jueves, agosto 18, 2011

antipapas agreden peregrinos jmj en sol/piden cese delegada gobierno




video
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/17/espana/1313601327.html




la policía pidió a los católicos que se fueran
Los antipapa echan a los peregrinos de Sol entre gritos y empujones
La decisión del Gobierno de autorizar la marcha antipapa en Sol ha terminado con un enfrentamiento con los peregrinos y una carga policial.



Fotos: Manifestación antipapa

Europa Laica acusa a obispos y políticos de alentar atentados

2011-08-17
LIBERTAD DIGITAL 30

Unas cinco mil personas, según las cifras de la organización, han secundado la manifestación antipapa convocada para este miércoles en plena Jornada Mundial de la Juventud. Las cifras resultan irrisorias si se comparan con los cientos de miles de peregrinos que llenan las calles de Madrid para recibir a Benedicto XVI.

La marcha, convocada, entre otras, por las asociación de Ateos y librepensadores (AMAL) y Europa Laica, ha partido de Tirso de Molina hasta desembocar en la Puerta del Sol, por donde el Gobierno les permitió finalmente manifestarse. "De mis impuestos al Papa cero, Estado laico ya", decían en la pancarta de cabecera.

Además de los carteles, los manifestantes portaban un vehículo montado con una carreta atada a dos bicicletas, con una vela en la que puede leerse: 'Choque de titanes, el combate espiritual del siglo XXI', con una imagen de "Stephane 'indignado' Hessel", el autor de cabecera de los indignados, confrontada a la de "Joseph santidad Ratzinger" con el lema "15M vs JMJ".

Aunque al principio de la convocatoria los organizadores llamaban a "moderar el lenguaje" y rechazaban el término ‘antipapa’, se han vivido momentos de tensión en la Puerta del Sol, repleta de peregrinos.

Se escucharon gritos como "Cuidado con los niños, que viene el Papa", "Menos religión y más educación", "Esta no es la juventud del Papa" y "Esa manifa es ilegal", dirigido a los peregrinos que abarrotaban también la plaza.

Empujones y carga policial

También les gritaron "Iros a misa" y "el Papa es un nazi" al tiempo que exhibían condones frente a los crucifijos de los católicos. "Tu mochila la pago yo y en la mochila llevas condones", exclamaban. Por su parte, los jóvenes católicos exclamaban "Benedicto, Benedicto" y "Viva el Papa" entre silbidos de los antipapa y gritos de "ignorantes".

Según informaron TVE y elmundo.es, un grupo de manifestantes ha rodeado a peregrinos y les ha sacado a empujones de la plaza. Ante la escalada de tensión, la Policía ha terminado pidiendo a los jóvenes católicos que dejaran la zona.

Rozando las diez de la noche comenzaron los enfrentamientos con los agentehttp://www.blogger.com/img/blank.gifs. Un antipapa ha sido detenido por arrojar una botella a un agente y ha habido cargas de los antidisturbios contra las personas que pretendían quedarse en la zona cuando la manifestación que se había autorizado debía terminar en Tirso de Molina y no en la emblemática plaza madrileña.

La Policía ha tomado ya el control de la plaza tras varias escaramuzas con los antipapa en unas imágenes que recordaban a la ocupación de la zona por el movimiento 15-M. Un cordón policial impide ahora el acceso a Sol mientras las entradas del metro y el Cercanías permanecen cerradas.


http://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-08-17/gritos-y-tension-entre-los-antipapa-y-los-peregrinos-en-la-puerta-del-sol-1276432778/

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Jueves, 18 de agosto de 2011
El sindicato policial UFP pide el cese de la delegada del Gobierno por los incidentes de la manifestación ‘anti-JMJ’: “Ya te advertimos de que iba a haber altercados”



La Unión Federal de Policía (UFP) ha presentado en la Dirección General de Policía un escrito pidiendo el cese inmediato de la delegada del Gobierno en Madrid por los “graves altercados” producidos ayer por “grupos antisistema” en la llamada manifestación laica. Vea el escrito.

El documento pide su destitución por el “caos” producido ayer, 17 de agosto, en las calles de Madrid. El sindicato policial expone que:

-- La delegación del Gobierno se reunión con la Policía para, en un primer momento, prohibir la manifestación por, precisamente, coincidir con la visita del Papa con motivo de los actos de la Jornada Mundial de la Juventud.

-- La Policía, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la Abogacía del Estado y el Ayuntamiento de Madrid emitieron informes instando a que no se autorizara la marcha con la razón que podría alterar el orden público.

-- A pesar de ello, “la señora delegada se reúne con los convocantes y negocia un itinerario alternativo que contempla la Puerta del Sol y sus alrededores, dejando sin efecto la resolución adoptada, incluso después de manifestar los convocantes que el paso de la manifestación por Sol era “innegociable”

-- La UFP lamenta que la delegación del Gobierno no hizo nada para evitar los altercados y que “ya le advertimos de que iba a hacer altercados”.

Lea pinchando aquí el escrito presentado por el sindicato policial pidiendo el cese de la delegada del Gobierno, Dolores Carrión

http://www.elconfidencialdigital.com/images/HTMLText/CESE%20DELEGADA%20GOBIERNO%20MADRID.pdf



http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=29735



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Cacería contra el peregrino en Sol
FERNANDO LÁZARO | Testigo directo


Cuando tengo que ocuparme de informar sobre manifestaciones acudo con mucha antelación para empaparme del ambiente. El miércoles no fue una excepción. Cogí el Metro. Y vi un Metro tomado por jóvenes, muy jóvenes. Y vi un ambiente festivo, desde Cibeles hasta Sol. Madrid era peregrino y multicolor. Pasé por el kilómetro 0 y vi una plaza repleta de peregrinos-turistas. Y me acerqué hasta Tirso de Molina, lugar de donde arrancaba la manifestación laica, anti Papa y, por lo que se vio, anti peregrinos.

Inicialmente el despliegue policial era discreto, quizá demasiado. Apenas una veintena de agentes de las Unidades de Intervención Policial acompañaba a la cabecera de la manifestación. Y, como era de esperar, el punto caliente fue Sol, con la llegada de los manifestantes al cruce con la calle Carretas. La Policía había abierto un pasillo de anchura suficiente para que la manifestación atravesara la zona. Fue allí donde los más radicales de la manifestación y los peregrinos cruzaron gritos: «Pederastas», «nazis» e «hijos de puta» era contestado por los pocos jóvenes que había en la zona con gritos a favor del Papa. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

La Policía puso un leve cordón de separación en esa esquina, pero poco más. Y los manifestantes iban ganando metros. Su intención era clara. Los más radicales querían tomar la plaza. «Esta es nuestra plaza» y gritos de «fuera, fuera; menos rezar y más follar». El tono fue adquiriendo un aire amenazador tremendo. Las caras de los radicales estaban completamente desencajadas, fuera de sí. Había a quien la vena del cuello ya no se le podía agrandar más. Llevo más de 20 años haciendo información sobre seguridad y terrorismo, pero hacía muchos años que no veía tanta inyección de sangre en ojos de manifestantes. No eran todos, ni mucho menos, pero algunos daban miedo. Muchos estaban fuera de sí. «Os vamos a quemar como en el 36», gritaban a los jóvenes de la JMJ. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

En el esquinazo de la polémica no habría más de un centenar de peregrinos. No era para nada una contramanifestación. No ocupaban la zona por la que tenía que atravesar la marcha laica. Esos peregrinos eran extranjeros. Allí había italianos, belgas, australianos, franceses, italianos, egipcios... Y algún español, sobre todo voluntarios. La media de edad, menos de 18 años. Que nadie me lo cuenta, que estaba allí y lo vi en primera persona.

El Ministerio del Interior ya estaba avisado de que era una zona de riesgo, que no era recomendable autorizar esa marcha y menos por ese recorrido. Los informes apuntaban a que podía haber una importante infiltración de radicales en la manifestación de laicos.

Porque, eso sí, el grupo de radicales, violentos, que se comportaron como energúmenos, no superaría el millar en una marcha que congregó a varios miles de asistentes. La visceralidad de los ataques de esos radicales fue intensa. Poco a poco fueron tomando la Puerta del Sol. Bordearon el cordón policial por derecha y por izquierda. La siguiente maniobra, ante la inicial pasividad de los agentes, fue rodear a los pequeños grupos de peregrinos y, mediante empujones, gritos, insultos y patadas, sacarlos de la plaza. También tuve que sufrir esos empujones y patadas. Peregrinos, periodistas... qué más les daba, la plaza tenía que ser suya. Sobrábamos los demás. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

Primero actuaron contra un grupo de apenas media docena de australianos. Después les tocó a los franceses. Los italianos no se quedaron al margen. A los egipcios también les tocó.

Algunos peregrinos, veteranos, hacían frente a los insultos de los autodefinidos como indignados, que buscaban el cuerpo a cuerpo. Y así, al grito de «ésta es nuestra plaza», los radicales que participaron en la manifestación ocuparon de nuevo la Puerta del Sol. Durante estas maniobras de desalojo de peregrinos la pasividad policial fue total. No pude evitarlo. Ya al cuarto incidente de acoso, hostigamiento y empujones contra peregrinos me acerqué a los policías, que permanecían en los alrededores del edificio de la Comunidad de Madrid, para advertir de que la situación estaba tomando un sesgo extremadamente peligroso. Silencio. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

Una vez expulsados de la plaza, los radicales dirigieron sus esfuerzos a controlar el Metro. Por allí salían decenas de jóvenes peregrinos que se dirigían a cenar. No menos de 500 personas se concentraron en la puerta del suburbano. Allí se montó la mundial. Este grupo, de nuevo incontrolado, comenzó a arremeter contra todos los peregrinos. Insultos, coacciones (ya sabéis, eso de gritarte a la cara a menos de 15 centímetros), escupitajos... La escena era dantesca. Auténticos cafres lanzando gritos y amenazas a los jóvenes (por cierto, la mayoría mujeres) que salían del Metro.

Vi mucho pánico en los ojos de los peregrinos y vi a muchas, digo bien, a muchas que al ver el espectáculo rompieron a llorar de puro miedo. Aún tardó la Policía en llegar a la zona. Abrió un pasillo para que los peregrinos salieran de Sol. Los radicales eran los dueños del kilómetro 0. Se envalentonaron más y arremetieron contra la Policía. Y un radical con numerosos antecedentes dio el pistoletazo de salida a los incidentes.

Una botella contra los agentes y la Policía cargó. Antes, las mochilas naranjas, los crucifijos y hasta los alzacuellos eran una «provocación» para esos radicales. «Es que nos están provocando», «es que están rezando», se justificaba uno de los empujadores profesionales. Y se me ocurrió preguntar por qué les provocaban. «Porque están aquí, porque existen, porque les vamos a prender fuego otra vez, como en el 36». Madrid era hasta ahora una ciudad donde cabían todos los pensamientos. En Sol, eso se acabó.


http://elmundo.orbyt.es/2011/08/18/tu_mundo/1313695702.html

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