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sábado, julio 30, 2011
zp los escombros
Adiós, Saigón
30 de Julio de 2011 - 11:15:34 - Luis del Pino
Editorial del programa Sin Complejos del sábado 30/7/2011
Desde que, en 1969, Richard Nixon comenzara a reducir el número de soldados americanos destacados en Vietnam y a transferir la responsabilidad de la guerra al ejército survietnamita, el desenlace de la contienda estaba claro.
Vietnam del Norte contaba con el apoyo de Rusia y de China. Los americanos, por su parte, acababan de desentenderse de Vietnam del Sur, con lo que la suerte de aquel aliado de los Estados Unidos estaba sellada.
Seis años después de aquella decisión de Nixon, y a pesar del acuerdo de paz firmado en París en 1973, las tropas del ejército comunista lanzaban la ofensiva final contra Vietnam del Sur, mientras el régimen del general Van Thieu se descomponía de forma acelerada y los refugiados afluían por centenares de miles hacia la capital.
La caída de Saigón era cuestión de días, así que los americanos comenzaron a evacuar por avión, a principios de abril, a los soldados y civiles estadounidenses, además de a muchos vietnamitas comprometidos con el régimen proamericano, que trataban desesperadamente de huir del país antes de que los comunistas tomaran el poder. Aquella evacuación masiva efectuada en vísperas de la victoria de Vietnam del Norte recibió el nombre de Operación Nueva Vida.
El 28 de abril de 1975, los tanques norvietnamitas llegaban a 5 km de Saigón, lo que obligó a interrumpir el puente aéreo y a recurrir a los helicópteros para evacuar a los últimos refugiados.
Las últimas 48 horas de Saigón fueron dantescas. Las imágenes de aquellos hombres, mujeres y niños subiendo desde los tejados a los helicópteros mediante escalerillas de cuerda; o abordando los barcos americanos fondeados en Saigón desde todo tipo de embarcaciones; o agolpándose a miles ante las verjas que cerraban el acceso a la embajada de los Estados Unidos, quedaron grabadas en la retina de toda una generación de americanos como un triste símbolo de la derrota. La primera derrota que los Estados Unidos experimentaban en una guerra. Dos días después de la llegada de los norviernamitas a las afueras de Saigón, el régimen de Vietnam del Sur capitulaba.
Los aviones, los barcos y los helicópteros de rescate lograron sacar de Saigón a todos los ciudadanos americanos y a más de 100.000 vietnamitas a lo largo de aquel triste mes de abril. Pero el número de vietnamitas colaboradores de los Estados Unidos y de miembros del ejército de Vietnam del Sur era muy superior.
Aunque es difícil que lleguemos nunca a conocer cifras oficiales, se calcula que unos 200.000 vietnamitas quedaron abandonados a su suerte durante aquella retirada y terminaron siendo enviados a campos de concentración por las autoridades comunistas tras la caída de Saigón.
Ayer, siete años después de su acceso al poder, José Luis Rodríguez Zapatero anunció la convocatoria de elecciones para el 20 de noviembre. Se va, seguro, con la sensación del deber cumplido, después de haber dejado a España en la más absoluta de las ruinas económicas; después de conseguir el máximo grado posible de descomposición territorial; después de haber sumido en el descrédito a todas las instituciones del país; después de reintroducir en los ayuntamientos al brazo político de ETA y después de convertir a España en un país completamente irrelevante en la escena internacional.
Desoyendo el clamor que solicitaba elecciones para finales de septiembre, Zapatero ha preferido prolongar la agonía dos meses más, lo que hace imposible que se aprueben unos presupuestos generales del estado para el año 2012. Por si nuestra credibilidad en los mercados internacionales no estaba suficientemente devaluada, comenzaremos el año que viene sin tener siquiera unas cuentas que exhibir ante los potenciales inversores.
Pero no se extrañen ustedes de que Zapatero y el PSOE tomen decisiones que dañan a su país. Lo que al Partido Socialista le importa en estos momentos es poner en marcha, en los cinco meses que quedan hasta la toma de posesión del nuevo gobierno salido de las urnas, una auténtica operación de rescate, destinada a acabar con los flecos pendientes y a cubrir las espaldas al mayor número posible de gente, ante la previsible entrega del poder al Partido Popular.
Pero el tiempo y los recursos son limitados, así que ¿a quién se reservarán las escasas plazas disponibles en los helicópteros de salvamento?
¿A qué dedicará Zapatero sus esfuerzos y nuestros recursos, en estos cinco meses que le quedan? ¿A colocar en puestos bien remunerados a los miembros de su gobierno? ¿A encontrar sillones oficiales para la legión de políticos socialistas a los que las elecciones municipales y autonómicas han dejado en el paro? ¿A improvisar puestos de funcionarios para los simpatizantes y afiliados? ¿A garantizar el futuro a sus medios de comunicación afines? ¿A blindar a los miembros de Bildu que tanto trabajo le ha costado introducir en ayuntamientos y diputaciones? ¿A salvar a los policías procesados por el caso Faisán? ¿A cubrirle las espaldas a los mandos policiales imputados por la falsificación de pruebas del 11-M? ¿A proteger a esos militantes del PSOE y de la UGT a los que les ha estallado de lleno el escándalo de los EREs en Andalucía? ¿A interceder por los implicados en los otros centenares de casos de corrupción que actualmente se instruyen en los tribunales contra miembros del PSOE? ¿A salvar in extremis al sindicato de la ceja, frente a esas investigaciones judiciales que están poniendo patas arriba la SGAE?
No hay ni tiempo ni recursos para salvarlos a todos. Así que muchos se quedarán tirados, viendo cómo se aleja el último helicóptero de rescate, dejándolos a ellos y a sus familias en tierra.
El paraguas protector que significaba la presencia del PSOE en el Gobierno desaparece, con lo que muchos palos van a verse obligados a aguantar solos su vela.
¡La vida es así! Cuando se produce el colapso de un régimen, los peces gordos no suelen sufrir demasiado. Saben cómo velar por ellos mismos y, por regla general, terminan encontrando quien los rescate.
Quienes terminan pagando las consecuencias suelen ser tantos colaboradores de segunda fila, que no son tan importantes como para que se los lleven consigo en la huída, pero sí lo suficiente como para tener que afrontar sus responsabilidades.
La operación rescate ha comenzado, señores. Y deberá estar concluida en cinco meses. A partir de ahora, prepárense ustedes para ver algunas escenas desagradables, mientras todos se agolpan ante las verjas de la taquilla, tratando de comprar el último billete disponible hacia la impunidad y la seguridad económica, antes de que Saigón capitule.
http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/adios-saigon-10065/
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Paro, déficit, deuda, prima de riesgo,...
2003-2011: Las cifras del desastre
El presidente socialista deja un panorama económico muy distinto del que se encontró en 2004. España todavía está muy lejos de su recuperación.
Dos legislaturas de ridículos internacionales
2011-07-29
B. GARCÍA / D. SORIANO6
El desgaste de la economía española ha obligado a Rodríguez Zapatero a adelantar las elecciones. El 20 de noviembre, una fecha que cuanto menos es curiosa, ha sido la elegida por el todavía presidente del Gobierno para llevar a los españoles a las urnas.
La presión sobre la deuda española, con la prima de riesgo persistentemente por encima de los 300 puntos desde comienzos de julio, ha tirado por tierra la idea inicial de alargar aun más la agonía agotando la legislatura. Ahora llega el momento de hacer balance. Evaluar los 7 años y 4 meses que lleva Zapatero al frente del Ejecutivo implica hacer un recorrido por una etapa marcada por las graves consecuencias que ha generado una crisis económica que, en un principio, se negó y que aún mantiene a España al borde del colapso.
Contra todo pronóstico el PSOE ganó las elecciones en marzo de 2004 y su líder se encontró con una economía en pleno auge. España atravesaba por un periodo expansivo con las principales magnitudes económicas (producción, empleo y inversión) a su favor. Pero el modelo de crecimiento económico se agotó y la crisis económica hizo que España volviese sobre sus pasos. Estos son los resultados económicos de siete años de zapaterismo, resumidos en ocho apartados.
- Más paro: La destrucción de empleo ha sido el principal problema de Zapatero en los últimos años. Este viernes la Encuesta de Población Activa (EPA) situaba en junio la tasa de paro en el 20,89%. Esto significa que España tiene 4.833.000 parados, un dato escandaloso si se tiene en cuenta que cuando Zapatero entró en el Gobierno apenas se superaban los dos millones.
- Menos crecimiento: Entre 2001 y 2004, España crecía alrededor del 3% y ahora casi no es capaz de llegar al 0%. En 2007 comenzó una recesión a la que Zapatero no supo enfrentarse (no reconoció la crisis hasta el verano del 2008). En el año 2009, la economía española perdió un 3,7%, la mayor caída en dos décadas. En los últimos dos años ha conseguido recuperar algo, pero todavía no ha logrado salir del pozo, algo que sí han conseguido sus socios de la UE.
- Más déficit: Uno de los objetivos más ambiciosos del Gobierno es reducir el déficit público por debajo del 6% en 2011, después de haber cerrado los dos últimos ejercicios con unos números rojos del 11% y el 9%. Cuando el político castellano-leonés llegó a la Moncloa, el déficit para el conjunto de sus Administraciones Públicas era tan solo del 0,28% del PIB, una cifra imposible de imaginar a día de hoy.
- La deuda, disparada: La afición de Zapatero por financiar al Estado mediante deuda es otra causa de la debilidad económica nacional. Mientras en el primer trimestre de 2004 España registraba un crecimiento de la deuda del 1,7% del PIB, el cuarto trimestre de 2010 se saldó con un 13,8%. De este modo, España debía a finales de 2010 casi 640.000 millones de euros, el 60% del PIB. Y todo indica que a lo largo de 2012 se llegará al 80%, incluso si se cumplen las optimistas previsiones del Gobierno.
- Prima de riesgo: Hace dos semanas el rescate financiero de España estuvo más cerca que nunca en los mercados cuando la prima de riesgo española rozaba los 400 puntos básicos. Este escenario contrasta con el de 2004, cuando el diferencial entre el bono español y el alemán era de 0 (inexistente), y el coste de financiación era dos puntos menor incluso, aunque los tipos de interés eran algo más altos.
- Número de empresas concursadas: A través del concurso de acreedores las empresas ponen fin a su actividad. Al carecer de liquidez muchos empresarios se han declarado en una situación muy poco común hace siete años, la insolvencia. España ha descendido en todos los índices de libertad económica, entre otros motivos por el poco cariño que el Gobierno ha demostrado hacia los empresarios. En el primer trimestre de 2004 tan solo 72 se declararon en concurso, mientras que el mismo periodo de este año lo han hecho 1.552, un panorama empresarial bien diferente. También la creación de empresas se ha resentido: mientras que entre enero y marzo de 2004 se constituyeron casi 40.000 sociedades mercantiles, en el mismo período de 2011 apenas se llegó a las 24.000.
- Confianza del consumidor: Los propios consumidores han juzgado el trabajo del Gobierno en los últimos años. El índice de confianza que elabora el ICO es la mejor prueba de la falta de perspectivas de la economía espñaola. La percepción que los hogares tienen acerca del estado de su situación financiera personal y de España en general ha caído en más de 30 puntos desde 2004 y las expectativas sobre el futuro también están peor que hace siete años.
- Número de funcionarios: A pesar de la crisis, el número de funcionarios del Estado no ha parado de incrementarse, obviando así un principio básico en toda política de austeridad: reducir gastos. Si en 2004 la plantilla de la Administración Pública registraba a 2.868.000 de trabajadores en 2010 y en 2011 los empleados públicos llegan a los 3.218.000. Aunque en este incremento las CCAA tienen una buena parte de la responsabilidad, la política de José Luis Rodríguez Zapatero ha sido de constante incremento del gasto público y de la intervención de las administraciones públicas en la economía del país.
http://www.libremercado.com/2011-07-29/la-economia-espanola-antes-y-despues-de-zapatero-1276431131/
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