lunes, febrero 16, 2015

Lapierre i shock sistema de suspensión (trasera) con gestiòn electrónica. / el robo del siglo 1.000 millones US$


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i Shock Auto,la innovación más importante de nuestras futuras gamas de MTB.

Revolution is a shock!

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estábamos frente al primer sistema de suspensión (trasera) gestionada mediante un sistema inteligente electrónico. Y daos cuenta de que hemos puesto entre paréntesis trasera, porque por el momento el cerebro sólo se ocupará del amortiguador y no de la horquilla, que aunque sí se encarga de enviar una información básica para el funcionamiento general, por el momento no se autogestiona.

Otra de las cosas que debemos dejar muy claras es que este es un proyecto de Accell Group; es decir que sólo Lapierre, Ghost y Haibike, tres de las marcas del inmenso grupo holandés, tienen las patentes del sistema y derecho a su uso, que para ello han estado cinco años desarrollando todo el proceso con la firma Trelock (computador, programación y software), la Universidad de Lyon (Ecole Centrale) y RockShox, que se ha ocupado del amortiguador, el sistema de accionamiento y parte del cableado. Tampoco veremos un amortiguador RockShox accionado electrónicamente, sencillamente porque todo trabaja en conjunto mediante sensores. Lo que sí pudimos intuir con una meridiana claridad es que, en un futuro muy cercano, también la horquilla tendrá plena autonomía y autocontrol… si el biker así lo desea.

Sin duda, estamos ante un gran avance para el aficionado, ante una respuesta real a la demanda de simplificar las suspensiones para todo aquel que no sabía ponerlas a punto. Estamos también ante un nuevo paso para la gran mayoría de sistema de suspensión, que ahora puede buscar otro tipo de configuraciones gracias al autocontrol electrónico.Eso sí, nuestra bicicleta se llenará irremediablemente de cables y baterías, y este detalle para muchos de vosotros será un auténtico pecado, pero… no todo iba a ser tan sencillo.

Cómo funciona y qué hace el sistema E.i Shock?

Lo vamos a resumir muy rápido para que todos lo tengáis claro.

En la bicicleta hay dos acelerómetros: uno ubicado en la horquilla, que es el encargado de medir el impacto y velocidad de la rueda anterior y avisar al amortiguador; y otro acelerómetro, en la potencia, que mide inclinación y velocidad, por ello va fijo a la potencia. Un tercer sensor está ubicado en el interior del eje de pedalier, y los datos que ofrece son de vital importancia, ya que detecta la cadencia, es decir, si estamos pedaleando o no. Esta información es muy valiosa, porque cuando detecta que no estamos pedaleando, que suele ser en las bajadas o en el momento de enfrentarte a un obstáculo, deja el amortiguador en modo abierto para que absorba el impacto.

Todos los datos viajan a 0,1 segundos hacia la unidad central ubicada en la potencia, y ésta, a su vez, envía las órdenes al amortiguador que abre y cierra a una velocidad vertiginosa. Los técnicos de Lapierre y RockShox nos hablaban de una cantidad de información que ronda los 32 Gb a la hora, una auténtica burrada si tenemos en cuenta que en un DVD estándar caben 4,5 Gb.

4 programas y 5 sensibilidades

Un interruptor situado en el manillar nos permitirá elegir nuestro sistema de accionamiento de la suspensión de una forma muy fácil e intuitiva, ya que funciona en modo loop, mediante dos botones que nos permiten navegar hacia arriba o hacia abajo para encontrar el modo requerido de una forma rápida e intuitiva.

El usuario puede elegir el modo manual, que a su vez nos permite utilizar las tres posiciones del RT3: totalmente abierto, plataforma de pedaleo o bloqueo. Si por el contrario utilizas el modo automático, el usuario se despreocupa totalmente del funcionamiento del amortiguador, aunque sí que podremos utilizar hasta cinco sensibilidades distintas. A mayor sensibilidad le pongamos, más reactivo será todo el sistema.

Toma de contacto. Espectacular

Durante dos jornadas completas pudimos disfrutar del sistema E.i Shock, que, ya os adelantamos, miramos con mucha desconfianza al inicio, pero nos acabó sorprendiendo muy gratamente, especialmente cuando lo probamos en una bicicleta de mayor recorrido (Zesty), donde el vaivén del amortiguador es más acentuado.

Empezaremos con lo poco malo para acabar con lo mucho bueno.


La sensibilidad del sistema se regula desde el propio computador
Lo primero, una dura crítica al computador de Trelock, que era un modelo ya existente y que nos pareció de estética anticuada teniendo en cuenta que se trata de un sistema tan moderno y futurista. Tampoco la pantalla ofrece una buena lectura, pues le falta contraste y debería cambiar el ángulo para una mejor visión cuando vas en marcha, algo nada fácil, ya que va anclada sobre una pieza de plástico que a su vez va anclada directamente a la potencia, ya que necesita trabajar con un ángulo muy concreto por la calibración del acelerómetro que hay en su interior.

¿Más cosas criticables? Pues el enjambre de cables que hay en el manillar, ya que del computador salen tres terminales que van a los distintos sensores, aunque hay que reconocer que te acostumbras rápidamente a ellos al estar integrados con el resto de cables normales con una funda doble. Otro punto a revisar sería la ubicación del ordenador, muy expuesto a caídas o rayadas cuando hacemos una operación tan habitual entre muchos usuarios como la de poner la bicicleta boca abajo. Por cierto, el computador lleva su propia batería de reloj.

Lo bueno

Como veis, lo malo son temas fácilmente solucionables de los que ya han tomado nota en Trelock, así que vamos a lo sorprendente. En nuestro caso utilizamos el modo automático y la máxima sensibilidad, ya que queríamos hacer trabajar el sistema al máximo y notar de forma más exagerada los cambios. Y…, ya está.

¡¡¡Cómo que ya está!!!

Pues sí, que te olvidas de todo, que sólo te preocupas de la trazada, de la posición del cuerpo, de los obstáculos y de nada más, porque de la suspensión ya se ocupa el otro cerebrito, más inteligente que el tuyo. Cuando bajas es sencillo, porque como no sueles pedalear el sistema se pone en modo abierto, pero cuando estás en llano y bajas y subes o de repente pedaleas fuerte a la salida de una curva, el sistema reacciona con rapidez y sin quejas endureciendo la suspensión o bloqueando si fuera necesario.

Nos guardamos más veredictos para el día de la prueba definitiva, pero deciros que si en el pasado hubo experiencias negativas, ahora es todo lo contrario. Quizás los cables, la batería y el computador estropeen en exceso la línea de nuestra bicicleta, pero ¿cuántos de nosotros levamos el GPS siempre en el manillar? Al fin y al cabo, si me libro de pensar en abrir, cerrar o bloquear, que más me da un cable más en el manillar.

Por cierto, el modo manual con cambio electrónico también es una gozada, pero en RockShox también lo es su mando Xlock hidráulico. Aquí lo realmente impresionante es el modo auto
¿Lo puedo poner en mi bici?

No, sólo en una Lapierre (10 modelos), Ghost (7 modelos) o Haibike (6 modelos), y sólo en las que tengan el distintivo E.i Shock, ya que se necesita un cableado interior especial y un sensor en la caja de pedalier.

¿Qué pasa si me quedo sin batería?

Nada grave. Mediante una llave allen (2,5 mm) podrás gestionar el amortiguador de forma totalmente manual a través de un pequeño orificio que hay en la cabeza del servo motor, para que puedas llegar a casa en la función deseada.


La batería dura 25 horas y se recarga en 3
¿Cuánto dura la batería?

25 horas de uso a una potencia uniforme. Se carga en tres horas. La batería dura 1.000 cargas (toda una vida) y luego baja al 80 %. Cuando la bicicleta está parada, el sistema se autoapaga para una mayor autonomía. El ciclocomputador tiene su propia pila.

¿Es la misma batería Shimano Di2?

No. Aunque el voltaje es el mismo y se mantiene constante tanto a plena carga como en reserva. No es compatible una batería con la otra.

¿Por qué se utilizan cables y no tecnología Wireless?

Por dos razones: la primera, que cada sensor necesitaría una fuente de alimentación propia para el emisor con el incremento de peso que ello supondría; y segunda, porque la cantidad de información que se maneja es demasiado grande. Se habla de unos ¡¡¡¡32 Gb a la hora!!!!
http://solobici.es/sistema-e-i-shock-de-lapierre-la-autentica-inteligencia-artificial/

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TECNOLOGÍA | 2015/02/16 11:23

Asi fue el robo cibernético del siglo
Un grupo de hackers atacó a más de 100 bancos, instituciones bancarias y sistemas de pago en línea a nivel mundial. Perdieron alrededor de 1.000 millones de dólares.
La empresa especializada en programas y aplicaciones antivirus asegura que, aunque comenzó en 2013, sigue en marcha. La empresa especializada en programas y aplicaciones antivirus asegura que, aunque comenzó en 2013, sigue en marcha.
Kaspersky Lab estima que en estos ataques se robaron US$1.000 millones.

La empresa especializada en programas y aplicaciones antivirus nombró la operación Carbanak, y asegura que, aunque comenzó en 2013, sigue en marcha. El presunto responsable es una banda de criminales cibernéticos con miembros de Rusia, Ucrania y China, de acuerdo a la investigación, en la que también colaboraron la Organización Internacional de Policía Criminal, Interpol, y la Oficina Europea de Policía, Europol.

Según la información hecha pública, los atracos tuvieron lugar en firmas financieras de 30 países, entre estos, Rusia, Estados Unidos, Alemania, China, Ucrania y Canadá.

Aunque Kaspersky Lab señaló que no revelerá el nombre de estas instituciones para no violar el acuerdo de confidencialidad con ellas.

"Estos ataques vuelven a poner de relieve que estos criminales explotan cualquier tipo de vulnerabilidad de los sistemas", dijo Sanjay Virmani, el director del centro de crimen digital de Interpol, ante la noticia.

Correos electrónicos "inofensivos"

Kaspersky Lab subrayó en su informe que los métodos usados por la banda suponen una "nueva etapa" en el robo cibernético.

"Los atracadores robaron dinero directamente de los bancos y no de sus clientes".

De acuerdo a la investigación, la banda infectó con malware o código maligno las computadoras de los empleados de las instituciones bancarias.La forma en la que lo hizo fue muy sencilla, tal como le contó el investigador de Kaspersky David Emm al programa Newsday de la BBC: los hackers enviaron correos electrónicos que parecían provenir de una fuente fiable; por ejemplo, el gerente del propio banco.
Cada email contenía un archivo adjunto, aparentemente inofensivo pero que contenía código malicioso.

Y cuando un trabajador de la entidad hacía clic en el archivo en cuestión se descargaba en su computadora un troyano, un virus informático que se presenta al usuario como un programa aparentemente legítimo e inofensivo.Una vez en el ordenador, este se propagaba por la red interna de las compañías, hasta conseguir controlar las cámaras de vigilancia.

Con estas bajo control, pudieron ver y grabar todo lo que ocurría en las pantallas de los ordenadores de los trabajadores.Y así conocer las claves y detalles de las operaciones bancarias.

Cajeros bajo control

En algunos casos, lograron transferir dinero de las cuentas de los bancos atacados a las suyas propias, o incluso ordenar a unos cajeros automáticos concretos dispensar efectivo a una hora predeterminada.De hecho, fue así como Kaspersky Lab fue puesto sobre la pista de esta gran operación.

El servicio de seguridad de un banco de Europa occidental advirtió a la empresa de antivirus que una máquina dispensadora en la capial ucraniana, Kiev, había sido hackeada, después de ver en un video a un supuesto ladrón hacerse con una gran cantidad de dinero sin haber insertado una tarjeta ni pulsado ningún botón.Kaspersky en un principió pensó que se trataba de un virus que había infectado el cajero en cuestión.

Sin embargo, pronto se dio cuenta que un grupo de hackers había logrado acceder a la red interna de la institución bancaria.La compañía estima que aquel ataque les tomó a los criminales cibernéticos entre dos y cuatro meses.

Ese es el tiempo promedio de cada atraco, dice Kaspersky Lab, y en cada uno de ellos los hackers se hicieron con unos US$10 millones."Se trata de un robo cibernético muy hábil y profesional", reconoció Sergey Golovanov, el principal investigador de seguridad de Kaspersky Lab.

El Centro de Análisis e Intercambio Información de los Servicios Financieros, un organismo internacional que alerta a los bancos sobre ciberataques, dijo que sus miembros ya habían recibido un resumen del informe en enero."No podemos comentar las acciones individuales de nuestros miembros, pero en general creemos que están tomando las medidas adecuadas para prevenir y detectar este tipo de ataques y minimizar cualquier efecto de estos sobre sus clientes", explicó a través de un comunicado.

¿El robo del siglo?

Los encargados de la investigación aseguran que es el mayor robo cibernético del siglo.

Aunque eso no sea fácil de comprobar, lo que sí es cierto es que al menos no se conoce otro con más alcance.El pasado año la policía británica llevó a cabo varios arrestos después de que la infección de 50 máquinas dispensadoras de efectivo de Reino Unido con software malicioso permitiera robar US$2,5 millones.Asimismo, las autoridades de Japón informaron que en los primeros seis meses de 2014 cibercriminales robaron un total de US$16 millones de cuentas bancarias de ciudadanos del país nipón.

Y un año antes, en 2013, ocho neoyorquinos fueron juzgados y condenados por robar US$45 millones de cuentas de bancos con sede en los Emiratos Árabes Unidos y Omán tras robar datos de forma electrónica y eliminar los límites para retirar dinero en cajeros de los clientes.Ante estas amenazas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, convocó una reunión el pasado viernes para fomentar la cooperación entre los especialistas en seguridad cibernética de las agencias del gobierno y las privadas en el combate contra los hackers.Si contratar servicios externos no es lo mejor para detectar y prevenir estos ataques, los bancos deberían crear un centro de operación interno que esté activo las 24 horas del día, siete días a la semana"

Mientras, algunos bancos, instituciones financieras y otras compañías están tomando sus propias medidas, al contratar a los profesionales que mejor conoces esta cada vez más sofisticada actividad: los propios hackers.

http://www.semana.com/tecnologia/articulo/asi-fue-el-robo-cibernetico-del-siglo/418133-3

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