viernes, mayo 27, 2011

movimiento 15M

¿Qué objetivos se esconden tras el movimiento 15M o movimiento de los indignados?

"Cuando un enemigo comete un error muy grande, hay que pensar que lo hace para engañarnos" Maquiavelo, Discorsi (capítulo 48).
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(Una opinión del blog ANTIMPERIALISTA) Siguiendo la lógica de la obtención del máximo beneficio, la clase dominante de la sociedad capitalista española (los grandes grupos financieros) ha conseguido que las condiciones de vida de los trabajadores/as sean de las más precarias de todos los estados de la Unión Europea. Prueba de ello es el elevado índice de desempleo, que supera ya el 21%; el más alto de toda la UE.

Con el objetivo de evitar un estallido social que podría hacer tambalear los pilares del actual sistema de semiesclavitud, sobre el que se asientan los privilegios multimillonarios de dicha clase dominante, ¿qué mejor solución que crear e impulsar un movimiento de falsa disidencia, que reste influencia y fuerza a otras opciones verdaderamente disidentes, y que pueda ser controlado y dirigido, en el momento preciso, de tal forma que sus reivindicaciones o demandas no supongan un peligro real, sino más bien, todo lo contrario? Y es que esta gente se juega demasiado como para dejar todo en manos de la improvisación, más teniendo en cuenta la posible aparición de opciones políticas verdaderamente populares y disidentes en el panorama actual.

Efectivamente, un movimiento disidente controlado por el propio poder, no sólo serviría para restar influencia y fuerza a los verdaderos movimientos disidentes y progresistas, sino también para promover cambios o falsas reformas, que bajo la apariencia de respuestas a las demandas populares (ya sean de tipo anticapitalistas o socialdemócratas), finalmente, podrían tender la función de reforzar el aparato del Estado capitalista (policía, ejército, parlamento, jueces, medios de comunicación…), para aumentar con ello el grado de explotación capitalista, en beneficio de los grandes grupos financieros, que, en el fondo, es quien realmente controla dicho aparato.

Uno de esos cambios beneficiosos para el propio poder podría ser una más que probable reforma de la actual ley electoral, que presentada bajo la falsa apariencia de una depuración del juego democrático, sólo acabaría reforzando el actual sistema bipartidista. Un sistema mucho más útil que el de partido único, pues, al escenificar la turnicidad de diferentes opciones políticas (que en el fondo defienden los mismos intereses) en la administración del Estado, dando con ello una falsa apariencia democrática, encubre mejor la dictadura ejercida por los verdaderos detentadores del poder, en las sociedades capitalistas, es decir, los susodichos grupos financieros, que son quienes manejan dichas opciones políticas.

Maquiavelo decía en sus Discorsi: “Cuando un enemigo comete un error muy grande, hay que pensar que lo hace para engañarnos” (capítulo 48). En este caso, resulta difícil de creer que el actual Estado capitalista español, con toda su experiencia y con todos sus medios, haya sido capaz de cometer un error tan grande, como el de permitir que un supuesto movimiento popular y disidente, que pretende reducir los privilegios de la clase dominante, en beneficio de una mayoría de oprimidos, adquiriera tanta relevancia como la que ha adquirido, sino no estuviera interesado en que esto sucediese.

Efectivamente, un movimiento disidente controlado por el propio poder, no sólo serviría para restar influencia y fuerza a los verdaderos movimientos disidentes y progresistas, sino también para promover cambios o falsas reformas, que bajo la apariencia de respuestas a las demandas populares (de tipo anticapitalistas o socialdemócratas), finalmente, sólo servirían para reforzar, el aparato del Estado capitalista (policía, ejército, parlamento, jueces, medios de comunicación…), y aumentar con ello el grado de explotación capitalista, en beneficio de los grandes grupos financieros.
25/05/2011 20:25. antimperialista #. CONTROL DE LA OPOSICIÓN Hay 26 comentarios
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Manuel Freytas denuncia la manipulación del movimiento 15M, por parte del poder.
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El artículo de Manuel Freytas: "Ni "revolución de color" ni "revolución árabe", "revolución chip-alienada" de España hacia el mundo", es un sensacional análisis, en el que, usando como herramientas la lógica y el sentido común, desmonta este nuevo montaje de la élite financiera internacional, destinado a bloquear la disidencia y a encauzarla hacia un punto inofensivo para el sistema de explotación capitalista, al mismo tiempo que sirve de válvula de escape al descontento de miles de oprimidos por un orden económico injusto. Además, gracias a este movimiento de disidencia controlada, el stablishment consigue darse un maquillaje de falsa "depuración" democrática, sin sufrir el menor daño y reforzando todas sus estructuras de poder (un ejemplo ha sido el elevado índice de participación en las últimas elecciones autonómicas), al centrarse las demandas de los manifestantes en las superficie y no en la raíz del problema.

Constituye un acto de absoluta ingenuidad, pensar que el aparato de Estado burgués capitalista, hoy en día, con todos los medios de que dispone, iba a consentir, sin ningún tipo de resistencia, y mucho menos promocionar como lo ha hecho a través de sus medios de comunicación de masas, un movimiento ciudadano que pudiera dañar, lo más mínimo, los intereses de la clase dominante ,es decir, los grandes grupos financieros (verdaderos detentadores del poder), si no fuese porque un fenómeno social como éste pudiera proporcionarles algún tipo de beneficio.

Quien lo desee puede seguir pensando, de un modo idílico, que el movimiento 15M es independiente y se encuentra a salvo de toda manipulación por parte de los aparatos del Estado (especialmente de los servicios de inteligencia), pero se estará engañando a sí mismo, pues un mínimo de análisis lógico demuestra lo contrario: Si organizaciones con mucha más tradición, mucho mejor estructuradas y con mejores de defensa, como los sindicatos y partidos obreros han sido históricamente infiltrados y manipulados por los intereses de la clase explotadora, imaginaros lo que pueden llegar a hacer con un movimiento tan frágil como éste.

¿Alguien quiere una solución? Pues la solución es organización, organización y más organización, no movimientos de un más que dudoso origen y desconocidos propósitos. Hay muchos grupos que, desde hace mucho tiempo, llevan trabajando de un modo honesto por la transformación social y ningún medio les ha dado tanta propaganda, ¿por qué? Pues porque estos grupos sí son realmente peligrosos para el sistema; son realmente revolucionarios (partidos y sindicatos obreros minoritarios, asambleas ciudadanas, movimientos estudiantiles, colectivos antiimperialistas, etc...), esa es una de las razones por la que ahora crean este movimiento de disidencia teledirigida, para restar influencia y bloquear a la verdadera disidencia.

Sin más, os invito a disfrutar del sensacional artículo de Manuel Freytas de IAR noticias.

Lo que los medios y analistas del sistema llaman "primavera española" no es nada más que un juego deportivo de alienados jóvenes de las "redes sociales" (a los que se suma la izquierda sin brújula asimilada al sistema) que promueven "protestas populares" desde la Internet casi como un divertimento con catarsis colectiva.

Desde su instrumentación casi orgánica en Medio Oriente y en África con las "revueltas populares" promovidas por la CIA y los servicios aliados, la Internet y los celulares fueron la clave de estas movilizaciones cuyos contenidos y objetivos solo los conocen sus instigadores ocultos.

O sea los beneficiarios encubiertos (servicios de inteligencia y grupos del poder) que los inducen a través de operaciones de acción psicológica principalmente en las "redes sociales". Y que luego se convierten en masivos a través de la difusión a escala global (en vivo y en directo) por las grandes cadenas mediáticas internacionales.

Estos movimientos se definen como "apolíticos". Y en general sus estructuras funcionales no varían en su implementación, salvo sus objetivos que se amoldan de acuerdo a las necesidades locales del país y la sociedad en que se los aplica.

Así lo que en Egipto y en Medio Oriente se conoció y aplicó como "revueltas populares", y en Libia como la "revolución libia", en España se presenta como la "primavera española" o "protesta de los indignados".

Así como en Libia se lo aplicó para crear las condiciones de una intervención militar internacional orientada a derrocar a Kadafi y a poner el petróleo libio en manos del consorcio imperial USA-UE, y en Siria se la aplica para desestabilizar al gobierno aliado de Irán, en España su utilización reconoce difusos objetivos políticos electorales donde el gobierno de Zapatero aparece como el principal perjudicado, y el Partido Popular surge como el principal beneficiario en las urnas.

La estructura movilizadora masiva de las protestas nace de un triple eje convergente e interactivo: Internet (redes sociales), teléfonos celulares (mensajitos de texto) y cadenas mediáticas masivas que los reproducen y los difunden por todo el planeta.

Las "rebeliones" juveniles nacidas de la Internet no plantean ninguna revolución ni cambio de sistema, sino una "profundización de la democracia". No plantean un cambio del sistema y del Estado capitalista, sino que plantean una "depuración democrática" en el cual los partidos políticos abran mayores canales de "participación.

En tiempo y espacio, las "protestas populares" o la "primavera española" son una continuidad "informatizada" superadora de las "revoluciones de color" en los espacios post-soviéticos, o de la "rebeliones budistas" en el sudeste asiático o en el Tibet, destinadas a desestabilizar y/o promover golpes de Estado institucionales contra gobiernos pro-rusos o pro-chinos.

Es decir que forman parte del tablero geopolítico de la "guerra fría" intercapitalista por los mercados y los recursos estratégicos que tiene como protagonistas principales al eje USA-UE, por un lado, y al eje Rusia-China-Irán por el otro.

La creciente movilización y protesta en curso de los "indignados" en España, prueba que estas fórmulas pueden ser exportadas y aplicadas con distintas recetas en cualquier parte del planeta capitalista globalizado.

Y no solamente amenazan con propagarse como un virus por toda Europa, sino que ya constituyen una amenaza potencial y pueden extenderse por las periferias emergentes y subdesarrolladas de Asia, África y América Latina.

A nivel de herramienta movilizadora actúan con parecidas estrategias y tácticas de acción. Lo que varía son los objetivos y las respuestas de los gobiernos. No es lo mismo la respuesta militar duramente represiva en Libia o en Siria, o el "dejar hacer" que por ahora realiza el gobierno español de Zapatero.

http://antimperialista.blogia.com/
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La rebelión de los "apolíticos"

Ni "revolución de color" ni "revolución árabe", "revolución chip-alienada" de España hacia el mundo


(IAR Noticias) 24-Mayo-2011

Como frutilla de la torta de las "revueltas populares" de la CIA en Medio Oriente y África, ahora llega la "revolución de los chip-alienados" de la Internet y los celulares, que se contagia por toda España y amenaza con expandirse como un virus por toda Europa. Y ya se proyecta como una amenaza cierta de contagio por las aéreas subdesarrolladas y emergentes de Asia, África y América Latina. ¿Adónde apunta este nuevo fenómeno?.

Por Manuel Freytas (*)
manuelfreytas@iarnoticias.com
IAR Noticias/

L o que los medios y analistas del sistema llaman "primavera española" no es nada más que un juego deportivo de alienados jóvenes de las "redes sociales" (a los que se suma la izquierda sin brújula asimilada al sistema) que promueven "protestas populares" desde la Internet casi como un divertimento con catarsis colectiva.

Desde su instrumentación casi orgánica en Medio Oriente y en África con las "revueltas populares" promovidas por la CIA y los servicios aliados, la Internet y los celulares fueron la clave de estas movilizaciones cuyos contenidos y objetivos solo los conocen sus instigadores ocultos.

O sea los beneficiarios encubiertos (servicios de inteligencia y grupos del poder) que los inducen a través de operaciones de acción psicológica principalmente en las "redes sociales". Y que luego se convierten en masivos a través de la difusión a escala global (en vivo y en directo) por las grandes cadenas mediáticas internacionales.

Estos movimientos se definen como "apolíticos". Y en general sus estructuras funcionales no varían en su implementación, salvo sus objetivos que se amoldan de acuerdo a las necesidades locales del país y la sociedad en que se los aplica.

Así lo que en Egipto y en Medio Oriente se conoció y aplicó como "revueltas populares", y en Libia como la "revolución libia", en España se presenta como la "primavera española" o "protesta de los indignados".

Así como en Libia se lo aplicó para crear las condiciones de una intervención militar internacional orientada a derrocar a Kadafi y a poner el petróleo libio en manos del consorcio imperial USA-UE, y en Siria se la aplica para desestabilizar al gobierno aliado de Irán, en España su utilización reconoce difusos objetivos políticos electorales donde el gobierno de Zapatero aparece como el principal perjudicado, y el Partido Popular surge como el principal beneficiario en las urnas.

La estructura movilizadora masiva de las protestas nace de un triple eje convergente e interactivo: Internet (redes sociales), teléfonos celulares (mensajitos de texto) y cadenas mediáticas masivas que los reproducen y los difunden por todo el planeta.

Las "rebeliones" juveniles nacidas de la Internet no plantean ninguna revolución ni cambio de sistema, sino una "profundización de la democracia". No plantean un cambio del sistema y del Estado capitalista, sino que plantean una "depuración democrática" en el cual los partidos políticos abran mayores canales de "participación.

En tiempo y espacio, las "protestas populares" o la "primavera española" son una continuidad "informatizada" superadora de las "revoluciones de color" en los espacios post-soviéticos, o de la "rebeliones budistas" en el sudeste asiático o en el Tibet, destinadas a desestabilizar y/o promover golpes de Estado institucionales contra gobiernos pro-rusos o pro-chinos.

Es decir que forman parte del tablero geopolítico de la "guerra fría" intercapitalista por los mercados y los recursos estratégicos que tiene como protagonistas principales al eje USA-UE, por un lado, y al eje Rusia-China-Irán por el otro.

La creciente movilización y protesta en curso de los "indignados" en España, prueba que estas fórmulas pueden ser exportadas y aplicadas con distintas recetas en cualquier parte del planeta capitalista globalizado.

Y no solamente amenazan con propagarse como un virus por toda Europa, sino que ya constituyen una amenaza potencial y pueden extenderse por las periferias emergentes y subdesarrolladas de Asia, África y América Latina.

A nivel de herramienta movilizadora actúan con parecidas estrategias y tácticas de acción. Lo que varía son los objetivos y las respuestas de los gobiernos. No es lo mismo la respuesta militar duramente represiva en Libia o en Siria, o el "dejar hacer" que por ahora realiza el gobierno español de Zapatero.

Obviamente que estos movimientos trabajan y se potencian sobre una realidad y una demanda social básica: El desempleo y los ajustes sociales. Fenómenos que sus lideres organizadores achacan, no a la explotación económica del sistema capitalista, sino a la acción inmoral de los "políticos corruptos".

Sobre este eje irradiante y reduccioncita, los organizadores de las protestas de los "indignados" sacan de escena la responsabilidad del poder económico determinante del accionar de los políticos en la gerenciación del Estado capitalista.

Históricamente, estas herramientas de movilización y protestas masivas como la que está funcionando en España, atacan al "empleado" (los políticos) y preservan los intereses del "patrón" (El Estado y el sistema capitalista), sirviendo funcionalmente como instrumentos de "golpes democráticos-institucionales" por medio de los cuales los grupos del poder local definen su interna electoral y su guerra por el control del gobierno y del mercado interno.

En realidad, la llamada "protesta de los indignados" en España, es una actualización aggiornada y en otra etapa (con un salto cualitativo informático) del "Cacerolazo" que derrocó institucionalmente a Fernando de la Rúa en Argentina, y de la "rebelión de los jóvenes" que derrocó de la misma manera a Lucio Gutiérrez en Ecuador.

Ni siquiera puede compararse con el "mayo francés generacional" de la Guerra Fría, sino que repite metodologías operativas orientadas a resolver (regular) luchas internas por el poder entre los grupos económicos que controlan y financian la operatividad del sistema político corrompido por las prácticas de las "coimas".

Claramente (y repitiendo el concepto) la protesta de los "indignados" en España no apunta al sistema capitalista (bancos y empresas controladoras del mercado) sino al stablishment político gerencial del Estado capitalista (la corporación política) .

De esta manera (y como ya sucedió con el "que se vayan todos" en América Latina) se busca sustituir piezas operativas desgastadas (los políticos) por otras piezas renovadas y legitimadas como expresión representativa de la "revolución democrática" emergente de las "protestas populares".

Y a la vez sirven como válvula de escape social a las tensiones generadas por la desocupación y los ajustes salvajes de los gobiernos capitalistas.

De esta manera, se cambia el títere pero no el titiritero. Y el sistema continúa bajo la falsa apariencia de una "purificación democrática", mientras siguen funcionando los mismos "programas" trasnacionales económicos, políticos y sociales nivelados tanto para los países centrales, periféricos o subdesarrollados.

Continúa el mismo sistema de explotación capitalista que genera a diario hambruna mundial, masacres militares por la conquista de mercados, ajustes salvajes y desempleo para regular y mantener en pie la rentabilidad capitalista y la concentración de riqueza en pocas manos.

El movimiento de los "indignados" naciente en España no propone cambiar la realidad estructural concreta de la explotación capitalista (El Estado capitalista y su contenido programático), sino cambiar las formas de la convivencia política y depurar las prácticas corruptas de los políticos (sólo la cara gerencial del Estado capitalista).

En resumen, ni "revolución socialista", ni "revolución de color, ni "revolución árabe": "revolución democrática" implementada por los "chip-alienados" de la Internet y de los celulares que confunden las formas con el contenido.

Sólo un cambio de maquillaje para que el sistema continúe (sin enemigos reales) desarrollando a nivel local e internacional sus negocios y sus guerras intercapitalistas por la conquista de mercados y de recursos estratégicos.

http://www.iarnoticias.com/2011/secciones/contrainformacion/0036_protesta_indignados_21mayo2011.html

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