Aquí tenéis el enlace para que todo el que quiera pueda seguir vuestra aventura de 104 kilómetros. Podéis entrar desde el móvil en ésta web y consultar todo lo que queráis.
http://www.liverunning.net
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Hoy era necesario recoger el dorsal de la transilicitana, y me fuì con la moto typhoon al centro de congresos . Allì en la feria del corredor veo en el stand de Viator a liete y a nùñez y nos hacemos una foto. En el stand de al lado veo unos chalecos de trail que creo que es lo màs adecuado para competir corriendo-andando .Es de una tienda que se llama Màs Vertical y que està cerca del final de la avenida de la libertad en la calle
mariano benlliure 144 con telef 965 032 460
Veo la lista y descubro que tengo el dorsal 4 . Recojo el dorsal , la camiseta , la bolsa y el carnet de corredor para que me sellen los pasos ademàs de una pulsera amarilla .Entrego la carta de descargo de responsabilidad . Recorto la fotocopia del carnet y la grapo en el carnet de corredor usando unas tijeras y una grapadora que hay en un lateral.
Me voy a galo la tienda de bicis y jose me vende la càmara que dejè a un chico en la marcha de crevillente . 5 € y sigo camino.
Luego me paso por la tienda màs vertical y me atiende una chica con la que me resulta difìcil comunicar pero al final nos entendemos , me decido por un chaleco mochila de montaña Trail vest light de la empresa italiana Camp porque lleva dos portabidones
Hay una oferta de descuento por feria del 20 % , el pvp es de 95 € y al final pago 76 €.
En la etiqueta del chaleco tiene un gràfico para leer con el mòvil y descargar un video demostraciòn, navego por internet y recojo màs informaciòn.
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Testeamos la mochila para carreras por montaña Trail Vest Light, de Camp
Uno de los problemas del material de trail running y carreras por montaña que están fabricando las marcas es que en muchos casos está creado para la competición, con las ventajas e inconvenientes que eso comporta.
Las ventajas son evidentes: gran tecnicidad, enormes prestaciones, perfecto rendimiento.Los inconvenientes son la cruz de estas ventajas, y podrían resumirse en uno: se sacrifica totalmente la comodidad y la funcionalidad frente a la prestación.
Un buen ejemplo lo tenemos en las mochilas de Trail Running. Para evitar que molesten en lo más mínimo, se diseñan en forma de chaleco. Es evidente que cualquier profesional, o cualquier aficionado avanzado en día de competición, disfrutará de las prestaciones. Pero también es evidente que el común de los usuarios sufrirán más, durante sus salidas al monte o entrenamientos, de las incomodidades y precios que hay que pagar por el alto rendimiento que beneficios obtendrán del mismo.
En este caso testeamos la mochila Trail Vest Light, de la marca italiana Camp. Es muy ligera, está pensada para el rendimiento, pero a la hora de elegir su diseño pensaron en una combinación entre mochila de carga y chaleco. Es menos radical, menos ceñida, pero mucho más cómoda.
Algunos de nosotros la hemos probado en competición con excelentes resultados, siendo mejor cuanto más larga sea la prueba, debido a su capacidad de carga y comodidad, pero su uso está extendido a todos aquellos que disfrutan de las carreras de montaña de una forma más popular, tanto participando en ellas como entrenando o saliendo al monte.
Hemos elegido un testador muy especial, que puede ser un símbolo del corredor popular. Tomás Tomás, de 70 años, sigue corriendo habitualmente por montaña, y practicando montañismo. Durante su larga vida deportiva, además de gran practicamente de montañismo, alpinismo y esquí (es hijo del fundador de Montañeros de Aragón y del movimiento escultista en Aragón), ha sido un gran corredor que llegó a ser subcampeón de Duathlon.
Su pasión por la montaña continúa intacta a su edad, participando incluso en el Maratón del Aneto (en donde uso la mochila), y su experiencia le hace valorar especialmente esos matices que los más jóvenes a veces ignoramos, referentes al difícil equilibrio entre disfrute y rendimiento.
Test Trail Vest Light, Camp
Esta es la segunda mochila tipo chaleco que uso para mis habituales salidas al monte a correr y realizar largas marchas. La anterior era sumamente eficaz, pero tengo que decir que su compresión me resultaba incómoda y su carga pequeña; aunque entiendo que para quien busca el podio o el tiempo sea eficaz, a mi, al cabo del rato, me molestaba más que me ayudaba, y eso afectaba a mi rendimiento y, sobre todo, a mi disfrute.
Cuando me puse por primera vez la mochila Trail Vest Light, de Camp, lo primero que sentí es que la ausencia de ajuste lateral sobredimensionado, que deja el ajuste en manos del sistema de pecho y vientre, me “agobiaba” mucho menos. Sentía la mochila mucho más cómoda. Quedaba por ver qué tal funcionaba la sujeción en movimiento.
Hay que decir que la mochila tiene tallas. Hay que elegir la nuestra si queremos que nos ajuste bien.
Carga
Cuando se tiene en la mano la mochila por primera vez, extraña. La marca afirma que la mochila tiene 10 litros, pero de primeras piensas que la capacidad es menor, porque la trasera es muy ergonómica. Pero entonces te das cuenta de que el frontal de la mochila tiene dos bolsillos en la cintura, dos en los tirantes, además de dos portabidones y otros enganches. Decidí empezar a llenar todo, y efectivamente, cabe lo que cabe en una mochila de carga de 10 litros. Pero eso sí: mucho más a mano.
La parte trasera tiene dos compartimentos: un bolsillo en la parte más cercana a la espalda para un sistema de hidratación de hasta 3 litros, independiente y al que se puede acceder incluso sin quitarse la mochila, y un compartimento principal en la parte más alejada del cuerpo, que a su vez lleva dos bolsillos internos de seguridad para las pertenencias importantes: documentación, dinero, etc.
Además, incorpora un sistema ingenioso para cargar los bastones, que permite extraerlos sin detenerse. Sobre esto me extenderé más adelante.
En marcha. Sujeción y estabilidad:
El primer día que salí con ella, por los montes de alrededor de mi domicilio, me llevé la grata sorpresa de comprobar que la estabilidad con la mochila era absoluta. Es cierto que la cargué poco, pero entonces me di cuenta de que, debido a los numerosos enganches y bolsillos de la parte delantera, la parte trasera quedaba casi vacía, por lo que con el sistema de pecho y vientre no hacía falta nada más, ni un gran cierre en la zona lateral del cuerpo. Era prácticamente como ir sin nada, pero pudiendo llevar a mano barritas, agua, el móvil, etc.
Noté que el respaldo de rejilla transpira muy bien. La trasera está muy ventilada.
Me costó el sistema de sujeción de bidones. No me he acabado de acostumbrar al sistema de tancas, aunque otros que la han probado no han visto este problema.
Me gustó mucho el sistema de apertura rápida que tiene. Funciona tirando de la palanca roja que se ve en las fotos.
El siguiente fin de semana corrí con ella una tirada por el monte, lo que me hizo cargar con más cosas: ropa de abrigo, etc. Y entonces descubrí un pequeño problema de la mochila, que solucioné rápidamente:
No suelo llevar sistema de hidratación si no es para pruebas muy largas, y menos con esta mochila que me permitía llevar dos bidones de buen tamaño a mano. Introduje un forro polar, una chaqueta impermeable ligera, además de la cartera y un poco de comida.Y al echar a andar/correr, me di cuenta de que si no llevas sistema de hidratación, quedando vacío el compartimento más cercano a la espalda, la mochila se desequilibra un poco, probablemente por el menor sistema de ajuste lateral. Poco, la verdad. Pero se nota.
Las solución es simple: cuando no se lleva sistema de hidratación, hay que distribuir la carga entre los dos bolsillos. Teniendo en cuenta que la pared del bolsillo de hidratación es la propia rejilla de la espalda, así que es mejor meter en él la chaqueta impermeable, o similar, para evitar que lo que introduzcamos sufra por la sudoración.Sin embargo, al siguiente fin de semana corrí con ella el Maratón del Aneto, y entonces descubrí que si cargas del todo la parte exterior, como se comprime, ya no se desequilibra. Digamos que el problema existe si la mochila va "a media carga".
Quizás sea un pequeño incoveniente que hay que pagar por sujetar sólo de pecho y cintura, y dejar más abiertos los laterales. Pero tiene fácil solución, y para alguien como yo, es un pequeño pago que hago gustosamente por la comodidad que gano.Una vez cargada convenientemente, la estabilidad es total. Es un placer correr con ella. La carga no se mueve ya que el material de la mochila la comprime, es algo elástico, la mochila no nos agobia, pero vamos estables. Seguramente una mochila más cerrada de un último plus de estabilidad a los más radicales, pero para mi no es necesario.
Con respecto al sistema de carga de los bastones, me parece verdaderamente ingenioso, pero tengo que decir que en mi caso he usado el plan B:
Hoy en día casi todo el mundo utiliza en carreras bastones ultraligeros plegables. La mochila viene preparada de forma muy ingeniosa para cargarlos en su parte posterior en horizontal, en la parte baja. Es el mejor lugar: cómodo y estabilizante. Además de permitir de forma muy sencilla la extracción colocación de los mismos sin parar.Pero en mi caso no suelo emplear bastones,y cuando lo hago (una sola vez con esta mochila), son ligeros de tipo tradicional. Y llevarlos en horizontal haría que sobresalieron mucho por los laterales, con el problema que supondría para pasar por lugares estrechos, molestar a otros corredores, etc.
Para ello la mochila tiene un plan B, más tradicional, pero igualmente eficaz, y que también puede emplearse sobre la marcha, y en el que los bastones se llevan de forma vertical en un lateral. Es el que yo he empleado.
En este video, además de ver la mochila en funcionamiento en todas sus partes, y la sujeción "A" de los bastones, puede apreciarse como este sistema también permite enganchar los bastones sin plegar, y sin parar de correr, cuando haya muchas transiciones seguidas entre tramos con y sin bastones.
Extras
La mochila lleva reflectantes delanteros y traseros, además de un silbato a mano que, la verdad, da un sonido bastante fuerte y estridente.
Conclusiones
Pros:
-Gran carga para el tipo de mochila que es, muy bien diseñada, muy buena para carreras muy largas, o para uso en montaña sin olvidar ningún elemento de seguridad en casa.
-Muy cómoda.
-Muy ergonómica: mucha carga delantera, además de sistemas de carga y descarga de bastones que no nos obligan a parar. En la mayoría de ocasiones, tanto en salidas al monte como en pruebas, no tendremos que quitárnosla nunca.
-Muy ligera para su tamaño, 310g, que además, al estar tan estabilizados, apenas se notan.
-Muy buena calidad-precio
Contras
-En mi caso, el sistema de tancas de los bidones me resulta incómodo. No me acostumbro a él.
-Si no se lleva sistema de hidratación, la mochila se desequilibra. Se soluciona dividiendo el peso, pero hay que tener en cuenta que el bolsillo de hidratación está expuesto a la sudoración, hay que proteger lo que se introduzca en él.
-No la he empleado ningún día de lluvia, pero hice una prueba en casa y, en caso de lluvia, deberemos llevar todo el interior en bolsas de plástico o estancas.
http://www.barrabes.com/camp-trail-vest-light/p-40733?idvariedad=163215&opt=d
http://www.barrabes.com/actualidad/test-material/2-9206/testeamos-mochila-carreras-montana-trail.html
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TRAIL VEST LIGHT
Updated '16 - Products with updates for 2016 Light & Fast - Products that are either the lightest in the world or lightest in their class. Best Seller - Popular products that typically strike a fine balance between performance and price.
DISTANCE RUNNING, ADVENTURE RACING
Soft, moisture-wicking mesh on the back panel for comfort against bare skin
Breathable, hydrophobic mesh on the shoulder straps
Hyperlight ripstop nylon is coated for extra durability
10 liter capacity in the main compartment with stretch panels to prevent small loads from shifting
Water bladder sleeve along the back is separated from the main compartment
Two water bottle holders on the shoulder straps
Two mesh pockets on the shoulder straps for energy gel
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Double elastic straps across the chest for a secure fit without restricting breathing
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3 sizes to comfortably fit a wide range of user heights: S (150-170 cm), M (170-180 cm), L (180-195 cm)
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CAMP’s commitment to light and fast shines through in the minimalist design of the Trail Vest Light without overlooking critical attributes like comfort and on-the-go convenience. The elastic straps across the chest make the pack less prone to pinching off lung expansion and the whole pack has been systematically designed to allow easy access to essentials while on the move. Features EZ OP buckles on the shoulder straps and waist belt.
WEIGHT
295 g, 10.4 oz (Size M)
SPECS
ID: 1465
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Size User’s Height
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Small 150-170 59.1 – 66.9
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1465 CAMPack Trail Vest Light Back pack
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crònica de Victor clemente del año pasado
Bueno después de mucho esperarlo llego el gran día, un día previo con mucho nervio, con la recogida de dorsales, preparando la mochila, en fin los nervios ante lo desconocido, la típica noche larga y por fin el día.
Ante todo resaltar mi más absoluta improvisación, es cierto que he pasado estos dos años saliendo a correr regularmente, pero a partir de ahí temo que no he puesto mucho de mi parte por anticipar la prueba, al final tuve que reconfigurar todas mis cosas en la mochila menos de una hora antes de las 10, con la rodilla fastidiada un mes, compre una rodillera nueva el ultimo día que no tuve ocasión de probar hasta la prueba, me presente allí sin calentar, estirar, con un desayuno de lo más inapropiado a deshoras, vamos que puse todo de mi parte para que aquello acabara en catástrofe, fiel a mi ideología del ultimo día, yo me presente en línea de salida con toda la felicidad despreocupada del mundo viendo a la gente con auténticas obras de ingeniería logística y yo pensando, que exageración....
En una carrera así pasan miles de cosas y ya me entretendré en comentar anécdotas pormenorizadas en otra ocasión, aquí me contento con un resumen de la experiencia que desde luego fue única e impagable. Salí corriendo adelantando a gente como si me faltaran metros, sin ninguna planificación previa, solo salir y correr, justo en la salida otro participante me reconoció por mi nombre, me llamo y pese a que me gire con un “hooombreeeee “en dirección a la voz, la verdad es que no tengo ni la más remota idea de quien era, en cualquier caso aceleré, seguí corriendo y no volví a saber de él, quizás algún día me entere de quien más había allí.
Llegados a la montaña voy detrás de un par de corredores y empecé a ser consciente de que iban muy rápidos para mí, pero hay algo en mi que no me permite aminorar y bajar el ritmo de forma consciente, de modo que los adelanto y me pierdo montaña arriba, muy lógico todo. Después de los excesos en montaña , mi rodilla empieza a recordarme por què comprè la rodillera, y la rodillera empieza a recordarme porque todo el mundo aconseja no llevar material nuevo sin probar a una carrera, en fin que en el primer punto ya estaba algo fastidiado, después sufrí una serie de digamos eufemísticamente, “problemas digestivos”, no sé si por el avituallamiento, por el desayuno inapropiado, por los propios nervios, entonces para acabar de redondear el cuadro, rompió a llover con fuerza estando en montaña y empecé a ser consciente de lo osado de mi planteamiento despreocupado. Entre el km 21-28 tenía la clara convicción de que la prueba me había superado e incluso llegue a consultar los puntos de retirada, no podía correr, bien por la lesión en la rodilla, bien por las quemaduras atroces que me estaba dejando la rodillera apenas podía marchar, no comí casi nada en los avituallamientos por temor a empeorar “mis molestias”, los corredores me iban pasando y el desánimo cundía por doquier…
En el km 39 me dan un zumito de piña y me vengo arriba, sigo sin poder correr, pero voy marchando rápido y constante, muchos a mi alrededor sí que trotan, pero veo que no pueden dejarme atrás, a algunos los voy adelantando y me va dando moral, los 2 km de arena casi me matan, eso y la idea de meter pipas sin pelar en el vasito de frutos secos… pero salvada la arena y el atragantamiento voy viendo grupitos de corredores que me habían dejado muy atrás y que ahora van siendo neutralizados por mi marcha constante e incansable, descubro en esto una gran virtud, la constancia y un ritmo regular machacón van acercando cada vez más la meta, los pies me arden, la rodilla no está muy allá, pero ni me inmuto, solo un paso, otro, otro, después de tanta preparación, tantos detalles por atar, parece ser lo único que surte efecto.
Llegados al km 50 me dan café, menuda cosa han hecho, salgo a tope a por todas, ya ni me planteo abandonar, sé que voy a llegar a meta, solo es cuestión de tiempo. En el km 59 el sol ya ha nos ha abandonado, me pongo las luces y salgo de nuevo y descubro que marchar en la noche es hasta gratificante, ya ni siento el cansancio, solo voy degustando la experiencia de caminar solo en la noche, buscando las marcas reflectantes con mi frontal, la sobredosis de café también ayuda. En este punto decir que los gatos son extremadamente confusos, sus ojos brillan igual que las señales luminosas y tienen la mala costumbre de quedarse paralizados cuando los enfocas por lo que había momento en que veías señales donde no las había, los perros al menos demuestras un interés insano por comerte e incluyen señales acústicas.
Desde el km 59 hasta el 66 parece que van 7 km, es el tramo más corto entre avituallamientos pero se me hace con diferencia el más largo, llego a preocuparme rebajando mis expectativas, si eso eran 7 km no podía creer que aun faltaran 34 mas… pero claro al parecer la organización nos había desviado regalándonos 2 km más a la ruta. Salimos y seguimos avanzando en la noche, voy encontrándome a varios corredores y aunque prefiero marchar solo, la presencia de otros corredores me sirve de referencia, así como sus luces traseras en la distancia. Eso sí, soy la peor compañía posible, respondo con monosílabos y gruñidos, debo pulir mi sociabilización en carrera. Se va acercando el pantano, vamos subiendo montaña arriba, por enrevesados caminos y finalmente se llega, es el penúltimo avituallamiento, solo quedan 20 km pero son los peores, llevamos 80 en la mochila y nos quedaba subir y bajar del castro.
Entonces voy y cuando estoy llegando a un tramo particularmente esperado por ser asfaltado y cuesta abajo agarro un ataque espasmódico de hipo, el cual arrastro durante unos 3-4 km’s de lo más absurdo y de lo más agotador, no hay forma de quitármelo de encima y me va minando la moral, para incluso unos minutos para intentar controlarlo pero es imposible, así llego hasta la montaña y descubro que meterse una magdalena entera a la boca, de alguna forma ayuda a combatir el hipo. En montaña resulta que las subidas me son propicias, voy ganando terreno a varios grupitos de corredores que voy logrando dejar atrás, llego a la gran cuesta de cemento y aprovecho mi zancada (algún día averiguare para qué demonios sirve una cuesta asfaltada con 30% o más de pendiente en medio de la nada, a mí me sirvió para dejar atrás a muchos corredores más experimentados pero con las piernas mas cortas) este tramo a priori el más duro, logro dejar atrás fácilmente a unos 20 corredores que en principio llegaban mucho mejor que yo.
La bajada es el momento más crítico, no por el cansancio que también, sino porque mis deportivos no están ni de lejos a la altura del terreno (20 euros de decathlon contra los 100-200 de Salomon’s y demás, se nota y mucho), mis plantas de los pies están machadas y las piedras sueltas y afiladas en bajada me están destrozando, es como si fuera descalzo porque noto cada piedra. En un momento me equivoco de senda y podría haber llegado a liarla pero veo una luz avanzando a lo lejos y comprendo que o uno u otro va mal y dados los antecedentes sé que soy yo, ni lo pienso vuelvo atrás corriendo.
Ultimo avituallamiento, me ofrecen una silla, me dan el ultimo café y le ponen el azúcar ellos mismos, que si necesito alguna atención… los voluntarios son muy atentos, demasiado atentos… traman retenerme y comerme que esto ya lo he visto en alguna película, salgo corriendo y es ya el último tramo, poco a poco vamos entrando en la ciudad y el objetivo se ve cada vez más cerca, últimos dos kilómetros en mi ladera de siempre y jamás en la vida la había percibido tan larga, es interminable pero al final se cruza la meta.
[17:14:34] como tiempo final, por tanto llegue a las 3:14 de la madrugada, en conclusión y pensándolo a posteriori hubiera podido rebajar una hora simplemente con una mejor organización en los avituallamientos y tres tonterías más y quien sabe que hubiera podido mejorar con la rodilla sana, pero acabo muy orgulloso de mi gesta, la vuelta a casa fue un martirio porque me enfrié en meta y no había un solo miocito que no me doliera, apenas podía caminar. No obstante, casi seguro que el año que viene repito.
https://www.facebook.com/victor.clementeplaza
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