lunes, marzo 24, 2014

Miel para ( curar ) todo


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PROPIEDADES CURATIVAS DE LA MIEL
Por: Orlando Valega Apicultor de “Apícola Don Guillermo”
Correo: apicoladonguillermo@yahoo.com.ar

La miel como remedio fue descubierta por nuestros antepasados de forma empírica y desde hace mucho tiempo se conocen, entre otras, sus propiedades antisépticas, dietéticas, edulcorantes, tonificantes, calmantes, laxantes y diuréticas.
Aunque para muchos países occidentales la miel es un simple edulcorante sustitutivo del azúcar, para otros es considerada como un auténtico medicamento utilizado en múltiples afecciones.
Concretamente, en la antigua URSS los campesinos llamaban a las abejas "las farmacéuticas aladas". No obstante, también se le han atribuido a este alimento medicamento unas acciones farmacológicas que no posee, ensalzando propiedades que no manifiesta.
Existen autores que defienden la teoría de que la miel tiene las propiedades medicinales de las plantas de las cuales procede, atribuyendo a las diferentes mieles mono-florales procedentes de plantas melíferas medicinales sus propiedades curativas (Nahmias, 1980).
Si bien es cierto que la mayoría de las plantas medicinales también son melíferas, no se puede generalizar y caer en el error de que tengan sus mismas propiedades, ya que las sustancias activas, a causa de los diferentes metabolismos de la planta, difícilmente llegan al néctar y cuando lo hacen no es en la cantidad suficiente para que sean eficaces.
En este trabajo se pretende pasar revista a las acciones y usos farmacéuticos de la miel, comprobados por experiencias clínicas, científicas o de uso popular, y que pueden llegar a explicar los verdaderos valores terapéuticos de este producto apícola.

TRATAMIENTO DE HERIDAS

La miel posee un gran poder antibiótico y emoliente, por lo que ha sido utilizada desde siempre en el tratamiento de heridas, quemaduras, úlceras, etc., debido a su contenido en una sustancia de efecto antimicrobiano denominada inhibina (Dolci, Du & Dziao,l937). En los papiros de Eberts y Smith, que datan de antes del año 1500 a. C. ya se aconsejaba tratar con miel las heridas.

Hipócrates, en su obra "Consideraciones sobre el tratamiento de las heridas", recomienda curarlas con miel.

Avicena, en su libro "Cánones de la medicina", escribe sobre la eficacia de la miel en el tratamiento de las úlceras profundas infectadas.

Plinio el Viejo (28-70, d. C) considera que la mezcla de miel con aceite de hígado de bacalao es el mejor remedio para tratar las heridas.

Según loirish (1985), el Dr. Lücke en 1933 propone tratar las heridas infectadas con un ungüento a base de miel y aceite de hígado de bacalao. El autor parte del hecho de que la miel actúa favorablemente sobre la desinfección y cicatrización de heridas infectadas, mientras que el aceite de hígado de bacalao contribuye a la regeneración del epitelio. También cita las experiencias del cirujano ruso Krinitski, que obtuvo buenos resultados al tratar 52 casos con este mismo ungüento de miel y aceite de hígado de bacalao. Doce enfermos presentaban osteomielitis, 7 estaban afectados de hidradermitis, 3 sufrían paranefritis y 30 mostraban quemaduras. Según sus observaciones clínicas, la presencia de miel en la herida condujo a una elevación brusca del glutatión en el humor de la herida, jugando un papel importante en los procesos redox del organismo. Por tanto, se estimula la división y el crecimiento de las células y, en consecuencia, favorece la cristalización.

Ioirish (1985) también cita el caso de un médico ucraniano que utilizaba la miel en el tratamiento de heridas y úlceras rebeldes que cicatrizaban con dificultad. Relata el caso de un paciente mutilado de 25 años que tenía en el reverso de la planta del pie derecho una gran cicatriz. En el centro de ésta tenía una úlcera de 3 x 5 cm con un fondo profundo, de color gris brillante y con bordes necrosados. Este estado persistía desde hacía meses, y después de aplicarle un ungüento a partir de miel la herida cicatrizó al cabo de 22 días.

Heinerman (1988) recomienda la aplicación de miel en el tratamiento de úlceras, lesiones herpéticas, grietas y llagas. Para las úlceras varicosas crónicas, quemaduras y lupus eritematoso, aconseja una mezcla de miel y vaselina (80: 20).

También indica que de 50 casos de ulceraciones de la piel tratadas con miel, del 38-76% se curaron completamente, del 10-20% sufrieron curaciones parciales y sólo del 2-4% no tuvieron ninguna mejoría, cosa que demuestra la gran actividad cicatrizante de la miel en estas afecciones y confirma la utilización de la miel incluso en cirugía hospitalaria.

AFECCIONES CUTÁNEAS Y COSMETICA

Los antiguos tratados de medicina rusa, como comenta Ioirish (1985), reflejan numerosos consejos sobre la forma de tratar las enfermedades de la piel con miel. Indica que 27 pacientes que sufrían de forúnculos y carbúnculos, fueron tratados exitosamente con miel. Asimismo, resalta casos de curaciones de tuberculosis cutánea con la aplicación de vendas impregnadas con miel.

La miel tiene una acción benéfica sobre la piel a causa de las propiedades nutritivas, emolientes y bactericidas que posee y que la convierten en un excelente cicatrizante, como hemos indicado. La miel también nutre los tejidos epiteliales y las ramificaciones nerviosas subcutáneas.

Así, la miel tiene buenas aplicaciones en cosmética a causa de sus propiedades calmantes, demulcentes, antiinflamatorias, epitelizantes, emolientes, hidratantes, refrescantes y tonificantes. Se puede utilizar en forma de lociones, geles, emulsiones, soluciones, cremas, jabones, ungüentos, stiks y pastas, entre otras formas, como indica Propersino (1988).

Se considera a la miel como un buen remedio para las arrugas, según Heinerman (1988), ya que proporciona suavidad y frescor a la piel. Recomienda su aplicación en forma de mascarillas y es un buen remedio para las pieles secas. Antiguamente, ya Hipócrates y Avicena señalaban las propiedades de la miel para otorgar a la piel del rostro matices de frescor y juventud. Como se ha indicado, la miel no sólo suaviza la piel, sino que además la nutre.

Gracias a su propiedad higroscópica, absorbe las secreciones cutáneas y actúa como desinfectante. Del mismo modo, la miel proporciona elasticidad y tersor a la piel, borrando arrugas y asperezas. Los baños de miel también ejercen una acción médico profiláctica sobre la piel y sobre todo el organismo en dosis de 200-250 g de miel por baño. Se pueden aplicar en baños fríos, tibios y calientes.

DERMATITIS SEBORREICA Y CASPA

El Dr. Al-Waili NS (Dubai Specialised Medical Centre and Medical Research Labs, P.O.Box 19964, Dubai, United Arab Emirates. waili2000@hotmail.com) investigó el uso tópico de la miel pura como tratamiento de la dermatitis seborreica y la caspa. Se seleccionó un grupo de 30 pacientes que presentaban dermatitis seborreica del cuero cabelludo, frente y tórax, se tomaron 20 varones y 10 mujeres con edades de entre 15 y 60 años de edad. Estos pacientes presentaban pérdida de cabello, picazón, enrojecimiento del cuero cabelludo, ronchas secas con escamas secas, lesiones fisuradas y costrosas.

A los pacientes se les indicó aplicarse diariamente una mezcla de 90% de miel pura con 10% de agua tibia y frotarse la zona en tratamiento por unos 2 – 3 min, dejar esa área cubierta por la mezcla durante 3 horas y luego enjuagarse con agua tibia: El tratamiento se hizo durante 4 semanas. Luego se los observó durante 6 meses, en cuyo tiempo a la mitad se la siguió tratando con la mezcla de miel+agua una vez por semana. La otra mitad del grupo en estudio se la tomó como control.

Todos los pacientes respondieron favorablemente. En la primer semana del tratamiento desapareció el picazón y enrojecimiento de la zona afectada. Las lesiones cicatrizaron y en dos semanas desaparecieron completamente. Agregado a esto, los pacientes señalaron mejoría en la pérdida del cabello. Ninguno de los 15 pacientes tratados semanalmente con miel mostró reaparición de sus síntomas, mientras que 12 del grupo control sí volvieron a padecerlos, 2 – 4 meses después de haber detenido el uso local de la miel.

La experiencia del Dr. Al-Waili NS, una vez más, comprueba que el uso de la miel es curativa de procesos dermatológico tan frecuentes como lo es la dermatitis seborreica y la caspa, principales causa de la pérdida del cabello. Dr. HugoAguirre, Apicultor-Médico-Apiterapeuta, Com. Direct. Soc. Arg de Apicultores

¿CÓMO ACTUA LA MIEL SOBRE LAS HERIDAS?

La miel dio buenos resultados en el tratamiento de la úlcera venosa de las piernas, úlceras de las piernas de etiología diversa, ulceraciones del pie de diabético, llagas átonas post-trasplante, abscesos y quemaduras y heridas quirúrgicas infectadas en los miembros inferiores. Todas las heridas tratadas se curaron, con la excepción de las que iban asociadas a una insuficiencia arterial. Las infecciones desaparecieron rápidamente, incluidas las causadas por Pseudomonas. Queda comprobado que los apósitos empapados en miel son la mejor modalidad de aplicación de la miel sobre una herida y de mantenerla ahí por un tiempo suficiente. No obstante, previamente hay que rellenar de miel las anfractuosidades de la lesión, de tal forma que esté en contacto con toda la superficie dañada. Los senos infectados pueden rellenarse de miel con la ayuda de un catéter. En el caso de las heridas de fuerte exudación, se observó que con la renovación del apósito también se quitaba la miel de encima de la herida, cuando los tapones Gamgee (tapones de algodón de envoltura poco pegajosa empleados como apósitos, como tapones compresivos para proteger la herida contra el frío y los traumas) se empleaban empapados en miel, dejando así la herida limpia para la aplicación del nuevo apósito. Con los tapones adhesivos con alginato (tapones muy absorbentes y biodegradables, con contenido de alginato, un producto extraído de algas marinas) no se conseguía el mismo efecto. Varios pacientes se vieron obligados a renunciar a este tratamiento, por considerarlo demasiado doloroso. Algunos empezaron el tratamiento con una miel cuya acidez había sido neutralizada, y así se comprobó que era la acidez de este producto de la colmena lo que provocaba la sensación dolorosa.

Pese a su escaso tenor en agua "libre", la miel asegura un medio húmedo para la cicatrización, que en estas condiciones se desarrollará lo mejor posible. La miel no produce la deshidratación de los tejidos, gracias a sus efectos osmóticos, sino que dirige los líquidos de la circulación subyacente hacia los tejidos dañados. De esta manera, encima del apósito se va formando una capa de miel diluida, que impedirá su adherencia y, en consecuencia, evitará que con el cambio del apósito se quite también el tejido nuevo. Otra consecuencia favorable del efecto osmótico es que asegura a la herida el oxígeno y los elementos nutritivos necesarios a los tejidos traumatizados, por medio del flujo linfático que induce. Los componentes de la miel aportan un suplemento de elementos nutritivos, que aumenta la tasa de crecimiento del tejido de granulación. En este medio húmedo, la alta osmolaridad de la miel protege el tejido cutáneo de la maceración y sus propiedades antibacterianas impiden el crecimiento bacteriano. Su gran viscosidad constituye una barrera protectora contra el riesgo de infección cruzada de las llagas.

Un buen número de autores estiman que la actividad antibacteriana de la miel se debe exclusivamente al efecto osmótico de los azúcares de alta concentración que contiene. Pero hay numerosos estudios microbiológicos que muestran que muchas mieles tienen componentes cuyo efecto antibacteriano es más acusado que el de la osmolaridad. Aunque el peróxido de hidrógeno, el agente antibacteriano mayor de la miel, haya sido eliminado del arsenal de los productos de curación de las heridas a causa de su efecto irritante, la concentración que puede alcanzar al nivel de un apósito con miel (como regla general, alrededor de 1 nmol/l en la miel) es varios miles de veces más floja que la de una solución al 3% de peróxido de hidrógeno. La miel puede ser un agente antibacteriano potente. Ensayos con mieles dotadas de una actividad antibacteriana mediana mostraron que, incluso diluidas diez veces o incluso más, son capaces de inhibir las especies de bacterias que lo más a menudo infectan las heridas, siendo poco importantes las variaciones de sensibilidad de las cepas de Staphylococcus aureus y Pseudomonas aisladas en clínica.

Otro mecanismo a través del cual la miel elimina la infección de las heridas está representado por su efecto activador del sistema inmune, pues se ha señalado que estimula la mitosis de los linfocitos B y T y activa los leucocitos neutrófilos. Hay más, suministra una importante aportación de glucosa, fundamental para el crecimiento explosivo del número de fagocitos.

Igualmente, la miel ejerce una acción anti-inflamatoria y estimula la angiogénesis.
J.A. BETTS*, P.C. MOLAN**
*Department of Community Health, Health Waikato Ltd., Hamilton, NUEVA ZELANDA
**Honey Research Unit, Department of Biological Sciences, University of Waikato, Hamilton,

AFECCIONES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS SUPERIORES

El uso de inhalaciones a partir de miel se remonta a una época muy antigua.

Ioirish (1985) relata las curaciones de 20 pacientes afectados de atrofia evolutiva de las vías respiratorias superiores. El autor utiliza un inhalador pulverizador, adoptado para pulverizar soluciones acuosas, usado con una solución de 10% de miel, durante 5 minutos. De los 20 enfermos tratados, solo dos no mejoraron. Haciendo uso de las inhalaciones, la miel actúa sobre las mucosas de la nariz, laringe y sobre los alvéolos pulmonares. De este modo, la miel ejerce un efecto bactericida local y fortificante general del organismo.

Por otra parte, este mismo autor cita diversas propiedades de la miel en el tratamiento de rinitis aguda y crónica, faringitis, bronquitis y otras enfermedades respiratorias.
La miel también ha mostrado grandes propiedades béquicas, utilizándose como antitusígena en infinidad de jarabes. Heinerman (1988) recomienda su uso en caso de afonías, ronqueras, laringitis y ataques de tos.

AFECCIONES PULMONARES

La utilización de la miel de abejas para curar afecciones pulmonares es un método conocido desde antaño. Hipócrates indicaba que una bebida a base de miel es un buen expectorante y calmante de la tos. Avicena recomendaba que al aparecer los primeros síntomas de tuberculosis se tomase una mezcla de miel con pétalos de rosa.
La miel mezclada con avellana constituye también un buen remedio para la tos crónica y favorece la expectoración. En los casos de tuberculosis está recomendado tomar miel disuelta con leche o miel mezclada con grasa animal.

En el siglo pasado, las personas que padecían las hemorragias pulmonares tomaban miel pura o mezclada con jugo de zanahoria y nabo. No obstante todo lo relatado, la verdad es que no han de atribuir propiedades curativas específicas para la tuberculosis por parte de la miel. Únicamente se puede afirmar que siendo un tonificante contribuye al hecho de que el organismo aumente la resistencia a las infecciones.

Ioirish (1985) relata el caso de unos pacientes afectados de tuberculosis que tomaban 100-150 g de miel por día, observando que mejoraban su estado general, se producía un aumento de peso, una disminución de los abscesos de tos, un incremento de la cantidad de hemoglobina y una disminución de la velocidad de sedimentación de eritrocitos. Con tres pacientes afectados de absceso pulmonar, después de la ingesta de miel se observó una mejora del apetito, un aumento de peso, una disminución de la expectoración, una regulación de la diuresis y una mejora del aparato digestivo, con regulación del estreñimiento.

AFECCIONES CARDÍACAS

El músculo cardíaco o miocardio trabaja constantemente y en consecuencia tiene necesidad de un suministro continuo de energía en forma de glucosa. La miel contiene gran cantidad de glucosa fácilmente asimilable y produce un efecto muy favorable sobre el miocardio.

En todos aquellos casos en que la cura depende de la capacidad de trabajo de corazón, está indicada la miel con la finalidad de excitar su actividad y nutrir sus células.
También existen razones para suponer que la glucosa contribuye a la flebectasia (dilatación de las venas) y por eso mejora la circulación de la sangre del sistema coronario.
Según Ioirish (1985), el consumo prolongado, durante 1-2 meses, de 50-140 g de miel por día, en pacientes afectados con trastornos cardíacos, conduce al mejoramiento del estado general, a la normalización de la composición de la sangre, a la elevación de la cantidad de hemoglobina y del tono cardiovascular.

Miel con canela:
El hábito de consumir regularmente en el desayuno, en lugar de mermeladas o mantequilla, una pasta hecha con miel y canela; reduce el colesterol en las arterias y previene ataques al corazón. También previene nuevos ataque en personas que ya lo tuvieron. El uso regular de esta pasta mitiga la pérdida del aliento y fortalece los latidos del corazón. En Estados Unidos y Canadá, donde se utiliza esta pasta continuamente en Casas de Retiro, se ha descubierto que la miel con canela revitaliza las arterias y venas de los pacientes ancianos y las limpia.
Referencia Bibliográfica: Revista "Weekly World New" de Canadá, en su edición del 17 de Enero de 1995

AFECCIONES DEL TRACTO GASTROINTESTINAL

Muchos trabajos experimentales señalaban que la miel favorece el proceso de asimilación a nivel del intestino y sobre todo eficaz en casos de estreñimiento. La miel progresa a través del tracto gastrointestinal y tiene influencia sobre los movimientos peristálticos. Si se da a un grupo de pacientes una papilla de bario mezclada con miel, se retiene en el estómago de 1 a 2 horas más, en comparación con la papilla sola. La miel también tiene incidencia sobre la secreción de jugo gástrico.
Se ha demostrado que la miel de tilo disminuye la secreción de jugo gástrico.

Numerosos autores, basándose en observaciones clínicas, han llegado a la conclusión de que la miel de abejas, sola o mezclada con los principales alimentos, disminuye la acidez gástrica. Por lo tanto, se puede utilizar como medicamento y alimento dietético en casos de afecciones gastrointestinales acompañadas de hiperclorhidria, gastritis y úlceras.
Ioirish (1985) relata las experiencias del Hospital de Irkutsk en la ex URSS donde fueron tratados 600 enfermos de úlcera gástrica. En 302 casos la enfermedad cursó de forma normal: 76 pacientes sufrían hiperclorhidria, 67 tenían una acidez normal, 54 presentaban hipoclorhidria y 24 se quejaban de aclorhidria.


El tratamiento clásico, dieta y medicamentos, Ilevó a la convalecencia del 61% de los enfermos y persistieron los dolores en el 18%. En cambio con el tratamiento con miel se proporcionó la cura del 79,7 al 84,2% de los enfermos y cuando terminaron el tratamiento sólo el 5,9% presentaba dolores. Los exámenes radiólogos mostraron que las úlceras habían desaparecido en el 29% de los enfermos sometidos al tratamiento clásico y en el 59,2% de los que fueron tratados con miel. El tiempo de hospitalización de los enfermos tratados por el último método fue por término medio más corto.

Además se observó que la miel actuó como tónico general del organismo y se observó un aumento de peso, mejorando la composición de la sangre, normalizando la acidez del jugo gástrico y una disminución de la irritabilidad del sistema nervioso. Se ha demostrado que la miel de tilo disminuye la secreción de jugo gástrico.

El mismo autor citado anteriormente recoge las experiencias del Hospital Ostroúmov de Moscú sobre 155 pacientes y llega a conclusiones semejantes: la miel normaliza la acidez y la secreción del jugo gástrico, suprime la pirosis, la eructación y los dolores. En el caso de úlceras gástricas, la miel ejerce un doble efecto. Por un lado tiene una acción local que favorece la cicatrización de la úlcera de la mucosa gástrica semejante a la que ejerce sobre las heridas y ulcerciones externas. Por otro lado, tiene una acción fortificante de todo el organismo, sobre todo del sistema nervioso.

Este último efecto es de gran importancia, ya que hay una influencia marcada de la disfunción de los receptores del estómago con la aparición de este tipo de dolencias.
Como terapéutica se recomienda tomar miel como un medicamento 1,5 - 2 horas antes de desayunar y 3 horas después de cenar. Un efecto excelente se consigue al tomar miel diluida en agua tibia. El consumo de esta solución contribuye a la dilución de la mucosa de las paredes gástricas y a la rápida absorción de los azúcares sin irritar el intestino.
Además provoca una disminución de la acidez gástrica.

Contrariamente, una solución fría de miel, aumenta la acidez y disminuye el peristaltismo. El consumo de miel inmediatamente antes de comer también estimula la secreción de jugo gástrico. La miel también tiene propiedades terapéuticas eficaces en ciertos problemas de asimilación o de insuficiencia digestiva. Por sus propiedades antisépticas, su acción sobre la flora intestinal es destacable, especialmente en lactantes. En los problemas de estreñimiento una cucharada sopera de miel acompañada de fruta es lo más aconsejable como remedio natural. Heinerman (1988) considera la miel como antidiarreica y la recomienda en caso de diarreas y disentería, aprovechando su poder antibiótico.
También Chezeries (1982) destaca estas acciones de la miel sobre el estómago y el aparato digestivo en general.

UNA MEZCLA DE FIBRAS ALIMENTICIAS CON MIEL CONTRA LOS ARDORES DE ESTOMAGO Y EL REFLUJO ESOFÁGICO

Dr. Th. POSTMES Biomedical Research Foundation, Maastricht, PAISES BAJOS
En ocasiones, el alimento puede resultar particularmente perjudicial para el estómago y el esfínter esofágico inferior (EEI). Si la válvula del EEI se relaja, el líquido gástrico penetra en el esófago hasta trescientas veces al día. En sentido estricto, el reflujo esofágico no es una enfermedad sino un acontecimiento fisiológico muy corriente. No obstante, cuando la mucosa esofágica permanece por largo tiempo en contacto con el jugo gástrico, la inflamación se instala. Los ardores de estómago pueden ser dolorosos y confundir a uno (¿estoy mal del estómago o me falla el corazón?). Como quiera que sea, la sensación es muy desagradable. Las comidas pesadas, el alcohol, el tabaco y, por supuesto, el estrés no hacen sino complicar todavía más las cosas.

Una mezcla recientemente puesta a punto y registrada de fibras alimenticias (FA) y miel se reveló como un buen remedio para los ardores de estómago, debido a su acción estimulante del peristaltismo de todo el tubo gastrointestinal. Actúa asimismo sobre el EEI que, de hecho, es el órgano que se opone al reflujo gástrico (regurgitación). La miel protege la mucosa gástrica y favorece el ataque contra Helicobacter pylori, la bacteria responsable de la aparición de las úlceras gástricas (pépticas). Las fibras alimenticias estimulan el sistema digestivo, la duración del tránsito de los alimentos es más corto y las cámaras permanecen blandas.
Resumiendo, la mezcla de miel y fibras alimenticias activa los movimientos peristálticos, la eliminación de la bilis y aseguran el buen funcionamiento del esfínter esofágico inferior. Calma la mucosa gástrica irritada y cura eficazmente los ardores de estómago.

GASTROENTERITIS

Las infecciones de la zona intestinal son comunes a través del mundo, afectando a la gente de todas las edades. La diarrea infecciosa exacerba deficiencias alimenticias de varias maneras, pero como de cualquier infección, se aumenta la demanda calorífica. La miel pura tiene actividad bactericida contra muchos organismos enteropatógenos, incluyendo los de la especie de las salmonelas y de Shigella, y Escherichia coli (Amy E. Jeffrey, Carlos M. Echazarreta Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México)

ESTREÑIMIENTO Y DIARREAS

Siguiendo con las acciones de la miel a nivel intestinal, también es aplicable a personas estreñidas ya que por su contenido en acetilcolina estimula el peristaltismo del intestino. También tiene un ligero efecto aperitivo que facilita la digestión y asimilación de otros alimentos, al ser de asimilación rápida, no produce fermentación alcohólica. Sus ácidos libres ayudan a la absorción de las grasas.

En los casos de diarreas bacterianas es de suma utilidad por su efecto antibiótico. Además debe utilizarse junto al yogurt en pacientes sometidos a tratamientos con antibióticos que producen disbacteriosis. La combinación de miel y yogurt repondrá la flora intestinal vaciada por los antibióticos, con evidente mejoría de la diarrea y del estado general del paciente. Al regularizar el tránsito intestinal aumenta la eliminación de toxinas lo que se refleja en la mejoría y embellecimiento de la piel.
Ref. Apiterapia Hoy en Argentina y Cuba Dr. Julio César Días.

GASTRITIS Y ÚLCERAS DE ESTÓMAGO

Uno de los mejores usos de la miel, que se encuentra poco conocido y muy mal interpretado es su efecto cicatrizante e inhibidor de la acidez estomacal en gastritis y úlceras.
Es necesario comprender el funcionamiento normal ( y anormal) en un estómago para entenderlo. Normalmente el estómago tiene jugos muy ácidos para realizar el proceso de digestión. También tiene una protección (mucosa) para que estos ácidos no lo ataquen. Tanto las gastritis como las úlceras de cualquier origen, afectan esta mucosa permitiendo que el estómago se autodigiera. Paralelamente a ello suele haber una mayor secreción de ácidos. Por los mecanismos de retroalimentación del organismo, si se ingiere una sustancia alcalina ( contrario al ácido), habrá un alivio temporario y luego la reacción de ese organismo –para compensar- será aumentar el ácido. Este es el efecto “rebote”, por lo cual se dejó de lado hace tiempo las dietas lácteas, (alcalinas) y deberían dejarse también los antiácidos aún no provocando el “rebote”, solo se lograría un alivio sin mejoría del problema de base. Los ácidos orgánicos débiles, (fruta y miel) pueden dar una sensación de mayor acidez inicial; pero por el sistema de retroalimentación inhiben la secreción de ácido al estómago. También aportan vitaminas (las frutas) y un amplio poder cicatrizante (la miel) con lo que se pasa de un alivio a un tratamiento curativo. Si todo ello fuera poco, hoy se sabe de la capacidad antibacteriana de la miel frente al Helicobacter Pylori, bacteria que hoy se la conoce como responsable de gran parte de los inconvenientes de las úlceras y gastritis; con probable relación con el cáncer gástrico.

A algunas personas le da acidez temporaria. En realidad lo que ocurre es que sobre la base de su higroscopía (capacidad de absorber humedad ) la miel deshidrata la mucosa del estómago (cuando este está vacío) contrayéndolo y causando solo la sensación de acidez. Este efecto dura pocos minutos.
Ref. Apiterapia Hoy en Argentina y Cuba Dr. Julio César Días.

Estudios clínicos han demostrado que la miel reduce la secreción de ácido gástrico. Además las úlceras gástricas han sido tratadas con éxito con el consumo de miel como complemento dietario. En 600 pacientes con úlcera gástrica a los que se les administró miel en forma oral, se consiguió un indice de recuperación del 80%. El examen radiológico demostró que en un 59% de los casos las úlceras desaparecieron. Amy E. Jeffrey, Carlos M. Echazarreta Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México

AFECCIONES HEPÁTICAS

La acción de la miel sobre las afecciones hepáticas viene marcada por la relación glucosa/fructosa que contiene. Estos azúcares son muy fácilmente absorbidos y posteriormente pasan con mucha rapidez al torrente sanguíneo. La glucosa se absorbe rápidamente, lo que provoca una creación casi instantánea de energía que el cuerpo necesita. La fructosa se absorbe más lentamente, manteniendo los niveles de azúcar durante un tiempo prolongado.

En la práctica clínica se está utilizando la miel en los tratamientos de enfermos del hígado. Su alto contenido en fructosa consigue curaciones más convincentes que las de la glucosa sola. Este efecto se explica porque la fructosa activa los procesos de combustión de azúcares para la producción de energía y se calcula que acelera 10 veces su velocidad de reacción. Con todo esto se consigue un aprovechamiento mayor de los otros azúcares y se necesita menos trabajo del hígado, al gastar menos glucógeno. En el metabolismo hepático, la glucosa de la miel se transforma en glucógeno hasta un 29%.

Ioirish (1985) señala que en los hospitales y clínicas de la antigua URSS se estaba utilizando la miel en casos de afecciones de hígado y de las vías biliares. Se recomienda mezclarla con ricota, papillas de cereales y manzana. Este mismo autor también destaca la influencia de la miel, el polen y la jalea real en los regímenes alimentarios de los enfermos con diversas afecciones hepáticas. Destaca que las sales minerales, ácidos orgánicos, vitaminas, hormonas, enzimas, agentes antibióticos y otros elementos de la miel ejercen una gran función en los procesos vitales que se desarrollan en el hígado y en todo el organismo. También indica que a los convalecientes a los cuales se les daba de baja del hospital, se les recomendaba tomar todos los días para desayunar 50 g de miel y una cucharadita de jalea real y por la tarde una cucharadita de miel y polen.

Chezeries (1985) también recomienda tomar miel en las insuficiencias hepáticas. Señala que así se favorece la eliminación del alcohol de la sangre y ayuda a paliar los efectos del alcoholismo y de la intoxicación etílica.

La miel y el alcohol:
La miel tiene en la mucosa del intestino delgado un mecanismo de absorción que compite con el del alcohol, lo que hace que este tóxico sea mal o poco absorbido. Asimismo la catalasa (enzima presente en la miel), acelera el metabolismo del alcohol a nivel hepatocito (célula del hígado), con lo que el organismo lo elimina mas rápido. Esto, junto con las otras propiedades dietéticas de la miel debe ser considerado en el ámbito de tratamiento del alcohólico; y no para usarlo previamente a fin de disminuir los efectos de una borrachera programada, aunque para beneplácito de quienes así obren, los efectos del alcohol serán menos notables, como también los será la ausencia de resaca.
Ref. Apiterapia Hoy en Argentina y Cuba Dr. Julio César Días

PANCREATITIS AGUDA

Es la inflamación del páncreas y puede ser aguda o crónica. La Pancreatitis aguda es un cuadro severo, que puede instalarse sobre un páncreas previamente sano o bien sobre una pancreatitis crónica o un carcinoma. Provoca un intenso dolor en el epigastrio con colapso, que se caracteriza por su irradiación hacia la izquierda del abdomen y al dorso; se suele decir que es un cólico hepático a la izquierda. Comienza por un edema que, si continúa evolucionando, conduce a las graves necrosis y hemorragia, de alta mortalidad. En el primer momento de la pancreatitis aguda se realiza restricción de alimentos por boca y se realiza alimentación por vía parenteral (se administra una solución por vena para mantener la hidratación y asegurar un aporte energético).

El 11 de agosto del 2001 se presentó en el Hospital Nacional de Al Khafji del Reino de la Arabia Saudita, una paciente con síntomas evidentes de padecer pancreatitis aguda, El Dr. Mamdouh Abdul Rhman M.D. decidió aplicar una solución de miel al 10% en forma intravenosa ya que es la única forma de poder tratar esta enfermedad. Antes advirtió a la enferma y a los familiares que esta aplicación podría producirles reacciones colaterales benignas, muy molestas tal vez, pero inofensivas y por un corto tiempo, todos aceptaron el riesgo y en efecto a los pocos minutos de haber aplicado 3 ml de la solución, el paciente comenzó a sufrir erupciones urticantes en la piel por un rato, a los 45 minutos calmó la erupción. El tratamiento se repitió a las 24 horas y por un periodo de 10 días. Al segundo día ya toleraba la miel por vía oral sin vomitar y se le aplicó simultáneamente por via oral 30 ml de miel cuatro veces al día. Al tercer día ya toleraba pequeñas comidas, y el 18 de agosto fue dada de alta pero se hizo un seguimiento del paciente, cada vez que se le aplicaba la inyección de miel sufría las erupciones que luego de 45 minutos desaparecían. El paciente por varios años no volvió a padecer síntomas de pancreatitis aguda.
La pregunta es: ¿La inyección intravenosa (IVI) de la miel desempeñó un papel en la mejora de este paciente? ¿O ella habría mejorado sin complicaciones sin las inyecciones de miel?

En ausencia de los estudios del control del caso, esta pregunta no puede ser contestada. Sin embargo, desde el punto de vista teórico, es posible que la miel sea la responsable de curar la pancreatitis aguda a través de sus características antimicrobianas, antiinflamatorias, y curativas sabidas. El estudio más importante en este caso es que la Inyección intravenosa de miel no dañó el paciente, pero que inversamente, ella mejoró.

AFECCIONES RENALES

En diversas publicaciones médicas se mencionan estudios sobre las propiedades curativas de la miel en casos de afecciones renales. Se recomienda que los enfermos con afecciones renales introduzcan la miel en su dieta, particularmente en casos graves. Su eficacia en este caso se explica por el hecho que contiene pocas proteínas y está casi libre de sales, que son las dos sustancias contraindicadas en el caso de afecciones renales. Se recomienda sobre todo para edulcorar infusiones de plantas diuréticas.
Actualmente los médicos recomiendan en casos de enfermedades renales tomar miel con infusiones de rosa mosqueta y jugo de rábano.

Los especialistas consideran que el estado enfermizo de riñones, vejiga y vías urinarias con lleva a un malestar general de todo el organismo, quedando afectadas las actividades del corazón, hígado, sistema nervioso y sistema endocrino.

En estos casos la miel ejerce un efecto beneficioso ya que es una solución hipertónica que aporta el 37- 40% de glucosa. La glucosa se absorbe con facilidad y alimenta las células de muchos órganos, regula el equilibrio osmótico de la sangre y los tejidos, pudiéndose utilizar también como diurético. Chezeries (1982) recomienda la miel en casos de incontinencia nocturna de los niños, ya que al ser un producto higroscópico tiende a la absorción de agua.

ALTERACIONES DEL SISTEMA NERVIOSO

En medicina popular se conocen desde hace mucho tiempo las influencias benéficas que tiene la miel sobre el sistema nervioso. Las observaciones clínicas han mostrado que las soluciones hipertónicas de glucosa en inyección dan rápidos resultados en el tratamiento de ciertas afecciones del sistema nervioso. Generalmente, ya después de las tres primeras inyecciones se observa cierta mejoría subjetiva: disminución de los dolores de cabeza, mejoría de la visión, etc.

Ioirish (1985) cita el tratamiento con miel en pacientes que sufrían corea o baile de San Vito, con molestas contracciones convulsivas en los músculos. Señala que se obtuvieron, después de tres semanas de tratamiento y prescindiendo de otros tipos de medicación, muy buenos resultados. Los pacientes recuperaron el sueño normal, desaparecieron los dolores de cabeza, disminuyó la astenia, la irritabilidad y se recobró el ánimo.

A las personas nerviosas extenuadas o fatigadas, con el fin de recuperar su estado normal, se les recomienda que tomen por la tarde un vaso de agua caliente con una cucharadita de miel y el jugo de medio limón o media naranja (Heinerman, 1988).

Chezeries (1982) considera a la miel con propiedades somníferas, relajantes e inductoras del sueño, por lo que la recomienda en la dieta habitual de los pacientes afectados con insomnio crónico.

ENFERMEDADES DE LOS OJOS

En Egipto la miel de abejas era considerada como uno de los remedios más eficaces para curar las numerosas afecciones de los ojos, como lo demuestra el papiro descifrado por Ebers. Avicena recomendaba miel con jugo de cebolla, trébol y grama para el tratamiento de las enfermedades de los ojos, señalando que aclaraba la opacidad de la vista.
Ioirish (1985) destaca diversas experiencias en los hospitales soviéticos sobre la acción terapéutica de la miel en las afecciones oculares, sobretodo inflamaciones y quemaduras. Aconseja tratar la inflamación de los párpados, conjuntiva y córnea, las úlceras y demás afecciones de los ojos, con una pomada a partir de miel de eucalipto. Relata este mismo autor las excelencias de la miel en la curación de enfermos con queratitis aguda y escrofulosis. Las mejoras observadas en estos pacientes fueron: disminución de los procesos inflamatorios, mejoría de la visión y desaparición de síntomas subjetivos desagradables.

Se ha de resaltar que para tratar enfermedades oculares, se ha de utilizar miel estéril de panal.

Otros autores como Chezeries (1982) se hacen eco de la actividad terapéutica de la miel en las irritaciones de los ojos y recomiendan su uso en forma de instilaciones hechas con miel y agua hirviente.

ESTUDIO SOBRE LOS EFECTOS SENSORIALES Y BIOLOGICOS DEL "OFTALMEL" (COLIRIO OFICINAL AL 20 ó 30% DE MIEL) Y DE UNA SOLUCION EXTEMPORANEA DE MIEL CON LA MISMA CONCENTRACIÓN

S. PURTOKIENE, L. PURTOKAITE, L. KUBILIENE, A. GENDROLIS Kaunas Medical University, A. Mickeviciaus 9, Kaunas, LITUANIA
El estudio se llevó a cabo sobre 29 voluntarios con buena salud (o sea, 58 ojos sanos), no alérgicos a los productos que contienen miel, a quienes se les administró "Oftalmel" (colirio oficinal que contiene 20 ó 30% de miel) y una solución extemporánea de miel con la misma concentración que la del colirio. La finalidad de la investigación fue establecer los efectos de estos productos sobre el ojo sano. Se estudiaron los siguientes parámetros: agudeza visual, refracción, sensibilidad de la conjuntiva y la córnea, aspecto general del globo ocular, fondo de ojo y presión intraocular. Se comprobó que ninguno de estos parámetros sufrió modificaciones por consecuencia del tratamiento. Se determinó el perfil farmacodinámico del Oftalmel (concentración de glucosa en las lágrimas) y se comprobó que el tenor en glucosa de las lágrimas permanecía elevado durante las 3 horas siguientes a la administración del producto. Las gotas de Oftalmel, a dos concentraciones, fueron bien toleradas y no se comprobó ninguna reacción alérgica.

Empleo del Oftalmel al 20 ó 30% de miel para curar las afecciones del polo anterior del ojo: síndrome de sequedad en el ojo, queratitis traumática y queratopatía de base amiodaronal. Se realizaron ensayos clínicos sobre el empleo del colirio con miel (Oftalmel al 20% y al 30% de miel) en el tratamiento de las citadas afecciones. El grupo experimental estaba constituido por 46 sujetos (76 ojos), con edades comprendidas entre 21 y 67 años. Ambas formulaciones del Oftalmel fueron bien toleradas por los enfermos y surtieron buenos efectos curativos.

Parangón entre los efectos del Oftalmel y los de la terapia usual en las afecciones citadas del polo anterior del ojo. El ensayo se realizó en clínica sobre 58 personas (104 ojos). En el tratamiento del síndrome de sequedad en el ojo, el Oftalmel surtió mejores efectos que la preparación Kaugliukin (gotas para los ojos). En el tratamiento de la queratitis no infectada, el Oftalmel fue igual de efectivo que el Vitacic. En lo que respecta a la queratopatía de base amiodarónica, el efecto curativo del Oftalmel al 30% fue muy claro, sobre todo en el primer estadio de evolución del proceso patológico, cuando la resorción estuvo muy marcada, mientras que la aplicación de gotas de una solución de yoduro potásico no surtió prácticamente ningún efecto.

ACCIÓN SOBRE LOS AGENTES NOCIVOS EXTERNOS

También se han encontrado aplicaciones de la miel como protectora de los diversos agentes nocivos externos. Para prevenir las enfermedades causadas por radiaciones, en algunos países se recurre a un preparado a partir de miel. Se aplica en forma de inyecciones intravenosas a partir de miel desproteinizada y a unas dosis de 10 ml de una solución al 20-40%. Aplicada antes de cada sesión de radioterapia se reducen en gran parte las consecuencias derivadas del tratamiento con rayos X.

En el mercado europeo apareció un medicamento para tal fin denominado "Melcaína", constituido por una solución de miel sin proteínas con 1-2% de novocaína.
Heinerman (1988) indica que la miel atenúa los brotes alérgicos de la polinosis y recomienda, como preventivo, una cucharada de miel después de cada comida.
Stojko y col. (1987) demuestran la eficacia de la miel en el proceso de adaptación del organismo a las condiciones ambientales desfavorables.

Realizan un experimento en una fábrica de manipuladores de metales pesados, en la que 55 operarios se tratan con miel durante 6 meses y otro grupo de 50 operarios se toma como control. La valoración de la experiencia consistía en una determinación clínica periódica de los parámetros fundamentales de los componentes del plasma y de la sangre, para cada grupo. La comparación de los resultados, después de tres meses de tratamiento, fue que el primer grupo que tomaba la miel presentaba unos valores hemáticos similares a los standards y superiores a los del grupo testigo. Esta diferencia fue más acusada a los 6 meses, al finalizar el tratamiento.

Finalmente, Heinerman (1988) indica que la miel atenúa los brotes alérgicos de la polinosis y recomienda, como preventivo, una cucharada de miel después de cada comida.
Este autor aprecia una disminución de los síntomas de la afección alérgica después de la ingesta de miel y observa una disminución notable de la lacrimación y de la mucosidad.
Tal vez su mecanismo de acción sea que el organismo elabora anticuerpos específicos a partir de las pequeñas cantidades de polen que contiene la miel, que actúa así a modo de vacuna. No obstante, se requieren estudios más profundos para llegar a una conclusión sobre este punto.

OSTEOSPOROSIS, MENOPAUSIA Y FRACTURAS ÓSEAS

El proceso de digestión del azúcar común (sacarosa) forma complejos que precipitan el calcio y lo roba del organismo. Hecho muy importante en la mujer menopáusica que tiene una pérdida de calcio mas acentuada. Produce la base delas futuras caries dentales.

En cambio la miel, se mencionó la facultad de la miel de mejorar la absorción de otros nutrientes, por ejemplo el calcio. Hecho a tener en cuenta en fracturas óseas, dietas pobres en calcio, osteosporosis, menopausia. En estos casos es preferible consumirla junto con el polen que contiene interesantes cantidades de calcio orgánico.
Ref. Apiterapia Hoy en Argentina y Cuba Dr. Julio César Días

ARTRITIS

Mezclar una taza de agua caliente con dos cucharadas de miel y una cucharadita de canela en polvo. Beber una taza por la mañana y otra por la noche. Si se toma con regularidad hasta la artritis crónica se puede curar. En un estudio hecho en la Universidad de Copenhague los doctores dieron a sus pacientes diariamente antes del desayuno, una cucharada de miel y ½ cucharada de canela en polvo. En una semana de 200 pacientes que siguieron el tratamiento, 75 dejaron de tener dolores totalmente y un mes mas tarde casi todos los pacientes dejaron de sentir dolor, aun aquellos que ya casi no podían caminar.
La revista "Weekly World New" de Canadá, en su edición del 17 de Enero de 1995

BOTULISMO: SOBRE LA RECOMENDACIÓN DE NO DAR MIEL A LOS NIÑOS MENORES DE 1 AÑO

Una recomendación que debe ser reevaluada: La asociación posible de Clostridium botulinum en la Miel y la recomendación de no darlo a los niños menores de 1 año de vida es polémica. Este estudio tuvo como objetivo encontrar si hay una relación posible entre el botulismo infantil y el consumo de miel en niños menores de un año. El estudio fue realizado en el hospital nacional de Khafji del Al en el Reino de la Arabia Saudita. Examinamos 221 muestras de Miel de diversas fuentes sin la detección de las esporas de Clostridium botulinum. Un cuestionario fue conducido entre 719 madres con respecto a si dieron Miel durante el primer año de vida de sus niños, y encontramos que 1.525 niños de 545 madres recibieron Miel durante ese tiempo sin la mortalidad o la morbosidad significativa que se podrían atribuir al botulismo infantil. Además, no se divulgó ningún caso del botulismo infantil entre 1995 y 2002 en todos los hospitales del Al Khafji, ni en la oficina de salud local. Concluimos así que la recomendación de no dar a Miel a los niños menores de un año debe ser reevaluada.

Las esporas de Clostridium botulinum se encuentran extensamente en naturaleza: en suelo, polvo, aire, y productos agrícolas crudos. También se han detectado en jarabe de maíz, las carnes frescas y procesadas, y las frutas y los vehículos.. Por lo tanto si se recomienda no dar Miel a los niños menores de un año también se debería recomendar no dar como alimento al resto de las fuentes de las esporas de Clostridium botulinum, y esto parece un imposible. Además, las botellas de alimentación, los juguetes, las manos de un bebé, y el alimento se pueden contaminar por el polvo de la casa, que es otra fuente de las esporas de Clostridium botulinum.

La miel además de ser rica principalmente en azúcares, posee proteínas, vitaminas y otras sustancias que le confieren propiedades terapéuticas y presenta numerosas alternativas de uso, que se enumeran a continuación (by Mamdouh AbdulRhman, M.D., and Nermeen Tayseer, M.D)

OTROS USOS DE LA MIEL

Se puede utilizar en la industria de las salsas para homogeneizar los productos.
Brinda aroma y sabor a los alimentos (derivados de la leche, masas, caramelos).
Puede ser incorporada a los sistemas grasos (manteca, chocolate).
Puede ser incorporada a otros alimentos sin alterar su pH.
Posee propiedades coloidales que mejoran el cuerpo y el gusto de los productos (jugos de frutas, yoghurt, budines).
La miel es higroscópica, su contenido de fructosa atrae la humedad y reduce el encogimiento (jamones, productos horneados).
Posee propiedades edulcorantes (1,5 veces mayor actividad que el azúcar).
Aumenta el volumen de los alimentos.
Se utiliza para la clarificación de las bebidas (jugos, vinos).
Mejora la presentación de los alimentos (manzana con miel).
Aumenta la conservación de las frutas secas, carne, ensalada de frutas.
Posee propiedades de tiernización (conserva y tierniza las carnes).
Mantiene las propiedades de frescura de los alimentos (helados elaborados con miel).
Se utiliza en la industria en su presentación en polvo. Estos usos alternativos poseen un alto potencial de desarrollo, como se observa en países como EE.UU. y los integrantes de la Unión Europea, donde la miel tiene mucha relevancia en la industria de la alimentación.
Bibliografía, además de la ya mencionada:
• Chezeries JF (1982). Le miel et le produi ts de l.i ruche. M. A. Editions, París.
• Dold H, Du DH & Dziao ST (1937). Nachweis antibakterieller hitzenden lichtempfindlicher Hemmungsstoffe (Inhibine) in Naturhonig (Blütenhoning). Z. Hyg. Infektkrank, 120: 155-167.
• Heinerman J (1988). Fruits, vegetables and Herbs. Parker Publishing Company. West Nyack, New York.
• Ioirish N (1985). Las abejas, farmacéuticas aladas. Editorial Mir. Moscú.
• Nahmias F (1980). La miel cura y sana. De Vecchi, Barcelona.
• Propersino G (1988). Impieghi cosmetici dei prodotti dell'alveare. Erbor. Dom. 12: 36-41.
• Sala Llinares A (1986). Algunos aspectos farmacéuticos de la miel. Farmacéutico, 22: 64-66.
• Stojko A (1987). Il miele comestimolatore dell' adattamento a condizioni ecologiche nocive. Erbor. Dom. 10: 35.

Por Orlando Valega: Apicultor de “Apícola Don Guillermo”
Correo: apicoladonguillermo@yahoo.com.ar

http://www.beekeeping.com/articulos/propiedades_curativas.htm

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