sábado, noviembre 26, 2016

Su mujer le dispara por la espalda y él entra en prisiòn



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27 NOV 33 Mediomaratón y 10Km de Benidorm
Domingo | 10:00

04 DIC 14 Volta a Peu Alicante
Domingo | 10:30

06 DIC II Carrera Solidaria Fundación Terra Mítica
Martes | 10:00

08 DIC II Cross Trail Solidario Ermita del Moralet
Jueves | 10:00

11 DIC V 5K 10K Carrera de Navidad Sant Joan D´Alacant
Domingo | 10:00

18 DIC VII San Silvestre de Benidorm
Domingo | 10:00

23 DIC X San Silvestre de la Nucia
Viernes | 20:00

27 DIC IX San Silvestre de Villa de Altea
Martes | 20:00

30 DIC II San Silvestre La Vila Joiosa
Viernes | 20:00

http://www.grupobrotons.es

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CRÓNICA(Y por qué ella ya está en la cárcel y yo entro en unos días)
Por qué mi mujer motera se vistió de ninja y me pegó dos tiros...


Carmen es una apasionada de las motos potentes, las cremas de belleza y los vestidos
La tragedia de Luis Antonio, vendedor de la Once al que su esposa quiso matar oculta tras ropas negras.
Cómo los dos terminaron condenados a prisión
PACO REGO@PacoRego
24/11/2016 03:13El hombre que se sienta enfrente va a entrar en la cárcel. Es un tipo alto, guapote, el pelo negro brillante y peinado hacia atrás. Llega caminando sobre dos muletas. Le falta la pierna derecha entera, recuerdo de un sarcoma que padeció a los 10 años. Ahora tiene 52 y arrastra una condena pendiente que, según él, no termina de comprender. "¿Por qué a mí?", repite una y otra vez en su encuentro con 'Crónica'. Le quedan 10 días de libertad. Parece consumido. Enseña una cruz blanca que lleva colgada debajo de la camisa azul, a juego con la cazadora. Es su otra muleta, la que no se ve, esa que de verdad lo sostiene. Un regalo de aquella adolescencia enferma. La besa dos veces. Por primera vez esboza una tibia sonrisa. Es otro... Al rato, su rostro vuelve a la penumbra. Al hombre destruido.

Pide que le traigan un café solo bien cargado. -¿Qué tal ha ido el día?-Horrible... Esto es horrible...En el largo silencio que viene después, Luis Antonio se lleva las dos manos a los ojos. Se le han humedecido en un parpadeo. Los seca. Habla al aire. Para sí mismo. A veces hay que acercarse y afinar el oído para poder escuchar el relato en blanco y negro. Y suelta:-Sigo viendo aquella cara, cuando le quité el antifaz y la vi... Dios mío... Lo siento, no puedo...Los recuerdos y la cercanía de la cárcel (si nada lo remedia, entrará el 1 de diciembre), y las ocho horas pasadas a la intemperie a la puerta de un supermercado de Madrid donde vende a diario cupones de la Once, su único medio de vida, poco a poco lo van minando. Da la impresión de que está a punto de perder las pocas fuerzas que le quedan. -Al descubrirle la cara y ver que era su esposa, ¿Le dijo algo?-¿Por qué, Carmen? ¿Por qué lo hiciste?... Nada más.

Ella, desmayada y en brazos de su marido, tenía una bala alojada en el vientre. Él, con otra bala gemela incrustada en mitad de la espalda, a milímetros de la columna vertebral. Ambas, del calibre 22, disparadas con el mismo revólver. Primero apretó el gatillo Carmen, por detrás, apuntando a la espalda de su esposo. Luis, al vientre de su mujer, tras arrebatarle el arma, concluyó el juez. Eran casi las siete de la mañana. Y en el garaje de la casa, donde todo ocurrió, no había luz.

Podría ser un remedo de Sr. y Sra. Smith, donde un matrimonio, tan normal y tan monótono como la urbanización que les rodea, intenta poner fin a sus vidas disparándose mutuamente. Pero esta no es una historia de actores. Ni Luis es Brad Pitt (John en la película), ni Carmen, Angelina Jolie (Jane Smith). Esta es una historia mucho más cercana y real que la rodada en Bogotá.

Ocurrió en Valdemorillo, a 13 kilómetros de El Escorial (Madrid). Ella se disfrazó "de ninja", cargó nueve balas en un revólver, bloqueó el mando de la puerta del garaje de la casa familiar y esperó a que su esposo levantara la puerta para salir con su coche de minusválido. Entonces le disparó dos veces por la espalda. Fue así, en la oscuridad del garaje familiar, como Luis Antonio Hiniesto Santos (52) y María del Carmen Hormigos Corral (55) firmaron a tiros el final de 26 años de matrimonio y dos hijos. Ella, ama de casa, "con la intención de atentar contra la vida de su marido", según el magistrado que los juzgó. Después él "se volvió hacia María del Carmen y logró arrebatarle el arma. Y, también con la intención de acabar con su vida, le disparó en el vientre" (extremo que nunca ha admitido el esposo).

La primera sentencia, a cargo de la Audiencia Provincial de Madrid, condenó a cada uno a ocho años y medio de prisión. "No se tuvieron en cuenta detalles importantes", esgrimen los letrados del bufete Gómez-Chaparro, que defendieron a Luis. Y, en parte, el Tribunal Supremo, tras revisar el caso, así lo estima. Mantiene que es el autor de "un delito de homicidio en grado de tentativa", pero le aplica la eximente incompleta de legítima defensa y le retira la agravante de parentesco. Pues al ir totalmente tapada, Luis no sabía que la persona -"vestida como un ninja", la recuerda- que le disparaba era su propia esposa. Cinco años menos de cárcel para él sentenció el Supremo. En total, tres y medio de pena, rubricó con su firma el magistrado José Manuel Maza Martín, poco antes de ser llamado por Rajoy para ocupar el puesto de Fiscal General del Estado en el Gobierno que el jueves iniciaba oficialmente la nueva legislatura. No así a la esposa, a quien el Alto Tribunal desestimó el recurso y mantiene la condena como "autora responsable de un delito de asesinato en grado de tentativa y de un delito de tenencia de armas prohibidas".

Marido y mujer, padres de dos hijos ya mayores e independientes, condenados por intentar matarse mutuamente. Carmen entró en prisión el pasado 5 de noviembre. Luis, con fecha marcada, está a la espera. -Prefiero el dolor del sarcoma que me ha acompañado toda la vida al dolor que siento ahora --se sincera Luis Antonio mientras da el último sorbo al café.-¿Se refiere a ir a la cárcel?-A todo esto... Hay veces que a uno se le pasan ideas muy malas por la cabeza, ¿entiende usted?, ideas desesperadas...-¿Como quitarse de en medio, quiere decir?(...)

En la urbanización Puente de la Sierra, en Valdemorillo, no había despuntado el día cuando Luis se estaba colocando la pierna ortopédica. Confiesa que es un hombre metódico, de costumbres, y aquella mañana del 30 de marzo de 2011 hizo lo que siempre. Bajó por la cocina al garaje de su adosado y pulsó el interruptor de la luz. Al ver que no funcionaba, apretó el mando a distancia de la puerta buscando la poca claridad del nuevo día. Pero tampoco le funcionó. "En ese momento no pensé en nada malo", dice él. Ni unos pasos, ni un ruido, siquiera el eco de una respiración acelerada. Nada escuchó el hombre. Se fue derecho hacia el portón para levantarlo a mano. Y de espaldas, totalmente a oscuras, sintió al tiempo un disparo y que la espalda se la abría.

Alguien vestido a lo ninja estaba detrás. Y Luis, doblado por el impacto, empezó a escribir su desgracia.No era un ladrón, como él creyó al principio, sino su esposa, como descubriría al poco, una mujer rubia y atractiva, amante de las motos de gran cilindrada, las cremas de belleza y la ropa. Una mujer, según él, a la que su marido quería. Una esposa con carácter que sin embargo, tras lo ocurrido declaró que Luis "llevaba 20 años maltratándola psicológicamente -cita literal recogida en la sentencia que la condenó- porque la abogada le manifestó que lo dijera si no quería entrar en la cárcel".

Carmen, a tenor del relato de los hechos, parecía un ninja. Iba con mallas negras, anorak, gorro de baño ceñido, la cara tapada con una especie de pasamontañas (en realidad, la manga de un jersey de lana), guantes de algodón y, por encima, otros de látex. El revólver, que también la condena, era de fogueo, manipulado para disparar balas reales. Una alcanzó de lleno a Luis (aún la lleva alojada junto a la columna vertebral) y otra le perforó un lado de la bufanda que llevaba al cuello. Se salvó por milímetros. Su versión: "Me acerqué la persona que me disparaba y, con mi mano izquierda, pude sujetarle la mano, la derecha, con la que agarraba el revólver. Y en el forcejeo se disparó.

No lo hice yo... Instintivamente le quité aquel antifaz y vi que era Carmen, me quedé helado. ¿Por qué?, le dije. Y pedí ayuda por teléfono".-¿Tiene alguna respuesta a ese inquietante por qué?-Prefiero guardarla para mí. Nos divorciamos, ella está donde está y a mi me quedan horas. Ahora la lucha de su abogado es retrasar un mes su encarcelamiento. De lo contrario, el vendedor de cupones perdería la jubilación (al no haber cotizado los últimos 15 años ininterrumpidamente) de 30 años en la Once. -Ella no pudo matarme. Pero yo... estoy muerto.



http://www.elmundo.es/cronica/2016/11/24/582f50f7e2704ed01c8b45a3.html

la mujer ha cometido un delito de asesinato (actuó con alevosía, premeditación, bajo la circunstancia de parentesco), en grado de tentativa (finalmente no consiguió matarlo). Así que ha cometido una tentativa de asesinato. El hombre se ha defendido, le acusan de tentativa de homicidio (no asesinato) sin admitir la eximente de legítima defensa (que, conforme a lo expuesto en la noticia, es más que evidente) y la atenuante de reparación del daño y confesión del hecho (llamó a una ambulancia y dio parte del hecho).

Ahora la lucha de su abogado es retrasar un mes su encarcelamiento. De lo contrario, el vendedor de cupones perdería la jubilación (al no haber cotizado los últimos 15 años ininterrumpida- mente) de 30 años en la Once."" La ley dice que es necesario haber cotizado 2 años dentro de los ultimos 15.


La Sentencia lo dice todo, el arma era de ella, disparo ella primero, ella iba encapuchada, el se defendió herido y cojo. Ella no le intenta matar fruto de una locura, ni se suicida, ni se entrega, va vestida de Ninja. La basta declarar maltrato psicológico, algo que ha servido para absolver a otras que habían acuchillado a sus maridos. Se admite el testimonio de una asesina y su maromo. Pero luego reconoce que era falso, algo que debería sobrar porque ya lo sabíamos. Esta mujer estaba mal informada. Si en vez de disfrazarse, hubiera ido a denunciar maltrato, con su maromo de testigo, hubiera logrado mas, sin arriesgarse, él hubiera sido encarcelado, estaría en la nomina de maltratadores, le habría sacado de la casa, le habría destruido y se lo hubieran sujetado nuestras autoridades para que ella dispare sin miedo.


Si llega a ser al revés y el "ninja" es el hombre, incluso si lo mata, a ella la absuelven por defensa propia, nos lo ponen en todos los telediarios durante 15 min. y las feministas la beatifica como heroína y mártir. Y si sobrevive, al hombre le caen no menos de 20 años y lo crucifican en los medios como si fuera "Artapalo". Todo gracias a ZP y su ley de 2004, gracias al TC que ha liquidado el art 14 y a jueces y fiscales que aplican este bodrio. Nos guste o no en estos temas (agresiones verbales o físicas y homicidios) hay un CP para hombres y otro para mujeres, como hubo en la Alemania de los 30 para judíos​/arios o en la Alabama de los 50 para negros​/blancos.

Esta mal explicado en parte, la mujer al parecer se echo un amante, y decidieron quitar a este señor de por medio. Después de todo el follon (que es como lo explican) el amante se persono como "amigo de la familia" cuando no conocia al hombre este, y corroboro la historia que contaba la mujer de maltratos. Al parecer la mujer dijo que la maltrataba porque su abogada le dijo que mintiese, y segun la ley, voila el culpable es el hombre. La mujer incluso se ha retractado y ha dicho que él siempre ha sido un marido perfecto. Pero eso ya da igual.

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