Pogacar se llevó su tercera etapa de esta Vuelta y logra meterse en el podio
Roglic se abrocha su primera grande y Valverde salva el segundo puesto
La última etapa competitiva de La Vuelta comenzó revuelta. Las secuelas de la jornada anterior aún escocían. Movistar y Miguel Ángel López pidieron perdón a través de las redes sociales, pero a los corredores les tocaba verse las caras por primera vez tras la 'batalla' en el control de firmas de Arenas de San Pedro.
Allí, López volvió a pedir disculpas ante los periodistas antes de hacerlo de forma personal con Valverde, a quien más había atacado. David Lappartient, máximo dirigente de la UCI, también explicó en MARCA que la decisión tomada camino de Toledo por su organismo fue la correcta según lo que dicta el reglamento.
Ya con la paz reinstaurada en el pelotón, y con el cielo desafiante, arrancó la etapa. Tan sólo había 16 kilómetros llanos en una jornada cuyas subidas comenzaban pronto con el Puerto de San Bernardo antes de afrontar el Puerto de Serranillos. No se paraba de subir hasta Navatalgordo y después el Puerto de Chía. Para acabar, los corredores debían superar Peña Negra antes de ascender la Plataforma de Gredos.
A 2 kilómetros de coronar Pedro Bernardo, el primero de todos, la escapada estaba compuesta por: Padun, Howson, Docker, Morabito, Iturria y Samitier, Sergio Henao, Guerreiro y Edet. El pelotón estaba a poco más de un minuto. En ese mismo puerto, Astana endureció el ritmo de la mano de Omar Fraile para intentar ir poniendo nervioso a un grupo que sufrió de lo lindo por el frío y la lluvia. Después del vasco fueron Luisle, Fuglsang y Cataldo los que abrieron gas.
Los hombres de Vinokourov siguieron torturando al gran grupo. Llegados a Peña Negra, López comenzó a disparar. Después fue Pogacar, al que le va bien la lluvia, quien sí logró tomar algo de distancia yéndose en solitario. Quería el podio. Nos lo avisaba el local Diego Rubio en la previa: era el puerto ideal para hacer daño. Poco a poco fue cogiendo tiempo hasta 'sacar' a Quintana virtualmente del cajón.
Movistar jugó a administrar sus fuerzas, le dejó cebarse a Pogacar para buscar reagreupar al grupo y recargar fuerzas para usarlas en un puerto final decisivo. El error de los azules, probablemente, estuvo en no obligar a Nairo salir a secar el movimiento del esloveno. Valverde amagó con salir pero se paró haciendo aspavientos. Con Pogacar desatado, y sin dejarle la tostada al Jumbo, Movistar trabajaba por el premio menor de defender dos puestos en el podio regalándole la carrera a Roglic.
Pogacar seguía desatado en búsqueda del podio. Afrontó los 10 últimos km con casi dos minutos de ventaja. La victoria, la tercera en esta Vuelta, estaba cerca y con ella igualaría el récord de Giuseppe Saronni, el único que acumula tres triunfos en una misma GV antes de cumplir los 21 (lo consiguió en el Giro de 1978).
Valverde dio un ataque a falta de 3 km, con él se fueron Roglic y Majka. Nairo sufría igual que López. Finalmente, Pogacar festejó en la Plataforma de Gredos su doble gesta: triunfo más podio. Otra estrella millenial para este nuevo ciclismo. Valverde, después de sufrir muchísimo, logró salvar el segundo puesto. El tercero tenía nombre propio: Tajed Pogacar. Su talento y valentía lo merecía. Nairo no estuvo ni cerca de retenerlo. Adiós triste para el 'cafetero' en su última grande con Movistar.
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