jueves, febrero 10, 2011

los cazaciclistas actùan valencia , alicante/ y en costa rica!


Dénia
Los desequilibrados del Golf gris plateado ya actúan en Alicante
La Guardia Civil investiga el caso de una pareja que apedrea y golpea a ciclistas desde su coche

12:36



MÓNICA ROS La última víctima se llama Bernardo Martínez, tiene 63 años, es presidente de la peña ciclista Els Falcons, de Valencia, y fue agredido el pasado 1 de febrero desde el mismo vehículo que han denunciado diez ciclistas más. Le apedrearon desde el coche cuando circulaba desde Cullera hacia Valencia, nada más pasar el Perellonet, sobre las 12 horas. Y no es la única víctima que ayer denunció su caso a Información. Un joven fue agredido en Dénia desde el mismo Golf gris plata -modelo fabricado hace unos ocho años- y con las luces traseras "tuneadas". Sin embargo, en esta ocasión, los agresores utilizaron una barra flexible para atacar al ciclista. El joven tuvo que ser atendido en el centro de salud ya que a las heridas ocasionadas en la espalda por al barra flexible se sumaron las del golpe que provocó su caída contra el asfalto.
Con estos dos casos ya son doce los ciclistas agredidos -dos con barra flexible y diez apedreados- por un mismo vehículo desde hace cuatro meses por distintas carreteras de la Comunidad Valenciana, aunque la del Saler se lleva la palma. Por ese motivo, la Guardia Civil ha intensificado los controles en esta vía y ayer ciclistas aficionados aseguraban haber visto a siete coches de la Guardia Civil, a seis motos del mismo cuerpo y a un coche de la Policía Nacional, mientras entrenaban. Es más, los mismos agentes indicaron a los ciclistas que mantuvieran "los ojos bien abiertos" y que, ante cualquier incidencia, llamaran al 112.
Como el resto de víctimas, Bernardo Martínez no se imaginó ni por un momento que la piedra que le habían lanzado fuera una agresión directa. Es más, supuso que el coche, por error, le había golpeado con el espejo retrovisor. "Noté un fuerte golpe y vi el coche pasar. Por eso pensé que me habían dado con el espejo retrovisor por circular demasiado cerca de mí", relata este ciclista aficionado. Tan solo al ver las diferentes agresiones y denuncias publicadas por el diario valenciano, Bernardo Martínez se percató de que él era una víctima más.
Y es que el vecino de Alfafar que presentó al primera denuncia, Miguel Micó, alertó de la presencia de los "cazaciclistas" por las carreteras valencianas, y desde entonces, no han cesado de aparecer nuevos casos.
Las consecuencias de la agresión a Bernardo Martínez saltan a simple vista. "Tengo un hematoma enorme y mañana -por hoy- iré sin falta al médico porque tengo un bulto con mal aspecto", relata la que es la víctima de mayor edad hasta ahora. Los afectados piden la colaboración vecinal y policial para "cazar" a los agresores "cuanto antes".

http://www.diarioinformacion.com/marina-alta/2011/02/10/buscan-pareja-golpeo-coche-barra-ciclista/1093652.html

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AMADOR VUELVE A SER CICLISTA TRAS UN ASALTO DE CINE
Una escapada de película




El ciclista de Movistar fue atacado con pistolas eléctricas en Costa Rica · Las heridas fueron tales que se temió por su vida de ciclista · Su recuperación ha sido milagrosa y en poco más de un mes ha vuelto al pelotón

VÍCTOR JORDÁN. MADRID 11/02/11 - 10:32.

Cuando pasen los años y Andrey Amador (Cartago -Costa Rica-, 1986) cuente a sus hijos y a sus nietos sus andanzas como ciclista tendrá que hacer un paréntesis para relatarles lo que le sucedió este pasado mes de diciembre mientras se entrenaba por las inmediaciones de San José, la capital de Costa Rica.

Se trata de un suceso que bien podría encajar en una película de acción y que contado por el propio protagonista no deja indiferente a nadie. "El 29 de diciembre me desplacé a la zona de Heredia �a 50 kilómetros de la capital- para realizar un entrenamiento en altura", comienza Amador. "Estaba subiendo un puerto y me percate que había dos coches con los cristales tintados que me pasaron muy lentamente varias veces", continúa.

"Minutos después, al girar una curva, uno de los vehículos estaba cruzado en la carretera y tres hombres aguardaban mi llegada. Me dí la vuelta y a escasos metros, bajando, estaba el otro coche también bloqueando el paso�, relata. "Por suerte encontré un camino de tierra a mi paso y no dudé en cogerlo. Empecé a acelerar el ritmo, pero no tardé en verles detrás de mí con un todoterreno", admite el joven corredor de Movistar.

"Llegó un momento en el que decidí tirar la bici en el camino y escapar a pie, pero cuál fue mi sorpresa cuando no se contentaron con tener la bici en su poder y me persiguieron disparándome con pistolas eléctricas", algo que supo después, ya que en un primer momento Amador pensó que le disparaban con balas de fuego. "Yo sólo escuchaba el disparo y que éstos impactaban en mis piernas. Salté varias cercas y me buscaba la sangre, pero pensaba que el miedo no me dejaba ver con claridad", relata.

Pero lo peor estaba aún por llegar. "De repente escuché un disparo más y todo quedó en negro. Cuando volví a abrir los ojos estaba tirado en el cauce de un río. Todo estaba oscuro y tan sólo podía ver lo que la luz de la luna iluminaba. Me dolía todo el cuerpo".

Andrey comenzó a caminar y a escasos kilómetros de donde le abandonaron sus asaltadores había un supermercado, desde donde le dejaron llamar a su hermano. "El suceso ocurrió sobre la una del mediodía y cuando desperté el reloj ya pasaba de las 19.00 horas", admite el costaricense afincado en Pamplona.

Sin embargo, la aventura de Amador no termina en el cauce de un río, ya que las secuelas del ataque hicieron peligrar su vida de ciclista. "Esa noche empecé a vomitar y me llevaron al hospital. Allí detectaron que los riñones no me funcionaban. El tratamiento no respondía y pronto empecé a tener problemas en el resto de órganos", reconoce con tranquilidad una vez que ha superado el susto.

"Se me encharcó un pulmón, comencé a perder tejido muscular del corazón y estaba tan hinchado que parecía un monstruo. Además, sólo podía estar sentado, respiraba a través de una mascarilla de oxígeno y estuve tres días tosiendo sangre". Aún así, Andrey nunca pensó en dejar de ser ciclista. "Sólo pensaba en recuperarme", comenta.

Por suerte, Amador salió adelante y dos semanas después pudo volver a casa, donde le deparaba una nueva sorpresa. Los atracadores pedían un rescate por su bicicleta, pero Andrey se negó a pagar. Finalmente, la bici fue abandonada y encontrada por un indigente, quien por varios colones �la moneda oficial de Costa Rica- la devolvió a la tienda de bicicletas donde Andrey acude habitualmente cuando está en su país. "Ahora la tengo en casa como si de un trofeo más se tratara", dice con humor.

Su vida de ciclista estuvo en serio peligro, sin embargo el pundonor del costarricense le ha devuelto al pelotón y la XX Challenge a Mallorca que ayer concluyó en Palmanova ha sido testigo de su reencuentro con el pelotón poco más de un pes después del susto.

http://www.marca.com/2011/02/11/ciclismo/1297416741.html

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