Martyn Ashton - Road Bike Party
Martyn Ashton takes the £10k carbon road bike used by Team Sky's Bradley Wiggins & Mark Cavendish for a ride with a difference. With a plan to push the limits of road biking as far as his lycra legs would dare, Martyn looked to get his ultimate ride out of the awesome Pinarello Dogma 2. This bike won the 2012 Tour de France - surely it deserves a Road Bike Party!
Shot in various locations around the UK and featuring music from 'Sound of Guns'. Road Bike Party captures some of the toughest stunts ever pulled on a carbon road bike.
Danny MacAskill's Imaginate
For a deeper look at Imaginate, check out: http://goo.gl/8YQdR
Two years in the making, street trials rider Danny MacAskill releases his brand new riding film. Whilst previous projects have focused on locations and journeys, MacAskill's Imaginate sees Danny take a completely different approach to riding. Enter Danny's mind and enjoy.
..-.-.-.- Curtis Keene Shreds Some of BC's Best MTB Trails Top 10 deportistas más insolitos de la historia .-.-.-.-.-.-.-.-
Bicicletas contra el stress y el CO2 y en busca de un sitio en la ciudad Por Canarias Cultura & Negocios A pesar de la crisis económica que vive España, donde el precio de los combustibles, los impuestos y los gastos de mantenimiento del coche suman cantidades cada vez más desorbitantes, no se aprecia un aumento en el uso de la bicicleta. Quizá valdría la pena reflexionar acerca de los beneficios para la salud que podría aportar este medio de transporte, a la vez que animar a la población a utilizar la bicicleta y contribuir a la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera. En España hay aproximadamente tres millones de usuarios de bicicleta, una cifra infinitamente menor a la de países donde la bicicleta es la gran protagonista y está implantada en la sociedad como elemento de transporte, y no solo lúdico o deportivo. Partiendo del hecho de que los planes de movilidad ciclista que existen en las diferentes comunidades autónomas son prácticamente inservibles, con propuestas que no están integradas dentro de un plan rector de movilidad de la ciudad, quizá sería conveniente diseñar una política más realista y más segura para el uso de la bicicleta. Algunos expertos consultados por este periódico consideran que para implantar este saludable hábito en la población es necesario algo más que mostrar un gráfico que explique que ir en bicicleta es más barato que desplazarse en coche. En su opinión, es imprescindible promover una adecuada política de integración con el transporte público que incluya aspectos como legislación de tráfico, control de límites de velocidad, planes urbanísticos de concentración, restricción de espacio para los coches, y actuaciones tan necesarias como la planificación de infraestructuras con la construcción de carriles para bici, basados no exclusivamente en el ocio y el entretenimiento sino también como alternativa para ir a trabajar. En este sentido, Canarias tiene una situación algo más complicada para el uso de las bicicletas: la orografía de las islas puede desanimar a los más entusiastas, y los núcleos urbanos no tienen condiciones para la utilización de este tipo de medio de locomoción, además de no contar con una cultura en la que se combine la bicicleta con el transporte público. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha modificado en diferentes ocasiones el Reglamento General de Circulación para dar en las ciudades prioridad al peatón y a la bicicleta sobre los vehículos a motor, y en el que se recoge diferentes experiencias y ordenanzas municipales avaladas por el Tribunal Supremo. Sin embrago, no pocos ayuntamientos establecen sus propias ordenanzas municipales que burlan este reglamento para cubrir otras necesidades, sin tener en cuenta la integración de la seguridad vial en las estrategias locales de movilidad sostenible. El mundo pedalea más que España Holanda es el país en Europa donde hay casi tantas bicicletas como habitantes. Al llegar a Ámsterdam, una de las cosas que más sorprende a turistas y viajeros son los gigantescos aparcamientos para que los ciclistas dejen sus vehículos de dos ruedas en las estaciones de tren o a la salida de los centros de trabajo. La situación económica de Grecia, con miles de negocios cerrados ha vuelto a subir a los griegos, cortos de dinero, a sus bicicletas, antaño percibidas como un signo de pobreza o sencillamente una actividad de riesgo. Según las estadísticas gubernamentales, el número de coches en las carreteras griegas ha caído más de un 40 por ciento en los últimos dos años. La venta de bicicletas, y de equipamiento como cascos o rodilleras, se está extendiendo rápidamente por la capital, llegando incluso a las tiendas de recuerdos de las atestadas calles peatonales. En Estados Unidos el incremento del uso de la bici se debe a diferentes razones, y a los esfuerzos y medidas de autoridades de muchas ciudades para fomentar y facilitar su uso. Nueva York, cuenta con 40 km de carril bici, y curiosamente los negocios que se han instalado en torno a estos han prosperado más que los que están en otra ubicación. En principio y dado que el 48% de los desplazamientos realizados en las ciudades de América son inferiores a los tres kilómetros, hay un gran potencial para que los desplazamientos en bicicleta sigan creciendo, aunque en su contra continúa pesando la tan americana cultura del automóvil . En España, mientras numerosos ayuntamientos aplazan una y otra vez la utilización y el servicio público de las bicicletas, surgen iniciativas espontáneas para fomentar el uso de este vehículo de propulsión humana. Por sólo citar algunas, cabe destacar la que ha puesto en marcha el colectivo Biernes, con B, formado por tres publicistas, un poeta y un gestor de sostenibilidad, David Bartolomé. A través de su web, http://viern.es/, Biernes desmonta los mitos que hacen que la bici no sea muy popular entre las personas, y los descalza de argumentos, uno a uno: Es que hay cuestas, Es que hace calor, por ejemplo, son dos de los tópicos más usados contra los que el colectivo aporta las recetas para capear estas situaciones. "El objetivo", dice David, "que nadie tenga una excusa para no usar la bici como vehículo habitual", al tiempo que promueven eventos culturales y educativos a los que poder asistir y disfrutar en bici, en el marco de una ciudad más silenciosa, menos contaminada, con un mayor sentido de comunidad y mayores recursos públicos, más sostenible y con mejor calidad de vida para todos, según rezan sus preceptos. El futuro de la bicicleta cuesta arriba Las ciudades españolas aún no se han enfrentado con la contundencia que deberían hacerlo en relación con los accidentes en bici. Lo cierto es que España lidera el ránking europeo de accidentes con ciclistas implicados y la siniestralidad contra la bicicleta continúa aumentando. Ante esta dramática situación, una pregunta comienza a pedalear en la opinión pública: ¿están las ciudades españolas preparadas para las bicicletas? Numerosos colectivos en todo España coinciden en afirmar que el coche es el gran destructor del espacio urbano, cuya concepción y ordenamiento se realiza en beneficio del automóvil y en detrimento de la utilización de la bicicleta como forma de facilitar muchísimo más la vida de las personas y para hacer más agradable la convivencia en la ciudad. Concretamente, la Mesa Nacional de la Bicicleta, integrada por la Coordinadora en Defensa de la Bici (ConBici), la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB), la Federación Española de Ciclismos (RFEC), la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP), la Plataforma Empresarial de la Bicicleta (PEB) y la Asociación de Marcas de Bicicleta de España (AMBE), ha señalado que ante los problemas de salud causados por el sedentarismo tales como la obesidad, la diabetes o la hipertensión y las consecuencias que tienen éstos para las personas y su consiguiente coste para el sistema sanitario, se debería conseguir que se replantearan los hábitos y la forma de moverse por las ciudades. Por su parte, durante una de sus intervenciones por el Día sin Coches, el portavoz y responsable del área de Transporte de Ecologistas en Acción, Paco Segura, se ha mostrado partidario de una doble estrategia que facilite la reducción de coches en zonas urbanas. Su plan es ofrecer facilidades a los medios de transporte más sostenibles, como la bicicleta o el transporte urbano, y en poner restricciones al espacio utilizado por los vehículos privados, reduciendo calzadas y creando zonas de exclusión sólo para los residentes, entre otras medidas. Quienes han quedado en evidencia son algunos políticos que escenifican su interés por fomentar el uso del vehículo de dos ruedas. Incluso algunos han llegado hasta considerarlo “el lenguaje del siglo XXI", pero su gesto se limita muchas veces a incorporar la bicicleta a su programa electoral, sin más continuidad a las demandas de los defensores de este medio de transporte no contaminante. De momento, el futuro Reglamento de Circulación contempla el uso obligatorio del caso para los ciclistas, una medida que ha levantado ronchas entre la comunidad ciclista, así como la reducción a 30 y hasta a 20 kilómetros por hora del límite máximo de velocidad de los vehículos en "numerosas calles" de zonas urbanas y también una disminución en zona interurbana para facilitar la integración de los ciclistas. Así lo ha explicado la directora general de Tráfico, María Seguí, en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible Congreso de los Diputados durante la presentación del borrador del anteproyecto del real decreto, por el que se modificará el Reglamento General de Circulación, aún pendiente de aprobación en las Cortes. La nueva normativa pretende fomentar también la visibilidad con medidas sobre el alumbrado y las prendas reflectantes homologadas, además de otras medidas para otorgar prioridad de paso a las bicicletas sobre los vehículos a motor en los pasos de peatones. Nadie duda que cada vez sean más las personas conscientes de que el uso de la bicicleta es divertido, saludable y reduce los malos humos y el estrés urbano. Pero para que este medio de transporte comience a formar parte de la solución de movilidad de nuestra ciudad, desde el civismo y ordenando el espacio público, depende de todos. Y la única forma es continuar pedaleando para que su uso práctico, responsable y extensivo sea cuanto antes una realidad. De lo contrario, la bicicleta de caerá. http://www.canariascnnews.com/index.php/item/1181-bicicletas-contra-el-stress-y-el-co2-y-en-busca-de-su-sitio-en-la-ciudad#sthash.RQ1guUtG.dpuf
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