de los bebés? El coladero legal queda al descubierto. La patronal del aborto se asusta: la vieja ley de 1985 no es suficientemente segura para su negocio y pide a Zapatero una ley de plazos, de aborto "sin causa". Este año hay 112.000 abortos, una tasa del 11,5 por cada mil mujeres de edad fértil.

Año 2009
Zapatero liberaliza la píldora del día después, que ya se daba con facilidad en la práctica. La sociedad española está más activa que nunca contra el aborto, se multiplican las iniciativas y se consolidan otras que funcionaban durante años. Se celebra la masiva manifestación "Cada Vida Importa", contra todo aborto, con cientos de miles de personas. Este año el aborto se reduce un poquito: hay 111.000.

Año 2010
Pese a la movilización provida, Zapatero implanta la "Ley Aído" de aborto a petición con plazos de tiempo. El PP presenta recurso de inconstitucionalidad contra ella (y a finales de 2013 el Constitucional aún no se ha pronunciado sobre el fondo del asunto). Este año 2010, aunque debido a la crisis ya han vuelto a su país muchas mujeres emigrantes jóvenes (un colectivo que recurre más al aborto por su precariedad) se producen 113.000 abortos.

Año 2011
Primer año completo de "Ley Aído". Se reparten unas 700.000 píldoras del día después: hay 118.000 abortos. Después de 10 años, estas píldoras no han reducido el aborto entre las chicas más jóvenes: abortaron un 13,6 por mil de las mujeres menores de 20 años (cuando el gobierno de Aznar empezó a repartirlas en 2001 era un 8,6).

El PP en su programa electoral, que cuelga en internet en noviembre, promete: "una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas", y también: "Cambiaremos el modelo de la actual regulación para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".

Año 2012
Ya gobierna el PP de Mariano Rajoy. Alberto Ruíz Gallardón, como ministro de Justicia, habla en numerosas ocasiones de cumplir el "compromiso del programa" y adecuar la legislación sobre aborto al Tribunal Constitucional.
En verano declara en una entrevista a La Razón: "El TC estableció una doctrina con relación a cómo debe regularse la protección del concebido y ha establecido que no siendo un valor absoluto la vida del concebido, y que hay supuestos en los que, entrando en conflicto con otros conflictos, el legislador opte por uno u otro, no es tampoco un valor que pueda ser desprotegido, que es, literalmente, lo que ha establecido una ley de plazos. Por tanto, la legislación volverá a un sistema de supuestos, que no será exactamente el que estaba vigente con anterioridad a la ley de plazos, porque la experiencia nos demuestra que algunos de esos aspectos deben ser revisados". A finales de 2013 aún se desconoce el número de abortos de 2012.

Pero desde 1985, España acumula más de 1,7 millones de abortos: y detrás de cada uno hay madres, padres, abuelos y hermanos heridos por ello.

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32902

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NADIE PUEDE PRESUMIR EL SUFRIMIENTO

Carta abierta al médico de la columna de El País

Javier Mª Pérez-Roldán, abogado de familia y padre de una niña con espina bífida, responde al neurocirujano Javier Esparza.

El Diario El País publicó ayer una carta del neurocirujano infantil Javier Esparza que lleva por título "Nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento". En ella se muestra en contra de la prohibición del aborto en los casos de malformación fetal. En la misma apela a supuestos argumentos humanitarios para permitir el aborto, tachando a los que se oponen a ello de ignorantes o de actuar por intereses espurios. Funda su tesis en un argumento falso como es el sufrimiento de los niños con determinadas dolencias, y de sus familias.
Desde hace 12 años soy abogado de familia y desde hace 7 padre de una niña con espina bífida. Durante estos últimos años me he dedicado, en exclusiva, a dos cosas: velar por el interés de los hijos de mis clientes, y ejercer como padre de mi hija y de sus otros dos hermanos, de 5 y 3 años.
Mi hija tiene parálisis en ambas piernas, y desde los tres años convive diariamente con su silla de ruedas. Tiene también todos los problemas que usted cita como asociados a la espina bífida, salvo la siringomielia. Es más, su lesión (que lo es en la modalidad más grave) está localizada a la altura de la vértebra L4-L5 y según nos comentan todos los profesionales que la tratan, es la más alta que han visto es muchos años. Ha pasado por cinco operaciones, y tiene citas periódicas en siete especialidades médicas.
Ahora bien, mi hija no sufre ni más ni menos que una niña de su edad. Juega, ríe, quiere, ama y siente exactamente igual que sus dos hermanos sanos. Y, a veces, también llora, pero sus lágrimas no tienen ningún poso de amargura ni dolor por encima de las de sus amigas o de las de sus hermanos, pues como ellos, llora por nimiedades.
Como abogado de familia he conocido niños con depresión crónica por culpa de la separación tormentosa de sus padres, que arrastran una existencia triste y sufriente. Como sufren más que mi hija y sus hermanos, ¿los eliminaría?
Y en cuanto a la familia, fíjese si el sufrimiento no es tan extremo como usted dice que después de su nacimiento hemos tenido otros dos hijos, señal de que el cuidado de nuestra hija no nos ha supuesto trauma ninguno.
Estas anomalías, por sí, no causan el sufrimiento que usted pretende. De hecho, si bien el dolor ante cualquier enfermedad o revés de la vida es inevitable, el sufrimiento es totalmente voluntario, pues es éste una percepción personal y subjetiva de la propia realidad. Hay quien ante cualquier mínimo problema ante la vida sufre, y sufre sin mesura, y hay quien ante obstáculos insalvables y dolores sin medida se crece, pues admite su dolor con entereza.
De hecho, por la enfermedad de mi hija he estado en contacto con numerosos afectados de espina bífida (algunos en grados muy severos) y siempre se han manifestado esperanzados y alegres por el don de la vida. ¿Ha oído usted de enfermos de espina bífida que se hayan suicidado o que hayan solicitado la eutanasia?. Sin duda usted conocerá el estudio de su compañero neurocirujano Rob de Jong, publicado recientemente en la revista Pediatric, donde sostiene, por medio de estudios de campo, que los recién nacidos con este mal congénito apenas tenían dolores.
Por eso me causa sonrojo su carta, llena de adulteraciones de la realidad vivida por cientos de enfermos y sus familias. Pero mayor sonrojo me causa su supuesto humanismo. Dice usted que nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento ¿y en qué principio ético funda usted tan categórica aseveración? ¿y porqué presupone usted el sufrimiento de estos pacientes?
En cuanto a la fundamentación de su aseveración, alega la mismas causas que las autoridades nacional-socialistas responsables del plan de exterminio de enfermos Aktion T4. El plan se fundaba en que había vidas que no eran dignas de ser vividas, y cuyo asesinato era tanto un acto de compasión como un beneficio para la comunidad. Usted alega ambas cosas (igual que los Nazis) pues sostiene que "el colmo" es que los esfuerzos realizados para el tratamiento de estos niños es un desperdicio, pues acaban muriendo a los 20 años, y encima arrastrando un sufrimiento sin medida. ¡Qué argumento tan falaz! Usted sabe que miente, pues al día de hoy, la esperanza de vida de estos pacientes es prácticamente la misma que para personas sanas. Pero es que, además, aunque fuera verdad el fallecimiento a los 20 años ¿me va a decir usted que no merecen vivir estos 20 años? Usted está jubilado y pronto empezará a sufrir achaques. De vida, según las estadísticas del INE, no le quedan más que 16 años ¿le parecería justo que a la primera recaída de usted le privemos de un tratamiento por lo costosísimo del mismo teniendo en cuenta que no le quedan años para "amortizar la inversión" y más teniendo en cuenta que usted, en la vida, ha hecho lo que tenía que hacer? Según su teoría sería menos grave matar a un zambiano (con una esperanza de vida de 36 años) que a un español (con 81 años de esperanza).
Las personas no son una inversión, son un bien en sí mismo, y no podemos desahuciar a los que tenga cáncer, o SIDA o cualquier otra enfermedad por lo costoso del tratamiento y por el alto índice de mortandad durante el mismo.
En el culmen del paroxismo dice usted que el aborto ayudó a prevenir la espina bífida. Nos descubre con ello su auténtico rostro, pues según usted sería muy fácil que España se colocase a la cabeza de los países saludables. Bastaría con eliminar a todo enfermo o lesionado grave (con cáncer, SIDA, paralítico por accidente de circulación) para poder vender al extranjero nuestras estadísticas y colocarnos como el país con la mejor política de prevención de enfermedades. Veo que usted es de los expeditivos que opina que muerto el perro se acabó la rabia. ¡Menos mal que no tiene usted responsabilidades en la política penitencia, pues sabemos cómo acabaría usted con los índices de delincuencia: fulminando al delincuente!
Sólo le quiero decir una cosa. Lo que nos hace sufrir a los afectados por esta enfermedad son los profesionales médicos como usted. Cuando a los tres meses del embarazo nos anunciaron la enfermedad de nuestra hija, nos recomendaron insistentemente el aborto, y ello hasta hacernos sentir culpables si traíamos al mundo a un niña solo para que sufriera. La realidad es nunca tomamos mejor decisión que tenerla, pues pasado el tiempo intimamos con dos matrimonios que abortaron a sus hijos por tener espina bífida ¡no sabe usted el terrible padecimiento moral de estas dos parejas al ver que si no hubiera cometido tan criminal acto podrían tener con ellos a sus hijos, que de seguro serían tan alegres y joviales como la nuestra! Y le preguntó ¿qué derecho tenían los médicos que les indujeron al aborto a obligarles al calvario de remordimientos que están pasando?
Que sepa que mi hija enferma tiene la misma dignidad que usted y el mismo derecho a vivir que tuvo usted. Ninguna sociedad tiene derecho a decir sobre si la vida de otro es digna o no, o a determinar si una enfermedad causa o no sufrimiento sin preguntar al afectado.
Mi hija necesita para vivir de la ayuda de otros en el mismo grado en que yo la necesito, aun estando sano. Si los hombres vivimos en sociedad es porque nos es necesario el concurso de otros para nuestra supervivencia. Por esto existe la sociedad y los gobiernos de la mismas: para ejercitar la ayuda mutua. En occidente tenemos la suerte de que prosperó la razón benéfica del ágora de Atenas sobre el terror eugenésico del Taigeto espartano ¿usted que es, ateniense o espartano?

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/carta-abierta-neurocirujano-columna-pais-20120726

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