Viñales, al fin, fue el 'anti Márquez'
principios de 2016, Yamaha buscaba desesperadamente un piloto para suplir la marcha de Jorge Lorenzo y con un reto nada sencillo: hacer frente a Marc Márquez, ya bicampeón y líder destacado ese curso. Maverick Viñales despuntaba con la Suzuki y fue el elegido. Campeón en Moto3, subcampeón en Moto2 siendo novato, joven... y que había peleado con el ilerdense desde niños. Así, muchos le bautizaron como 'el anti Márquez'. Su mote creció en pretemporada y en el inicio de 2017, cuando ganó en Qatar y Argentina. Pero el de Roses se empezó a torcer con cambios en su montura, disgustos con los neumáticos, etc. Y nunca llegó el ansiado duelo. Ni una sola pelea entre ambos.El caso es que Marc ganó los títulos de 2017 y 2018. Y Viñales sigue buscando las sensaciones de aquel inicio con los de los diapasones. Un día parece estar bien, pero, lo normal, es que esté mal. Su ambición está frustrada.
De hecho, así ha seguido en este comienzo de 2019. Complicaciones técnicas, cambios en su equipo y tres ceros por caídas ajenas a él. Resultado: fuera de la lucha por el título cuando no se llevaba ni un tercio del certamen.
El sitio idóneo para el dueloPero ya liberado, a su pesar, de esta presión de ser candidato al título se ha tenido que centrar en preparar el próximo Mundial. Le toca hacer un trabajo sordo, gris, poco gratificante porque los laureles irán, casi seguro, a su adversario de la niñez. Claro que en Assen todo se cuadró para que sus caminos se juntaran. Márquez sufría más de la cuenta con tanta curva rápida y Viñales explotaba las virtudes de su M1 del paso por curva. El caso es que, por unas pocas vueltas, se vio lo que muchos deseaban. El gerundense ganó la batalla. El de Cervera le felicitó a su manera. "Para mí un duelo es el campeonato, este es el duelo real. Una carrera, sí, hoy ha ganado él, pero no ha habido duelo real porque ha sido superior todo el fin de semana. Viñales este fin de semana ha sido superior en todos los sentidos", admitía. Y Maverick, que se sabía mejor, quería más."Tenía ganas de un duelo a la última vuelta. Había preparado muy bien el cuarto sector. Sabía que si llegaba con él, los dos somos buenos frenadores, así que habría sido un espectáculo, pero muchísimo mejor así, con menos tensión. Sobre todo, en la última vuelta, sabía que si apretaba duro, cuando le he sacado 0.5, que le costaría cogerme", admitía.
El de Roses se pudo dar una enorme alegría, hasta lloró bajo su casco, pero ni él mismo las tiene todas consigo sobre si es el verdadero resurgir para llegar a ser campeón, que es lo que ambiciona. "Es muy difícil decir: 'ahora sí tenemos las armas'. Estamos con los pies en el suelo. Nos faltaba rematar el trabajo y es lo que hicimos", confesó.Veinte puntos valiosísimosPorque la 'guerra' la tiene muy encarrilada Márquez. Aumentó a 44 su renta sobre Dovi y le metió 20 más a Rins, que se cayó liderando. "Son 20 puntos que saben a oro, es como una victoria para mí. No estaba listo para ganar en ningún momento. No ha habido opción, ni batalla ni nada", confesó. Y eso que fue segundo delante de otro al que llamaban 'el nuevo Márquez', un Quartararo que ha espoleado al 'original' y en el que Yamaha puede haber encontrado un nuevo 'anti Márquez'. "Que Fabio vaya rápido es un punto a favor de nosotros, porque te motiva, te hace ir más fuerte y sabes que una Yamaha está arriba. Y eso siempre es positivo", exponía. Todo mientras Rossi se caía por tercera carrera seguida. Su compañero no hizo sangre. "Para nada me siento el número uno en Yamaha, Valentino es muy grande", soltó. Viñales madura, ya no quiere ser 'anti', sólo ganar a Márquez. Por un día lo hizo. El resto está en construcción.
https://www.marca.com/motor/motogp/gp-holanda/2019/07/01/5d190f2aca4741b8138b45dc.html
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Mad Max, de película
Charles Leclerc estaba a punto de entrar en la historia, con su primera victoria vestido de rojo, la primera de Ferrari en 2019, pero un inconmensurable Max Verstappen apareció como un fantasma invisible en los últimos compases para arrebatarle el triunfo al monegasco, a falta de tres giros para el final. La gradas, repletas de aficionados holandeses, enloquecían con la victoria del Red Bull, que repite en Austria por segundo año consecutivo.De paso, es la primera victoria de Honda desde 2006, cuando Jenson Button venció en Hungría, con Pedro de la Rosa como acompañante en el podio y se corta la racha de Mercedes, que sumaba 10 victorias consecutivas entre 2018 y 2019. Una heroicidad, ya que el holandés remontó hasta el primero tras haber sido séptimo por una pésima salida. Sin duda el gran protagonista junto a Carlos Sainz que arrancó 19º y acabó 8º en una actuación memorable, la mejor de su carrera.Verstappen estuvo cumbre, pasando en pista a Vettel, a Norris, a Raikkonen, a Hamilton, a Bottas y al propio Leclerc, para un triunfo verdaderamente épico, con sabor a las mejores batallas históricas de este deporte, el más emocionante cuando hay igualdad en pista.
FERRARI, DE NUEVO KO
Ferrari vuelve a morder el polvo, en una temporada para olvidar y con un Leclerc que se deshizo al final, sin haber guardado casi nada para defender la plaza. La estrategia de salir con las gomas blandas, cuando pudieron hacerlo con medias, como todos, se reveló corta para una carrera de 71 vueltas y los 58 grados del asfalto. Max pudo remontar con medio y duro desde un octavo hasta el primero con un coche más lento y eso queda en el debe del análisis previo de la Scuderia para afrontar esta prueba. Cuando no se gana, hay que mirar hacia dentro y no echar la culpa al empedrado. Para el recuerdo quedará la maniobra final, pero los comisarios estudiaron un buen rato el mano a mano a falta de tres vueltas entre los dos viejos rivales desde la época del karting, y no tenían dónde rascar para desolación del 16 ("No fueron formas, pero me hubiera adelantado igual", reconoció), y regocijo del 33. "Así son las carreras, si no, nos quedaríamos en casa", dijo Max. Red Bull quería darle un coche ganador a Max antes del verano y lo logró en su propio circuito, en una fiestas completa para los austriacos, que regresan como animadores del Mundial.
MERCEDES, DESAPARECIDO
Mercedes tampoco encontró nunca su mejor ritmo, asolados por fin por un problema mecánico, de sobrecalentamiento del motor, demostrando que tienen puntos débiles y que hay que buscárselos más a menudo. Lewis Hamilton tuvo un papel oscuro en una prueba en la que se puso tercero de inicio, pero se vio inoperante para acercarse a Bottas. En Mercedes le dejaron de postre en la estrategia y probó a ir largo, lo que no hizo sino arruinar sus opciones finales de podio. No verle allí es francamente inhabitual. "Teníamos problemas de sobrecalentamiento del motor y debíamos levantar el pie del gas en ciertos puntos. No podíamos más que defendernos y luchar por la victoria fue imposible", argumentó Bottas sobre los problemas de su coche y el de Lewis, que además tuvo un pit stop de 11 segundos para cambiar el alerón delantero. "No todos los fines de semana pueden salir perfectos", dijo el líder del Mundial.Acabó quinto y sobrepasado por un Vettel que puso gomas de refresco y le pasó a poco del final. Con el subidón final mandó un recado a su compañero sobre el duelo final. "Esto no es la guardería, somos todos adultos, y no siempre tienes el resultado más justo. Siempre he pensado que deben dejarnos luchar y el que salga victorioso, que gane. Soy aficionado a las carreras ", concluyó Seb recordando su KOen Canadá.
https://www.marca.com/motor/formula1/gp-austria/2019/07/01/5d19272946163fac7a8b45c5.html
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Sainz, a MARCA: "Mi mejor carrera de principio a fin"">Sainz, a MARCA: "Mi mejor carrera de principio a fin"
Aparte del ganador, Carlos Sainz fue el otro gran héroe de la carrera en Austria. Había rezongado entre dientes todo el fin de semana, maldiciendo su mala suerte por tener que cambiar el motor en un circuito en el que se sentía tan cómodo y capaz. Pero el domingo por la mañana cambio su cabeza y se aplicó en modificar su destino, casi escrito con el 19º de la salida, un lugar que suele condenar a terminar fuera de los puntos sobre el papel. Nada de eso.
Carlos fue desgranando adelantamientos a lo largo de toda la parrilla, entre ellos los que culminó con los dos Haas, los dos Renault o los dos Alfa, además de Albon, Kubica, Kvyat, Checo Pérez o Lance Stroll, que le valieron completar la mejor carrera de su vida. Lando Norris arrancó quinto y sólo acabó dos puestos por encima del madrileño, verdaderamente estelar. En el tramo final, rodando medio segundo más rápido que Gasly y Norris, tuvo que desistir de completar la obra maestra al tener el alerón delantero roto. Lástima que la FOM no ofreciera en la retransmisión ni uno de los 12 adelantamientos que realizó el español en carrera.
La primera sonrisa del fin de semana la pudo ver MARCA en el corralito de la prensa, cuando Sainz analizaba lo sucedido. "Ha sido un buen día, de esos en los que todo va perfecto. He cumplido con lo previsto en la estrategia y he aprovechado el ritmo que tenía para pasar uno a uno, por dentro, por fuera",En la vuelta 61 justo cuando había dejado atrás a Kimi Raikkonen como una exhalación, Sainz notó un problema en el ala delantera. Sus tiempos saltaron de 1:08.4 a 1:10, 1:11 e incluso 1:12. Pese a esa dificultad imprevista, no dudaba en señalar el GP de Austria como "la mejora, hasta esa vuelta 61 y también después, porque aguantar a Kimi detrás sin alerón delantero ha sido algo importante, desde mi punto de vista", señalaba modesto.
La carrera parecía preparada para el encumbramiento de Lando Norris, que llegó a verse cuarto en la salida, pero que luego fue rebasado por Kimi y fue perdiendo fuelle hasta el sexto. Carlos, por su parte, arrancó decimonovemo y acabó octavo. "Y yo podía, podía haberlos cogido a los dos, sin ese problema final. Tenía un gran ritmo y he sido superior claramente al resto de la zona media de la parrilla. Eso nos hace sentirnos contentos. Hubiese atacado a Gasly si le hubiese alcanzado rápido, luego, de todas formas, el equipo me hubiese parado si hubiésemos estado sexto (Norris) y séptimo", reconocía Sainz a este diario.Son ya tres carreras en las que el piloto español defiende el séptimo puesto en el Mundial de pilotos, donde suma 30 puntos (8 más que Norris). Carlos se siente capaz de mantener esa posición hasta el final de la temporada. "Sí, se puede mantener, porque el coche tiene ritmo en la mayoría de circuitos. Tenemos que mejorar la curva lenta, pero aparte de eso el coche va bastante bien", se despedía Sainz, con cara de haber disfrutado como nunca de una carrera.
https://www.marca.com/motor/formula1/gp-austria/2019/07/01/5d192d1446163f75468b45be.html
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