sábado, julio 09, 2011

la conspiración del 11-m era verdad !!

El hilo de los falsificadores de pruebas

8 de Julio de 2011 - 21:07:20 - Luis del Pino




Esta mañana se ha producido, en el juzgado dirigido por Coro Cillán, una declaración que puede tener una enorme trascendencia de cara a la investigación del 11-M. La Unión de Oficiales de la Guardia Civil había solicitado que se interrogara como testigos a dos Tedax: el 80.938 y el 27.789. Ambos han ratificado lo que hasta ahora ya sabíamos: que las muestras recogidas en los trenes del 11-M se llevaron a la Unidad Central de Tedax, donde ya no se volvió a saber nada más de ellas.

Pero, además, el tedax 80.938 ha efectuado una serie de afirmaciones realmente explosivas, tal como cuenta Angela Martialay en Libertad Digital.

En primer lugar, ha declarado que realizó un informe pericial en el que hizo constar que no existía ninguna similitud entre los clavos encontrados en la mochila de Vallecas, los clavos recogidos por los funcionarios judiciales en Mina Conchita y los clavos encontrados en un foco de explosión de los trenes. ¿Qué importancia tiene eso? Pues es otro indicio más de que el artefacto encontrado en la comisaría de Puente de Vallecas dieciocho horas después de la masacre no tiene nada que ver ni con los trenes, ni con esas minas asturianas de donde nos dicen que salió el explosivo.

Siempre según la declaración de ese tedax, a Sánchez Manzano no le gustó lo categórico de su informe pericial, por lo que quiso que se modificara, a lo que el perito se negó. Como consecuencia, Sánchez Manzano lo apartó de ese tipo de informes periciales, para poner a alguien de su confianza.

En segundo lugar, el testigo ha contado que también participó en los análisis periciales iniciales del teléfono Trium encontrado en el artefacto explosivo de Vallecas. Y ha dejado caer un dato que no constaba en el sumario y que arroja nuevas dudas sobre la versión oficial del atentado.

Según la declaración, el mismo día 12 de marzo intentaron encender el teléfono con una tarjeta Vodafone y no lo consiguieron, tras lo cual el tedax 80.938 introdujo su propia tarjeta Movistar en el aparato, que ya sí funcionó. El dato es relevante por cuanto la historia oficial del teléfono encontrado en la mochila de Vallecas es la siguiente:

1. Los terroristas compran el teléfono antes del 11-M en la tienda de unos hindúes. Era un teléfono Movistar.

2. Los terroristas llevan a liberar el teléfono a la tienda de un policía, Ayman Maussili Kalaji.

3. Los terroristas compran unas tarjetas Amena y usan el Trium liberado con una tarjeta Amena para fabricar el artefacto de Vallecas.

Sin embargo, el hecho de que los tedax no lograran hacer funcionar el teléfono con una tarjeta Vodafone y sí con una Movistar permite cuestionarse si ese teléfono estaba verdaderamente liberado. Esas dudas sobre la rocambolesca historia del policía liberador de teléfonos, Kalaji, se añaden a otras que ya hemos expuesto anteriormente, como por ejemplo la evidente falsificación del libro de caja de los hindúes, puesta de manifiesto por el propio juez Bermúdez durante el juicio.

En tercer lugar, la versión oficial nos dice que el artefacto de Vallecas estaba preparado para explotar con la alarma del teléfono a las 7:40. ¿Cómo se sabe? Pues porque los tedax verificaron la hora de la alarma con posterioridad al mediodía del 12-M. Sin embargo, el tedax 80.938 ha señalado en su declaración que cuando él vio el teléfono, en la madrugada del 11-M al 12-M, tenía la batería quitada, lo que viene a corroborar, por enésima vez (tal como señala Manuel Marraco en El Mundo), que ese teléfono tuvo forzosamente que perder la programación de alarma que tuviera. En consecuencia, es imposible que nadie determinase, muchas horas después, que el teléfono estaba programado para que la alarma se activara a las 7:40. Otra mentira más de las muchas que componen la versión oficial.

Son muchos los datos que estamos conociendo gracias a la querella interpuesta contra Sánchez Manzano y su jefa de laboratorio por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Son tantos los indicios de falsedad en todo lo relativo a la mochila de Vallecas, que parece casi imposible que no lleguemos a conocer quién ordenó fabricar esa prueba "plantada". Y a partir de ahí, habrá que tirar del hilo de los falsificadores de pruebas.

http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/el-hilo-de-los-falsificadores-de-pruebas-9957/

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Muralla de mentiras


9 de Julio de 2011 - 11:57:56 - Luis del Pino


Editorial del programa Sin Complejos del sábado 9 de julio de 2011

Seguro que han oído ustedes eso de que la Gran Muralla china es la única obra del Hombre que se ve desde la Luna. Bueno, pues no se lo crean: es una leyenda urbana. La Gran Muralla no se ve tampoco desde la Luna. De hecho, ni siquiera puede verse desde las naves espaciales en baja órbita terrestre, como tuvo ocasión de comprobar Yang Liwei, el primer astronauta que China mandó al espacio.

Pero, se vea o no desde la Luna, lo que es indudable es que la Gran Muralla es una impresionante obra de ingeniería. Aunque, más que de Muralla, deberíamos hablar de murallas. En primer lugar, porque la Gran Muralla actual está formada por numerosos tramos distintos, que abarcan una longitud de unos 8000 kilómetros. Y en segundo lugar, porque lo que ahora podemos ver en los catálogos turísticos son secciones de murallas construidas en el siglo XV por la dinastía Ming, pero antes de eso las murallas del norte de China fueron construidas y reconstruidas, con diferentes trazados, en numerosas ocasiones, desde el siglo V antes de Cristo.

Los sucesivos emperadores chinos dedicaron una ingente cantidad de recursos - y de vidas humanas - a construir, a lo largo de los siglos, esas murallas que pretendían defender las civilizadas y fértiles planicies de China de los ataques de las diversas tribus nómadas que habitaban las tierras esteparias situadas más al norte, como los uigures y los mongoles.

Y, sin embargo, todo aquel esfuerzo de ingeniería fue completamente inútil para evitar tanto los continuos pillajes cometidos por aquellos nómadas guerreros, como la posterior conquista de China por el mongol Genghis Khan.

Porque, por muy fuerte que sea una muralla, nunca puede resistir una sucesión eterna de ataques, que van minando la fortaleza de la defensa hasta que los atacantes se abren paso por uno u otro lado. La única forma de que la muralla resista los asaltos continuos es seguir dedicando recursos ingentes a la conservación y refuerzo de la muralla. Y todos los imperios se ven abocados, antes o después, a atravesar por épocas en las que se agotan los recursos o la propia voluntad de defensa.

Ayer tuvo lugar, en el juzgado dirigido por Coro Cillán, una declaración que puede tener una enorme trascendencia de cara a la investigación del 11-M. La Unión de Oficiales de la Guardia Civil había solicitado que se interrogara como testigos a dos tedax y ambos ratificaron lo que hasta ahora ya sabíamos: que las muestras recogidas en los trenes del 11-M se llevaron a la Unidad Central de Tedax, donde ya no se volvió a saber nada más de ellas.

Pero, además, uno de esos Tedax efectuó una serie de afirmaciones realmente explosivas, tal como cuenta Angela Martialay en Libertad Digital.

En primer lugar, dijo que realizó diversos informes periciales en los que hizo constar que no existía ninguna similitud entre los clavos encontrados en la mochila de Vallecas, los clavos recogidos por los funcionarios judiciales en Mina Conchita y los clavos encontrados en un foco de explosión de los trenes. ¿Qué importancia tiene eso? Pues es otro indicio más de que el artefacto encontrado en la comisaría de Puente de Vallecas dieciocho horas después de la masacre del 11-M no tiene nada que ver ni con las bombas de los trenes, ni con esas minas asturianas de donde nos dicen que salió el explosivo para la masacre.

Siempre según la declaración de ese tedax, al ex-jefe de los artificieros, Sánchez Manzano, no le gustó lo categórico de uno de sus informes periciales, por lo que quiso que se modificara, a lo que el perito se negó. Como consecuencia, Sánchez Manzano lo apartó, para poner a alguien de su confianza.

En segundo lugar, el testigo también contó que participó en los análisis periciales iniciales del teléfono Trium encontrado en el artefacto explosivo de Vallecas. Y dejó caer una serie de datos que no constan en el sumario instruido por el juez Del Olmo y que desvelaron nuevas contradicciones en la versión oficial del atentado.

De ser cierto lo que ese Tedax declaró ante la juez Coro Cillán, casi todos detalles que nos contaron desde el principio acerca de ese artefacto que apareció misteriosamente en una comisaría de Puente de Vallecas serían falsos. Es decir, se corrobora una vez más que esa prueba fundamental del caso del 11-M, esa prueba que sirvió para empezar a detener a una serie de musulmanes en plena jornada de reflexión de las elecciones de 2004, no sería otra cosa que una prueba falsa. Una prueba colocada para orientar las investigaciones en un determinado sentido.

Son muchos los datos que estamos conociendo gracias a la querella interpuesta contra Sánchez Manzano y su jefa de laboratorio por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Son tantos los indicios de falsedad en todo lo relativo a la famosa mochila de Vallecas, que parece casi imposible que no lleguemos a conocer quién ordenó fabricar esa prueba "plantada". Y a partir de ahí, estaremos en condiciones de tirar del hilo de los falsificadores de pruebas.

Como sucedió con la Gran Muralla China, ha habido quien ha dedicado cantidades ingentes de recursos a construir una versión oficial mentirosa con la que frenar cualquier intento de averiguar lo que sucedió aquel fatídico 11 de marzo en que fueron asesinadas casi 200 personas, tres días antes de unas elecciones.

Pero todo ese esfuerzo sobrehumano ha sido completamente inútil. Porque la versión oficial se está demostrando incapaz de resistir el goteo incesante de datos, de contradicciones, de testimonios, que estamos viviendo desde hace siete años.

No hay muro de mentiras que resista el embate permanente de la lógica, de la insistencia en ceñirse a las pruebas y del deseo de saber la verdad.

Y por mucho obstáculo que se intente levantar, antes o después los jinetes de la verdad terminarán conquistando y saqueando el corazón de la versión oficial, tal como Gengis Khan hiciera con Pekín en 1215, demostrando así que de nada había servido todo el esfuerzo invertido en erigir aquella orgullosa, e inútil, Gran Muralla.


http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/muralla-de-mentiras-9960/


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9-VII-2011
La auténtica mascarada del 11-M
EDITORIAL 9
"e"eLo único que parece evidente hasta el momento es que ha habido personajes dedicados a falsificar pruebas y a desviar el foco de la investigación para provocar un giro político copernicano.
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La tienda de LD
2011-07-08
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La versión oficial del 11-M, ésa que presuntamente resuelve todas las incógnitas del mayor atentado terrorista de nuestra historia, se construyó sobre tres elementos: el Skoda Fabia, la furgoneta Renault Kangoo y la mochila de Vallecas. El primero de ellos tenía tan poca base que incluso el instructor juez del Olmo decidió prescindir de ella; sobre el segundo pesan muy serias sospechas de que sea una prueba falsa; y en cuanto a la tercera, por si no se hallara lo suficientemente desacreditada hasta el momento, las últimas revelaciones han terminado por enterrarla.

La famosa mochila de Vallecas, que sirvió de base para inferir el contenido del resto de mochilas que sí explotaron en los trenes, estaba formada básicamente por tres componentes: metralla, un teléfono móvil y explosivo. Del explosivo hay poco que añadir, pues ya hemos constatado en numerosas ocasiones que resulta altamente improbable que lo que explotara en los trenes que fuera Goma 2 ECO. La metralla, por su parte, ya sabíamos que era un elemento que chirriaba sobremanera, pues no se encontraron restos de la misma en ninguna de las víctimas del 11-M.

Ayer, gracias a las declaraciones de uno de los Tedax ante la juez Coro Cillán, conocimos nuevos datos que todavía dejan en peor posición este vestigio. Para empezar, el declarante ha manifestado que el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, lo apartó de la investigación después de que se negara a alterar su informe pericial en el que afirmaba que los tornillos de la mochila de Vallecas no tenían nada que ver con los recogidos por los funcionarios judiciales en Mina Conchita o con los encontrados en el foco de explosión de los trenes. Asimismo, hemos conocido que el teléfono Movistar de la mochila probablemente no fuera liberado, tal como afirma la versión oficial, pues no funcionó con una tarjeta prepago Vodafone pero sí con una Movistar.

En definitiva, las declaraciones del Tedax no sólo ponen de relieve el extraño interés de Sánchez Manzano por que el contenido de la mochila de Vallecas se adaptara a una particular teoría preconcebida, sino que arrojan nuevas y serias dudas sobre la principal prueba que condujo el propio 12 de marzo a Zougam y, de ahí, a todas las turbas populares que acusaron al Gobierno popular de estar manipulando lo que a todas luces era un atentado islamista en represalia por la guerra de Irak.

Al final, se produjo el cambio de Gobierno al grito de "queremos saber la verdad", pero no hemos quedado sin la verdad. Lo único que parece evidente hasta el momento es que ha habido personajes dedicados a falsificar pruebas y a desviar el foco de la investigación para provocar un giro político copernicano. Si todavía alguien sigue creyéndose una versión oficial que sólo ha servido para obstaculizar el esclarecimiento de los hechos, va siendo hora de que, tras estas nuevas evidencias, vuelva a preocuparse por saber la verdad.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/la-autentica-mascarada-del-11-m-60317/

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