Evidentemente estamos hablando de un ligero sobrepeso, no de obesidad mòrbida, y tambièn nos referimos a los triatletas, ciclistas y corredores populares , no a los profesionales que viven de sus resultados.
Ventajas del sobrepeso en el entrenamiento y la competiciòn de larga distancia
.-En el entrenamiento tienes un lastre, cuando lo pierdes para la competiciòn , vas màs ligero
.-Si empiezas un ironman con algùn kilo de màs, mejoras la flotabilidad en el segmento de nataciòn y tienes reservas para la bicicleta y el principio de la carrera.
.- El tener un mayor porcentaje de grasa mejora la resistencia a las enfermedades , si estàs muy fino , las defensas bajan y te enfermas.
.- Un poco de peso extra te consigue mejor humor.
.-quitas arrugas de la cara y claro tienes mejor aspecto
.- Por ùltimo y no menos importante, mejora la vida sexual, no hay màs que ver la barriguita de los recièn casados...
inconvenientes
.-El peso es perjudicial para la carrera y para la bici en la cuesta arriba
.- Se machacan màs las articulaciones
.- necesitas màs calorìas y màs agua para entrenar y competir
.-riesgo de diabetes tipo II (inducida),
.- riesgo màs elevado de accidentes cardiovasculares
.- hipertensiòn
.-tienes que comentar con todo el mundo el por què pesas de màs , con el mucho deporte que haces..!
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UNA INVESTIGACIÓN DERRIBA EL 'MITO DE LA OBESIDAD'
El sorprendente beneficio de la gordura: las personas con sobrepeso viven más
Nadie duda de los riesgos que la obesidad conlleva para la salud, pero no es menos cierto que, en ocasiones, las alarmas respecto al sobrepeso ha ido
Foto: El sorprendente beneficio de la gordura: las personas con sobrepeso viven más
El sorprendente beneficio de la gordura: las personas con sobrepeso viven más
04.01.2013 – 06:00 H.
Nadie duda de los riesgos que la obesidad conlleva para la salud, pero no es menos cierto que, en ocasiones, las alarmas respecto al sobrepeso ha ido demasiado lejos. Según una nueva revisión de estudios, publicada esta semana en el Journal of the American Medical Association, el sobrepeso no sólo no es peligroso para la salud, además está asociado estadísticamente con un menor riesgo de muerte prematura, un 5% menor al de la gente con un peso “ideal”.
Este nuevo estudio, liderado por la doctora estadounidense Katherine M. Flegal, investigadora del National Centre for Health Statistics, es uno de los más completos de sus características, e incluye datos de 100 estudios y, aproximadamente, tres millones de personas de EEUU, Canadá, Europa, Australia, China, Japón, Brasil, Israel, India y México.
Aunque los autores del estudio reconocen que la diferencia no es significativa como para decir en términos generales que el sobrepeso es saludable, creen que los kilos de más sólo son peligrosos a partir de lo que se conoce como obesidad tipo II, correspondiente a un Índice de Masa Corporal (IMC) de más de 35 puntos. Este índice, una invención del estadístico belga Lampert Quételet con la que se mide la obesidad en todo el mundo, se obtiene tras dividir la masa entre la estatura al cuadrado. Así, por ejemplo, una persona de 100 kilos y 1,80 metros de estatura tendría 30,86 puntos de IMC, lo que le situaría en el grupo de la obesidad tipo I. Si esta misma persona alcanzara los 115 kilos entraría en el grupo de la obesidad tipo II (con un IMC de 35,49), a partir de la cual, siempre según este nuevo estudio, la tasa de mortalidad prematura empieza a ser mayor, hasta un 29% superior a las de una persona con el peso “ideal”.
Unos resultados muy polémicos
No es el primer estudio que la doctora Flegal ha realizado al respecto. En 2007 publicó una investigación similar y las críticas fueron feroces. El profesor de nutrición de la Escuela de Mecidina de Harvard, Walter Willet, llegó a calificar el trabajo de Flegal como “basura”, algo que lejos de desanimar a la doctora le empujó a realizar este nuevo estudio, mucho mayor. Tal como ha reconocido Flegal a The Independent, los resultados de la nueva revisión no son nada sorprendentes, pues ya existen numerosos estudios que muestran que el sobrepeso está asociado con una menor mortalidad pero, en su opinión, los autores hacen oídos sordos a este hecho y tratan de subestimarlo.
Los médicos tienen miedo de que estudios como este hagan que la gente reste importancia al sobrepesoLas reacciones al nuevo estudio no se han hecho esperar. Tam Fry, portavoz del Foro Nacional de la Obesidad de Reino Unido, ha sido uno de los más rápidos, aunque sus ideas son similares a las de la mayoría de profesionales de la salud. No duda de la validez de los datos que aporta Flegal, pero insiste en que estos no deben llevarnos a pensar que el sobrepeso no entraña ningún riesgo: “Katherine Flegal es una investigadora excelente, y la respeto, pero estoy asombrado. La suma total de los dictámenes médicos no puede estar tan equivocada. Si las personas hacen caso a este estudio y deciden subestimar el sobrepeso las consecuencias serán catastróficas. La mortalidad es una cosa, y la obesidad mórbida, otra. Si la gente lee esto y decide que no va a morir por comer demasiado quizás descubran que su vida futura va a depender de los tratamientos médicos para tratar el corazón, el riñón, o el páncreas”.
¿Es el miedo a la obesidad un mito?
Pese a que sus datos en el plano estadístico no dejan lugar a dudas, muchos profesionales de la salud reciben este tipo de estudios con abierta hostilidad. Teniendo en cuenta que la obesidad no deja de crecer, y dado los peligros que se han asociado a ésta, los médicos tienen miedo de que estudios como este hagan que la gente reste importancia al sobrepeso. Pero, ¿realmente tiene tanta importancia? Según el gobierno estadounidense siete de cada diez estadounidenses pesan demasiado. ¿Han pecado los responsables de la salud pública de cierto alarmismo?
El miedo a la obesidad esta injustificado y se trata de una obsesión cultural.
Para Paul Campos, profesor de derecho de la Universidad de Colorado y autor del libro The Obesity Myth: Why America’s Obsession With Weight Is Hazardous to Your Health (Gotham, 2004) este nuevo estudio demuestra lo que ha estado defendiendo tanto tiempo: el miedo a la obesidad esta injustificado en la mayoría de los casos y se trata de una obsesión cultural, alimentada por una industria multimillonaria, que trata de aprovecharse de los americanos preocupados por su peso. En una columna en el New York Times ha asegurado, en relación a este nuevo estudio, que tiene tan poco sentido pedir a los 75 millones de americanos que tienen el peso “ideal” que ganen los kilos que les faltan para vivir más, como pedir a los 130 millones de americanos con sobrepeso que adelgacen. Al fin al cabo, afirma, las estadísticas son estadísticas, y no indican una relación causa-efecto. Por ello el Gobierno no debería insistir en ninguna de ambas ideas.
Flegal, quizás para calmar la polémica que sabía iba a desatar su nueva investigación, ha insistido en que su trabajo no tiene como objetivo animar a la gente a despreocuparse por su peso. Su intención, dice, es arrojar luz sobre la complicada relación entre este y la mortalidad, que no es tan evidente como muchos piensan. Tener unos kilos de más, como demuestra la estadística, no es necesariamente malo. Por ejemplo, las personas con sobrepeso moderado se enfrentan de forma más satisfactoria a las enfermedades graves, que suelen ir acompañadas de una gran pérdida de apetito y un estado de debilidad más peligroso para las personas delgadas, lo que podría explicar la variación estadística. Además, como han demostrado numerosos estudios anteriores no todo el sobrepeso es igual, y debe valorarse en función de cada persona. No es lo mismo el sobrepeso en las caderas que el abdominal, mucho más peligroso, como no tienen el mismo riesgo una persona con sobrepeso, pero no fumadora, que otra que sí fuma o mantiene hábitos más sedentarios.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-01-04/el-sorprendente-beneficio-de-la-gordura-las-personas-con-sobrepeso-viven-mas_502012/
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Las ventajas del sobrepeso
25/06/2014@17:32:30 GMT+1
José María Herrera Escritor
El único ideal vigente, incuestionado, capaz de movilizar a las muchedumbres en esta época de nihilismo contumaz, es el peso ideal. El resto de los ideales parecen haberse ido por el desagüe de la historia, entre detritus e inmundicias. Dios, utopía, sabiduría, patria, justicia, humanidad, dejan indiferentes a la mayor parte de la gente. En cambio, el peso ideal es cosa seria, por la que algunos están dispuestos a morir o, al menos, a no comer. Los supermercados están llenos de personas que repasan las etiquetas de las viandas que consumen, las revistas contienen multitud de artículos explicando cómo evitar el engordamiento, los médicos y las autoridades sanitarias emiten continuas proclamas avisando de los peligros de la obesidad. Si hay un ideal que todavía mueve a los descreídos occidentales es el peso ideal, nombre técnico de la delgadez.
La afición por la delgadez ni mucho menos es nueva. Los gimnasios de la antigua Grecia estaban atestados de cuarentones preocupados por la barriguita. Platón criticó la costumbre, que juzgaba pueril. En pleno barroco, un poeta, Jakob Balde, cronista de Maximiliano I, escribió unos versos en alabanza de la delgadez que alcanzaron tal éxito que se creó en Munich una “congregatio macilentorum” o hermandad de delgados. El dato es relevante porque estamos hablando de la misma época en que Rubens pintaba sus bellezas adiposas que tanto asombran hoy y que en absoluto gustaban a todo el mundo. Si la gordura hubiera tenido el predicamento que se dice, Francesco Cavalli no habría incluido en su ópera Jasón esta frase pronunciada por el capitán de la guardia al descubrir al protagonista en el lecho acostado con Medea, mujer bastante gruesa: “He aquí a Jasón, lleva el carnero a la espalda (el vellocino de oro) y la vaca en brazos”. Aclaremos, de todas formas, que el ascetismo de Balde no era gratuito, pues de lo que se trataba no era de adelgazar porque sí, sino de santificar la existencia a fin de obtener la recompensa de la eternidad en el cielo. Igual que el socialismo se construye a partir de la escasez, según acaba de declarar el ministro venezolano de Planificación, el cielo se gana estrechando el cinturón. ¿Recuerdan al camello y al rico que no podían pasar por el ojo de una aguja?
Entre la delgadez extrema y la obesidad mórbida hay muchas cosas y una de ellas es el peso ideal. Los médicos, sin embargo, otorgan poco crédito a este concepto y confían todavía menos en la fiabilidad de las tablas que lo calculan. El peso ideal de una persona no se puede determinar tan sencillamente como se cree. En teoría, habría que poner en conexión multitud de factores. Pero el ideal del que se habla habitualmente no es el ideal respecto de la salud, sino de la belleza. Esto es algo que mucha gente confunde, quizá porque se cree que la belleza es una manifestación de salud y que la salud se manifiesta siempre como belleza. Las personas convencidas de ello piensan que si logran ajustarse a los índices de masa corporal establecidos como canon estarán en el punto máximo de belleza al que pueden aspirar sin recurrir al corta y pega. Ello no impide, por supuesto, que muchos recurran a la técnica para aproximarse a esos índices. Una liposucción acaba en un periquete con el problema de las mollas y convierte a la persona de la noche a la mañana en alguien saludable.
De los perjuicios del peso ideal acabamos de saber por una prestigiosa revista científica americana, Journal of the American Medical Association, en cuyas páginas se ha publicado un informe basado en el estudio de tres millones de personas que demuestra que los individuos con sobrepeso tienen un riesgo de muerte un seis por ciento inferior que los que están en el peso ideal. Se trata, al parecer, de un dato inesperado, con el que no contaba nadie porque el objetivo de la investigación era precisamente demostrar los riesgos de la obesidad (riesgo que ha quedado confirmado porque, en efecto, la obesidad incrementa la probabilidad de muerte). La conclusión del estudio no ha extrañado, sin embargo, a los que confían en el sentido común y no ven en el placer y sus rastros un enemigo a batir. Ya saben: nada en exceso, el veneno es la dosis, la virtud es el punto medio, todas esas viejas verdades por las que los clásicos fueron apreciados hasta que llegamos nosotros. El ideal, sea lo que sea, nunca se encuentra en los extremos, la abstinencia o el abuso, la delgadez o la gordura, la austeridad o el despilfarro. Ya va siendo hora de que se enteren los fanáticos de la salud y también todos esos que piensan que andamos desorientados entre los escombros del estado del bienestar.
http://www.elimparcial.es/noticia/123093/opinion/Las-ventajas-del-sobrepeso.html
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