domingo, agosto 27, 2006

LA LIEBRE Y LA TORTUGA ( ladrillo didàctico)


LA LIEBRE Y LA TORTUGA ( ladrillo didàctico)
Después de los últimos acontecimientos , mi enfermedad de esta semana cistitis (infecciòn urinaria) incluída debido al tri de cuenca , nataciòn en la playa y el
estado de forma del king despuès de sus problemas , me perdì el entrenamiento en la sombra del jueves en alcobendas
porque tenìa unas dècimas de fiebre y enviè un correo al grupo ciclista en el que manifestaba mi intenciòn de realizar
la vuelta corta al valle del mediano y ademàs hacerlo a un ritmo de tortuga.
El sàbado de camino a manzanares el real veo que vienen por la carretera javi abengòzar y su cuñaaaaaao y les pito
ligeramente , son las 9 menos 10, estamos a 4km del pueblo y me digo a mì mismo que van a llegar a tiempo, claro ya
han hecho esta operación de salir de soto muchas màs veces y la tienen controlada.
Javi foto proponìa salir desde aùn màs lejos y venir por el carril bici para que al final los km en el dìa fueran
los 88 del pròximo mmaammootthh por parejas y asì poder entrenar su c. con perdòn a la distancia.
El grueso del pelotòn van a subir al puerto de la morcuera que ya es suficiente penitencia y lo van a hacer a ritmo de liebre.
Yo tengo la cara pintada como un maorì, es la tintura tipo yodo de la raíz de ruibarbo que utilizo para quemar los ataques del herpes
labial que aprovechando mi debilidad me ha "mordido" en varios ataques todo el alrededor de la boca.
Ademàs para no coger frìo a pesar de que es agosto y hace un buen dìa, llevo la chaqueta tèrmica. He sudado mucho durante la semana
con fiebres hasta de 39 grados y tengo que cuidar mucho la situaciòn.Javi abengòzar me dice que a donde voy asì vestido
que es agosto...!
Ademàs llevo el camelback y un pañuelo de cabeza buff de invierno, parezco un cromo.
El king està impaciente y va saludando a la concurrencia .kike, juliàn, bravo,david,jose barrio,paquete oscar que se va de vacaciones
al pais vasco,padre hans, pablo sobrino, muchìsimos para ser un fin de semana de final de agosto .
comento a hans que voy a ir a otro ritmo ,que no me esperen y se da la orden de salida.
Yo voy detràs con el king atado a la bici, no quiero que vaya al ritmo del grupo que van como liebres , pero él tira
como condenado viendo como se alejan.
Afortunadamente se pierden enseguida de vista y le suelto, pero su naturaleza le impele a correr a alcanzarlos y decido hacer una
miniparadinha miccionadora para relajar .Rest room ( sala de descanso), asì se llaman los wateres en usa!
Vamos paralelos a la carretera por la cañada sin agua en absoluto lo que es una completa alegrìa porque asì no se ensucia la
cadena ni nosotros!
Llegando al desvìo de la cañada suena el telèfono, quièn demonios me llamarà a estas horas,( luego compruebo que fuè hans!)
decido no coger el telèfono y enseguida me sorprendo porque veo a hans al otro lado de la carretera. ato al king y la
cruzamos corriendo. Comento con hans que hoy yo soy la tortuga , que no me esperen y que me ha sorprendido que me esperase
porque ya le habìa dicho que iba a ir despacio.le pregunto por la prole y dice que todo bien y le digo que salga escopetado
a por los demàs.
El king y yo a otro ritmo, vemos como hans liebre se aleja en la subida, el king quiere ir màs ràpido pero a voces le voy
reteniendo para que no se aleje y suba a mi ritmo tortuga.
LLegamos al arroyo y vemos que està seco, enseguida hay un grupo de liebres reunidas , juanjo ha pinchado y ya estàn terminando
la reparaciòn les doy las gracias por esperarme y sigo sin detenerme.
Un poco màs adelante sale el arroyo de la presa y el king baja a beber, le espero y sigo.
Atravieso por el atajo pero extrañamente està lleno de barro y el king se embarra las partes bajas . Seguimos al al cruce y allì estàn
esperando casi todas las otras liebres.. les saludo y me dicen a dònde vas... ?( tortuga )
Yo empapado de sudor porque voy blindado de ropa sigo lentamente sobrepasàndolos y tomo la desviaciòn despuès de los llanos
a pasar la trialera de la residencia del opus. Voy el primero andando, cuando llega david trial y me pasa sin problemas, luego sergio que decide
parar en paso complicado y sigo ya montado cuando veo a david que va bajando por la izquierda por una peña inclinada de 20m y
que para cuando paso . Ahora la subida a cruce donde estàn làs ùltimas liebres.llego cuando el cuñadìsimo sale a la derecha
pero yo voy por la izquierda , me pregunta sergio y le digo que los demàs no sè por dònde iràn.
Ahora ya voy en cabeza aunque los demàs no vayan por este circuito.
Me paro en una sombra un momento para quitarme la chaqueta tèrmica y me alcanza un ciclista que no es del grupo.Salgo justo y me pasa le digo que lo haga con calma
porque tengo entrenado al king a morder a los que me pasen..
Voy en diagonal hacia el mediano, paso la valla de acceso a la pista y subo la cuesta de acceso al mediano , me pasan dos ciclistas
y llego a la barrera cuando està un grupo de excursionistas . Me paro, me tomo una barrita y comparto con el king. Llega el primer ciclista
que me ha pasado y comentamos que quiere cambiar de bici para ir a por una doble . hablamos de marcas, precios,componentes como frenos de disco ...
de marcas decathlon , bpro y me dice specialized? y
aprovecho para meter puya y digo que hay problemas de fiabilidad de algùn componente y eso . Luego desgraciadamente se confirmarà..
Baja primero y luego voy con el king que se embarra en charco y se lava algo en arroyo.
en la zona màs trialera de la bajada alcanzo y paso como un misil al ciclista y le digo esta es la ventaja de la doble!
Espero al king en la barrera y hago que se bañe en el arroyo, porque parece una croqueta.
Giro a la derecha en la trialera del arroyo y observo que han cortado el paso con una construcciòn y valla y que hay que bordearla por debajo. El dueño del
cortijo tiene 3 caballos delante y me mira mientras paso con el king desmontado y sujeto.
No le hace ninguna gracia que pase por allì. Atravesamos el arroyo, seco claro, y a la izquierda, hay una finca con perros que no ladran , respiran y rugen
como leones al paso del king y mìo.
trialera de bajada, canto del berrueco y a unos 500m del cruce con la carretera asafaltada veo a un valtueña de peatòn
es kike ! ha roto la bieleta del amortiguador de su espezialiced!
Le pregunto que dònde ha roto y ha sido en la ermita y està hasta las narices de caminar porque los zapatos son incòmodos .
ha tenido que hacer una reparaciòn de urgencia con un alambre de una cerca de finca porque ni siquiera podìa rodar la bici y el caminando..
Es una pena que no me llamara, porque hubiera bajado en la bici desde donde estuviera y le hubiera ido a buscar en el coche.
ahora lo podemos hacer, me deja la llave de su monovolumen y vuelvo con el king que ya pide la hora por la cañada.
En la gasolinera hay unas dobles parejas que han perdido los mapas que tenìan y que quieren ir a miraflores.
les explico y les digo que lo màs difìcil es encontrar el giro a la izquierda desde la cañada para atravesar la carretera y que voy
para allà y que si esperan a mi vuelta, les puedo decir la distancia aproximada.
Cojo la mariconiera, cojo el coche de kike y recorro los 3 km para rescatarlo .
Metemos la bici y comentamos que serìa bueno hacer la reuniòn del calendario en la salida del homenaje a valtueña que es
cuando màs asistentes hay.
Con la charla me olvido de la mariconiera en el coche y tengo que llamar a kike para que vuelva y me la traiga.
Con todos estos acontecimientos son las 12 y 15m y ya hay restricciones para entrar a la pedriza parque natural con lo cual la proximaciòn serà andando
desde el pueblo.
Descubro un bonito sendero ciclable que va paralelo al rìo aunque esta vez se hace a pata.Luego desde la entrada al parque
ya no es ciclable en muchos tramos. Atravieso el rìo, comida en el chiringuito de siempre, ensalada y pollo y vuelta por
la carretera, trialeras hasta el puerto de entrada. Allì se puede tomar una senda que tras una primera parte fàcil cuando se cruza la carretera
se hace inciclable un tramo de 50m pero que luego es fàcil y agradable entre pinos y que lleva a la entrada del parque.
y eso es todo amigos.
saludos ceci
.-.-.-.-.
ladrillo de kike
Pues eso que mi ruta de esta mañana a acabado en avería y gorda, de esas que te obligan a dar media vuelta. Como dice el lema del Luis Valtueña, “un Valtueña nunca retrocede, da media vuelta y sigue avanzando”.

A eso de las 9:00 nos encontrábamos en la gasolinera de Manzanares unos cuantos bici-osos, a saber: Pepe Barrio, Julián, JuanJo, Hans, Ceci-lio, Javi Abengozar y su cuñao Carlos, Javi Foto, David, JuanRa, Oscar, Pablo y yo mismo mismamente.

Como Ceci-lio se extenderá en el ladrillo ahí va mi crónica de la avería. En la subida trialera junto a la casa del Opus siento un chasquido muy fuerte y muy raro. Me bajo de la bici la miro y la remiro pero no veo nada raro, nada mas subirme y pedalear empiezo a oír un ruido de algo que toca en la rueda trasera, me vuelvo a bajar y ahí está, la bieleta del amortiguador esta partida por uno de los lados y casi por el otro. Me doy cuenta de que así es imposible seguir y se lo comunico al grupo. Algunos se ofrecen a volver conmigo pero creo que no es necesario y les pido que sigan su camino. Creo que no es necesario que vuelvan conmigo porque conozco el camino y pienso que tranquilamente y sin forzar aguantará la bieleta para llegar a Manzanares. ¡¡¡¡ Error!!!!!, nada mas terminar la trialera que la hago andando y subirme a la bici en el camino el otro lado de la bieleta se parte y se desmorona toda la parte trasera de la bici, ahora está claro tendré que volver andando y con la bici cogiéndola en vilo. Paro junto a una puerta que tiene unos alambres y le hago una atijo a los trozos partidos de la bieleta para que me sea más cómodo llevar la bici y andar. Lo consigo, ahora ya solo es cuestión de andar y andar cuesta abajo hasta la carretera y de ahí a Manzanares. A medida que voy bajando los pies cada vez me duelen más, mejor dicho los pies cada vez se me clavan más en las zapatillas y me comienzan a hacer rozaduras.

Justo en el momento que estoy llegando a la carretera oigo una voz a mi espalda que me pregunta que me ha pasado, ¡¡¡¡es Cecilio!!!!, ¡¡¡¡que suerte la mía!!!!!, ¡¡¡¡mi salvación!!!!!, la verdad es que ha llegado en el momento que peor lo estaba pasando, no quiero ni pensar como hubieran llegado mis pies si tengo que hacer casi 5 kilometros mas andando.

Cecilio se lleva las llaves de mi coche y viene a recogerme. Estoy salvado.

Cuando me quito las zapatillas observo que me han salido unas ampollas muy majas en los dedos meñiques de los dos pies y en el gordo del pie derecho.

Comentario: alguno al leer el relato pensará que deberías haberos vuelto conmigo, por lo menos para coger el coche e ir a buscarme. Creo que la situación no era para tanto, si bien estaba lejos del coche, unos diez kilometros, la situación estaba controlada, era pronto, el camino de vuelta perfectamente conocido y era una cuestión de tiempo, además he sido yo el que ha insistido en volverme solo, es verdad que no contaba con la mala jugada de las zapatillas, pero……………………., otra cosa es cuando se produce una averia en un sitio en el que la vuelta es complicada y se produce una lesión o caída, está claro que en esas situaciones si que no se debe dejar regresar a alguien solo aunque insista.

Ahora queda lo mas difícil, saber cuanto tardan en recibir la pieza y disponer nuevamente de la burra.

Saludos, KiKe

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LA LIEBRE Y LA TORTUGA
[Fábula. Texto completo]

Esopo
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz.
Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga.

-¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre
riéndose de la tortuga.

Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.

-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo.

-¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre.

-Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera.

La liebre, muy divertida, aceptó.

Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada.
Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos.

Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el
tiempo para ganarle a tan lerda criatura!

Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar.
Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo.Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar.

Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y
nuevamente emprendió su veloz marcha.

Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada
en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida.

Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta.
Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había
ganado la carrera.

Aquel día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que no olvidaría jamás: No hay que burlarse
jamás de los demás. También de esto debemos aprender que la pereza y el exceso de confianza pueden hacernos
no alcanzar nuestros objetivos.


www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/esopo/liebre.htm

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Fábula de la liebre y la tortuga
(versión actualizada)




¿Recuerda la fábula?

Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron
correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y
corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo
un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió.
La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.

Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.

Pero la historia no termina aquí: la liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y
reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera
dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia.
Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.

Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.

Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la
conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera,
ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente
diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río.
Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla,
continuó a su paso y terminó en primer lugar.

Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla,
llegan primeros.

Pero la historia tampoco termina aquí: el tiempo pasó, y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que
terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir
la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga
hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla
de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en
un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.

Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos
que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno,
no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados
y que otras personas pueden enfrentar mejor.

La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: cuando dejamos de competir contra un rival
y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos
nuestros recursos... y obtenemos mejores resultados!

Fuente: Newsletter Eduardo Press Consultores
(www.epconsultores.com)
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La liebre y la tortuga: una fabula para ejecutivos senior

John Kay | 20.Junio.06

El autor acaba de publicar un libro con este mismo título: “The hare and the tortoise, an informal guide to business
strategy”. The Erasmus Press, Londres, junio de 2006.
Este artículo es el primer capítulo del citado libro. Ha sido traducido por Carlos Herreros de las Cuevas
con permiso del autor.

Érase una vez una tortuga que durante muchos años había vivido satisfecha en los manglares aledaños a una gran
llanura. Pero ya no estaba contenta. El problema eran las competiciones deportivas; la tortuga quedaba bien
en los concursos de baile de contorsiones y en las pruebas de escondite, pero no en las de velocidad.
En todas ellas, desde las de cien metros lisos hasta las de campo a través, la tortuga llegaba detrás de los
demás competidores. Especialmente de la liebre.

Igual que todos los que dudan qué hacer, la tortuga acudió a una firma de consultores. Pronto se vio rodeada
de MBAs de las mejores escuelas de negocios. Escuchaban atentamente las preocupaciones de la tortuga; la midieron
por arriba y por abajo, analizaron la forma en que se movía. Luego tuvieron varias entrevistas, largas y profundas,
con otras tortugas y con liebres.

Finalmente, presentaron a la tortuga sus diagnósticos y recomendaciones; lo hizo un socio senior con la ayuda de
equipos audiovisuales que llenaban una furgoneta. La razón de que la tortuga perdiera en las competiciones
radicaba en que las tortugas eran más lentas que las liebres. Sin ninguna duda esto se probaba de forma
concluyente, tanto en unas presentaciones con Power Point como en un vídeo en el que se veía cómo continuamente
las liebres dejaban atrás a las tortugas. La tortuga estaba impresionada: “Ahora comprendo por qué estos jóvenes
tienen sueldos tan altos: saben escuchar al cliente e identificar las causas de sus preocupaciones”.

Pero lo mejor estaba por llegar. Los consultores añadieron que la tortuga no podía correr más que la liebre
porque sus patas eran cortas y su cuerpo voluminoso. Si se proyectan una al lado de la otra las figuras de una
tortuga y de una liebre, no hay duda; la liebre tiene las patas mucho más largas y, además, una complexión más ligera.

Después de esta explicación la tortuga no cabía en si misma de contenta y lo expresaba danzando sobre su propio
caparazón. Estos profesionales no eran como algunos consultores que lo único que hacen es aconsejarte con la
información que uno mismo les ha dado. Un elegante diagrama lo resumía perfectamente; un eje representaba la
longitud de las patas; el otro, el peso del cuerpo. La posición más favorable era la que combinaba patas largas
y cuerpo ligero; la peor, patas cortas y cuerpo pesado. En un recuadro aparecía una liebre; en otro una tortuga.
Una flecha mostraba la dirección en la que debería evolucionar la tortuga; o, en el lenguaje de los consultores,
cómo debería hacer su re-ingeniería. “¡Qué relevancia!”, “¡qué profundidad de percepción (Insight en el original)!”,
se regodeaba la tortuga.

Finalmente, se apagaron las luces y los consultores presentaron sus recomendaciones. Enseñaron a la tortuga la foto
de un jaguar. La elegancia de sus patas gráciles y de su cuerpo ligero dejó a la tortuga sin respiración.
Lo mismo que el vídeo que mostraba jaguares galopando en la savana y dejando muy atrás a las liebres. Lo que la
tortuga tenía que hacer -explicaron los consultores- era convertirse en un jaguar. La cortedad de las patas sólo
era una manifestación superficial del problema de aquélla.

El verdadero obstáculo para que triunfara era que estaba confinada a los límites de su imaginación. En el entorno
actual, muchos seres vivos, añadieron los consultores, también tenían esta deficiencia; y era muchos también los
que habían sido asesoradas por Boston, McBainey y Butterson para superarla.

Al despedirse, los consultores dejaron la factura (más bien gruesa) pero la primera reacción de la tortuga fue que
era un dinero bien gastado. Sin embargo, pasados unos días, algunas dudas empezaron a penetrarle cruzando incluso
su grueso caparazón. Finalmente, se armó de valor y telefoneó a Boston, McBainey y Butterson: “¿Cómo puedo
convertirme en jaguar”?, les preguntó.

Un poco avergonzado por hacer una pregunta tan ingenua, la tortuga sintió alivio cuando los consultores le
ofrecieron una respuesta inmediata; claro, recordó ella, los buenos consultores tienen respuestas para todo.
Boston, McBainey y Butterson le dijeron que muchos de sus clientes planteaban la misma cuestión; tantos
-añadieron- que hemos creado una división para la gestión del cambio con el fin de ayudarles. Los consultores
están entrenados para explicar a cada parte del cuerpo la importancia de convertirse en jaguar. De hecho,
este programa nuevo les permite trabajar con el cliente todo el tiempo que sea necesario, hasta completar el
proceso de cambio.

A la tortuga le atrajo la propuesta, pero antes de enviar la carta de aceptación a Boston, McBainey y Butterson,
decidió tener una charla con una vieja y sabia lechuza.

Y lo que la vieja y sabia lechuza le dijo fue: las tortugas y las liebres han evolucionado para adaptarse a
entornos muy diferentes. Las liebres están más aclimatadas a los espacios abiertos en los que la velocidad
les proporciona una ventaja competitiva. Las tortugas viven muchos años en territorios hostiles porque sus
caparazones las protegen de los depredadores y de la climatología. Ésta es la razón por la que, aunque la
llanura pueda aparecer como más atractiva, lo es para las liebres pero no para las tortugas; esto explica
también por qué no es sensato que las liebres vivan en los manglares.

Una criatura feliz es aquélla cuyas características se adaptan al entorno en el que vive y eso es lo que ayuda
a hacer realidad el proceso de la evolución biológica gradual.

La tortuga pensó que este consejo era sabio y se volvió a sus manglares, decisión que, como pronto pudo
constatar, fue muy sensata: unas semanas más tarde una manada de leones invadió la llanura y devoró todas
las liebres. La tortuga siguió viviendo en los manglares, lenta pero felizmente, casi para siempre.

http://www.mujeresdeempresa.com/management/060601.shtml
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http://www.edyd.com/Fabulas/Esopo/Eindice.htm

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