Hamilton manda en seco, Alonso rueda sólo en la lluvia de Spa
El inglés fue el más rápido por delante de Raikkonen y Bottas con Sainz noveno y el asturiano, que salió a rodar con la pista mojada, undécimo.
Spa Francorchamps
Se puso sus gafas de sol Kimoa, se quitó el mono y abrió la sonrisa. Genio loco. Fernando Alonso acababa de dar un par de vueltas al circuito de Spa lloviendo a cantaros, como se dice en mi pueblo, con… neumáticos intermedios. Cosas del asturiano que, en el fondo de su corazón piensa y sueña con algo grande el próximo domingo y ese 90% de lluvia para la carrera. Al principio solo estaba Ricciardo en pista con agua, después salió el español.
Quizá también para que se viera bien la palabra Barcelona y esa lagrima negra de homenaje a las víctimas del terrorismo en nuestro país. Eran los últimos veinte minutos de la sesión, nadie más volvió a salir.
Y todo quedó como estaba, con Hamilton primero por delante de Raikkonen y Bottas. El finlandés de Ferrari a dos décimas y su compañero de equipo a cuatro, por delante de Verstappen casi pegado a Valtteri. Vettel quinto precediendo a Daniel Ricciardo.
Así terminaron los mejores, los de los coches más competitivos. Mientras, Carlos Sainz acabó noveno y Fernando Alonso decimotercero. Ambos tendrán complicado meterse en la Q3 en la sesión clasificatoria en un circuito de potencia, pero ese debe ser su objetivo y lo van a intentar al máximo. El madrileño se quedó a 1,8 del tiempo de Hamilton y el asturiano a 1,9 prácticamente pegado al Renault de Palmer que cerraba el top 10.
https://as.com/motor/2017/08/25/formula_1/1503668048_685056.html
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https://as.com/motor/2017/08/26/formula_1/1503753182_981243.html
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Hamilton, más leyenda: iguala a 68 poles a Schumacher
El piloto inglés logró el mejor tiempo para la carrera de Spa por delante de Vettel y Bottas. Alonso saldrá undécimo y Sainz, decimocuarto.
Salía de McLaren, acompañado de su séquito, concentrado, mirando hacia delante, con ganas de hacerlo bien. Fernando. La visión del español inició el debate. “Cuidado porque en Williams tienen a Paddy Lowe”, dice uno. “Ya, claro, pero en Renault a Bob Bell”, responde el otro. Y este periodista que les cuenta las cosas de este deporte en el AS se acuerda de Jaime Alguersuari padre que advertía de que íbamos a la F1 de los ingenieros. Era un debate más sobre el futuro de Fernando Alonso, ese universo en el que vivir todo un infinito. A veces nos dejamos llevar buscando, pensando, sintiendo el porvenir mientras el presente pasa a nuestro lado haciendo gestos, como ese amigo que nos habla cuando estamos mirando el móvil. Y el presente de la F1 grita a voces el nombre de Lewis Hamilton.
El tricampeón británico logró una nueva pole, la número 68 en su carrera e iguala a Michael Schumacher como el piloto con más poles de la historia después de que esta misma temporada superase a Ayrton Senna. El talento del piloto de Mercedes es espectacular y cuando está concentrado pocos le pueden ganar. O ninguno, ahora mismo. Hamilton, al bajarse del monoplaza empezó a dar golpes a la estrella mágica, ese logotipo mundialmente conocido de Mercedes, una manera de dar las gracias a un equipo, a un coche, a una empresa que le ha hecho campeón otra vez después de salir de McLaren mirando al suelo y buscando un hueco en Red Bull. Allí apostaron por Vettel, de nuevo y el inglés se fue a Mercedes, a sustituir a Schumacher, el mismo piloto al que ahora iguala a poles. Genio Hamilton.
Segundo se clasificó Vettel y tercero Bottas, a dos décimas y medio segundo respectivamente. Cuarto, Kimi Raikkonen que a la hora de la verdad se esfumó como las gotas de lluvia al caer entre los árboles de este bosque belga. Pero si de gritos y mensajes hablamos, alto y claro, se escuchó a Carlos Sainz con una vuelta excepcional digna del mejor de los genios de este deporte. Fue en la Q1, estaba al borde de quedarse fuera, su compañero acababa de entrar y se clasificó decimoséptimo, la primera vez que Kvyat se queda en la primera parte de la sesión, pero la vuelta del madrileño la valió para ponerse octavo. Fue noveno finalmente en esa parte de la calificación. Ahí ya mandaba Hamilton seguido de Vettel y Verstappen. Y Vandoorne sorprendía a Alonso, con ayudas de rebufos incluidas entre los dos pilotos de McLaren, se metió el belga por delante del español.
Llegó la Q2 y ahí quien hizo una gran vuelta a la primera fue Alonso, se metió noveno, pero al segundo intento, pese a la ayuda de Vandoorne, cayó al úndecimo puesto. Una décima con Ocon y Hulkenberg. El asturiano se quedó sin potencia en el intento. 84 centésimas, exactamente. Mientras, Carlos también caía en ese momento, decimocuarto final. Y en el momento en el que solo están los mejores coches, los pilotos más grandes Hamilton voló para agradar su leyenda. Veremos qué sucede en la carrera porque sigue habiendo muchas posibilidades de lluvia y eso lo puede cambiar todo. Pero eso es hablar del futuro.
Y el presente es una leyenda que ha puesto su nombre en ese lugar infinito en el que solo parecía posible leer el de Michael Schumacher. Y Vettel renueva por Ferrari, en busca de su sitio en ese mismo lugar mágico…
https://as.com/motor/2017/08/26/formula_1/1503753182_981243.html
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El británico aguantó la presión de Vettel y se coloca a siete puntos del alemán en la general. El madrileño sumó un punto y el asturiano se retiró en la vuelta 27.
Spa Francorchamps
Ultra. Más allá de… El leve aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo. La teoría del caos aplicada a la Fórmula 1. Y los neumáticos Pirelli. Y el talento de Lewis Hamilton. Y su Mercedes. Ultra. Y las mariposas aleteando sin sentido por el aire. Era una carrera relativamente fácil para el piloto británico, tenía a su rival Sebastian Vettel a dos segundos cuando por detrás la rivalidad extrema de Checo Pérez y Esteban Ocon provocó un nuevo toque entre los dos pilotos de Force India, el mexicano con un pinchazo, el francés con el enfado en el cuerpo y un coche de seguridad en la pista que, teóricamente, podía cambiarlo todo. Hamilton era líder, pero no tenía neumático ultrablando para terminar la carrera cuando faltaban nueve vueltas, se tenía que conformar con el blando, mientras que Vettel ponía esas gomas de Pirelli, algo que le debía valer para pasar al británico y ganar la carrera. Por detrás llegaban Bottas, Raikkonen y Ricciardo con el Red Bull. En la arrancada de esa carrera el australiano adelantó de manera magistral al Mercedes y el Ferrari dejando claro que está a otro nivel y que los dos finlandeses son clase media viviendo en palacio.
Vettel lo intentaba, casi lo logra al reanudarse, pero Hamilton se defendió bien. No lo iba a tener fácil. A falta de cinco vueltas el alemán estaba a un segundo del tricampeón de Mercedes. Lo iba a volver a intentar. Debería. El tetracampeón que he elegido Ferrari para volver a la gloria tenía un neumático mucho mas rápido.. Ultra.
Por detrás Carlos Sainz luchaba por los puntos, décimo a un segundo de Ocon y su Force India. El madrileño iba a una estrategia de una parada que el coche de seguridad tuvo que cambiar sobre la marcha. La carrera del español muy seria, tras una salida con algún problema supo calmarse, pilotar a buen ritmo con un coche que no tiene motor para Spa. Calidad. Décimo final. Un punto.
Unas cuantas vueltas antes la desesperación de Fernando Alonso terminó con un nuevo abandono tras protagonizar algunos de los mejores momentos del gran premio, salida genial ganando tres posiciones, adelantamiento doble a Hulkenberg y Ocon… hasta que le empezaron a pasar en las rectas y del séptimo puesto de repente estaba decimoquinto. Alonso enfadado. Claro. Clamando por radio. Por supuesto. Penando ¿Dios sabe qué? Y el mundo preguntándose por qué no aletea una mariposa con el ala favorable para este genio astur de terrible talento para que algún día vuelva a estar en el sitio que le corresponde. Hubo opciones de volver a Ferrari, pero los italianos no han querido esta vez. Alguno al terminar la carrera lamentaba no tenerle en ese coche tras Hamilton. Ultra. Preguntas.
Porque Vettel no pudo y la carrera fue para el inglés. Quinta victoria para Lewis, se acerca en el liderato del Mundial a Seb, a siete puntos. En el podio, Ricciardo, por delante de los finlandeses. Ultra genio el sonriente australiano. En Monza más. Veremos a Sainz luchar, Alonso sufrir y dejar algún destello de eso que tiene, ante la que fue su afición, a Vettel intentarlo…. ¿a Hamilton ganar? Veremos… Quizá la mariposa aletee y el caos lo pueda cambiar todo. Esa es la única esperanza.
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