El suicidio de la izquierda 22M

La letra pequeña del 22M (I): El suicidio de la izquierda

24 de Mayo de 2011 - 09:53:35 - Luis del Pino




Ya han tenido oportunidad todos ustedes de conocer los resultados electorales y de analizar las principales tendencias que se han materializado en estos comicios. Todos los medios de comunicación han hablado hasta la saciedad del varapalo electoral del PSOE, de la clara victoria del PP, de los sangrantes resultados de Bildu, de la triunfal irrupción de UPyD en muchos ayuntamientos y del triunfo de Cascos en Asturias.

Déjenme, por tanto, que me centre en otros aspectos de estas elecciones no tan comentados y que hable de algunas cosas que llaman la atención cuando uno se fija en la letra pequeña de los resultados.

Comenzaré por el PSOE: no sólo es que haya cosechado una derrota estrepitosa y merecida, sino que no ha habido manera de disimular esa derrota. A diferencia de otros comicios, donde todos los partidos encuentran motivos de satisfacción en los resultados obtenidos, en esta ocasión el PSOE ha quedado tan noqueado que no ha podido encontrar ningún argumento con el que consolar a sus fieles: se trata de una derrota sin paliativo posible.

Tomemos los resultados de las elecciones municipales (que, a diferencia de las autonómicas, se celebraban en toda España).

No ha habido ni una sola comunidad autónoma donde el PSOE no haya descendido. Por término medio, la caída en el número de votos del Partido Socialista ha sido del 20%, aunque con grandes diferencias entre unas comunidades y otras. Así, en Castilla La Mancha el PSOE pierde tan sólo 1 de cada 10 votantes, mientras que en lugares como Madrid o País Vasco son 1 de cada 4 electores socialistas los que han dado la espalda al partido. En el caso de Canarias, el descenso llega al 28%. En total, el PSOE ha perdido un millón y medio de votos y ha bajado, por primera vez, del 30% de los sufragios en unas municipales.

Pero lo llamativo no es que el PSOE pierda una cantidad de votos tan elevada, sino el hecho de que IU no haya sido capaz de recoger más que una ínfima parte de ese desencanto. Porque la formación dirigida por Cayo Lara tan solo ha cosechado 200.000 sufragios más que hace cuatro años. Lo cual quiere decir que al menos 1.300.000 personas han huido en todas direcciones: hacia el PP, hacia UPyD, hacia la abstención, hacia partidos no tradicionales...

Así pues, no es que estos hayan sido los peores resultados de la historia para el PSOE, sino que son los peores resultados para el conjunto de la izquierda española. Resultados de auténtica catástrofe: por primera vez, la suma de porcentajes PSOE-IU queda por debajo del 40% de voto popular en unas municipales:

1987 44,26%

1991 46,72%

1995 42,52%

1999 40,78%

2003 40,90%

2007 40,40%

2011 34,10%

La conclusión es muy clara: una parte nada desdeñable del electorado de izquierda está percibiendo que la izquierda oficial (toda la izquierda oficial) es responsable de la crisis o, cuando menos, cómplice voluntaria de la misma.

Los resultados del conjunto de la izquierda son tan catastróficos, que hacen que resulte todavía más incomprensible para el electorado de izquierda el empeño de Zapatero por agotar la legislatura.

¿Por qué Zapatero no disuelve las Cortes y convoca nuevas elecciones, antes de que el descrédito del PSOE (y de toda la izquierda) vaya a más?

La explicación extraoficial, la que los altos cargos socialistas te susurran por debajo de la mesa, es que no tendría sentido convocar ahora, cuando el PSOE se encuentra en horas bajas. Pero esa explicación no se sostiene, porque sólo tendría sentido si hubiera la más mínima esperanza de que las cosas fueran a ir a mejor para el PSOE. Sin embargo, no es así: no solo no existe esperanza ninguna de que la recuperación de empleo empiece antes de mediados del año que viene, sino que la probabilidad de que tengamos que ser intervenidos crece por momentos.

Pero, si la explicación extraoficial es absurda, la oficial lo es todavía más. Porque la razón que Zapatero ha dado públicamente para no disolver las Cortes es que tiene que llevar a cabo el calendario de reformas que nuestro país necesita. Es decir, que Zapatero tiene que implantar un calendario de recortes que van a dejar todavía más exhaustos y empobrecidos a los ya empobrecidos españoles.

Pero eso, electoralmente, no tiene sentido ninguno, porque serán el PSOE y la izquierda en general los que sufran el castigo de esos españoles a los que se les van a aplicar los recortes. Y si ese castigo iba a ser previsiblemente grande sin movilizaciones en la calle, el naciente movimiento de los "indignados" va a hacer que el coste sea, sencillamente, insoportable.

Con lo cual, la pregunta que todos los electores de izquierda se están haciendo, y para la que no encuentran respuesta es: ¿por qué el PSOE no actúa de manera lógica, disuelve las Cortes antes de que las cosas vayan a peor y deja que sea Rajoy quien se coma el marrón de las reformas? ¿Por qué el PSOE está dispuesto a inmolarse, asumiendo un desgaste que tan fácilmente podría transferir al PP?

En definitiva: ¿por qué la izquierda española está dispuesta a suicidarse, haciéndole el trabajo sucio a la derecha?

Alguna poderosa razón tiene que existir, ¿verdad?

eclectik, día 24 de Mayo de 2011 a las 11:50
Buenas Luis, preguntas en tu artículo

"¿por qué el PSOE no actúa de manera lógica, disuelve las Cortes antes de que las cosas vayan a peor y deja que sea Rajoy quien se coma el marrón de las reformas? ¿Por qué el PSOE está dispuesto a inmolarse, asumiendo un desgaste que tan fácilmente podría transferir al PP?"

¿No será que el PSOE mantiene una hoja de ruta en la que puede haber un "abandono definitivo" de las armas por parte de ETA? Y con el horizonte de las elecciones generales, este escenario "de paz" puede beneficiar tanto a ETA como al PSOE en detrimento del PP. A mi me da la impresión que esa hoja de ruta está pactada hace mucho tiempo, y que tiene ya una inercia difícil de combatir. No se, pero a mi me huele que apesta.

Saludos.
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Para contestar la pregunta pongo dos comentarios

18 Kickjor1, día 24 de Mayo de 2011 a las 13:52
La única razón de que ZP no convoque elecciones ya es, sin lugar a dudas, que quiere ser el Presidente que pase a la historia por conseguir que ETA deje las armas. Cueste lo que cueste, al precio que sea.

Su mezquindad no tiene limites, su soberbia tampoco. Esta anteponiendo sus delirios de grandeza por encima de los intereses de España,de los españoles e incluso de su propio partido.

http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/la-letra-pequena-del-22m-i-el-suicidio-de-la-izquierda-9689/