domingo, marzo 11, 2012

11-M, la no versiòn original

Lebreles y sabuesos

11 de Marzo de 2012 - 12:06:25 - Luis del Pino

Editorial del programa Sin Complejos del domingo 11/3/2012

Existen muchos tipos de perros de caza. Si no son Vds. aficionados al arte cinegético - les aclaro que yo no lo soy - quizá no sepan, por ejemplo, la diferencia que existe entre lebreles y sabuesos.Los lebreles - un ejemplo de los cuales sería el famoso galgo - son perros con una enorme capacidad visual y una gran velocidad: localizan a las presas con la vista y las dan alcance gracias a su rapidez. Se los utiliza por eso, entre otras cosas, para cazar conejos y liebres: de ahí el nombre de "lebrel".

Los sabuesos, por el contrario, son perros de caza que se guían por el olor y no por la vista. Su gran capacidad olfativa les permite seguir rastros con mucha antigüedad; tanta, que algunas razas se utilizan en labores de rescate, para localizar a personas desaparecidas o enterradas en la nieve. Los sabuesos son conocidos también por su gran resistencia y tenacidad, que les hace capaces de prologar la caza durante horas, hasta que la presa se detiene agotada.Cuando termina por acorralar o agotar a la presa, el sabueso está entrenado para pararse a corta distancia hasta que llega el cazador, el montero, que es quien se encarga de abatir al jabalí o al venado.

Hace ocho años, cuando se cometió el atentado del 11-M, a la opinión pública se le vendió de manera casi inmediata una clamorosa mentira, pensada para impactar emocionalmente a los españoles, pero que carecía de cualquier tipo de coherencia.

Se incrustó a fuego en nuestra sociedad - recurriendo incluso a la intoxicación pura y dura de la existencia de terroristas suicidas en los trenes - la idea de que se trataba de un atentado islamista motivado por la participación de España en la Guerra de Irak. Pero desde entonces, durante estos ocho años, los medios de comunicación independientes - como El Mundo, Libertad Digital o La Gaceta - han estado poniendo sobre la mesa una avalancha de datos que venían a demostrar, a la postre, que todo lo que nos habían contado era mentira. No es que la versión oficial del 11-M tenga lagunas: es que no hay un átomo de verdad en ella. Se vendió a los españoles una versión oficial falsa y chapucera, con el único y exclusivo objeto de tapar a los verdaderos autores del atentado.

Al mismo tiempo que se destruían los escenarios de la masacre - es decir, las pruebas originales del caso - se hicieron aparecer, en muchos casos en dependencias policiales, las pruebas falsas con las que se construiría esa insostenible versión oficial y con las que se señalaría a los falsos culpables oficiales.

Pero esa gigantesca y precipitada labor de sustitución de pruebas efectuada en los primeros días después de la masacre dejó rastros evidentes. Y a lo largo de los últimos ocho años, los medios de comunicación independientes han estado persiguiendo el rastro de esas mentiras con la tenacidad de una jauría de sabuesos. Sin saber en ningún momento el aspecto de la presa a la que se perseguía. Perdiendo a veces la pista en un recodo. Dejándose en ocasiones engañar por las maniobras evasivas de quienes trataban de escapar a esa persecución... Pero volviendo siempre a recuperar el rastro y a acercarse un poco más cada vez a esa presa de aspecto aún ignorado.

Y la presa - es decir: vosotros, los falsarios - ya no puede seguir huyendo mucho tiempo más.

El hecho de que estéis ya recurriendo como supremo argumento a los plazos de prescripción, el hecho de que estéis usando como parapeto ese falaz concepto de la cosa juzgada y el hecho de que estéis jugando ya a embarrar el terreno de juego judicial indica que estáis ya cansados. Que hemos conseguido ganaros la batalla de la opinión pública. Que el juego de mentiras toca a su fin. Que ninguna negociación de despacho ha conseguido parar esa cacería que dura ya ocho años. Que el recorrido de la versión oficial ha llegado a su término.

A partir de ahora, cada prueba, cada información, cada nuevo dato, será un martillazo más en la tambaleante estructura de esa mentira con la que intentasteis manipular a la sociedad española. Y que tan solo os ha permitido comprar unos pocos años de tiempo adicional.

Las pruebas cada vez más abrumadoras que se ponen sobre la mesa - sobre compra de testigos, sobre ocultación de pruebas, sobre irregularidades en la investigación - han terminado por hacer que hasta vuestra defensa de la versión oficial sea cada vez más desganada.

No importa lo lejos que vayáis o lo bien que os tratéis de esconder. El rastro de manipulaciones que habéis dejado es tan intenso que resulta imposible pasarlo por alto. Y antes o después terminaremos por daros alcance.

El día más insospechado saldrá un documento de un cajón, como han salido ahora restos de los trenes. O se decidirá a hablar un testigo que hasta ahora no se había atrevido. O se irá de la lengua alguien que se considere mal pagado. Y ese día se habrá acabado la farsa.

Y entonces los medios de comunicación independientes, los sabuesos de esta historia, se detendrán a la vista del objetivo y se limitarán a señalar con el dedo, para que los cazadores de la Justicia se cobren la presa.

Y de aquí a entonces, de aquí a que eso suceda, vais a vivir pensando en cuál será ese día en que por fin os podamos ver las caras, ese día en que tengáis que rendir cuentas ante los tribunales y ante toda la sociedad.

Porque no vamos a olvidar el 11-M. No vamos a olvidar que un jueves aciago torcisteis la Historia de España gracias a la sangre de 193 inocentes elegidos al azar.

Tardemos lo que tardemos, terminaréis por pagar todo el mal que causasteis. Y que seguís causando.

http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/lebreles-y-sabuesos-11077/ .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

11-III-2012 2012-03-10

Un año menos para conocer la verdad del 11-M

EDITORIAL

Por más que la clase política oscile en sus preferencias por el cerrojazo o la indiferencia, a nadie se le escapa que la masacre del 11-M sigue sin estar aclarada; incluido el tribunal que juzgó los atentados, en cuya sentencia lo confiesa abiertamente

Hoy se cumplen ocho años de la masacre de Madrid, con 192 asesinados y centenares de heridos, muchos de los cuales aún arrastran secuelas a consecuencia del mayor atentado sufrido en nuestro país. Después de ocho años, hoy debería ser un día simplemente para recordar a los compatriotas que perdieron su vida de forma tan atroz y rendirles el homenaje que merecen ellos y sus familias. Para vergüenza de muchos, las graves incógnitas que todavía pesan sobre aquella terrible masacre hacen que hoy sea un día en el que las víctimas, y los que todavía creemos en la libertad y la justicia, tengamos que seguir exigiendo la aclaración completa de unos hechos que la que los tribunales españoles nos han escamoteado a todos, no sólo a los que perdieron la vida y sus familiares.

Por más que la clase política oscile en sus preferencias por el cerrojazo o la indiferencia, según las siglas, a nadie se le escapa que la masacre del 11-M sigue sin estar aclarada; incluido el tribunal que juzgó los atentados, en cuya sentencia confiesa abiertamente desconocer a las órdenes de quién o quiénes se llevó a cabo esa acción terrorista. Este extremo debería ser motivo suficiente para que el 11-M fuera todavía un caso abierto y los distintos gobiernos e instancias judiciales hubieran seguido investigando los muchos puntos oscuros que todavía se ciernen sobre esta tragedia. Es lo que las víctimas de estos atentados han venido pidiendo durante estos ocho años, sin recibir otra cosa que el menosprecio o la indiferencia por quienes se dicen sus representantes políticos.

Pero es que además de la ausencia de un autor intelectual, la instrucción del caso presenta casos tan abrumadores de conductas presumiblemente delictivas por parte de los encargados de la investigación y sus superiores, que el hecho de que en estos ocho años se les haya negado a las víctimas y a la sociedad entera una revisión en firme de todo lo actuado sencillamente nos descalifica como país respetuoso con el Estado de Derecho y el imperio de la ley.

La Justicia española ha llegado hasta el extremo de impedir que los acusados de haber actuado dolosamente en la instrucción de los atentados, con pruebas irrebatibles que justificaban sobradamente su encausamiento, hayan eludido cualquier acción de los tribunales a cuenta de una prescripción por una denuncia anterior cuyo sólo examen provoca el sonrojo.

Ante el empeño de las instancias oficiales de cegar cualquier vía de investigación o de exigencia de responsabilidades, las víctimas del 11-M y los medios libres como Libertad Digital estamos más dispuestos que nunca a que la verdad resplandezca y la Justicia actúe con todas sus consecuencias, caiga quien caiga. Ese es nuestro compromiso, del cual han surgido hallazgos como el que hemos brindado hace tan sólo unos días a todos los que nos siguen, en tributo no sólo a los inocentes masacrados en aquella terrible mañana del 11 de marzo de hace ocho años, sino también a España y a la Libertad. Las dos razones por las que también un día de marzo nació este periódico.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/un-ano-menos-para-que-se-aclare-el-11-m-63657/ .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

ENCUESTA SIGMA DOS PARA EL MUNDO Una abrumadora mayoría quiere que se investigue el 11-M Han pasado ocho años, pero la percepción de la mayoría de los españoles es que no se sabe todo lo qué pasó el 11 de marzo de 2004.

Libertad Digital 2012-03-11

Así lo pone de manifiesto una encuesta elaborada por Sigma Dos que publica hoy el diario El Mundo con motivo del octavo aniversario de la masacre de los trenes de cercanías en Madrid. Una abrumadora mayoría de los encuestados opina que hay dudas sobre los autores, los inductores y el arma empleada ese 11 de marzo, por lo que muestran un rotundo apoyo a que la Fiscalía investigue los restos de los trenes tras el reciente hallazgo de los mismos por Libertad Digital en un almacén de la empresa Tafesa, a que se averigüe si hubo manipulación de pruebas o falso testimonio.

Así, nada menos que un 74%, o lo que es lo mismo, tres de cada cuatro españoles, respaldan la medida adoptada por Eduardo Torres-Dulce ­­–consideran que ha hecho "bien" o "muy bien"– de abrir diligencias para averiguar qué ha sucedido con los restos del tren que estalló en Santa Eugenia, actualmente en un cobertizo de Tafesa que ha sido precintado por la Guardia Civil. El 26% restante se divide casi a partes iguales entre aquellos a los que les parece "regular", "mala" o "muy mala" la decisión, o simplemente no tiene opinión formada. Además, y como destaca el diario El Mundo, es llamativo que el apoyo a la decisión de Torres-Dulce apenas varía según la afinidad política del encuestado. Es decir: la opinión de que el fiscal general ha hecho "bien" o "muy bien" es la primera o la segunda opción entre los encuestados del PP, PSOE, IU, UPyD y el resto de partidos.

Casi tres de cada cuatro (71%) reclaman que los tribunales indaguen si a lo largo de las investigaciones se ha producido alguna "manipulación de pruebas". Esta pregunta remite claramente a la causa abierta contra el jefe de los Tedax en el momento de los atentados, Juan Jesús Sánchez Manzano, por su actuación en la recogida y custodia de restos de los focos, que ha sido recientemente archivada por razones técnicas -cosa juzgada- pese a que incluso la Fiscalía reclamaba seguir adelante. Resulta llamativo que a esta pregunta, el 60% de los votantes del PSOE han dicho que sí debe indagarse y los votantes de IU se dividen casi a partes iguales en este asunto.

También es mayoritario el apoyo (60%) a que los tribunales investiguen otro aspecto de los atentados sobre el que El Mundo ha arrojado luz recientemente: si las dos testigos protegidas cuya declaración resultó clave para condenar a Jamal Zougam por poner una de las mochilas bomba mintieron ante el tribunal del 11-M.

Con carácter general, la mayoría de los españoles cree que no se ha aclarado "suficientemente" la primera pregunta que surge tras un atentado: ¿quién ha sido? El 48% considera que es un aspecto todavía no resuelto. Las dudas se mantienen cuando la cuestión planteada es si "está suficientemente aclarado quiénes fueron los organizadores de la masacre". El 49% responde que no, frente al 40% que da una respuesta afirmativa. En cuanto al explosivo empleado, la encuesta vuelve a arrojar una mayoría que afirma que aún no se ha aclarado, aunque esta vez la distancia es más ajustada frente a quienes sí lo dan por resuelto: el 44% frente al 40%.

Otros datos que arroja la encuesta es que seis de cada diez entrevistados mantienen que la prensa "debe seguir investigando" los atentados y sólo los votantes de IU y UPyD muestran su deseo de que la prensa abandone la investigación.

http://www.libertaddigital.com/nacional/2012-03-11/la-mayoria-de-los-espanoles-quiere-que-se-investigue-la-verdad-del-11-m-1276452636/

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