sábado, julio 21, 2012

España, gobierno como pollo sin cabeza

Como pollos sin cabeza. 21 de Julio de 2012 - 14:23:04 - Luis del Pino

Editorial del programa Sin Complejos del sábado 21/7/2012

Fruita es un pequeño pueblo del estado americano de Colorado al que nadie de ustedes tendrá el gusto de conocer. No es de extrañar, porque es un pueblo de solo 12.000 habitantes y que carecería por completo de toda importancia, si no fuera porque en él nació Mike, el famoso pollo sin cabeza.

Ya se sabe que cuando se le corta la cabeza a un pollo, éste es capaz de correr por el suelo durante unos segundos antes de desplomarse, pero el caso de Mike es mucho más peculiar, ya que vivió la friolera de 18 meses después de que su dueño, Lloyd Olsen, le cortara la cabeza en 1945 con un hacha de cocina. Lo que el dueño pretendía era zamparse al pollo, pero el corte le dejó a Mike intactas la yugular y el cerebro y, sorprendentemente, lejos de morirse, a Mike le dio por vivir.

Sin pico, sin ojos y sin la mitad de la cabeza, Mike seguía vivo y andando por el suelo a la mañana siguiente, por lo que el dueño probó a darle comida y agua con una pipeta. Y el pollo no solo sobrevivió, sino que engordó dos kilos y medio en unos meses. El dueño, por supuesto, no tardó en ponerse a recorrer el país de feria en feria con su pollo sin cabeza, cobrando a los maravillados aldeanos 25 centavos por el privilegio de ver al pollo más extraordinario del mundo.

Al final, Mike terminó muriendo dieciocho meses después, tras atragantarse con un grano de maíz. Pero Fruita, el pueblo que le vio nacer, le sigue conmemorando todos los años el tercer domingo de mayo, con un festival de los pollos en el que no faltan diversiones para toda la familia, como los saltos sobre estiércol y el concurso de comedores de alitas de pollo.

Y en el centro del pueblo, por supuesto, una estatua de Mike recuerda al que es, sin duda, el hijo más famoso del apacible pueblo de Fruita.

Ayer, a todos los que siguen la actualidad de los mercados les tocó irse a casa con el corazón en un puño y la consternación pintada en el rostro, después de que nuestra prima de riesgo volviera a batir de largo todos los récords históricos y cerrara en 610 puntos.

Las infaustas medidas de Rajoy, con las que la semana pasada se cargó sobre los hombros de los ciudadanos la totalidad del peso del ajuste, no es ya que sean injustas, o estúpidas, o contraproducentes: es que encima se han mostrado inútiles. Inútiles para tranquilizar a los mercados, inútiles para insuflar confianza a los inversores, inútiles para convencer a nuestros socios europeos de que España está en la senda correcta.

De hecho, parece más bien que las medidas de Rajoy han conseguido justo el efecto contrario: al cargar el ajuste sobre los ciudadanos - en vez de cortar el despilfarro del estado y acabar con las incontrolables autonomías -, el gobierno de Rajoy va a hundir más aún la capacidad de consumo de los españoles, lo que traerá más recesión, más cierres de empresas y más paro. Y eso, a su vez, reduce nuestra posibilidad de poder pagar las deudas en el futuro. Y los mercados lo saben. Y por eso nos castigan.

El gobierno de Rajoy hace mucho tiempo ya que se mueve como un pollo sin cabeza. Sigue alimentándose con nuestros impuestos y sigue engordando, pero ni parece tener pico con el que explicarse, ni tampoco ojos con los que ver a donde va. Es posible incluso, aunque lo dudo enormemente, que el gobierno sea capaz de sobrevivir durante muchos meses más, hasta que cualquier día se atragante con un grano de maíz y termine falleciendo. Pero lo que está claro es que, por mucho que dure, este gobierno ya no es capaz de llevar a este país, y de llevarnos a nosotros, en ninguna dirección concreta. Ha perdido la capacidad de saber lo que quiere hacer y hacia dónde se dirige.

Como no está en nuestras manos forzar una crisis de gobierno, quizá debiéramos plantearnos el ser prácticos y tratar de hacer algo para aliviar la carga de la deuda: podríamos, por ejemplo, llevar de feria en feria al consejo de ministros en pleno, para exhibirlo ante los incrédulos ojos de los europeos: "¡Aquí tenéis, europeos, el gobierno sin cabeza que más ha sobrevivido hasta la fecha!". Si cobramos un euro por entrada, quizá nos saquemos algún buen dinerillo.

Aunque en realidad pienso que lo mejor para todos sería que se planteara la sustitución urgente de Rajoy; si es que queda alguien con cabeza en el Partido Popular para plantearlo, claro.

Más que nada porque los malos ejemplos cunden rápido, y resulta que los felices habitantes de Fruita ya han puesto en marcha una campaña - y no es broma - para que los americanos voten como presidente, el próximo mes de noviembre, a su querido Mike, el pollo sin cabeza.

"Si España tiene un gobierno sin cabeza", supongo que dirán los habitantes de ese peculiar pueblo de Colorado, "¿por qué los Estados Unidos habrían de ser menos?".

Y no les falta razón, ¿no creen Vds?

http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/como-pollos-sin-cabeza-11460/

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DEFCON: ESTAMOS CERCA DE LA QUIEBRA?

Página escrita y mantenida por Juan Carlos Barba. Hazte amigo del autor en Facebook y comparte sus inquietudes por la economía española. También puedes acceder a su blog y escuchar sus debates económicos en la radio

Rendimiento bono español a 10 años: 7,27% (última actualización 7/201)

Rendimiento bono alemán a 10 años: 1,17% (última actualización td>20)

Spread de nuestra deuda: 610 pb

Última actualización de los CDS de la deuda española a 5 años:

17:15:14 ET on

07/20/2012.

Último valor de los CDS: 604.99

Estamos en Defcon 1 (índice Defcon 607.495)

Deuda exterior neta (NIIP) del Reino de España en tiempo real (euros):

Deuda exterior neta del Reino de España por habitante:

Deuda exterior neta del Reino de España por trabajador:

Nota:

Esta escala es aplicable en caso de mercados no intervenidos, Actualmente (mayo de 2012) el mercado de deuda española se encuentra sostenido de forma artificial por el BCE, que es lo único que se interpone entre nosotros y la insolvencia del Estado. En el momento en que desapareciera este apoyo la quiebra del Estado sería inmediata, como corresponde al nivel de prima de riesgo por encima de 300.

Los datos de la rentabilidad de los bonos se toman de http://Invertia.com y los de los CDS de http://cmavision.com

Los CDS o Credit Default Swaps son seguros de impago que garantizan el cobro del capital asegurado en caso de quiebra del emisor de la deuda, en este caso el Estado español. Por lo tanto son un reflejo fiel de como perciben los mercados este riesgo de quiebra.

El spread del bono español a 10 años respecto al alemán o riesgo-país es otra forma de medir el riesgo de impago y refleja en pb (puntos básicos o 0.01% de interés) la diferencia en intereses que tenemos que pagar al comprador de bonos respecto al bono de referencia, que es el bono alemán.

Consideramos Defcon 5 (alerta nula) si la media aritmética de los CDS y el spread del bono están por debajo de 60

Defcon 4 si está entre 60 y 119,99

Defcon 3 entre 120 y 199,99

Defcon 2 entre 200 y 299,99

Defcon 1 (riesgo inminente de quiebra) por encima de 300

Los datos de la deuda exterior neta se toman del Banco de España extrapolando a partir del ritmo de endeudamiento del año corriente tomado de la balanza financiera de la economía española (Banco de España), como población para el cálculo por habitante tomamos 46.1 millones y para el número de trabajadores tomamos el último dato de afiliaciones publicado por la Seguridad Social

Última actualización de los valores base para el cálculo de la deuda 01/06/2011

¿Por qué la prima de riesgo española está tan alta?(artículo publicado por el autor en el blog de economía de DRY en abril de 2012)

Al comenzar el año 2010 el interés que tenía que pagar el tesoro público español para colocar sus bonos a 10 años en el mercado era inferior al 4%, apenas un 0.5% (50 puntos básicos) más que lo que tenía que pagar el tesoro alemán. Desde entonces la evolución de ambos bonos ha sido opuesta. El bono alemán ahora (abril de 2012) se coloca a poco más del 1,70% mientras que el bono español se coloca al 5,80%. Esta situación supone un enorme sobreprecio (prima de riesgo) de más del 4% (400 puntos básicos), que amenazan con desestabilizar las finanzas públicas por el aumento de los pagos de intereses. Sin embargo, hay que aclarar que la mayor parte de la deuda existente hoy día se emitió a tipos mucho más bajos, por lo que el interés medio pagado por la deuda sólo ha subido un 0,51% respecto a los mínimos de 2009. Esto sólo supone un sobrecoste de poco más de 3.000 millones, por lo que la gran mayoría de los incrementos en los pagos de intereses hay que achacarlos al brusco aumento de la deuda total en circulación, que ha pasado de 307.000 millones en 2007 a más del doble actualmente (615.000 millones). Además, de toda esta deuda sólo poco más del 40% está en manos de extranjeros, por lo que sólo la parte proporcional de los intereses acaba en el exterior, terminando el resto en los inversores españoles, que son fundamentalmente bancos, seguros y fondos de pensiones.

La situación, como puede verse, no parece aún desesperada, pero sin embargo vemos que multitud de analistas nacionales e internacionales hablan del “problema español” y que las presiones internacionales para que se estabilice la deuda pública son enormes. Es más, a partir del otoño pasado los inversores extranjeros han comenzado a huir precipitadamente de la deuda española, vendiendo más del 21% de la deuda que poseían, tendencia que ha ido acentuándose durante este año, como se puede ver en el gráfico.

Estas ventas han sido compensadas por las enormes compras de la banca española, que ha utilizado el dinero obtenido en el Banco Central Europeo para ello (lineas azul y amarilla). Es decir, que la deuda española ha quedado prácticamente fuera del mercado y ahora mismo dependemos casi exclusivamente del BCE. Ésta, y no otra, es la razón de que la prima de riesgo haya subido con tanta fuerza en los últimos días, pues la banca al parecer está agotando el dinero obtenido en el BCE y no es capaz de cubrir ya las nuevas emisiones y las ventas que los extranjeros están haciendo en el mercado secundario (donde se compra y se vende deuda ya en circulación).

Luego el problema real es que por alguna razón los inversores extranjeros han empezado a “vender España”, algo que parece estar ocurriendo también en la Bolsa española. ¿Y por qué está ocurriendo esto?

En teoría económica se han estudiado mucho las crisis de deuda pública y son bastante bien conocidas las circunstancias en las que los inversores comienzan a exigir cada vez más interés para comprar la deuda de un país. Esto ocurre fundamentalmente cuando aumenta el riesgo de quiebra (o impago de la deuda) percibido por estos inversores. Entre los inversores existen instrumentos de inversión que miden el riesgo de quiebra percibido por los mercados. Estos instrumentos se llaman CDS (Credit Default Swaps) y son básicamente seguros de riesgo de impago muy similares a los seguros domésticos que cualquier particular pueda tener contratados, con la particularidad de que se pueden vender y comprar. Los CDS nos están diciendo que la situación de España ha empeorado muy notablemente en los últimos meses, pasando del 20% de riesgo de quiebra en mayo del pasado año a casi el 34% actualmente. Es decir, estamos en la misma situación que estaba Portugal hace poco más de un año. Y recordemos que el bono portugués a 10 años se paga ahora mismo a más del 12%, lo que lógicamente es un nivel absolutamente insostenible para las finanzas de cualquier país con los niveles de deuda e inflación que tienen los países de la zona euro.

El problema de este aumento de la desconfianza viene básicamente porque los inversores piensan que los ingresos futuros del Estado no serán suficientes como para atender los pagos de la deuda. Esto ocurre por dos motivos. El primero es porque la deuda sigue aumentando con fuerza. El pasado año fueron concretamente 51.000 millones más. El segundo es que los ingresos del Estado no aumentan como sería necesario para garantizar el pago de esta deuda. El pasado año los ingresos se redujeron en más de 4.000 millones hasta 377.000 millones cuando en 2007 fueron 433.000 millones. Recordemos que en este intervalo la deuda se ha duplicado. Realmente estos dos problemas tienen el mismo origen, que es la falta de crecimiento económico. Esto es lo que hace que los ingresos fiscales no crezcan y que el mantenimiento de la estructura del Estado obligue a incurrir en elevados déficits públicos que aumentan la deuda.

Y aquí es realmente donde empiezan los problemas. El pensamiento dominante en la Troika dictamina que la situación viene dada porque España ha perdido competitividad porque los salarios han subido mucho respecto a Alemania, porque tiene un sector público exageradamente grande. Por lo tanto, en la mentalidad de la Troika, bajando salarios y desmantelando parte de la estructura del Estado todo volverá a su cauce correcto, la economía española crecerá y los mercados volverán a confiar en nosotros. Pero es muy dudoso que este diagnóstico sea correcto. Aunque es cierto que los salarios españoles han crecido más rápido que en Alemania, los salarios sólo son una pequeña parte de los costes totales de producción de nuestras empresas exportadoras. Estos precios de producción realmente están en el mismo sitio en que se encontraban en 1999 respecto a Alemania. Es más, las exportaciones españolas han crecido tanto como las alemanas desde ese año, y mucho más que en Francia, Italia o Reino Unido.

Los costes salariales de las empresas industriales (nuestros principales exportadores) apenas suponen el 10% de los costes totales, por lo que una rebaja salarial del 10% apenas bajaría sus costes totales un 1%, algo que evidentemente poco puede impulsar nuestras exportaciones y nuestra actividad económica. El desmantelamiento de parte de la estructura del Estado es otra de las exigencias de Bruselas, pues creen que con esto se reducirá el déficit y los mercados recuperarán la confianza. Pero una vez más es muy dudoso que esto suceda. La deuda pública es el medio fundamental por el que ha estado entrando capital extranjero en España desde que estalló la crisis, por lo que una reducción del gasto público tendrá unos efectos contractivos muy importantes sobre la economía, dado que apenas liberará capital para su uso en el sector privado. Esto no sólo no aumentará la confianza sobre nosotros sino que la empeorará.

Nos encontramos, pues, en un callejón sin salida. Si obedecemos a la Troika estaremos abocados casi con seguridad a un rescate que nos llevará a una situación “a la griega”. Y si no lo hacemos en pocos meses estaremos en una situación de quiebra técnica, pues como hemos visto dependemos ya en exclusiva del del BCE y lógicamente éste ya no nos financiará si no cumplimos con sus exigencias. ¿Qué salida nos queda? No nos podemos engañar. Las locuras cometidas por el entramado partidos-banca-grandes empresas durante los últimos 15 años nos han colocado en una situación de insolvencia como país. No podemos pagar la enorme deuda exterior neta de 1 billón de euros adquirida durante estos años por los sucesivos gobiernos. Pero contamos con una ventaja, que es que nuestra enorme deuda hace que nuestra capacidad de negociación, paradójicamente, se vea reforzada. Es urgente negociar una quita de la deuda, que se debería aproximar al 50%, así como un fuerte plan de inversiones por parte de Europa para relanzar nuestra economía productiva. Si este acuerdo no fuera posible, debemos recordar que aun a día de hoy la mayor parte de nuestra deuda exterior es privada, por lo que si estos bancos que mantienen la deuda con el exterior no pueden responder de sus obligaciones debe dejarse que quiebren, con un plan paralelo para que una banca pública vaya retomando sus funciones. Si Bruselas nos pusiera en una situación imposible debemos recordar que siempre nos queda la opción de abandonar el euro. Pasaríamos unos meses malos, es evidente, pero la experiencia de otros países nos demuestra que la memoria de los mercados es corta y que en poco tiempo volveríamos a una situación de normalidad. Pero lo más importante de todo es entender que el gobierno español no está defendiendo los intereses de los ciudadanos, sino los de los partidos, bancos y grandes empresas. Éstos son opuestos a los de la población, e implican la transferencia de enormes cantidades de riqueza de los contribuyentes a la banca, el mantenimiento de los privilegios y de las redes clientelares y de corrupción de los partidos y el de los privilegios de las grandes empresas que se ven con las manos libres para extorsionar a los clientes gracias a las regulaciones hechas ex profeso para protegerlas. Este destino que nos tienen reservado también incluye la permanencia en el euro a costa de lo que sea, pues la banca y grandes empresas sufrirían enormes pérdidas en ese escenario.

Por ello, y si queremos evitar este saqueo que reducirá a la miseria a una gran parte de la población y rebajará enormemente el nivel de vida del resto, es imprescindible que los ciudadanos nos movilicemos con el fin de conseguir un cambio de régimen para que éste sea realmente democrático y con un gobierno que gobierne realmente en el interés de la mayoría. La situación anterior a la crisis nunca volverá, porque se basaba en una riqueza ficticia que se ha esfumado para siempre. Pero podemos exigir que el empobrecimiento, inevitable, se reparta de una forma equitativa. La mayor parte del daño que quieren infligirnos está por hacer. Aún estamos a tiempo de evitarlo.

http://www.colectivoburbuja.org/index.php/defcon/

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