Sebastian Vettel con el Ferrari en Rusia.
ANDREJ ISAKOVIC AFP
El tetracampeón saldrá desde la primera posición de la parrilla y es el favorito para la victoria con Hamilton cuarto. Los españoles muy atrás.
Manuel Franco
Sochi 29 abril 2017 15:15h CEST
Hay de todo. Pilotos que se encierran en el segundo piso de la caseta de su equipo con sus dos amigos y apenas ven el aire del paddock ruso, otros que caminan saludando a mecánicos, cámaras de televisión, reporteras y hasta a algún periodista, los más pasan por aquí con unos cascos puestos, mirando al suelo o lanzando acaso alguna ojeada furtiva a las bellas azafatas rusas. Muchos actúan siempre igual, altivos o simpáticos, correctos o despiadados, aprendices de estrellas del rock o campesinos en una pista de carreras… y luego está Sebastian Vettel.
El alemán va por la vida según la vaya en la pista. Y no lo puede remediar, no soporta perder y es feliz en la victoria. Es un tipo oscuro que parece tener corcova cuando su coche no es rápido y un chaval de vacaciones de verano si el monoplaza es competitivo. En Sochi antes de la sesión clasificatoria sonreía, hablaba, saludaba… parecía otro. Había dominado Ferrari todas las sesiones de entrenamientos previas a la lucha por la pole y el tetracampeón estaba feliz. Y… Consiguió su primera pole del año, la primera desde Singapur 2015, la única que había logrado con Ferrari. “Cuanto placer llevar este coche”, dijo tras lograr la primera posición en la parrilla. Ya les digo, va por la vida según el coche que tenga.
No le fue fácil porque Kimi Raikkonen se quedó apenas a media décima y también cerca Valtteri Bottas con el Mercedes, un pequeño error del finlandés le pudo dejar sin pole, mientras los dos Ferrari hicieron una vuelta perfecta. Y después, cuarto, saldrá Lewis Hamilton. El piloto con mas talento del planeta según decían algunos estos años, el mismo que perdió un título con Nico Rosberg, hizo una mala vuelta con un Mercedes que ya no es tan mágico y se quedó a seis décimas de Seb. Tras ellos Ricciardo, Massa, Verstappen… qué poco motor tiene el Red Bull y que gran coche es el Williams en un circuito de potencia. Felipe, sexto, sí, el mismo que era destrozado por un español en aquella época de Ferrari. Prehistoria nostálgica, lo llaman.
Mientras Fernando Alonso y Carlos Sainz se quedaban fuera de la Q3, una utopia para el asturiano, una posibilidad que no llegó para el madrileño. En el caso del bicampeón se metió en la Q2 mientras su compañero Vandoorne se quedaba fuera, pero quizá se esperaba más de su rendimiento este fin de semana. Más aún después de escuchar sus declaraciones del pasado jueves cuando dijo que este circuito podía ser un punto de inflexión y que las primeras señales positivas llegarían aquí. No ha sido así. Después varió su discurso y tras la calificación escuchándole daba la impresión de que no le merece la pena esta temporada. En AS llevamos tiempo diciendo que si hay mejora será en la segunda mitad del año, tras el verano. O no habrá. Nada. Alonso saldrá decimoquinto. En cuanto a Carlos se quedó cerca de entrar con los diez primeros, pero terminó undécimo, aunque saldrá decimocuarto por la sanción en un circuito en el que ya demostró que es uno de los pilotos con más calidad del campeonato. El mismo lugar donde Vettel ha vuelto a demostrar que Ferrari ha vuelto para quedarse. Y quiere el quinto…
http://motor.as.com/motor/2017/04/29/formula_1/1493454152_390357.html
.-.-.-.-.-.-.
Bottas gana en Rusia, Vettel es más líder y Alonso ni sale
ALEXANDER NEMENOV
AFP
El finlandés de Mercedes estrenó su casillero de triunfos y el alemán fue segundo por delante de Kimi. El asturiano abandonó en la vuelta de formación.
Manuel Franco
Sochi ACTUALIZADO: 30 abril 2017 15:41h CEST
En ese universo paralelo donde algunos habitan están los que solo se dedican a lo suyo sin ir más allá, sin que lo que pasa a su alrededor altere lo más mínimo su ánimo. Suerte. Y ahí vive Kimi Raikkonen. “¿Cómo es que estamos detrás de Bottas?”, preguntó al muro al saber de boxes. “Está liderando la carrera, Kimi”, fue la paciente respuesta. El finlandés de Ferrari era tercero, había salido segundo… y tercero terminó. Claro está, por detrás de Bottas, al que solo pudo ver de lejos y para preguntar evidencias.
Otra cosa fue Sebastian Vettel, entra en la otra clase de pilotos y personas, las que están pendientes de todo en busca de un objetivo, en ocasiones común, casi siempre la victoria. Por eso lo intentó de todas las formas posibles después de una mala salida en la que Valtteri Bottas, el sustituto del campeón del mundo, el piloto llamado a ser el amigo feo de Lewis Hamilton en la fiesta, sustentó su primera victoria en Fórmula 1
Tras ponerse primero el finlandés de Mercedes fue lo más rápido posible hasta llegar a una ventaja de cinco segundos en la vuelta quince, de casi seis en la veinte… pero después llegó la reacción del tetracampeón que en la 27 estaba a solo dos. E intentó la jugada maestra de estrategia, se quedó más tiempo en la pista en su única parada para intentar volar en esas vueltas de más y salir por delante de su rival tras cambiar neumáticos.
No lo consiguió y apareció a 4,2 segundos de Bottas cuando faltaban solo 17 vueltas para el final. A partir de ese instante fue una contrarreloj de dos rodadores de motor potente y piernas poderosas, primero Vettel dejó la diferencia en apenas un segundo a falta de diez vueltas, después reaccionó Bottas, las distancias eran de tres décimas por vuelta a favor de uno u otro.
Mientras esa lucha era protagonista en la pista, fuera del asfalto las cámaras buscaban el gesto resignado de Fernando Alonso y un helado que solo existía en la metáfora, como forma de decir una broma en vez lo que el corazón le pedía gritar al asturiano. No pudo ni empezar la carrera por un problema en el motor Honda de su McLaren, se quedó parado tras la vuelta de formación a la salida del pit lane. Se levantó y ahí lo dejó mirando el coche como el que ve una araña de lejos, a salvo de la tragedia. Algo que pudo evitar Bottas con un pilotaje sereno y tranquilo, como su rostro después de la victoria, apenas un sonrisa ligera.
Se acercaba Vettel, con vuelta rápida a falta de dos para el final. Pero nada. Intento fallido y Mercedes regresa al triunfo con el actor inesperado. Porque Lewis Hamilton vagaba en la nada, cuarto puesto a más de veinte segundos de Raikkonen. “¿Cómo podemos estar tan lejos de Kimi?”, se preguntaba el inglés. Preguntas sencillas de responder. No fue tan fácil puntuar para Carlos Sainz, décimo el madrileño tras partir decimocuarto y adelantar varios coches, entre ellos a su compañero Daniil Kvyat en su casa.
Gran carrera del español, antes del gran premio de Barcelona. Ahí todo debe ser mejor. Aunque no para Bottas, aquí ya ha sido más feliz de lo que será nunca. Volveremos a ver una batalla Ferrari-Mercedes, quizá Hamilton haya vuelto de estas vacaciones rusas, quizá Alonso pueda participar…y todo será mejor. Barcelona espera. Habrá sonrisas.
http://motor.as.com/motor/2017/04/30/formula_1/1493537795_365621.
No hay comentarios:
Publicar un comentario