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El XTERRA Basque Country será Campeonato de Euskadi de Triatlón Cross
13 febrero, 2015/en Noticias /por XTERRA Spain
La prueba PRO del XTERRA Basque Country albergará Campeonato de Euskadi de Triatlón Cross, según el acuerdo cerrado entre el organizador de la prueba, el CD Fortuna; XTERRA Spain y la Federación de Euskadi de Triatlón. Así, la tercera carrera del Spain Tour 2015, que se celebrará el próximo 21 de junio servirá para dirimir al campeón autonómico de triatlón cross.
La T1 se situará en los alrededores del Embalse de Urkulu. De ahí, el recorrido en bicicleta de montaña llevará a los corredores hasta el Santuario de Arantzazu, lugar donde estará ubicada la T2 y la meta. El segmento ciclista acumula más de 1.800 metros de desnivel positivo, mientras que en la carrera a pie se superan los 600.
Debagoiena (Alto Deba) es la comarca Gipuzkoana en la que se desarrolla el XTERRA Basque Country 2015. Se ubica íntegramente en el parque natural Aizkorri-Aratz, en referencia al macizo montañoso que domina la zona y cuyo punto de altitud máxima es el pico Aitxuri de 1.551 metros.
El enclave montañoso está caracterizado por un paisaje kárstico de relieve abrupto donde se combinan los prados de alta montaña y los bosques de hayedos. En el centro del lugar se sitúa el Santuario de Arantzazu muestra del arte contemporáneo vasco, con obras de artistas como Jorge Oteiza y Eduardo Chillida. Todo ello reúne las características para que el desarrollo del XTERRA Basque Country Tour sea espectacular.
http://xterraspain.es/el-xterra-basque-country-tour-sera-campeonato-de-euskadi-de-triatlon-cross/
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La Vuelta a España 2015 tendrá finalmente una carrera femenina en Madrid, previa a la última etapa de la ronda. La Course by La Vuelta, con el pelotón femenino rodarà el próximo 13 de septiembre por el céntrico Paseo de la Castellana en Madrid.
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.-..-.-.-.-.-.dònde esconden los radares, detràs de las señales en un tùnel en madrid
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Transiciones, tu podcast semanal de triatlón 0
BY TRIATLETASENRED ON FEBRUARY 13, 2015
La radio es sinónimo de dinamismo, actualidad e información. El 13 de febrero es el Día Mundial de la Radio, día ideal para el nacimiento de Transiciones, tu podcast semanal de triatlón de Triatletas en Red y el diario Sport. Un proyecto concebido con el objetivo de mantener informado a cualquier apasionado del triatlón. Toda la actualidad del fin de semana, las mejores entrevistas y los consejos para populares en media hora y con un formato atractivo y dinámico.
El diario Sport brinda su estudio de radio para poder poner en marcha una iniciativa novedosa en el triatlón. El programa, de 30 minutos de duración, estará dirigido y presentado por Pablo Bosch y Gonzalo Marchena y contará con la colaboración habitual de David Giménez, Nuria Guirado y Laura Jiménez, que aportarán sus conocimientos y darán el toque femenino al programa. El equipo también estará integrado por Carlos Villarín y Albert Espín. “Transiciones” quiere ser un espacio para todos aquellos amantes del triatlón que se quieran poner al día de la actualidad de nuestro deporte en media hora. Además, con el formato podcast permitirá disfrutarlo donde y cuando se quiera, incluso saliendo a correr” afirma Pablo Bosch, una de las cabezas visibles del proyecto, que arrancará el próximo 24 de febrero.
Desde Triatletas en Red estamos muy orgullosos de apadrinar una iniciativa novedosa y que es hoy aún más relevante en el Día Mundial de la Radio. ¡Estos días desvelaremos más novedades!
http://triatletasenred.com/en-red/transiciones-tu-podcast-semanal-de-triatlon/
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Cicloturista san vicente raspeig 25 de abril
8:30 am - 2300 m. de desnivel - 138 Km.
En Cicloboxes no nos cansamos de aportar nuestro grano de arena al ciclismo, esta vez con la creación de una nueva marcha cicloturista. Nace la "I Cicloturista Velo-Sport" deseando que sea la primera de muchas más ediciones. Hemos propuesto un recorrido duro de inicio con la subida al Monnegre, y más llevadero desde el ecuador de la prueba por las zonas menos conocidas de la montaña alicantina. Estamos seguros de que estos puertos y parajes, os cautivarán. La carretera os espera ciclistas.
Inscripción a través de Chiplevante
http://www.chiplevante.net/2015MCVELOSPORT/index.asp
o en la tienda Cicloboxes.
http://www.cicloboxes.es/tiendas-de-bicicletas/alicante__1002
Precio 30€ Federados, 35€ no Federados. Para socios del CC Cicloboxes 20€ Federados, 25€ no Federados, sujeto a condiciones. Incluye maillot conmemorativo
y bolsa con regalos (proximamente se detallarán). Se donará 1€ por inscripción para colaborar con #RettoPrincesas.
http://www.cicloturistavelo-sport.es/#post-SíndromedeRett
http://www.cicloturistavelo-sport.es/
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Giromagny Enduro Team
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V Marcha BTT Xixona 2015
12 FEB
La línea de salida está lejos de casa, muy lejos, más de un centenar de kilómetros. En estas mañanas, en las que he de despertar yo al mismísimo despertador por lo temprano que es todo acontece de forma pausada, casi sonámbulo podría contaros. Me arrastro por el pasillo de la planta alta de casa, con el batín a medio abrir, el cinturón arrastrando por el terrazo, el cepillo de dientes en la comisura de la boca, y sin saber porqué, acariciándome el cogote cada dos por tres.
La gran diatriba conmigo mismo es ver que ropa voy a utilizar para la carrera. A estas horas hace un frío de mil demonios y estoy en la Murcia cálida, intento imaginarme la montaña de Xixona, a más de mil metros sobre el nivel del mar, encajada en el que sus primeros pobladores de la Edad del Bronce llamaron Uxonig (valle de hierro). Ha de estar asustado el mercurio de los termómetros, segurísimo. Pero… sé que una vez nuestro reluciente sol levantino comience a envolvernos y a calentarnos con sus haces de luz dorados, la ropa comenzará a sobrar y se nos perlará la frente de sudor.
Elijo un conjunto largo pero bajo la chaquetilla sólo voy a vestir una camiseta fina de máxima transpiración, cubre botas pequeños, una bufanda fina y guantes “wind stop”. Considero que va a ser una elección eficaz. El evento no creo que me conlleve más de dos horas de actividad, si llego al punto de sentirme acalorado será por poco tiempo. En circunstancias normales os habría lanzado el reto de hacer la ruta en menos de dos horas, pero durante toda esta semana he estado haciendo lo que jamás se debería.
En el gimnasio hubo una sesión de piernas dirigida por Fran Ortín, que… aún me duelen. Con la bici de carretera me perdí el lunes y también hubo jarabe para la tos. Y mi Epic, mi amada, ha trabajado jueves, viernes y sábado de forma ininterrumpida, haciendo tiradas con muchos kilómetros de terrenos abruptos y escarpados. Resumiendo, voy vacío, sé que no voy a tener ningún problema en finalizar el evento en buenas condiciones, pero no al ritmo que a mí me hubiese gustado, todo no se puede llevar a cabo, dice el refrán: “quién mucho abarca… poco aprieta”. Ha sido una semana de compromisos con amigos, a los que no podía dejar en la estacada con el pretexto de que el domingo hay carrera, pues siempre he sido partidario de no abandonar la diversión sobre ruedas, y si me he de ver obligado a privarme de la compañía de mis amigos, la cosa no va bien.
Imagino que a vosotros os pasará también, programamos el gps del teléfono, conducimos por la autovía sin lugar a pérdida y cuando desaparece la señal del satélite creemos que en cualquier momento nos vamos a perder. Decido apagarlo, menudo tostón, cuando comience a subir el puerto que lleva a la población de Sexona, cómo se la conocía en la era de dominación musulmana, seguro que veré coches cargados de bicicletas que me llevarán directo al punto de reunión.
Abro la puerta y el frío me ultra congela. Creo que es un frío azul oscuro si hubiese que ponerle un color. Bajo una buena chaqueta de neopreno me encamino al punto de entrega de dorsales y la tan anhelada bolsa del corredor, en la que está incluida la jalea de membrillo que tantas ganas tengo de probar, junto a un chaleco corta vientos, pastillita de turrón, una bufandita fina y un folleto turístico de Jijona. Somos una marea de alegres paseantes que suben y bajan por la cuesta de salida. Hormiguitas que sin la dirección de nadie saben a donde han de ir cada una de ellas y lo que han de hacer en cada momento.
Coloco el dorsal en la bicicleta, la reviso de forma pausada, y comienzo a pertrecharme. Bufanda, cubre botas que me aíslen del viento frío de la montaña, herramientas, cámara y bomba en los bolsillos traseros. En estas lides me doy cuenta de que me he dejado en casa las barritas, geles y los bidones de agua. Este despiste me ha hecho subir un par de grados la temperatura, si cabe, pues a estas alturas y a estas horas no hay donde poder abastecerme de lo que adolezco. Pero la mente del “viajero incansable” me dice rápidamente que no me preocupe, en muchas marchas maratón he pasado más horas sin echarme nada al coleto, hoy que toca un paseo montaraz no vas a necesitar nada, además están los puntos de avituallamiento en los que me consta hay de todo y en cantidad para todos.
Se me acerca Rubén, viejo compañero de ruta por la sierra de La Pila. Ilicitano de pro y murciano de casamiento. Nos ponemos al día con simpatía y nos citamos para vernos por la montaña en breve, y continuamos con nuestros quehaceres previos a la carrera. Frente a mi furgo, tengo otra rotulada de la siguiente guisa: “Frutería la Huerta”. Es en la que viene Tutti Fruti, un alicantino al que conozco en las redes sociales, y al que me gustaría estrechar la mano en persona. Llamo a Robert, a él si que quiero verle, es mi paladín favorito para el día de hoy. Ya tenemos muchas sendas en común y hoy no van a ser menos. No consigo que me atienda la llamada telefónica, así que me voy a la zona de salida para colocarme en posición. ¡Et Voila! Se me acerca un sonriente ciclista amarillento, y tras unas oscuras gafas se esconde Mr. Rulos, Robert.
No dejo de otear en derredor, hay gente a la que también quiero ver. Luis Gómez, a quién conocí en la Carthago Mtb Desastre Total. Al bueno de Pepe Rush tampoco consigo ubicarlo, seguro que ya está colocado en algún estratégico lugar del recorrido para poder dispararnos con sus cámaras fotográficas e inmortalizar nuestro paso por estos predios que antaño fueron frontera entre los gloriosos reinos de Castilla y Aragón.
Nos colocan en dos cajones de salida bien diferenciados, primeramente van a salir todos aquellos que están adscritos al circuito de montañas alicantinas, y tras ellos, a unos metros de separación los que únicamente vamos a disputar la prueba de hoy.
Comienza la fiesta y tras la primera pedalada ya noto los muslos cargadísimos, preveo una fuerte marea de sensaciones dolorosas en el breve recorrido que me depara el evento.
Robert se infiltra en las líneas enemigas y se adelanta, yo ni quiero ni posiblemente pudiese, marcar un ritmo más alto del que llevo. Voy avanzando pero de forma paulatina y pausada, no es día de arrebatos. El amarillento casco de mi compañero se aleja cada vez más en esta riada de mujeres y hombres que guardan la ilusión de la mañana en cada golpe de aliento.
Nueve kilómetros de subida, nada más empezar, asfalto puro. Hoy no me voy a quejar, rodar por carretera me hace ser constante en la cadencia y voy entrando en calor, tanto física cómo anímicamente.
Al sentir el polvoriento tacto de los caminos, casi me hacen poner mis suelas en contacto con el suelo. Un tapón, un pequeño repecho hace que muchos ciclistas se agolpen y se bajen de sus monturas. Yo voy a resistirme y poco a poco, cual funambulesco espécimen me mantengo sobre la bici, esperando una brecha por la que poder acelerar y deshacer el nudo que me intenta atrapar. Así es, a la izquierda comienzan a dejar hueco, me levanto del sillín y de un fuerte empellón me como el desnivel del tramo.
Voy muy cómodo, los caminos son preciosos, llenos de irregularidades, grietas, raíces desgreñadas que surgen desde lo más profundo del terruño. Discurro por las entrañas de un bosque mediterráneo. Los colores, texturas, árboles y panorámicas me son muy familiares, perfectamente podría pensar que estoy atravesando el Valle de Ricote. Es un lujazo sentir el olor a pino, ver las enormes carrascas que se retuercen entre los collados. Al tiempo voy adelantando posiciones y también siendo rebasado por auténticos cohetes a reacción. Sé que podría ir a mucha más velocidad, este tipo de terreno es el mío, en el que entreno a diario, en donde no hay llanos, dónde una cuesta da paso a otra, subiendo y bajando, conformando lo que conocemos como un rompe piernas. No es el día, así es que a disfrutar de las vistas y del pedaleo cómodo.
En las bajadas observo que la gente es muy cautelosa, momento en el que gozo abandonándome a los caprichos de la gravedad, dejando que el conjunto simbiótico hombre-máquina descienda buscando por donde hallar más disfrute y obligue a la bieleta de la suspensión trasera a ganarse el sueldo con esfuerzo.
Poco a poco, las vistas van siendo más amplias, los metros de altitud se hacen patentes, ante mí tengo una preciosa comarca sembrada de montañas y con la franja recortada del mar al fondo, es un momento de lo más bucólico, casi podría sentirlo como pastoril si llevase un zurrón con queso, vino y un pequeño rebaño a mis espaldas. Esta energía es la que me alimenta y hace que no ceje en mi afán de descubrir lugares nuevos a lomos de mi bicicleta, sea en competición o siguiendo a muchos de mis amigos por sus comarcas.
Elevaciones del terreno que superan los veinte grados de desnivel hacen que me encomiende a Santa Bárbara, que a buen seguro me estará escuchando desde su ermita. No tengo las piernas para estos ajetreos, descuelgo la cadena al plato pequeño y me lo tomo con calma, mi musculatura me lo agradece, no son las piernas de correr las que me he traído hoy, son las de repuesto.
Gente por todas partes, delante, a mis flancos, detrás empujando fuerte, en los caminos animando, es como si estuviese entre las huestes de Pedro IV el Ceremonioso cuando se propuso arrebatar las tierras de Jijona a Pedro I el Cruel. Por unos instantes divago pensando como serían estos lares en aquellas épocas, cuando se conferían los tratamientos y títulos de villas reales a poblaciones como está, valientes, guerreras y aguerridas. Dichoso siglo XIV, cuan duro hubo de ser vivirlo con tanta contienda. Pero a la fuerza me tengo que espabilar, pues las sendas amontonan curvas y caprichos técnicos muy divertidos y no es plan de dormirse.
Repentinamente, la marea multicolor se estanca, un embotellamiento. Hay una entrada tupida al pinar y una pelotera de ciclistas plantados mirando. Estas situaciones siempre me parecen de lo más tontas, la gente se queda charlando sobre el parón y no hacen nada, sólo hablan y hablan, parecen comadres en la salita de espera de una consulta médica. Me resisto a ser otra oveja boba del rebaño, aferro mi cuadro de carbono, me salgo del camino y pisando matojos como el que va pisando charcos y adelanto hasta donde puedo. Justo a mitad de mi travesía a pie escucho a voces: “¡eh! ¡el de naranja!”, con una mirada de esas que funden el acero bávaro me giro y enfoco al interlocutor que me apremia lenguarazmente, pero instantáneamente veo que es Roberto, sonriente, con cara de duende travieso, y burlonamente le digo que se vaya a la m… entre risotadas.
Me llega el turno, es como cuando estás en un parque acuático y llega el momento de lanzarse por el tobogán al vacío. Se trata de una senda estrecha, muy algaida en algunos tramos, con escaloncitos de piedra muy divertidos de negociar con raíces revoltosas. Nada del otro mundo, es sorprendente que la gente se baje de la bici en un lugar como este. Dejo distancia con mi antecesor y disfruto la bajada.
La tónica es un sube y baja constante. El sol está alto, buscando su cénit en la bóveda celeste. La chaqueta va empapada, el pulso más alto de lo normal, me quito la bufanda y hasta los guantes me sobran. La mañana es un escándalo, dulce, luminosa, límpida, llena de matices que la hacen mágica, los brillos de luz entre los pinares confieren un halo encantador a estas manchas espesas de pinar.
Me encantan los tramos en los que la senda se oculta bajo la tupida manta de arbustos y espartos, es divertidísimo ir pedaleando y escrutando al mismo tiempo con la mirada por donde hay que ir encauzando la rueda delantera. Coqueteos de manillar, pequeños obstáculos que sortear de forma inmediata. Persiguiendo a la rueda del que va delante, y sintiendo el crepitar del neumático que me persigue. Estas comitivas en fila india son rápidas e interesantes, es cómo si todos nos moviésemos al unísono cómo si conformásemos un individuo entre todos, desapareciendo la noción de individualidad, pues si yo giro quien me persigue gira idénticamente, y yo, como si en un espejo me reflejase voy leyendo los movimientos del ciclista que llevo frente a mí.
En un buen costarrón me encuentro al bueno de Luis Gómez, va congestionado, saturado de mocos, con la respiración macilenta y entrecortada, el hombre va dando todo lo que tiene, va en reserva, pero está ahí luchando, esa es la magia de este deporte, la gente lo da todo, hasta lo que no tiene algunas veces. Nos saludamos brevemente, yo sigo a mi ritmo y me alejo, ya nos veremos al acabar y tendremos tiempo de ponernos al tanto de nuestros cotilleos.
No me siento mal, tan sólo no puedo apretar mis piernas como de costumbre y el ritmo hoy es de crucero, piloto automático. Me estoy divirtiendo bastante, el recorrido es muy ameno, nada exigente, únicamente tiene algunos tramos con un desnivel ascendente algo descarado que nos obliga a coquetear con la tentación de bajarnos y continuar andando, pero amigos, Sincrolador, en estos momentos se crece, así que con un fuego interior que me carboniza toda la musculatura de mis piernas, afronto el tramo con 29% de pendiente y al coronar el efímero momento me siento triunfal, con el cuello palpitante y las rodillas presentando su dimisión, pero satisfecho de haber coronado esta mini cima.
Último tercio de carrera, ya vamos cuesta abajo. En cada cruce nos alientan comentando la distancia que falta hasta la meta, haciéndonos saber que no hay ninguna subida exigente pendiente, que a partir de este momento todo es diversión y rock and roll.
Efectivamente, los últimos kilómetros son una consecución de toboganes, zonas de vaguadas rotas y quebradas, caminos rápidos que nos alientan, un compendio de todo lo que se necesita para llegar al final del recorrido con una sonrisa de oreja a oreja, incluso tenemos que subir unos amplios peldaños de madera y gravilla.
La entrada a meta es cuesta abajo y por la misma avenida por la que arrancamos, voy solo, sin compañía, me cierro la chaqueta, me recompongo y erguido sobre el sillín, sin apoyarme en el manillar entro bajo el arco triunfal, relajado, cómodo, muy satisfecho.
Ha sido una mañana fantástica a pesar de los pormenores que os he relatado en el inicio, y mi espeso estado de forma física, pero como a estas batallas vengo a divertirme pues nunca subiré al cajón de podio, me siento satisfecho y lleno de energía.
Tras la ducha, me reúno con mucha gente: Rubén, Roberto, Luis, Pato, algunos Potencias, Pepe Rush, Luis Candela “Gento”, etc.. etc… disculpad si me he dejado a alguien en el tintero, la culpa es de esos hombres que servían cerveza tan alegremente, jejeje…
A la organización del evento quiero transmitirle mi más sincera enhorabuena, no he sentido en ningún momento que algo fuese motivo de crítica negativa, al contrario, todo estaba cariñosamente planeado para que disfrutásemos. La señalización ha sido perfecta, el voluntariado impecable, los avituallamientos fantásticos. Las duchas, el ágape, la guardería de bicicletas, en fin… todo me resultó de sumo agrado. ¡ENHORABUENA!
A mis amigos, os mando un fuerte abrazo a todos, y os emplazo a la siguiente aventurilla.
Especial mención a Pepe Rush, quien cómo es habitual ha sabido inmortalizarnos con su particular visión del fotografo deportivo. Gracias a ti también Pepe.
¡Hasta la próxima!
https://chorques.wordpress.com/2015/02/12/v-marcha-btt-xixona-2015/
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