Televisor 3D sin gafas de Toshiba.
La calidad de imagen es espectacular, pero, ojo, no me refiero al 3D sin gafas, sino a las imágenes convencionales en 2D que muestra el nuevo televisor de Toshiba. El gancho, el titular que ha elegido la compañía es el primer televisor 3D sin gafas del mundo"; sin embargo, si por algo destaca el 55ZL2 es por su resolución 4K. Aunque, claro, no es el primero del mundo en fabricar uno televisor con una resolución semejante.
Se le adelantó Sony, pero a un precio absolutamente prohibitivo. Su SRML560, con panel LCD, costaba la friolera de 25.000 dólares. Sin embargo, la propuesta de Toshiba juega en otra liga. El 55ZL2 es algo así como su televisor total, vamos, que lo tiene todo: es un 'smart TV' de 55 pulgadas, 3D, con conversor de la señal 2D a 3D, con el sistema de audio firmado por Audissey y con un panel LED con una resolución Quad Full HD. Si una tele Full HD tiene 1.920 píxeles en horizontal y 1.080 en vertical, este modelo los multiplica por dos en ambos sentidos: 3.840 x 2.160 puntos, con una densidad de 80,1 píxeles por pulgada. No hay maquillaje que resista eso. Las imágenes que mostraron en la demo del producto eran absolutamente espectaculares, con un nivel de detalle pasmoso. Eso sí, habrá que ver cómo se comporta conectado a una antena y cómo responden todos sus motores gráficos para adecuar la horrorosa señal que emiten (con alguna excepción) las cadenas en España a semejante resolución.
Ese trabajo se ha encomendado a un Cevo Engine de siete núcleos que, además tiene que controlar el funcionamiento de las 3D sin gafas. El truco de esta tecnología está en que hay que verla en determinada posición con respecto al panel. Es relativamente fácil ofrecer 3D sin gafas en una pantalla pequeña, como en el caso de la Nintendo 3DS, de tamaño reducido y siempre enfocada a la cara de quien esté jugando con ella, pero la cosa se complica en un panel grande y, sobre todo, con varias personas enfrente. El 55ZL2 es capaz de definir nueve zonas en diversas áreas de la pantalla en las que se puede disfrutar de imágenes tridimensionales (el efecto es de profundidad).
Antes hablaba de los 25.000 dólares que costaba la tele 4K de Sony; el televisor 'total' –es su tope de gama con diferencia- de Toshiba cuesta casi 8.000 euros. Es un precio muy elevado para el deprimido mercado español, aunque, ya se sabe que, paradójicamente, el lujo sigue funcionando. Pues eso: llámenlo el televisor de lujo, y a vender.
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