ceci-lio explica sus actividades deportivas y coloca en èste blog los temas que le preocupan o gustan tales como mùsica de calidad de cualquier tipo,deportes, triatlòn y duatlòn,fùtbol, fòrmula 1 , bicicletas y sus accesorios,ecologìa, flora, fauna, informàtica y en general cosas curiosas
lunes, agosto 27, 2007
entrevista de finisher
TRIATLON CECILIO BENITO
Aprovechando nuestro viaje al Home de
Ferro de Ibiza, concertamos una cita con
Cecilio Benito, que iba a competir al día
siguiente. Nada más llegar a la isla lo
llamamos al móvil y el teléfono devolvió una voz a
la que le costaba respirar, aunque poco a poco se
fue recuperando y nos explicó que acababa de
subir al Puig d’en Missa, una de las zonas más
duras del circuito de bicicleta. Es difícil de argumentar,
pero en su manera de hablar se notaba el
entusiasmo que parece poner en todas las cosas
que emprende. Así que, esa misma tarde, quedamos
para tomar algo, conocer un poco mejor a este multideportista de cincuenta y seis años, y comprobar que no estábamos equivocados.
Finisher: ¿Con qué deportes empezaste a
interesarte por la actividad física?
Cecilio Benito: He hecho todos los deportes,
desde bicicleta, patines, rallies... he sido de los
mejores de España en rallies. Carlos Sáinz aprendió
conmigo, y lo digo en plan de cachondeo porque
hice un libro cuando tenía unos 27 años que
se llamaba “Manual de Rallyes” y fue un poco la
biblia de toda la gente que salió luego. También
hacía voleibol, fútbol, baloncesto aunque parezca
mentira, frontón, tenis, frontenis, tiro con escopeta
de aire comprimido, ping-pong, badmington,
paddle,...
.. Tú dime alguno y yo te diré que es difícil
que no lo haya hecho. Menos los deportes aéreos,
todos los que te puedas imaginar.
F.: ¿Y cómo conociste el triatlón?
C.B.: Pues a mí siempre me ha gustado estar
a la penúltima en todo, así que fui de los primeros.
Yo hacía maratón y vi que en Estados Unidos
había un deporte nuevo que era el triatlón.
Así que algunos, como si fuéramos triatletas, lo
empezamos a probar. Al principio, hacía
triatlones pequeñitos pero, como ya era mayor,
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Cecilio es una persona inquieta que ha hecho de
todo. Corrió su primer triatlón hace diecisiete
años, coincidiendo con su momento de mayor
actividad profesional. No en vano, en 1985 fue
elegido “Empresario del año” por la revista
Actualidad Económica. Para este deportista nato,
la clave para cumplir los desafíos se basa en las
ganas de hacer lo que te propones.
Alex Belencoso / Manuel Cavido
"SI TE GUSTA HACER LAS COSAS, LAS HACES"
CECILIO BENITO
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me gustaban más los largos. Por entonces yo
tenía unos cuarenta años así que me gustaban
los triatlones dobles, los que hacía el Canal de
Isabel II en la sierra de Madrid, y siempre quedaba
entre los primeros porque aquí, en aquella
época, había pocos que fuéramos de más de
cuarenta.
F.: ¿Qué fue lo que te gustó del
multideporte?
C.B.: Que yo nunca he sido muy bueno en
ninguno, pero soy suficientemente bueno, entre
comillas, en todos. Entonces, evidentemente, me
vienen bien los deportes que son de larga duración
y que tienen muchas cosas. Cuantos más
deportes y más follón haya, mejor se me da.
Aunque a mí el Ironman no me
ha llamado la atención nunca y no
lo he hecho, de momento. Me parece
demasiado tiempo y sólo son
tres cosas. A lo mejor el año que
viene me animo con un reto que han
hecho en Cataluña de un Ironman
con bicicleta de montaña.( el RXT cecilio Benito lo terminò al año siguiente http://www.intern-e-t.com/clubMB/RXT2005.htm ) Están hablando
de nadar 4 o 5 kilómetros,
de 180 de montaña y luego
la maratón. Sería ya el extremo, porque
no me gusta hacer mucho tiempo
una cosa, me gusta cambiar.
F.: En esos primeros años
participaste en muchas
pruebas clásicas del triatlón
español. ¿Qué recuerdo
guardas?
C.B.: Pues que era todo amateur,
no había profesionalidad. La gente
no sabía lo que era el triatlón y se
practicaba por romanticismo, por
hacer deporte. Los métodos de entrenamiento
no existían, tampoco
había control antidoping... Yo me
acuerdo que uno de los punteros en
vez de llevar agua en el botellín de la
bicicleta llevaba café. Así que iba tomándolo
directamente. Un café, y
otro café, y otro café... Eso significaba
que el tío iba como una moto, pero
claro, estaba dopado. Todavía no
había barritas, comías frutos secos
sobre la marcha. Ni tampoco existía
el traje de neopreno de triatleta, todo el mundo se
ponía lo que quería, no porque dijeran “a tantos
grados se puede usar”. O sea, era otra filosofía
totalmente distinta a la que es ahora.
F.: Además, compaginabas el deporte con
tu trabajo, que te quitaría mucho tiempo.
¿Cómo llevabas esa doble vida?
C.B.: Tenía que trabajar en una empresa y a
veces también como docente. Y luego estaba el
tema deportivo. Si te gusta hacer deporte lo haces
siempre aunque sea fuera de horas. Por ejemplo,
después de comer, la hora que tenía la utilizaba
para nadar; los días que salía de noche, iba a
correr; en fin de semana hacía bicicleta... Y así lo
compaginaba. El asunto es que, si te gusta hacer
las cosas, las haces.
F.: Por tu actividad profesional supongo
que estás acostumbrado a trabajar en
equipo, sin embargo en lo deportivo te
has decantado por unas disciplinas
esencialmente individuales...
C.B.: Sí, pero es que la ventaja que tiene el
triatlón es que puedes entrenar cuando quieras
y no necesitas a nadie, exceptuando el ciclismo.
Ahí es bueno ir con gente que te va enseñando
trucos, y además se te hacen más cómodas
las horas. El tema del equipo lo hago sobre
todo con la gente del club, Luis Valtueña en el que ya he conseguido
que dos personas se animen con el
triatlón. Uno es Juan Antonio González
Berenguer, mayor de cuarenta años, que es una
fiera en bicicleta; y la otra es una chica alemana,
Jenny Paulin. No soy entrenador pero les
explico lo que hay que hacer más o menos.
Como perro viejo, les digo sensaciones.
F.: Además probaste como organizador a
través de Telefónica, que era la empresa
en la que trabajabas entonces. Cuéntanos
cómo fue la experiencia.
C.B.: Pues montamos un triatlón. Primero en
una piscina grande, pero el paso siguiente fue
que la gente nadara en el Manzanares. Sacamos
unos análisis y allí había bacterias a diestro y siniestro,
con lo cual, la recomendación médica
era que cuando la gente saliera del agua se
duchara. Así que la gente nadó, no se ahogó
nadie, se duchó y luego salió a correr en bicicleta
por la zona de El Pardo. El recorrido a pie fue
en unos bosques que tiene la playa de Madrid.
Vino bien, porque cogimos experiencia en la organización
de una prueba, que es más complejo
de lo que se cree uno.
F.: ¿Qué piensas que se podría mejorar en
las que se celebran hoy en día?
C.B.: Pues mira, lo que se tiene que mejorar
son las cosas sencillas, de sentido común. Lo
primero es el tema de las direcciones prohibidas.
El día de la prueba no hay ningún problema
porque, aunque la prueba pasa por direcciones
prohibidas, la carretera está cortada. Pero cuando
vas a entrenar tienes que ir en dirección prohibida,
con lo cual te estás jugando
el bigote.
Está también muy caro el tema
de las inscripciones, porque tenemos
que pagar 150 euros por participar
para que te regalen una bolsa
que vale muy poco. O sea, tú
me dices lo que das y lo que recibes
y no van en consonancia. En
eso tiene que entrar la federación
para, si es campeonato de España,
obligar un poco a la gente que
quiere ir puntera. Bueno, me parece
bien que se dé dinero a los
top, pero que se les dé a través de
un patrocinio o algo.
También estoy preocupado por
dos temas más. Uno es la seguridad,
que es muy importante. Otro
es el avituallamiento, porque tiene
que haber agua y alimentación en
todos los sitios. No puede ocurrir
que en una prueba en un momento
determinado te quedes sin agua.
[Cecilio es bastante metódico a
la hora de valorar las pruebas en
las que participa. Nos dijo que ha
hecho un ranking basado, principalmente,
en los tres aspectos que
centran sus quejas: la seguridad, la
alimentación y las inscripciones. El
triatlón de Guadalajara es una de
sus favoritas, sobre todo por la dificultad
que plantea su organización;
pero otras le han parecido
“un desastre”. Recientemente corrió un triatlón
en el que llegó a contar cincuenta fallos, incluyendo
un cruce en una bajada. Al hilo de esta última
aventura, nos entró la curiosidad por saber qué le
había hecho regresar al mundo del triatlón...]
F.: Dejaste el triatlón durantes bastantes
años. ¿Cómo has vuelto a engancharte?
C.B.: Yo estuve varios años viajando por toda
España hasta que me dije: “Ya no quiero competir
más”. Al triatlón he vuelto ahora, este año.
He hecho muchas pruebas en poco tiempo. Resulta
que salió el triatlón de Valsaín que es de
bicicleta de montaña, y que soy especialista en
bicicleta de montaña y de los pocos mayores que
hacen esto. Este triatlón tenía una parte que es
de bicicleta de montaña de verdad, porque es
una bajada bastante peligrosa. De hecho, allí la
gente iba cayendo como moscas. Los que no
bajaban andando, bajaban rodando. Era cortito,
así que animé a esos dos chicos del club y lo
hicimos. Yo quedé primero de los viejos, porque
como tampoco había ninguno más...
F.: ¿Y qué cambios has visto? ¿Cuál ha
sido la evolución del triatlón desde tu
punto de vista?
C.B.: Evidentemente, ahora hablas de triatlón
y todo el mundo sabe de qué estás hablando, la
gente ya lo conoce. Iván Raña es un atleta popular
de Central Lechera Asturiana, todo el mundo
sabe lo que hace y es una cosa que está muy bien.
Bueno, tenemos líderes mundiales, como Eneko
Llanos, campeón del Mundo de Larga Distancia...
En fin, estamos en los mejores del mundo. Eso es
lo que más me gusta, que se ha popularizado el
triatlón. Y lo que no me gusta es que se ha convertido
también en una forma de sacar cuartos
a los pobres participantes que estamos aquí
compitiendo, a los participantes de a pie.
F.: Personalmente, ¿dónde te
sientes más cómodo, en montaña
o en carretera?
C.B.: Hombre, yo ahora soy mejor
en montaña porque en carretera está
la gente que no ha dejado de hacer
nunca carretera y tienen un nivel muy
superior al mío. Si hay una bajadita
trialera o piedras, se espanta porque
le falta técnica. Entonces, como yo
he hecho prácticamente montaña en
los últimos años, ahí voy mejor, claro.
En cuanto hay un triatlón de
montaña, pues doy caña. Estoy
más entrenado y tengo menos
competencia también.
F.: ¿Y sobre la distancia?
C.B.: Yo soy todoterreno
pero, lógicamente, cuando eres
más mayor aguantas más, así que
te van mejor las distancias largas.
Es como un diesel: mantienes un
ritmo y eres capaz de hacer treinta,
cuarenta o cincuenta, es igual.
Lo que pasa es que la gente suele ir a
competir y a ganar, y se suelen quemar,
y eso va a pasar mañana. Se
verá a la gente que va a ir a competir
y no se hidrate, que va a ser la
mayoría. Las personas mayores tenemos
la experiencia de saber los límites
de nuestros cuerpos y no intentamos
forzar ni hacer cosas que no podemos
hacer. Sin embargo, cuando eres
más joven te dejas llevar por el momento
to, por la emoción, por la adrenalina,... y quemas
más. A veces es mejor ir un poco más despacio
porque ves cómo, los que te pasan, luego
van cayendo porque han ido más rápido de lo
que podían y se han deshidratado, les ha dado
un calambre, tenían el viento en contra... Pero
eso es por cabeza, porque a veces mi cuerpo me
dice que voy bien y me pide que les pase. La
experiencia te marca el límite, aparte de que tengas
un cuerpo más o menos sano.
F.: De hecho, creo que tienes tu propia
teoría sobre el descanso...
C.B.. Sí, la teoría del descanso se basa en que
nosotros no tenemos que descansar, porque no
hace falta. El descanso lleva a la molicie. Por eso
he hecho en dos días tres pruebas, porque el cuerpo
no tiene límites, siempre y cuando no intentes
forzar en ninguna prueba. Vas a tu ritmo, y lo
haces. Si descansas a lo mejor no rindes tanto.
Y en caso de lesión tampoco
he estado parado más de
una semana, a lo mejor
porque soy un poco cabezón
y aunque me he caído y el
m é d i c o
ha dicho que no iba a poder montar en bicicleta
en bastante tiempo, el sábado siguiente estaba
compitiendo. Es una teoría moderna, que
dice que no pares cuando tienes una lesión. Antes
se hacía una inmovilización y parada con venda
compresora, y ahora son vendas flexibles. Es
lo contrario.
F.: ¿Qué plan de entrenamiento sueles
llevar?
C.B.: Pues no entreno mucho. Ahora entreno
fundamentalmente dos o tres días por semana.
Cuando estoy en Madrid nado una horita tres días
por semana y, si vengo de Madrid a Alicante, hago
bicicleta de carretera los domingos. Los sábados,
bicicleta de montaña con mi club. Carrera a pie
he entrenado poco. He corrido un poquillo por
las dunas allí en Alicante, algo en Madrid por la
Casa de Campo... Pero poco, prácticamente nada.
F.: Y antes de las carreras tampoco te
pegas una paliza, ¿no?
C.B.: No, por ejemplo en el caso de hoy he
hecho una vuelta superlenta, tranquila, para reconocer
el circuito; y he estado nadando doscientos
o trescientos metros en el mar.
F.: A lo largo del año, ¿cómo eliges las
pruebas en las que vas a participar?
C.B.: Las estoy eligiendo un poco por gusto.
Escojo las mejores pruebas a nivel organización,
pruebas largas, algunas pequeñas en bicicleta de
montaña, medias que se adapten a lo que tengo...
Llevo desde abril o mayo compitiendo prácticamente
todos los fines de semana. Me decía un
amigo: “Oye, tú ya no entrenas, tú ya compites”.
F.: Para terminar, ¿qué consejo te gustaría
dar a los jóvenes triatletas que están
empezando?
C.B.: Los jóvenes, fundamentalmente, que hagan
lo que les apetece y que, por su sensación, si
un día tienen que hacer más y no tienen ganas,
pues que no lo hagan. Pero que sean constantes
porque, sí, hay que entrenar mucho, pero a gusto
y felices haciendo lo que hacen. Si no, no merece
la pena, porque tampoco van a rendir.
F.: ¿Y a tus hijos les has transmitido tu
pasión por el deporte?
C.B.: Mis hijos no quieren ni oír hablar del deporte
de bicicleta ni de deporte de alto rendimiento
ni nada, y dicen, lógicamente, que
su padre está loco.
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La verdad es que, en la charla que
compartimos, Cecilio nos pareció
muy cuerdo. Como mucho, podríamos
decir que es un “loco del deporte”,
al que le encanta hacer realidad
sus retos. Al día siguiente demostró
que es cierto que nunca
abandona una carrera, y completó
el Campeonato de España en 8
horas, 40 minutos y 53 segundos.
Si os cruzáis con él seguro que estará
encantado de contaros cómo le
fue en Ibiza, y también otras anécdotas
interesantes de las pruebas en las
que ha participado.
.-.--.-.-.-.
“Cuando eres más mayor aguantas más,
así que te van mejor las distancias largas”
http://www.intern-e-t.com/clubMB/entrevistafinisher.pdf
Realizada hace tres años
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1 comentario:
Me hubiera encantado verte llegar a esa meta, ... me hubiera sentido muy orgullosa !!!!
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