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viernes, febrero 12, 2010
matrimonio feliz ¿2 palabras antagónicas ?
uno tiene tiempo para aquello que le da importancia
El trato más cariñoso del día a día. Descubrir sólo lo positivo que hay en nuestras esposas por un mes. La fidelidad no es conservar el amor de novios, es empeñarse en amar cada día un poco más al otro y se concreta en cada día tener un detalle especial, aunque sea pequeño, de cariño. Un amor es verdadero cuando busca el bien del otro.
* Poner el bien de los demás por delante del mío.
* Construir entre ambos un amor de más kilates “No sabrás todo lo que valgo hasta que pueda dar junto a ti todo lo que soy.”
* Aprender a disfrutar al máximo las cosas del matrimonio (disfrutar haciendo el bien)
* En el plano humano lo más importante de mi vida es orientar el amor hacia mi esposa.
* Abrirse a las consecuencias maravillosas del amor, no tener miedo a quererse cada día más.
* Ser siempre novios, en el sentido de mantener los detalles que uno tenía cuando era novio.
• Cuando pelean, saber pelear, lo mejor es como los chinos, que ganan las peleas sin pelear, pero sino se puede, decir todo claramente siempre y cuando no se hiera ni se ofenda, atacar el hecho y no a la persona. Es peor no pelear porque se explota.
• Si se dice algo ofensivo o injusto, retirarlo inmediatamente, reconocer defectos y errores.
• Permitirle al cónyuge llegar hasta el final antes de responder
• Centrarse en un tema concreto para no traer hechos del pasado y/o la lista de agravios.
• Hablar suprimiendo frases como “Siempre haces…”, Nunca me dices, Todos tus amigos…”
• Solos pueden discutir, delante de terceros ya no.
• Los problemas se calman no con un grito, sino con una caricia.
• Cuando uno no quiere, dos no pelean.
• Crecer en virtudes, enfocarse en las principales para que el matrimonio funcione: humildad, paciencia, servicio, perseverancia, fidelidad y alegría.
• Aceptar al otro tal cual es y quererle con sus defectos.
• Hablar sin miedo sobre aquello que molesta del otro y el modo de superarlo.
• Hablar después de un pleito, no cerrar las heridas en falso.
• El matrimonio debe cultivarse día tras día, el enemigo mas insidioso es la rutina. El amor se nutre de multitud de pequeños gestos y atenciones.
• Si la relación con Dios es buena, por ende la relación con los esposos será también buena.
• Hablar sobre lo que va bien y lo que podría ir mejor.
• Conocer el equilibrio entre los sentimientos y la razón. Al principio todo es sentimiento, emoción y varía conforme el paso de los años.
• No hay matrimonio feliz sin sacrificio mutuo. Pero no es un buen principio esperar que sea el otro el que empiece. Pon amor y encontrarás amor.
• Tres días a la semana quedarnos media hora a hablar, sin televisión, antes de irnos a la cama.
• Incidir siempre en la parte afectiva, un beso puede darse de mil maneras, esa agarrada de mano, ese abrir la puerta.
• Los días rosas, “Dime lo que te gusta que te voy a dedicar un día”, no es mas que engreír al cónyuge y cumplir todo lo que le gusta.
• Pedir sinceramente al otro que nos explique su pensamiento. Nos sitúa en una condición óptima para contrastar objetivamente su deseo de fondo y provoca en el otro la actitud de apertura.
• Cambiar uno mismo como invitación para que el otro modifique su conducta.
El principio es el siguiente: si quieres cambiar al otro, cambia tu primero en algo. Siempre existe algo en el tono de la voz, en el modo de recriminar, en el de presentar el problema, en el que uno puede mejorar. Basta que lo hagamos para que la otra persona también adopte esa actitud de inmediato y cambie.
• Cuando las parejas se pelean, se establece una progresión: primero, perciben que han sido agraviados de alguna manera, segundo, se enojan; después se sienten impulsados a atacar, y por último, atacan. Es posible interrumpir esta secuencia en cualquier etapa.
Las personas más felices son las que pueden controlarse a sí mismas,las que están preparadas para afrontar los problemas de la vida y sacar provecho de ellos.La conclusión final es que uno no va al matrimonio para ser feliz, sino para hacer feliz al otro. Se trata de esforzarse cada día.
Quien renuncie al esfuerzo ha firmado la sentencia de muerte de su matrimonio. Con la conciencia tranquila de saber que estamos dando todo lo que esté a nuestro alcance y lo que no para mejorar en nuestra familia y en nuestro trabajo, la alegría está asegurada, pase lo que pase. Se trata de luchar, no de vencer siempre. Sólo pierde el que no da todo lo que lleva dentro.
• Quien se casa considerando el matrimonio desde la perspectiva del yo, se sale de la pista ya desde el punto de partida. La pregunta no es: ¿Cuánto me puedo beneficiar, sino cuanto puedo dar en el matrimonio.?
• La falta de auténtico conocimiento recíproco. Al comienzo es un flash que se apaga rápido, con la convivencia la tendencia a idealizar al otro disminuye.
• Las expectativas exageradas: esperar demasiado del matrimonio, en lugar de ir a él para entregarse. Se pretende que el cónyuge sea perfecto, o a eternizar momentos de los primeros días del enamoramiento.
• No encontrar tiempo para estar juntos
• Mal carácter de cada uno, que no se quiere reconocer, controlar o mejorar
• Falta de comunicación
• Ausencia de donación en el acto conyugal
• Rutina
• La reducción del amor a mero sentimiento y la aplicación de esa idea al matrimonio, en la medida que siento, amo.
• Intervención constante de terceros en el hogar (padres, parientes, amigos)
• Dificultades económicas
• Medios de comunicación que transmiten antivalores (telenovelas) que hacen que lo malo parezca algo normal y aceptado por la sociedad.
• La soberbia y el orgullo: son el origen de casi todos los defectos, del mismo modo que la humildad y la sencillez, son el fundamento de casi todas las cualidades.
• Cuando se vive sin reglas ni principios. Cuando todo es cuestionable.
• El descuido permanente y sistemático de lo pequeño
• Pensar que es suficiente con estar enamorado, es sólo el empujón, pero el amor es como un fuego, que hay que avivarlo día a día, sino se apaga.
• Es de gran inmadurez pensar que una vez que dos personas deciden compartir su vida todo irá viento en popa. Es decir, ignorar que existen crisis de pareja
• No conocerse a uno mismo antes que a la pareja.
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1. Cultivar de forma especial algunas virtudes y actitudes que favorecen la convivencia: amistad, complicidad, sacrificio, servicio, renuncia, saber ceder, comprensión, sinceridad, tolerancia, paciencia, el saber pedir perdón y perdonar, el saber olvidar.
2. Descubrir y admirar de modo permanente nuevas facetas y cualidades del otro cónyuge.
3. Luchar por el logro de la armonía entre trabajo y familia: atención prioritaria al matrimonio y a las familias procurando hacerlo compatible con la actividad profesional.
4. Confiar en el amor, en el matrimonio y en el cónyuge y saber esperar los frutos sin recogerlos antes de tiempo.
5. Ser amigos además de cónyuges, de ese modo se refuerza la comunicación interpersonal, evitando el individualismo.
6. Practicar cada día el diálogo ameno, sabiendo preguntar y escuchar.
7. No conformarse con “quererse”, hay que querer quererse, como efecto de un compromiso de por vida. Saber que los matrimonios que duran no suelen ser los que pusieron el énfasis en el amor sino los que lo pusieron en un amor – decisión – compromiso de quererse.
8. La actitud con que se une el matrimonio influye mucho en su éxito.
9. Vivir el uno para el otro.
10. Vivir la comprensión mutua hasta el grado de complicidad.
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1. Renovar el amor: Sorprender a la persona amada, introducir novedades. Luchar contra el acostumbramiento y la rutina. Saber que la rutina es el principal enemigo de la vida conyugal, más que el egoísmo.
2. Actualizar el amor de entrega: Lucha constante por seguir dándose sin reservas.
3. Construir el amor de cada día: Esforzarse para amar más, para volver a empezar, para mantener la ilusión y ternura.
4. Dar afecto y ternura: Expresar los sentimientos.
5. Compartir: Practicar de modo permanente en la vida del otro sabiendo hacerlo con tacto, prudencia, compartir experiencias, estar al lado del otro cuando lo necesita.
6. Adaptarse al otro: A su forma de ser y a sus costumbres, sin pretender cambiarle, quererle con sus virtudes y defectos, aprender a vivir con las diferencias.
7. Elaborar conjuntamente proyectos laborales en labores comunes, seguir miando los dos en la misma dirección.
8. Mantener el respeto mutuo de palabra y obra, cuidar los modales y la cortesía, nuestro aprecio.
9. Encontrar un tiempo para estar juntos y a solas cada día, tiempo para hablar de todo.
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• Comunicarse es mas que conversar, es compartir los propios sentimientos, necesidades, alegrías y esperanzas.
• Reglas de comunicación: Saber escuchar, repetir para validar lo dicho, responder, adecuar los gestos a la palabra.
• Cuando pelean, saber pelear, lo mejor es como los chinos, que ganan las peleas sin pelear, pero sino se puede, decir todo claramente siempre y cuando no se hiera ni se ofenda, atacar el hecho y no a la persona. Es peor no pelear porque se explota.
• Si se dice algo ofensivo o injusto retirarlo inmediatamente, reconocer defectos y errores.
• Permitirle al cónyuge llegar hasta el final antes de responder
• El arte de centrarse en un tema concreto para no traer hechos del pasado y/o la lista de agravios.
• Hablar suprimiendo frases como “Siempre haces…”, Nunca me dices, Todos tus amigos…”
• Solos pueden discutir, delante de terceros ya no.
• Los problemas se calman no con un grito, sino con una caricia.
• Cuando uno no quiere, dos no pelean.
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• El matrimonio debe cultivarse día tras día, el enemigo mas insidioso es la rutina. El amor se nutre de multitud de pequeños gestos y atenciones. Si la relación con Dios es buena, por ende la relación con los esposos lo será también buena.
• Hablar sobre lo que va bien y lo que podría ir mejor.
Instrucciones para la esposa:
• Quiere a tu marido por encima de todo, de tu carrera, de la casa.
• No hables por hablar, aprende a escuchar con paciencia a tu marido.
• No te engañes pensando en que con otro hombre puedes mantener una relación de simple amistad.
• No gastes mas de la cuenta por lujo, capricho o falta de atención.
• No exageres las contrariedades ni finjas un excesivo dolor para inducir a tu marido a hacer lo que quieres.
• Cuida tu aspecto externo
• No envidies a otras mujeres ni pongas como ejemplo a otros maridos.
Consejos para los maridos:
• Quiere a tu mujer mas que a cualquier otra, también cuando el paso de los años la vaya dejando en desventaja
• No pases demasiado tiempo con tu mujer lamentándote del trabajo.
• Escribe bien grande la fecha de cumpleaños, aniversarios y otras fechas importantes.
• No olvides que tu madre es la suegra de tu mujer, a prevenir celos.
• No tengas vergüenza en decir a tu mujer que la amas y demostrárselo en cosas concretas
• Convéncete de que el negocio mas importante de tu vida es tu familia.
• Conocer el equilibrio entre los sentimientos y la razón. Al principio todo es sentimiento, emoción y varía conforme el paso de los años.Compartir sentimientos, ideas y creencias.En lugar de mirar los obstáculos, descubrir las posibilidades.
• No hay matrimonio feliz sin sacrificio mutuo. Pero no es un buen principio esperar que sea el otro el que empiece. Pon amor y encontrarás amor. Esforzarse cada día. Quien renuncie al esfuerzo ha firmado la sentencia de muerte de su matrimonio.
• Potenciar la espiritualidad.
• Dos días a la semana dejar el trabajo a una hora en punto para llegar a casa cuanto antes.
• Hacer un equitativo reparto de tareas de la casa y cumplir cada uno lo que le toca.
• Hablar de dificultades económicas con sentido positivo, proponiendo soluciones antes de hacer tragedias.
• Una vez al mes hacer una excursión por los alrededores.
• “El matrimonio debe luchar sin tregua contra un monstruo que todo lo devora: La costumbre.” Honorato de Balzac
• Incidir siempre en la parte afectiva, un beso puede darse de mil maneras, esa agarrada de mano, ese abrir la puerta.
• Se trata de luchar, no de vencer siempre.
• Hay que empezar cada día con una página en blanco, olvidando los borrones y tachaduras del día anterior.
• Hacer repetidos esfuerzos de voluntad por mejorar y pulir las dificultades de la convivencia.
• Los días rosas, “Dime lo que te gusta que te voy a dedicar un día”, no es mas que engreír al cónyuge y cumplir todo lo que le gusta.
• Frenar la tendencia a controlar, vigilar e inspeccionar al cónyuge.
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