lunes, febrero 15, 2010

Yacimientos de Energía AVF.--Vazquez Figueroa



El Sistema “Yacimientos de Energía AVF” tiene su origen en las patentes 950075 /07-04-95 y 9502446/ 12-12-95 a nombre de “Desaladoras AV-F”, y su principal objetivo se centra en conseguir que los yacimientos de petróleo o gas, así como minas y toda clase de espacios vacíos situados bajo tierra proporcionen energía eléctrica sin consumir combustible ni producir CO2.

El concepto es simple: Siempre que exista agua- dulce o de mar- en superficie y un espacio vacío bajo tierra existe un “Salto de agua”.

Su aprovechamiento energético se puede obtener de varias maneras aunque la más efectiva es la instalación de turbinas hidráulicas encajadas a gran profundidad en el interior de los pozos de acceso.
Accionadas por el agua que se introduce por la parte superior del pozo generan energía eléctrica que se envía directamente a la red mientras el agua continúa su descenso para acabar ocupando los espacios vacantes que dejaron el petróleo, el gas los minerales.

Las turbinas pueden ser sustituidas por una batería de hélices conectadas por ejes de titano o acero al carbono independientes pero engranados entre si, que serán los que encargados de accionar una turbina situada en superficie.
En determinados casos se pueden utilizar turbinas de vacío, por lo que para un mejor entendimiento de ahora en adelante a todas se les denominará genéricamente “Maquinas”

La producción energética de cada yacimiento dependerá de cuatro factores:

1. Profundidad a la que se instalen las “Maquinas”
2. Diámetro del pozo lo que condicionara su tamaño y potencia.
3. Velocidad del agua.
4. Capacidad de almacenamiento del espacio vacío o “yacimiento”.

Cada tonelada de agua que mueve una turbina hidráulica situada a trescientos metros de profundidad, (lo que significa treinta atmósferas de presión), genera un kilovatio de energía.

Si como se asegura los océanos están subiendo de nivel esta es una forma práctica de controlar dicha subida.

La mayor parte de los cuatrocientos mil pozos de petróleo abandonados que existen en el mundo se encuentran a gran profundidad y la boca de entrada de muchos de ellos se sitúa cerca del mar, (cuando no en el mismo mar), por lo que la capacidad de obtener energía sin consumo de materias primas resulta prácticamente ilimitado.

Cuanto mas petróleo y gas se obtenga más nuevos espacios quedaran libres.

Desde que en 1859 se perforara el primer pozo de petróleo se han extraído del subsuelo billones de toneladas de crudo y el ritmo de extracción actual es de trece millones de toneladas diarias.

Las reservas comprobadas han sido calculadas en 216.000.000.000 millones de toneladas y el número de minas de todo tipo abandonadas desde tiempos inmemoriales a lo largo de todas las costas del mundo resulta imposible de calcular.
Cada una de ellas constituye una posibilidad de generar energía barata y limpia.

La forma de actuación variará en cada circunstancia.

En determinadas ocasiones bastará con aprovechar la infraestructura ya existente y hacer descender la maquina elegida hasta encajarla a la profundidad deseada.

En otras resultará más rentable ampliar el diámetro del pozo con el fin de instalar maquinas de mayor tamaño aumentando rendimiento.

A medida que se van ensanchando los bordes los residuos van cayendo hasta el fondo del yacimiento sin necesidad de ser extraídos.

En el momento en que se deja de ensanchar, el escalón que se forma sirve de plataforma de asentamiento a la maquina.

Una tercera opción se centra en colocar una batería de maquinas equidistantes entre si con el fin de conseguir que las presiones se distribuyan y trabajen de modo mas seguro pese a que el rendimiento disminuya.

Para ello se “encamisa” la tubería ya existente con una de menor diámetro a la que previamente se han fijado las maquinas elegidas.

A la hora de instalar las infraestructuras necesarias para la explotación es conveniente tener en cuenta que tanto el petróleo como el gas se estuvieron enviando a los puertos de embarque por medio de tuberías que la mayor parte de las veces no fueron desmontadas por lo que pueden ser utilizadas para enviar agua de mar en dirección contraria.

Como a la larga cada yacimiento acabará por agotar su capacidad de recibir agua, tanto las maquinas como las infraestructuras auxiliares deben haber sido concebidas de forma que sean extraíbles y “reciclables”, es decir, que una vez concluido el trabajo puedan trasladarse a otro punto.

El paso del agua debe estar regulado por válvulas que eviten sobrepasar una velocidad de 2,5 metros por segundo por riesgo de turbulencias o “golpes de ariete”.

En zonas necesitadas de agua se acoplará una “Desaladora AVF de Osmosis Inversa por Presión Natural” que podrá producir el metro cúbico de agua a coste cero.

Un beneficio añadido en el caso del petróleo se centra en el hecho de que resulta normal que en el fondo de los pozos quede siempre un remanente de crudo que no se ha podido extraer y que al ser menos denso que el agua cuando se llena el pozo acaba saliendo al exterior por si mismo.

Hay quien afirma que en las bolsas de petróleo ya no se encuentran “espacios vacíos” porque han sido ocupados por aguas subterráneas, lo cual desafía toda lógica.

Las rocas porosas llamadas “reservorios” únicamente almacenan petróleo cuando están rodeadas de terrenos impermeables; de no ser así un crudo sometido durante miles de años a enormes presiones se habría filtrado perdiéndose en la inmensidad del subsuelo. Por ello cuando se perfora un pozo el petróleo escapa por esa única salida pero el lugar que ocupaba continúa siendo impermeable.

Tan solo si se arroja agua desde lo alto, cosa que se hace en contadas ocasiones, dejará de existir un “espacio vacío”.

Expediente nº 12/RTPTI-000088/2010
Ref.Doc. nº 12/000184.5/10

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