tanja la guerrillera holandesa de colombia

GUERRILLA | Declaraciones de Tanja, la guerrillera holandesa
'Yo soy guerrillera y lo seguiré siendo hasta vencer o morir'
Tanja Nijmeijer

* 'Me siento orgullosa de ser guerrillera, de trabajar aquí, al lado del pueblo'
* Tanja es responsable, entre otras atrocidades, de colocar varias bombas
* Una grabación muestra a la terrorista convencida por la causa


Salud Hernández-Mora | Bogotá
Actualizado jueves 04/11/2010 08:24 horas

Creían que era una víctima de un trasnochado y equivocado ideal guerrillero que aún anida en algunas mentes europeas. Incluso pensaban que Tanja Nijmeijer de 32 años, era prisionera de las Farc, incapaces de admitir que la joven holandesa que se incorporó a sus filas hace ocho años pensando que luchaba por la justicia social, estaba desencantada por lo que había vivido y visto en la banda criminal. Pero una grabación hecha pública este miércoles, obra del periodista colombiano Jorge Enrique Botero, uno de los pocos que aún tiene acceso directo al grupo armado, muestran a una terrorista convencida de su causa.

“Si el Ejército colombiano y el gobierno colombiano todavía cree y trata de divulgar que yo estoy aquí secuestrada, yo les diría que vengan a rescatarme y nosotros los recibiremos con AK 47, con punto 50, con minas, con morteros”, dice a la cámara la europea, en tono sereno. Aparece vestida de uniforme verde oliva recién estrenado, con una gorra que se nota que no es la suya, y sujetando un fusil. Hace la declaración, que dura un minuto, en un campamento de las Farc en la selva, con otros subversivos al fondo haciendo sus labores, si bien, más tarde, aparecen imágenes de un páramo, aunque no está claro si son añadidas.

“Yo soy guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y seguiré siendo guerrillera hasta vencer o morir, en eso no hay reversa. Es más, me siento orgullosa de ser guerrillera, de trabajar aquí, al lado del pueblo colombiano y al lado de otros guerrilleros trabajando diariamente por la toma del poder y por la revolución”, agrega en un perfecto español. Quizá olvida que el 98 por ciento de los colombianos, según las encuestas, aborrecen de las Farc, y que cada golpe contundente a dicha banda terrorista, dispara la popularidad del presidente de turno.

La historia de Tanja se conoció por primera vez hace tres años, cuando el Ejército bombardeó un campamento del comandante “Antonio Lozada”. El terrorista y la holandesa lograron huir, pero en su fuga ella dejó un diario. Por sus letras supimos de su existencia y sus frustraciones. Escribía que la guerrilla era un atajo de analfabetos violentos, y que los comandantes disfrutaban de una posición de privilegio que le era negada a la tropa, incluso que ejercían una suerte de derecho de pernada sobre las jovencitas recién incorporadas. La revelación hizo temer que las Farc tomaran represalias contra ella.

Hace poco, se volvió a saber de sus pasos por las fotos que aparecieron en uno de los ordenadores del sanguinario jefe militar “Mono Jojoy”, dado de baja. Se le veía bailando y abrazado a un guerrillero que podría ser su compañero. Y en varios correos electrónicos, “Jojoy” destaca la importancia de contar con sus servicios por sus conocimientos de varios idiomas y su papel en la diplomacia internacional de las Farc.

Tanja es responsable, entre otras atrocidades, de la colocación de varias bombas incendiarias en autobuses de servicio público de Bogotá. La crédula urbana de la que era miembro, hirieron a decenas de pasajeros y segaron la vida del niño Daniel Beltrán. El relato de la vida de la terrorista holandesa, está recogido en un reciente libro que lleva su nombre por título. En él la describen como una estudiante inquieta, que solía frecuentar grupos radicales de izquierda en su Holanda natal. Sus padres, gentes normales de clase media, y su hermana, nunca imaginaron que sus sueños libertarios desembocarían en Colombia, con la hija de cara de niña buena empuñando armas y siendo parte de una banda que siembra el terror y el sufrimiento en una nación que los rechaza.
http://www.elmundo.es/america/2010/11/04/colombia/1288874849.html