Trentin remontó a Lobato en el primer sprint de la Vuelta
La Vuelta se dio una tregua tras dos días de batalla, tan sólo rota por las caídas. Pozzovivo y Moreno, entre los afectados. Froome mantiene el maillot rojo.
Matteo Trentin prolongó el festival del Quick Step en la Vuelta a España 2017. Dos de cuatro. El sábado: el equipo se clasificó segundo en la contrarreloj de Nîmes. El domingo: victoria de Yves Lampaert y maillot rojo en Gruissan. El lunes: segundo puesto de David de la Cruz, en la etapa de Andorra y en la general. Y este martes, en Tarragona: dominio del italiano en la primera llegada masiva de la actual edición. Trentin remontó en la última recta al gaditano Juanjo Lobato, que lanzó el sprint con potencia, pero demasiado lejos para poder rematar con éxito. Así fue el desenlace de la primera jornada con meta en España, en la que el pelotón se tomó cierto respiro, sólo alterado por algunas caídas, entre ellas las de Domenico Pozzovivo y Dani Moreno, dos hombres que peleaban por la clasificación.
Trentin, un fuerte rodador de 28 años, competente en las clásicas, ha aterrizado en la ronda española en un momento dulce. El domingo ya fue segundo, tras su compañero Lampaert, y este mismo agosto venía de imponerse en la meta de Belorado de la Vuelta a Burgos. Con su triunfo en Tarragona, el ciclismo goza de un nuevo integrante en el selecto grupo de vencedores de etapa en las tres grandes. Su palmarés ya lucía dos victorias en el Tour de Francia (2013 y 2014) y una en el Giro de Italia (2016). Bienvenido al club.
Después de la batalla de las dos últimas jornadas, el domingo contra el viento y el lunes en los Pirineos, hubo tregua en el pelotón camino de Tarragona, otra ciudad romana, como esa Nîmes que había impulsado la Vuelta tres días antes. Un corto periodo en el que algunos ya han perdido una buena parte de sus aspiraciones. Principalmente Alberto Contador, que por la mañana todavía se preguntaba cómo había podido ceder 2:33 minutos en el primer contacto con la gran montaña. Alega problemas digestivos. Igual que Rafal Majka, otro de los damnificados. Aún tienen esperanzas de dar guerra, pero las grandes rondas son un mal sitio para recuperar. Normalmente no vas a mejor. Si acaso, lo contrario.
También se vivía una incómoda resaca en el equipo Movistar. Sin Nairo Quintana y Alejandro Valverde en su alineación, la Vuelta 2017 presentaba una oportunidad dorada para la reivindicación de dos jóvenes, ambos ganadores del Tour del Porvenir: Rubén Fernández y Marc Soler. Pero ambos cedieron más de 14 minutos en la etapa de Andorra y ahora tendrán que cambiar de objetivos. “He venido a aprender”, se consoló Soler. Dura lección.
Sólo dos veteranos del equipo telefónico, Dani Moreno y el renacido colombiano Carlos Betancurt, habían mantenido el tipo en la montaña, a menos de dos minutos en la general. La alegría duró poco para el madrileño, que un día después ha rodado por los suelos, a sólo 200 metros de la zona técnica que hubiera protegido su tiempo. Moreno partió de Escaldes a 1:20 de Froome y ahora se distancia a 2:58. Mucho peor le fue a Pozzovivo en el mismo accidente: era noveno a 43 segundos y ha retrocedido a 4:08.
La etapa tarraconense también resultó especial para el Movistar por otra razón. A 30 kilómetros de la meta, el sprint de Valls estaba dedicado a uno de sus ilustres ciudadanos, Xavi Tondo, fallecido en un accidente en 2011 durante una concentración en Sierra Nevada. A este punto para el recuerdo llegaron dos ciclistas escapados, Diego Rubio (Caja Rural) y Stéphane Rossetto (Cofidis), por ese orden, ante la presencia de los ‘castellers’ de la Colla Jove Xiquets. Valls se volcó en el homenaje. Ambos eran supervivientes de un quinteto que completaron Nicholas Schultz (igualmente del Caja Rural), Juan Osorio (Manzana Postobón) y Johan Le Bon (FDJ), pero se desprendieron de su compañía en la única subida de la jornada: el Alto de Belltall. A 8 kilómetros del final fueron devorados. Era una fecha para los lobos del sprint.
Otro triste recuerdo sobrevoló inevitablemente por el pelotón en las carreteras catalanas: los recientes atentados de Barcelona y Cambrils. Los sentimientos aún están a flor de piel. Los cuatro ciclistas de la tierra que corren la Vuelta estuvieron en el punto de mira: Antonio Pedrero, Marc Soler, Alberto Losada y David de la Cruz. Este martes acapararon aplausos. Especialmente este último, que se mantiene segundo en la general, a dos segundos del líder. Su meta era llegar de rojo a Cataluña, pero se lo privó Chris Froome, que también tenía ambiciosos planes para la etapa de Andorra del día anterior. Y para lo que resta de Vuelta.
Y entre lo que resta nos topamos este miércoles con la primera llegada en alto en la Ermita de Santa Lucía, en Alcossebre, donde se desemboca a través de un exigente recorrido de media montaña. Hay terreno para emboscadas y sorpresas. Rematado con un corto final en subida (3,2 km al 4,2%), aunque con rampas del 20 por ciento con el mar de fondo. Del gusto de la casa.
Provisional etapa
Pos. | Ciclista | Equipo | Tiempo |
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general
Pos. | Ciclista | Equipo | Tiempo |
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