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New s-works epic 2018
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Otra hazaña más para Peter Sagan. En pleno Tour de Francia, el eslovaco se permitió el 'lujo' de ganar un esprint muy duro y largo que picaba para arriba habiendo dado un pedal menos, ya que en los últimos metros se le salió la zapatilla del pedal, pero reaccionó a tiempo y aguantó el tirón de sus rivales para estrenarse en esta edición de la ronda gala. Geraint Thomas conservó sin problemas el liderato de la general.No hay obstáculo que pueda con Peter Sagan. Ni siquiera los que él mismo se pone. Porque suya fue la culpa, suya fue la habilidad para salir de su propio error y suyo fue el triunfo final de una etapa con sabor a clásica. Mucha subida y bajada con un recorrido de 212 kilómetros que terminaron en Longwy (Francia) con un duro esprint para arriba después de empezar el día en Verviers (Bélgica) y pasar por Luxemburgo. El doble campeón del mundo afrontó la recta final en buena posición, como casi siempre. Sin embargo, lanzó demasiado pronto su esprint, como casi nunca. Se levantó sobre su bici y la ambición por desquitarse del esprint del domingo le hizo pasarse de rosca. Su zapatilla se salió del pedal derecho.
Un tremendo contratiempo cuando el esprint ya va lanzado, y cuesta arriba. Algo que habría tumbado a cualquiera, menos a Sagan. Al del Bora le sobró ese pedal, ese 'accidente'. Aguantó la presión de hombres como Van Avermaet, Dan Martin y, sobre todo, Michael Matthews, que fue de menos a más y que se tuvo que conformar con la segunda plaza del día. "¿Si he sentido presión? ¿Qué es la presión?", decía Sagan tras bajarse de su bici. Una vez más, genio y figura, ídolo de masas. Y todo en un día donde se vieron algunos detalles, más allá de la escapada del día, Adam Hansen (Lotto-Soudal), Romain Hardy (Fortuneo), Nils Pollit (Katusha), Romain Sicard (Direct Energie), Nathan Brown (Cannondale) y Frederik Backaert (Wanty). Sin embargo, sus esperanzas terminaron cuando entraron tres hombres que esperaron su momento y se unieron a la cabeza de carrera: Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), Luc Perichon (Fortuneo) y Lilian Calmejane (Direct Energy). Este último, el más fuerte. Fue dejando atrás a sus rivales, uno a uno, para mantener un pulso en solitario con el pelotón, que por momentos llegó a ponerse nervioso. Pero fue imposible. El del Direct Energie, al que incluimos en MARCA como uno de los posibles corredores a convertirse en revelación en este Tour, dará que hablar más veces en esta edición.Así, todos juntos, se llegó a Longwy, donde estaba situada la meta, en lo alto de la Côte des Religieuses, de 1,6 kilómetros de ascensión al 5.8%y con alguna rampa de hasta el 11%. A sus pies llegaron, en los primeros puestos del pelotón, hombres importantes de la general como Froome, Contador, Thomas y Richie Porte. El australiano se vio muy fuerte y decidió sorprender. Atacó en las primeras rampas y puso en aprietos a sus rivales. Contador pudo seguirle al principio, pero luego decidió dejar que hicieran el trabajo los favoritos para la etapa, que finalmente cazaron a Porte y se jugaron el triunfo. Un pequeño destello que sirve para confirmar, como ya sucedió en el Dauphiné, que Porte llega a este Tour más fuerte que nunca.
http://www.marca.com/ciclismo/tour-francia/2017/07/03/595a65e1e5fdea264e8b45b4.html
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