domingo, marzo 16, 2014

Cicloturismo en mallorca




PART FORANA
Asfalto seguro para 70.000 cicloturistas
Mallorca acondiciona sus carreteras de cara a reducir los riesgos para las bicicletas


Las vías a Cap Blanc y Formentor o el túnel de Monnàber, principales puntos negros

ENRIQUE FUERIS
Llucmajor Actualizado: 14/03/2014 17:48 horas
Si el sol acompaña, no es raro que un automovilista se cruce estos días con 200 ciclistas -100 de ida y 100 de vuelta- en un tramo de sólo 10 kilómetros, pongamos, en la carretera de Cap Blanc. Eso entre semana; en sábado o domingo, claro está, las cifras se multiplican. Como el polen y las alergias, el inicio de la temporada alta de cicloturismo se ha adelantado al aterrizaje oficial de la primavera. Y como siempre, las bicicletas llegan acompañadas de una vieja reivindicación: el de la mejora de la seguridad en las carreteras.De hecho, los esfuerzos por hacer del asfalto mallorquín un territorio más seguro para las bicicletas se han ido sucediendo con más brío en la última década, después de que año tras año los ciclistas fueran acaparando más protagonismo en las estadísticas de siniestralidad. Aunque el pasado 2013 la cifra se quedó en seis víctimas mortales, los ciclistas continúan siendo el colectivo más vulnerable de las carreteras.

La creación de una Comisión de Seguridad Vial en la que colaboran el departamento de Carreteras del Consell de Mallorca, la Federación Balear de Cicilismo, la Agencia Balear de Turismo o la DGT, entre otros, pretende poner el hilo a la aguja y rebajar dentro de lo posible la peligrosidad de la red viaria. Las labores se centran en mejorar la pavimentación y ensanchar los arcenes, a los que también se debe limpiar y liberar de vegetación invasiva.Asimismo, las campañas llevadas a cabo incluyen tareas de concienciación para los conductores con paneles de atención al ciclista instalados en una treintena de carreteras.

Según explica el director insular de Carreteras, Rafel Gelabert, el Consell tiene ya redactados los proyectos para la mejora de las carreteras viejas de Pollença e Inca o la pavimentación de la carretera a Formentor (MA-2210). El acondicionamiento del tramo de Pollença a Lluc (MA-2140) se halla igualmente aprobado, así como los tramos de Selva a Caimari y Moscari (MA-2130 y MA-2131). El proyecto de la carretera de Cap Blanc (MA-6014) está casi acabado. Ni que decir tiene que todos ellos son itinerarios de rigor para los cicloturistas que desembarcan cada año en la Isla.Si hiciéramos un ranking de las puntos con peor fama, el liderato lo ostentaría probablemente la carretera a Cap Blanc, seguida de cerca por la que conduce al faro de Formentor. En ambos casos, las condiciones son extremadamente inseguras para el ciclista, con un asfalto repleto de socavones y arcenes demasiado estrechos que en ocasiones obligan a invadir el carril por el que circula el tráfico motorizado.

Por desgracia, no son esas las únicas zonas inseguras. Arturo Sintes y Xisco Lliteres, presidente y vicepresidente de la Federación Balear de Ciclismo, señalan que las reivindicaciones de este organismo se han centrado durante mucho tiempo en el acondicionamiento del Túnel de Monnàber, en Escorca. «Llevamos años pidiendo iluminación para el túnel, que es un verdadero peligro».Para poner nuevamente de relieve esta «reivindicación histórica», la federación prepara incluso una marcha ciclista reclamando una partida con la que solventar las carencias de este tramo.Con todo, la Federación opina que «se ha llevado a cabo una importante tarea de sensibilización de los interlocutores de la Comisión de Seguridad Vial que ya se está notando».

El sector turístico comparte igualmente la percepción de que «las cosas han ido mejorando». Así lo expresa la portavoz de la Federación Hotelera de Mallorca, Inma de Benito, quien reconoce que el estado de las vías mallorquinas, con todo, «sigue siendo muy mejorable».Los hoteleros han colaborado activamente en la Comisión. No es para menos: se calcula que los cerca de 70.000 cicloturistas que visitan cada año Mallorca (90.000 en todo Baleares) dejan un total 60 millones de euros en la Isla.

Según un informe de la Federación, el gasto medio de este perfil de turistas, de poder adquisitivo medio-alto, se sitúa entre los 77 y los 100 euros al día. Asimismo, se trata de un cliente «repetidor», con una estancia media de 10 días y con una preeminencia de nacionalidades inglesa, francesa y escandinava.Al flujo de extranjeros se ha sumado en los últimos tiempos el revival del ciclista local, que según Lliteres, «se ha dado cuenta de que vivimos en Mallorca y que los gimnasios son un invento de fuera». Para entendernos, se afana en precisar, de tierras climática y paisajísticamente menos privilegiadas.

http://www.elmundo.es/baleares/2014/03/14/532332df268e3eec7b8b457e.html?cid=MNOT23801&s_kw=asfalto_seguro_para_70000_cicloturistas


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Radares de cronometraje para ciclistas instalados sin permiso
ENRIQUE FUERISPalma
Actualizado: 14/03/2014 18:00 horas
El departamento de Carreteras del Consell de Mallorca se ha puesto en contacto con una empresa alemana radicada en la Isla y especializada en cicloturismo para informarle de que deberá reubicar gran parte de los radares de cronometraje que ha sembrado a lo largo y ancho de las carreteras de Sa Calobra (Escorca) y de Caimari (Selva).

Concretamente, la empresa en cuestión, Bergzeit Helden (literalmente «héroes de la montaña»), instaló cuatro de estos aparatos en la carretera de Sa Calobra en puntos tan emblemáticos como el Coll de Sa Batalla o elNus de Corbata con el único consentimiento del Ayuntamiento de Escorca.El problema es que una vez enterado de la existencia de estos dispositivos, el departamento de Carreteras ha concluido que algunos de ellos deberán ser reubicados al situarse en zona de influencia de la propia calzada, competencia por otra parte de este servicio de la institución insular, el cual no había sido informado de su instalación ni mucho menos requerido para dar su autorización.

Asimismo, existen otros aparatos instalados en el municipio de Selva que invaden dominio público y que tendrán que ser igualmente trasladados. Existe además un tercer municipio en el que se han colocado los radares: Algaida. No obstante, en este caso -y según comprobó Carreteras- el hecho no supone un problema. Tal y como informó el alcalde, Francesc Miralles (PSOE), la empresa únicamente tuvo que ponerse de acuerdo con los propietarios privados de las fincas en las que situaban los aparatos, de subida al Puig de Randa.La función de estos radares es la de cronometrar a los ciclistas en su ascensiones (no se usa en las bajadas) y así poder comparar sus tiempos. Los registros se establecen gracias a un chip que los competidores llevan incorporado a su equipo y que proporciona Bergzeit Helden.

La empresa recibió autorización expresa de los ayuntamientos de Selva y Escorca, que a cambio, cobro de las pertinentes tasas aparte, ven como sus municipios reciben promoción turística por parte de la web de la firma alemana. Toni Solivelles, alcalde de Escorca (PP), explica que se trata de una gran ocasión «para hacer propaganda de la marca Escorca a nivel internacional». Asimismo, destaca de la importancia del cicloturismo como elemento desestacionalizador.Sin embargo, la autorización municipal no es suficiente para instalaciones en las que en algunos casos incluso llegar a interferir con las señalizaciones viales, obligando al conductor a dividir su atención. «Instalaciones de una empresa privada no pueden estar en dominio público», asevera Gelabert para señalar que el Consistorio sólo pueda dar su visto bueno «para tramos en suelo urbano, no rústico», ya que en estos últimos «existe una franja de protección que no puede ser invadida».


http://www.elmundo.es/baleares/2014/03/14/532333e5268e3ed37b8b457f.html

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