domingo, septiembre 15, 2013

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La bicicleta reta al automóvil
En España se venden más bicis que coches, todo un cambio cultural

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA VEGA Madrid 15 SEP 2013 - 00:00 CET104

El tiempo es dinero, dicen algunos. Así que los trenes tienen que ser a la fuerza de alta velocidad; los aviones, supersónicos; los automóviles, sobrepasar los 200 kilómetros por hora, y a la economía le exigimos que crezca siempre a un fuerte ritmo. Pero hay muchos españoles que quieren recuperar la lentitud. Y con ella, otra forma de entender la vida. Esta es la razón básica —más allá de la evidente crisis económica— que explica por qué en España ya se venden al año más bicicletas (780.000 unidades, el 4% del total de la Unión Europa) que coches (700.000).

Estamos frente a la constatación de un movimiento imparable, que también se refleja en el Viejo Continente. De hecho, en 2011, en la Europa de los Veintisiete se vendieron, según Coliped (que reúne a los fabricantes europeos de piezas y accesorios de bicicletas), algo más de 20 millones de bicis frente a 13,14 millones de automóviles. Además, mientras las ventas de coches caían el 2% entre 2010 y 2011, un actor casi recién llegado, la bicicleta eléctrica, que incorpora una pequeña batería, crecía el 22%.

Precisamente es en la bicicleta eléctrica (e-bici) donde los fabricantes tienen puestas más esperanzas. Puede ser un competidor firme frente al automóvil. No solo en términos de uso, sino también en operaciones. La consultora Navigant Research calcula que, a nivel mundial, las ventas de e-bicis pasarán de 6.300 millones de euros en 2013 a 8.200 millones en 2020. ¿Esto significa que la bici le está quitando negocio a la todopoderosa industria del coche? “Por ahora, las bicicletas, tanto normales como eléctricas, tienen un impacto mínimo en el mercado del automóvil, pero va a ir aumentando en los próximos años. Cada vez veremos más personas abandonando el coche y comprando e-bicis”, prevé Dave Hurst, analista principal de Navigant Research.

Es como si asistiéramos al nacimiento de una pequeña torrentera que se va transformando en río. Eso apuntan los números. En la Unión Europea, de acuerdo con Coliped, en 2011 (los datos más recientes) encontraron mercado 716.000 e-bicis, de las que 20.000 llegaron a España. Y este año se espera vender más de un millón de unidades. Por el contrario, el ciclomotor —uno de los posibles perdedores del boom de la bicicleta— muestra su debilidad. Entre enero y agosto solo se matricularon en nuestro país 10.195 unidades, casi un 24% menos que en el mismo periodo de 2012. Y si el automóvil ha conseguido llegar a esas 700.000 unidades ha sido gracias a las ayudas continuas de los planes PIVE.

Oferta variada en precios

Partamos de una idea clara. “La bicicleta pública es de por sí deficitaria”. Lo sostiene el ingeniero Luis Álvarez-Cervela Roberes, quien acaba de concluir un estudio sobre su viabilidad económica como medio de transporte. Un postulado que también comparte el especialista en movilidad Ramón Constantino. “Es lo lógico en todo transporte público”, dice. Ahora bien, un análisis diferente es el de las bicis en sí. Los holandeses se gastan la cantidad más elevada de la Unión Europa: 746 euros. ¿Los españoles? 250 euros por modelo. Hablamos de bicicletas normales, las eléctricas son otro cantar. No bajan de los 800 euros y muchas grandes marcas (Mercedes, BMW, Lexus) tienen sus propuestas, que pueden llegar a los 6.000. Pero con la mayor implicación de los fabricantes asiáticos se espera que los precios caigan. Entonces Europa debería reaccionar de manera similar a Holanda, donde la e-bici ha ayudado a aumentar un 9% la distancia pedaleada, superando al tren en kilometraje y colocándose solo por detrás del coche.
La bici, pues, se abre paso en nuestros días llevando consigo algunas preguntas que desarman. “¿Tiene algún sentido, desde el punto de vista de la eficiencia, mover 70 kilos de peso con una máquina que pesa una tonelada y que se traslada de media tres kilómetros —la distancia habitual que se recorre al ir a trabajar en coche en Madrid con el peso del ocupante y el vehículo—?”, cuestiona Luis Álvarez-Cervela Roberes, ingeniero experto en movilidad. La respuesta parece clara, sobre todo en la voz de Bartolomé Navarro, socio de Geofotón, una empresa especializada en estaciones de recarga de bicis eléctricas. “La bicicleta, la máquina más eficaz energéticamente que se ha creado, es una competencia cierta frente al coche. Aunque el escenario perfecto sería combinar de manera racional el automóvil y la bici. Y para eso hay que cambiar bastantes hábitos”.

Ciudades como Madrid (MyBici), Barcelona (Bicing) o Sevilla (Sevici) están desarrollando distintos programas de bicicletas públicas. Iniciativas que son una respuesta a ese cambio de costumbres. Por la capital hispalense ya discurren 140 kilómetros de carriles bici y han logrado que el 6,6% de los desplazamientos mecanizados se haga a pedales. La bitácora especializada en transporte Copenhagenize (www.copenhagenize) la señala como la cuarta ciudad del mundo más “amiga” de la bicicleta en 2013. Son números ambiciosos, aunque no los sienta el coche. “El efecto sobre la venta de automóviles todavía es muy limitado, porque gran parte de las personas que se pasan a la bici proceden del transporte público”, describe José Ignacio Castillo, profesor de Análisis Económico y Economía Política de la Universidad de Sevilla. Aun así, reconoce que la e-bici “es la que más daño puede hacer a la cuota de mercado del coche”.

Pero, además de las costumbres, quienes están cambiando son las personas, y quizá sea esta la verdadera amenaza para el sector del automóvil. Los jóvenes ya no se sienten tan atraídos como sus padres por los coches. Por ejemplo, la generación estadounidense denominada millennials —nacidos entre 1982 y 1995— da la espalda a las cuatro ruedas. En 2010, los adultos americanos entre 21 y 34 años solo compraron el 27% de todos los coches nuevos vendidos en Estados Unidos. Muy lejos de su máximo (38%) alcanzado en 1985.

Samuel Escámez, miembro del secretariado de la asociación de usuarios ConBici, relee estas ideas con atención y las interpreta. “La bici puede restar ventas a largo plazo al automóvil, pero más por cuestiones de pérdida de influencia social del coche en sí que debido a la competencia de la bicicleta. Sin embargo, la gente se está dando cuenta de que no es necesario ser dueño de un automóvil para ser feliz”. Y esa gente, ¿quiénes son? Sorprende, pero la bici en España no es algo solo de jóvenes. Baltasar Fernández, profesor de Psicología Social de la Universidad de Almería, hace una comparación con el movimiento 15-M. “Los impulsores eran jóvenes, pero a su alrededor había personas de más edad que hacían suyo sus postulados. Algo similar sucede con la bicicleta”.

La industria española de la bici quiere alcanzar un 24% de movilidad, el mismo que tiene Holanda. Ahora estamos en el 3%. Aunque poblaciones como Vitoria andan algo más arriba, con un 7%. “Una ciudad con una tasa alta de movilidad en bici piensa de otra manera. Supone un cambio importante en la manera de entenderla y de vivirla”, reflexiona Xavier Corominas, secretario técnico de Red de Ciudades por la Bicicleta. Sobre estas ideas, el optimismo se extiende. “La bicicleta es una alternativa a la moto y el automóvil”, apostilla Carlos Núñez, secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE). ¿Y esto es una buena o una mala noticia para un país donde el 9% de su riqueza procede de la industria automovilista? Se abre el debate.

http://economia.elpais.com/economia/2013/09/13/actualidad/1379068387_078689.html

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Subidón de bicicletas
Las dos ferias más importantes del sector, FestiBike y ExpoBike, coinciden el mismo fin de semana para vender toda una cultura de consumo en torno a las dos ruedas.

PABLO LEÓN Madrid 14 SEP 2013 - 00:01 CET24


“Somos afortunados”. Una remezcla electrónica ejerce de imán entre la arboleda de la Casa de Campo, cerca del Lago. Ese estribillo, entonado en inglés, atrae al público hacia un espacio en el que aparecen dos rampas y una colchoneta gigante. “Ahí va”, interrumpe la música un comentarista. Un joven desciende a toda velocidad en una pequeña bicicleta, una BMX. Cruza la pista, sube y vuela. En el aire hace una cabriola y cae, sin soltar el manillar, en un enorme airbag. Está ensayando para el Urban Bike que se celebra esta tarde en medio del pulmón madrileño. Este fin de semana, en la capital se habla de bicicletas. Por un lado, la industria celebra su cita más importante: Festibike, la feria decana de los pedales. A ella se ha unido ExpoBike, una cita semejante que se consolida con su segunda edición. Por otro, la Vuelta a España llega a su última etapa con final en la capital.

La bicicleta está de moda como objeto de consumo. “Es un sector que funciona”, cuenta Guillermo de Portugal, director de FestiBike. En la calle es una obviedad. En el mundo de los negocios, una realidad. En 2011, en el centro de Madrid había 55 tiendas de bicicletas; el año pasado ese número se había multiplicado por tres y llegaban a los 180 establecimientos, según datos de Madrid Probici, la asociación regional de empresarios del pedal. “Nosotros lo hemos notado. En la presente edición contamos con 350 marcas”, apunta De Portugal. Lleva 13 años reuniendo distribudoras y tiendas. Las primeras presentan sus novedades en el sector: bicicletas eléctricas, carbono, diseño, moda o accesorios. Las segundas buscan nuevos productos con los que atraer a los clientes.

Esta “feria y mucho más” citaba al sector de las dos ruedas en las afueras de la capital. La presente edición se celebra por primera vez dentro de la ciudad. Para atraer al público general organizaban actividades, recorridos y marchas por la sierra de Madrid. Ahora, sin renunciar al cicloturismo, utilizan el ciclismo urbano como escaparate con el programa Urban Bike (de 21.00 a 1.00). Pequeños cambios para adaptarse a los nuevos tiempos.

“Cada vez hay más gente interesada no solo en la movilidad, sino en la parte deportiva y espectacularidad del ciclismo urbano”, afirma Hegoi Ado, de 28 años. No salta; se lesionó hace un año. Ayuda a su hermano, Eneko Ado, en este evento. Ambos eran corredores y están especializados en hacer virguerías en circuitos cerrados. Dar el espectáculo con una bici entre sus piernas. “Está bien estar en el centro de la ciudad, más accesibles. Creo que se va a pasar más gente”, comenta Ado.

Las citas del fin de semana


Festibike. http://www.festibike.com. Horario: Sábado de 10.00 a 20.30. Domingo de 10.00 a 16.00 . Precio: 6 euros (incluye Urban Bike). Actividades: Curso de iniciación BMX; competición en circuito exterior de ciclocross; entrenamientos fixiesy marcha nocturna (sábado). Recinto ferial de la Casa de Campo
Urban Bike. http://www.urbanbikemadrid.com.Horario: Sábado, en la explanada frente a Festibike, de 21.00 a 1.00. Precio: 5 euros. Casa de Campo
ExpoBike. http://www.ifema.es/expobike_01. Horario: De 10.00 a 20.00. Precio: 6 euros. Actividades: Bike Trial; Training Lab; Bicicletas Sin Fronteras; prueba bicicletas eléctricas. Ifema.
El director de FestiBike considera que acercarse a la urbe era “su camino natural”. No oculta que la presentación de ExpoBike les azuzó. Esta feria aterrizó en Ifema el año pasado. Repite convocatoria. “Nos instalamos en el recinto ferial porque en la capital no había una cita así. Coincidimos en fechas porque es cuando se presentan las novedades”, aclara Rocío Aguirre, directora de ExpoBike. El tempo, la decisión de presentar todas las novedades este fin de semana, no lo marcan las empresas sino el encuentro europeo más importante de la industria en Friedrichshafen (Alemania): dos semanas después del EuroBike se celebran estas citas locales. “En el fondo creo que es bueno. Así las marcas podrán elegir dónde presentarse”, apostilla Aguirre. Negocio hay. En 2012 se vendieron en Europa más de 20 millones de bicicletas. Casi el doble que el número de coches adquiridos en la UE-27 (12 millones), según cifras de la Federación Europea de Ciclismo (EFC). En España, 750.000 unidades.

Tendencia, crecimiento, inversiones y ¿burbuja? “En el mercado de los pedales, podemos estar viviendo el inicio de una burbuja”. El aviso es de Luis Álvarez, dueño de la tienda By Bike y vicepresidente de Madrid Probici. Mientras tanto, ambas ferias esperan que esa inercia les lleve a aumentar el número de visitantes. El año pasado, según sus propios datos, FestiBike atrajo a 40.000 personas; ExpoBike, 15.000. Florencio Bautista acudió ayer a esta última. “Había un ambiente tranquilo y agradable. Pensaba que era más grande, pero sabía a lo que venía: a ver producto, novedades y alguna exhibición”, resume su visita. Una de las cosas que más ha llamado su atención ha sido una bicicleta made in Spain que ganó el concurso para suministrar velocípedos al programa de bicicleta pública de Copenhague. Desde este verano, el modelo, eléctrico, con ruedas macizas y con tablet rueda por la calles de la capital danesa. “Mañana quiero ir a FestiBike”, anuncia Bautista . Esa dualidad, que para algunos visitantes puede ser interesante, no oculta cierta competencia: ha obligado a las marcas a elegir dónde muestran su producto. Casi ninguna tiene stand en ambas citas. Instalar uno cuesta en torno a los 1.800 euros, según un expositor.

La revista Ciclosfera sí. El director de esta publicación trimestral, gratuita y centrada en ciclismo urbano presentó su sexto número en ambas citas. “La gente tiene que vernos y conocernos”, resume el director Rafa Vidiella. ¿Tienen cabida dos ferias semejantes sobre bicicletas? “La duplicidad es un poco engorrosa: obliga a descartar uno de los eventos a la mayoría de interesados. Sin embargo, es cierto que hay mucho interés y movimiento en el mundo de las dos ruedas”, concluye. “¿Va Macario?”, le preguntan continuamente a Guillermo De Portugal.

Macario Llorente es el distribuidor de Shimano en España; una celebridad en el mundillo. Macario acude a FestiBike. BH, también. Orbea opta por ExpoBike. Algunas empresas europeas no terminan de comprender esa competitividad en un mercado tan emergente en los pedales como el español. “Si había instaurada una, no se entiende que aparezca otra”, sentencia Perico Delgado. “Si se quiere captar mercado mundial y se dividen las citas no funciona. Es un poco locura”, agrega el ciclista y presentador de La Vuelta a España.

“FestiBike es una verdadera fiesta de la bicicleta. En ella se dan cita profesionales, amateurs y curiosos”, comenta Violeta Janeiro, de 30 años. Conoce bien la convocatoria. Hasta hace dos años compaginaba su trabajo como historiadora del arte con la bicicleta de montaña. Era lo que llaman una descender: especializada en bajar montañas a toda velocidad y con todo tipo de obstáculos. “Como ciclista urbana, tengo ganas de ir para saludar a viejos amigos, para ver novedades y disfrutar del Urban Bike. Antes, la cita, simbolizaba el cierre de la temporada de carreras”, cuenta.

El domingo, Perico Delgado presenta la última etapa de La Vuelta de este año. “La duplicidad no es buena pero la bici está en un momento genial. Me gustaría que la llegada de La Vuelta a España fuera un buen momento para visibilizar la bicicleta. Madrid tiene ganas de ver más ciclistas en sus calles”, comenta el ciclista. El mismo domingo (a partir de las 12.00) Taiwan Excellence organiza, en Colón, un acto en el que otorgará varios premios centrados en la bici y exhibirá parte de las obras del museo tecnológico de la isla en la muestra Biketecnology.

Se acumulan las citas de pedales en la capital. Ahora hay que elegir a cuál se va. Este fin de semana, como decía la canción que sonaba mientras los chavales se tiraban con sus BMX, los ciclistas “somos afortunados”.


http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/13/madrid/1379105905_775242.html

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