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jueves, agosto 04, 2011
el por què de los 400 golpes , digo puntos
España al Borde del Abismo y Zapatero se va a Doñana de Vacaciones
Alerta en la crisis de deuda | La recuperación no llega
Los errores que han llevado al riesgo país a los 400 puntos
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03.08.2011 C. Rivero /R. T. Lucas. Y. González 20
La falta de credibilidad y la gestión del Gobierno son un claro freno a la salida de la crisis.
La economía española no se encuentra en el disparadero de los mercados porque tenga los mayores niveles de deuda o porque esté incumpliendo el objetivo de estabilidad que exige Bruselas. La deuda del conjunto de las Administraciones ascendía en el primer trimestre de 2011 al 63,6% del PIB, una cifra inferior a la de Italia, Grecia o Portugal, que también se encuentran en el peligroso club de los países periféricos.
Además, el objetivo de estabilidad presupuestaria sí se está cumpliendo: España redujo su déficit del 11,2% en 2009 al 9,2% en 2010. Pero entonces, ¿por qué están acosando los inversores a la deuda nacional a pesar de que parece que se están haciendo algunos deberes?
1. España se enfrenta a un problema de credibilidad. El Gobierno de Zapatero no ha sabido vender las reformas que ha impulsado para modernizar la economía. Pero el mayor problema es que las iniciativas que se han puesto en marcha son insuficientes. Gabriel Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana, alerta de que “los inversores huyen del bono español porque no creen que la situación de nuestro país sea sostenible”. “El mercado ha sido muy generoso. Nos ha dado más de tres años para realizar reformas económicas que liberalizaran y dinamizaran nuestra economía. Han sido tres años tirados por la ventana en los que el Gobierno ha tomado el pelo a los prestamistas”, concluye.
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2. El adelanto electoral dejará parado el país hasta comienzos de 2012. En una crisis como la actual, es inasumible los tiempos políticos que se están manejado. El Gobierno anunciará a mediados de agosto –exactamente, el día 19 de agosto, en plena visita del Papa a Madrid– un decreto con una reforma impositiva. Pero será el último coletazo de un Ejecutivo agotado.
Fuentes ministeriales alertan de que la actividad legislativa se encuentra paralizada, algo que se agravará durante la precampaña y la campaña electoral. Para empezar a atajar los problemas, habrá que esperar a comienzos de 2012, cuando el nuevo Consejo de Ministros empiece a estar plenamente operativo. Para colmo, los Presupuestos de 2011 serán prorrogados, en un momento en el que no es asumible ningún desvío en las cuentas públicas.
3. Los ingresos fiscales siguen bajo mínimos por la recaída de la actividad. Salvador Ruiz Gallud, socio de Equipo Económico y ex director general de la Agencia Tributaria, cree que el sistema tributario español no genera expectativas positivas. Más allá del lanzamiento de globos sonda, las ventajas fiscales que se han aprobado en los últimos meses sólo favorecen a las empresas con beneficios, una situación que no es demasiado habitual en estos momentos.
Además, el Ejecutivo ha optado en los últimos años por elevar la presión fiscal a los trabajadores, por medio del IRPF, del IVA y de los Impuestos Especiales, iniciativas que no han permitido que el PIB se despegue del crecimiento cero, lo único que lograría devolver definitivamente la confianza al sector público. Para muestra los datos de recaudación: los Impuestos Especiales y Sociedades siguen retrocediendo.
4. El endeudamiento público y privado equivale a cerca del 200% del PIB. Aunque es cierto que los niveles de deuda pública son más reducidos que en otros países con costes de financiación de las administraciones más asequibles, lo cierto es que la suma del endeudamiento del sector público y privado equivale a cerca del 200% del PIB, lo que obligará a impulsar un desapalancamiento de la economía española sin precedentes, como ya han alertado entidades como el Banco Santander y BBVA. El grifo del crédito seguirá cerrado previsiblemente durante dos años más.
5. El gasto público sigue creciendo a pesar de las medidas de austeridad. Los pagos que dependen directamente del Gobierno central, pese al ajuste en el sueldo de los funcionarios, siguen aumentando. Si se analizan al detalle las cuentas del Estado se puede observar que los gastos de personal y los gastos corrientes (excluyendo los pagos de ejercicios cerrados que ya están contabilizados en las estadísticas de los últimos años) no dejan de avanzar en plena época de recortes. El alza de la prima de riesgo también pasará factura a la estabilidad presupuestaria.
6. El Ejecutivo tampoco consigue meter en vereda a las Administraciones Públicas. Tampoco ayuda a calmar a los inversores que las CCAA sigan aumentando sus gastos, a pesar de que muchas de ellas, como Castilla-La Mancha, atraviesan una situación financiera extrema.
Pagando 926.000 euros al día desde el año 1 d.C.
Siglos de desembolso
Ofrecidas en perspectiva, las magnitudes de deuda española son sorprendentes. Por ejemplo: para cubrir todo el endeundamiento público español, que asciende a 679.779 millones de euros, una persona debería haber pagado 926.000 euros al día desde el nacimiento de Cristo, fecha que marca el inicio del calendario occidental, hasta el día de hoy.
Gasolina 'ad eternum'
Para pagar las letras y bonos que España plantea emitir en todo 2011 (43.626 millones de euros, si no incluyen los posibles préstamos a Grecia), una familia española tendría que gastar su presupuesto anual medio en gasolina (900 euros) durante 50 millones de años. Si se utiliza este mismo período para viajar atrás en el tiempo, la Tierra presenciaba entonces cómo se fundía el hielo de la Antártida.
De Pamplona a Vitoria
Si se alinease en billetes de 100 euros (cada uno mide 147 milímetros de largo), la longitud física de la deuda española contraída en 2010 (62.100 millones de euros) sería de 91 kilómetros. Es decir, la distancia aproximada entre Pamplona y Vitoria. Si la senda se construyese con billetes de 50, de menor longitud, el trayecto abarcaría más de 170 kilómetros, lo que separa Madrid de Cuenca.
http://www.expansion.com/2011/08/02/economia/1312319131.html
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400.000 millones de euros
Luis Riestra Delgado* 04/08/2011
Ese es aproximadamente el importe de la deuda adicional reconocida que dejará el equipo socialista de Rodríguez Zapatero cuando deje el Gobierno, algo así como 66.554.000.000.000 de pesetas o casi 67 billones de pesetas. ¿Deja todo ese endeudamiento un país mejor? No, al contrario, ese dineral sideral no ha resuelto ninguno de los problemas estructurales del país, de hecho es el resultado de una gestión política del futuro de nuestro país que exacerbó dichos desequilibrios para ganar elecciones, de una apuesta personal de Rodríguez Zapatero y su “equipo” que se la jugaron en su experimento socialista.
La deuda pública total española será, ya sea estimada por la OCDE o por simple tendencia, unos 860.802.000.000 de euros a principios de 2.012, que son unos 143.225.402.000.000 de pesetas, esto es 143,2 billones (o trillones anglosajones), pues nuestros políticos gastan euros como pesetas; aproximadamente la mitad de la misma se ha contraído desde 2007 cuando pinchó estrepitosamente el experimento socialista. Nuestros políticos han llegado a la locura de malgastar una moneda fuerte y para ello se endeudan lo que haga falta como en tiempos de la peseta, en que la inflación reducía el esfuerzo financiero; están cometiendo exactamente el mismo error de cálculo y expectativas de quienes se metieron en el sector inmobiliario recientemente.
Cifras que marean: es normal que el ciudadano medio, o un profesional, encuentre muy difícil calibrar las dimensiones de esas cifras, incluso cuando pones ejemplos del tipo: eso equivale a la capitalización de entre 9-10 bancos como el Santander, o al gasto en políticas de empleo y susidios de un paro 16-18 veces mayor, o las pensiones de ocho años, o la recaudación de impuestos directos de nueve años. Más duro es pensar que con la deuda total tocaremos a casi 20.000 euros per cápita y casi 50.000 por trabajador activo, o casi 100.000 por pareja trabajando; algo así como la mitad de un piso, una cuarta parte del cual es debido a este Gobierno: la habitación de Zapatero, esa parte de la casa de la que Usted paga una especie de hipoteca aunque ni la ve, ni la utiliza pero que ha de cargar con ella.
Pero, incluso con esos ejemplos, sigue siendo difícil calibrar las dimensiones de semejante endeudamiento del Gobierno de Zapatero. Siendo verano, permítanme que les ponga el siguiente ejemplo:
La armada americana. Veamos algunas cifras:
¿Me quiere decir que nos hemos ventilado en ocho años el equivalente al coste de casi toda la armada americana en activo?
Cada uno de sus súper portaviones cuesta unos 4.000 millones de euros. Suelen llevar una panoplia de aeronaves, unos 70 aviones, entre cazas, de alerta temprana, de transporte, anti submarinos, y un largo etcétera, que cuestan de media unos 30 millones de euros, con lo que el ala embarcada ronda unos 2.100 millones de euros; súmenle combustible, provisiones y bombas varias, otros 2.000 millones. Total, unos 8.000 millones de euros; como tienen 11, son 88.000 millones de euros. No llegamos a los 400.000 MM del agujero, así que hacen falta más barcos.
Más barcos: cada uno de esos súper portaviones es buque insignia de una fuerza de ataque repartida por sus flotas; esa fuerza suele llevar seis destructores o similares a 1.500 millones cada uno full equipe, pero pondremos nueve o más para usar todos los que tienen disponibles, que son 101; con eso añadimos 151.500MM, siendo el total 239.500 MM. No llegamos. ¿Hay más barcos? Hombre, podríamos añadir todos los barcos de logística, unos 50, que a media de 500 MM, lleva el total hasta ahora a unos 264.500 MM.
Tampoco llegamos al agujero de Zapatero. Podemos llamar a los Marines (infantería embarcada) que tienen 10 portaaeronaves anfibios de asalto y 11 más pequeños que, full equipe y “tirando” al alza, salen por una cuarta parte de un súper portaviones, sumando unos 42.000 MM. Total hasta ahora: 306.500 MM. Pues seguimos sin igualar al presidente. ¿No hay más barcos? Sí, está la flota nuclear submarina; son unos 71 que cuestan de media unos 2.000 MM cada uno, esto suma 142.000 MM, con eso hacemos 448.500 y superamos el agujero fiscal estimado de 400.000 MM entre 2.004 y 2012.
¿Me quiere decir que nos hemos ventilado en ocho años el equivalente al coste de casi toda la armada americana en activo? Sí, más o menos; pero si afina el coste de los buques a lo “peor” incluso podría incluir un sistema ad hoc de satélites GPS. Si se dimensiona el agujero con más precisión sería desde 2007 y llegaría a unos 430.000 MM de euros o casi 71,5 billones de pesetas. No siga.
¿Y eso en hospitales o escuelas cuánto sería? Ese no es el tema. Aparte de que la cifra dice mucho de nuestra potencia económica, ¿que no ve que hacen aeropuertos fantasma y “AVEs” a ninguna parte? Nadie propone construir una Armada, por usar un término histórico; no es eso, simplemente es una forma de dimensionar un desastre económico. ¿Es que no se ve que se puede organizar la economía de otra forma?
¿Y cómo se puede llegar a semejante calamidad? Se ve que no me lee. Aunque, inicialmente, el problema viene de atrás y tiene su síntoma mayor en nuestro enorme paro estructural, la parte mollar de ese agujero, el verdadero destrozo, es de este Gobierno y lo explicamos en el artículo Deuda, mentiras y campaña electoral. Hemos de pensar que la mejor unidad económica, gestionada por un mal equipo, produce esas cosas y que la gestión económica o empresarial es un tema bastante serio. En nuestro caso hay una raíz sociológica de origen generacional, y ejemplos de esto en el sector privado hay muchos, como cuando Telefónica fue gestionada por un gestor político, o los casos de dos conocidos mastodontes mediáticos crecidos a la sombra del poder socialista.
Por su notoriedad el sector de medios es un buen ejemplo para el lector (hay muchos otros), en él podrá encontrar casos de empresas que ganan dinero, pocas, y de las que no, la mayoría; entre las últimas abunda el caso de “directivos” que, llegados al pináculo del “Poder”, creen que son dioses y, aunque enfrenten un problema estructural de libro, por su mesianismo y sus fantasías empresariales, generan deudas inmensas imposibles de pagar. Por lo visto y al igual que con nuestro sistema político, quienes les eligen, apoyan y financian no ven eso o, lo que es peor, no lo quieren ver.
Lamentablemente, esa enorme deuda de Rodríguez Zapatero y sus iguales, socialistas o no, no es el único pasivo económico que nos dejan.
¿Ah, pero dejan más cargas económicas a futuro? Sí, no lo duden.
Aparte de esa deuda a pagar, con sus intereses, también hemos de incluir que la experiencia nos dice que el elevado endeudamiento público reduce el crecimiento, y que a partir del 90% dicha reducción alcanza un estimado 1% anual; además, mientras más se prolonga la losa de la deuda, la media de crecimiento cae aún más, como lo han demostrado Reinhart y Rogoff (http://www.economics.harvard.edu/faculty/rogoff/files/Growth_in_Time_Debt.pdf) Solo ese 1% de menor crecimiento anual significa en torno a 200.000 empleos anuales de media a lo largo de un ciclo de los negocios estándar.
Mención aparte requeriría el tema del endeudamiento externo, también tratado por Reinhardt y Rogoff, que reduce aún más el crecimiento, y que en nuestro caso es todavía más grave por la peculiaridad de nuestros ajustes y desequilibrios externos. Adicionalmente, está la mala reforma financiera del Gobierno, la Madeja de Mafo, con la callada y suicida complicidad del sector financiero competitivo, que suma otro lastre a nuestro crecimiento. Todo ello nos lleva a una espiral de bajo crecimiento, destrucción de empleo, insolvencia fiscal, más deuda y menos crecimiento: ese ha sido el cambio de modelo del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, una máquina de destruir la riqueza presente y la futura.
*Luis Riestra Delgado es economista.
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