El inglés consigue su sexta victoria de la temporada en casa de Ferrari y el asturiano no termina por novena vez esta temporada con los dos McLaren fuera. Sainz, decimocuarto.
Caminaba por la parrilla Felipe Massa de camino al lugar donde se juntan todos los pilotos para escuchar el himno del país, en casi todos, eso no pasa en España, claro. No tenemos letra, ni ganas de líos, quizá. Les decía que iba el brasileño con su toalla al cuello cuando por detrás le cogió del hombro derecho Lewis Hamilton, con su gorra de siempre y un enorme paraguas para evitar el sol al británico. Ya pasaría calor dentro del coche. El inglés sonreía con el paulista, ese al que quitó el título de 2008 en la penúltima curva de Sao Paulo. El tiempo. Dicen lo cura todo. O casi.
Veíamos el día antes a Fernando Alonso viendo en el corralito de las televisiones como Hamilton batía el récord de poles de Michael Schumacher. Le salió, casi sin querer un gesto de ánimo a Verstappen que casi se la quita al que fuera su enemigo íntimo. Y es que han sido muy distintas las cosas para estos dos genios desde 2007, desde que el español ganara aquí en Monza, por ejemplo, con aquel McLaren Mercedes al inglés. Ahora Alonso sufre, tanto que volvió a abandonar, por novena vez esta temporada en trece carreras. Y Hamilton ganó y se puso líder del Mundial. Sexta victoria para Lewis que esta vez estuvo acompañado en el podio por su compañero Valtteri Bottas y su rival actual, Sebastian Vettel con el Ferrari. Hamilton gana con su compañero segundo. Alonso abandona y su compañero también. Esto es la Formula 1. Este es un deporte en el que la máquina importa tanto como el talento, la capacidad de trabajo, el análisis de futuro y la suerte. Todo. Y ahora, otra vez, es tiempo de Hamilton.
La carrera no tuvo mucha historia. Sobre todo por arriba. El inglés salía primero y terminó primero. Por detrás Ocon pasaba a Stroll al principio, pero el sueño del podio era fugaz para estas dos jóvenes promesas, como leve fue el hecho de ver a Kimi Raikkonen luchando con los mejores, rueda a rueda con Bottas al principio, pero después nada, terminó quinto, dejó pasar Vettel cuando debió y volvió a demostrar que ya no es piloto para Ferrari. Pero… Finalmente Bottas pasó a los dos chavales y a Kimi para ponerse segundo y mantenerse cerca pero sin ser una amenaza para Hamilton en segunda posición. Pero lo más interesante es que por detrás llegaba uno de los más grandes del momento, uno que está siempre y llegó a ser un misil directo a Vettel. Le faltaron unas vueltas a Daniel Ricciardo para quitarse ese puesto al alemán. El de Red Bull rodaba casi un segundo más rápido con los superblandos, pero su remontada acabó en el cuarto puesto. Y Seb es ahora segundo en el campeonato a tres puntos de Hamilton.
Mientras todo eso pasaba Alonso luchaba por el decimoquinto puesto con Palmer y su Renault. El francés fue sancionado por no devolver la posición al astur en su batalla en la chicane. Finalmente retirado Palmer, como le dijeron a Alonso. “Karma”, bromeaba Alonso por radio. Y también el asturiano. En fin…
Por ahí lejos aún llega Carlos Sainz, que terminó decimocuarto en una carrera en la que poco pudo hacer con un Toro Rosso lento. Primera vez que termina y no puntúa. Singapur será diferente. Mucho. Allí veremos a Vettel quizá ganar con Hamilton cerca y a los españoles brillar. Habrá un bonito duelo. Y buenas noticias…muy buenas.
https://as.com/motor/2017/09/03/formula_1/1504445553_520536.html
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