miércoles, septiembre 12, 2018

Vuelta , etapa 17 gana woods y lider yates






Valverde se asoma al Balcón y Mas se mete en el podio

Getxo, tierra de Jonathan Castroviejo, es uno de los destinos de referencia para los aficionados al surf. Sus playas, sus acantilados y sus moldeables olas reciben cada año a miles de turistas que vienen de todo el planeta a practicar este deporte. La Vuelta salió este miércoles de allí por primera vez pasando por el Puente de Bizkaia, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2006.


Pocos territorios pueden igualar en afición ciclista al País Vasco: miles de aficionados al borde de la carretera, una sólida cantera de corredores, y una orografía privilegiada son marca de la casa. Este año, la Vuelta se inventó un final inédito en el Balcón de Bizkaia, en el Monte Oiz. La jornada estuvo marcada por la afluencia de público vasco a pesar de ser un día laboral.
A 119 km de meta se formó la primera fuga del día integrada por Nibali, Geniez, Fraile, De Marchi, Teuns, Majka, Pöstlberger, De Gendt, Amador, Ghebreigzabhier, Clarke, Woods, Zakarin, De la Cruz, Castroviejo, Hindley, Mollema, Rodríguez, Herrada, Rosseto y Sáez. Por detrás emergió un grupo perseguidor con Pellizotti, Serry, Kudus, Conti y Mendes.
La distancia fue subiendo hasta las 7 minutos, pero después fue Euskadi-Murias quien se puso a tirar en el pelotón. Lo habían avisado el día anterior. Si no lograban meter a las piezas que querían en la fuga, estirarían el grupo por detrás. Fue un especie de homenaje para el equipo vasco, que ha vuelto a casa asentado en el profesionalismo con la noticia de la renovación para 2019 y el triunfo de Óscar Rodríguez en el zurrón.
Un final de película
En los últimos 40 km de meta se enlazaron cuatro de las seis subidas del día. El primer paso fue por el Balcón de Bizakia (2ª), Santa Eufemia y Gontzegaraine (3ª) y la subida al monte Oiz, con 7,3 km al 9,7% de desnivel con rampas hasta el 23%. A falta de 12 km comenzaron los primeros movimientos en la fuga. Nibali lo probó desde lejos. Por detrás, Astana endurecía el ritmo apoyando un posible ataque de Miguel Ángel López en las faldas del Oiz. Pello Bilbao hizo un trabajo impagable a López para que atacase a falta de 3 km.


Pero el colombiano no tenía gasolina, así que fue Valverde el primero en probarlo. Los Mitchelton saltaron para cerrar el hueco. Nairo volvió a explotar a las primeras de cambio. Había dos carreras. Por delante, David de la Cruz peleaba por el triunfo de etapa con Woods, Majka y Teuns. Fue el canadiense quien se llevó el triunfo sobre el hormigón y bajo la niebla. De la Cruz se quedó con la miel en los labios.
Por detrás, Valverde soltó a Yates y le arañó unos segundos para poner emoción al final de la Vuelta. Con el entró Mas, que va de lleno a por el podio (ya es 3º) porque Kruijswijk acusó el esfuerzo de la crono y reventó al igual que Quintana.Yates cedió 8 segundos respecto a Valverde. La Vuelta, más al rojo vivo que nunca.
Un respiro para los favoritos
Este jueves, tras un duro desplazamiento, llegará una nueva oportunidad para los velocistas en la jornada de 186,1 km que a desde Ejea de los Caballeros hasta Lleida. No tendrá ninguna cota puntuable y sí tramos descendentes. Será la penúltima oportunidad para los esprínters antes de llegar a Madrid.



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http://www.marca.com/ciclismo/vuelta-espana/2018/09/12/5b99385322601d010c8b4578.html



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