05.02.2011
Código albatros
El Neutrogena encadenó una serie de problemas que hicieron que su código 0 ( vela) cayera al agua. Cuando los patrones ya la daban por perdida vieron a tres albatros posados sobre ella y pudieron recuperarla.
Había sido una buena mañana de navegación en el Neutrogena. El espi tiraba, Boris Herrmann y Ryan Breymaier preveían un acercamiento mayor al Mirabaud. Por la tarde la brisa aumentó y la ola con ella. En ese momento, con mar formada, deciden achicar vela. “Calcetín en el espi grande, y tiramos para abajo. Trasluchamos y ponemos el espi pequeño”, cuenta en un correo electrónico Ryan.
El mar empeora más de lo que los patrones suponen. Deciden llenar el tanque de lastre número 3 y Ryan empieza a mover las velas hacia popa. En ese instante comienza el encadenamiento de adversidades. Primero un problema con un tubo de agua del tanque. “Hay agua en el barco” avisa Boris. En el mismo momento, el velero clava su proa en una ola. “Submarino completo justo cuando estoy moviendo la última vela”, cuenta Ryan en el mail. La vela se cae hacia sotavento, pega en un candelero y…¡al agua!
Boris y Ryan tienen la precaución de poner el dispositivo de hombre al agua para saber donde ha caído su código 0 y recuperarlo. “Recuperamos el control de la embarcación, ponemos el calcetín en el espi rápidamente, lo conseguimos bajar y atar en la parte delantera de la embarcación”, continúa la explicación. Los patrones desenrollan la trinqueta y viran para comenzar la ceñida de 1,8 millas hasta donde estaba el código 0.
“Lo buscamos durante un buen rato, pero no veíamos nada”, explicaba ya esta mañana Boris. El mar seguía creciendo y la visibilidad no era la mejor para dar con la vela. “Cuando ya la dábamos por perdida, vimos tres albatros posados sobre el agua. Nos llamó la atención y fuimos hacia allí. ¡Estaban sobre nuestro código 0!”.
La maniobra de recuperación no fue nada sencilla. Hasta tuvieron que utilizar los winches para regresar la vela a cubierta. Pero esa es otra historia. Sólo resta saber cómo será el próximo planeo del Neutrogena por los mares con su nueva vieja vela: el código albatros, el que desde ahora debe su nombre a los grandes planeadores de los mares del sur.
http://www.barcelonaworldrace.org/es/actualite/breves/detail/código-albatros-0-10843
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05.02.2011
Share | El tiempo mejora, la flota sonríe
“Hemos vivido 48 horas infernales”, reconoce el líder, aliviado por las nuevas condiciones de navegación. Anna Corbella asegura que ha temido por la integridad de su barco ante los golpes que recibía de las olas. Toda la flota está ya en el Índico, después de que el Central Lechera Asturiana doblara el cabo de Buena Esperanza.
El fin de semana parece haber llegado para buena parte de la flota de la Barcelona World Race, que por fin goza de condiciones de navegación menos duras que en días precedentes, desde el líder al pelotón de cola. Mientras la situación meteorológica va entrando en una lógica más acorde con lo que se espera del Índico Sur, los barcos empiezan a sacar velas de vientos portantes, después de jornadas de tener que luchar contra vientos de cara o del través, que han hecho la vida difícil e incluso «horrible», como han reconocido algunos de los navegantes. Las condiciones meteorológicas favorables se aprecian inmediatamente en que, por primera vez, toda la flota está navegando desde hace horas en velocidades de dos dígitos. “Parece como si estuviéramos en Ibiza”, ha sonreído una Anna Corbella especialmente satisfecha de avanzar por fin con vientos favorables bajo un sol propio del verano austral.
“Hemos vivido 48 horas infernales”, ha comentado el líder, Jean-Pierre Dick, aliviado después de que su Virbac-Paprec 3 superara la puerta de seguridad Amsterdam y pudiera poner rumbo hacia el sur, con vientos más favorables. “El programa de navegación nos anuncia velocidades de más de 20 nudos en las próximos dos días”, sonríen desde el Hugo Boss. “El frente se acerca, estamos saliendo del anticiclón que nos retenía como prisioneros”,comentan optimistas en el We Are Water. “Por fin velas de portantes después de tanto traves,por lo menos puedes mirar hacia delante sin llevarte un bofetón de agua inmediato...”, ha escrito de madrugada un Toño Piris agradecido con los cambios desde el Renault Z.E.
El líder se vuelve a escapar
Todo ello es consecuencia de la evolución meteorológica en el Índico Sur: los anticiclones se desplazan progresivamente hacia el norte y el este -y de esta forma la cola pasa a navegar con vientos portantes en lugar de vientos de cara-, a la par que la vaguada que ha provocado las durísimas condiciones a los cinco primeros de la flota va desapareciendo.
En las últimas 24 horas el líder ha recuperado buena parte de las millas que el MAPFRE le había recortado pacientemente a lo largo de cinco días. De repente, la distancia entre ambos vuelve a superar las 500 millas.
Mucho menor es la diferencia entre los vascos Iker Martínez y Xabi Fernández sobre Alex Pella y Pepe Ribes (Estrella Damm) y Kito de Pavant y Sébastien Audigane (Groupe Bel), que en las últimas 24 horas han recortado su desventaja en 54 y 25 millas respectivamente.
Mirabaud, el más rápido en 24 horas
El Mirabaud ha sido el barco que más rendimiento ha sacado de las nuevas circunstancias (ha sido el más rápido en las últimas 24 horas) y parece haberse despegado momentáneamente de un Neutrogena que en las últimas horas ha vuelto a la carga, tras haber estado ayer los dos barcos a la vista uno de otro.
También el Hugo Boss que parece despertar ante la llegada de vientos más fuertes para sacar partido al enorme potencial de este velero. Pese a que Andy Meiklejohn y Wouter Verbraak se han conjurado para superar al GAES Centros Auditivos antes de acabar el Índico, la tripulación femenina no parece temer por su inmediato futuro: “En los próximos días vamos a devorar millas en rumbo directo”, han pronosticado Dee Caffari y Anna Corbella, especialmente satisfechas de dejar atrás “las olas muy verticales que venían por la proa y los golpes que daba el barco al caer, cuando temblaba todo entero”. Estas condiciones fueron especialmente estresantes para la catalana, que llegó a temer por la integridad del velero.
El farolillo rojo, el Central Lechera Asturiana, navega en el Índico, como el resto de la flota, tras cruzar esta mañana el meridiano del cabo de Buena Esperanza. Después de su parada relámpago en Ciudad del Cabo para reparar el sistema hidráulico de la quilla, Juan Merediz y Fran Palacio han mostrado su agradecimiento a Eduardo Marín “Dudu” y Juan Pinacho: “Nuestro equipo de tierra se lo ha currado y gracias a ellos el barco está de nuevo en el mar”.
Su vuelta a la regata ha sido celebrada también por Gerard Marín y Ludovic Aglaor (Fòrum Marítim Català), ahora décimo: “Nos alegramos por Juan y Fran, todos sabemos el esfuerzo que supone tomar la salida de esta regata y las ilusiones puestas en esta aventura. Bienvenidos de nuevo al club de los Tres Mosqueteros”.
http://www.barcelonaworldrace.org/es/actualite/news/detail/el-tiempo-mejora-la-flota-sonríe-0-10859
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