El mirador olímpico.Corre, corre, que te pillo
Varios peatones, entre ellos muchos niños de colegio, corren para cruzar una calle en Londres. | C. F.
El alcalde cambió la secuencia de los semáforos para favorecer a los coches
En el último año han muerto 77 personas atropelladas
Un padre ha decidido patentar un paso de cebra portátil
Carlos Fresneda (corresponsal) | Londres
Todos los días se disputa en las calles de Londres una silenciosa y agónica carrera digna de medalla olímpica: cómo cruzar de acera en menos de ocho segundos. Corre, corre, que te pillo...
Desde que el alcalde Boris Johnson decidió cambiar la secuencia de los semáforos, para ponérselo más fácil a los coches, los accidentes mortales de peatones y ciclistas se han disparado alarmantemente. El último año, sin ir más lejos, murieron 77 personas atropelladas en la ciudad y 903 resultaron heridas de gravedad.
Los ciclistas, más amenazados
Las muertes por atropello aumentaron un 33% en un año, pero la noticia alarmante pasó desapercibida bajo los fastos olímpicos y la imagen engañosa del alcalde en bicicleta. Dieciséis ciclistas corrieron la fatal suerte y este año va camino de fijar un nuevo récord. La última víctima de las dos ruedas, Dan Harris, ha caído precisamente esta semana, arrollado por un autobús de dos pisos en una de esas intersecciones imposibles que rodean el parque olímpico.
Las proezas de Bradley Wiggins y Victoria Pendleton constrastan con el sistemático desdén hacia los ciclistas, y no digamos hacia los peatones, en este Londres donde los conductores siguen teniendo derecho de "pernada". Tan breve es el lapso en los semáforos, que muchos de ellos ni siquiera frenan; se limitan a embragar y a acosar a los peatones con acelerones varios cuando el semáforo aún está en ambar.
Los ciclistas tienen al menos varias campañas en marcha, como la encabezada por el periódico 'The Times' o la bautizada como 'Go Dutch, proponiendo la creación masiva de carriles bici como en Holanda o Dinamarca. Pero los peatones no tienen quienes les defienda en esta cultura "autocéntrica" que no hay manera de cambiar.
"Cualquier política de transporte ha de empezar por la seguridad de la gente que va a pie", escribe en 'The Guardian' Zoe William, clamando por la puesta en marcha de un movimiento en defensa de los sufridos peatones en Londres. "Tenemos que ser capaces de andar antes que poder montar en vehículo alguno".
El 'Gran Prix' de Hampstead
Habrá quien diga que los conductores londinenses son un dechado de amabilidad comparados con los españoles, pero cualquiera que se haya aventurado a cruzar la calle estos días entre las bearreras metálicas que rodean la Torre de Londres o en los cruces del infierno en King Cross o Vauxhall, sabrá perfectamente a qué me refiero.
A las puertas de mi casa, sin ir más lejos, se disputa todos los días en horas punta lo que los vecinos han bautizado ya como el "Gran Prix" de Hampstead: carreras trepidantes de coches deportivos y 4x4, rumbo a los privadísimos colegios y universidades del noroeste.
La situación es tan alarmante que un padre, Yannick Read, ha decidido patentar un paso de cebra portátil de fabricación casera para que puedan cruzar tranquilamente sus hijos. El Departamento de Transportes ha advertido que se trata de una "maniobra ilegal", pero muchos lo consideran ya como el primer brote de la inaplazable isurrección de los peatones londinenses.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/04/internacional/1344079404.html
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