martes, abril 22, 2014

OOHO envase de agua comestible /Cómo recargar nuestros depósitos de glucógeno después de entrenar /3 comidas para la longevidad





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Chema Alonso hacker y cómico - Creo en internet

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Tren VS Bicicleta

Como se llega antes en una ciudad mediana de un sitio a otro, en bicicleta o en tren, bueno en realidad es el hermano pequeño un tranvía, y demostramos por lo menos en este caso que se llega antes en bicicleta.

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Se hizo una entrevista virtual a 24 participantes para un trabajo muy difícil, sin paga, sin descansos pero muy gratificante.....y miren lo que pasó!!!
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OOHO, UNA ‘BOTELLA’ DE AGUA COMESTIBLE

En: 14 April 2014 Por: Turmalina Posteado en Novedades 5
El gran problema de las botellas de agua es que, por menos plástico que utilicen, siguen siendo plástico y tardará un tiempo considerable en degradarse. En el mejor de los casos puede reciclarse, pero no en todo el mundo los sistemas de recolección son tan buenos como para reunir la mayor cantidad de PET consumido para su reutilización.
Por eso, en los últimos años surgieron alternativas que van desde envases de origen vegetal, hasta prendas de vestir que reutilizan el material.

Sin embargo, la propuesta más revolucionaria llegó recientemente de la mano de estudiantes de diseño de Londres. Se trata de Ooho, un envase biodegradable y comestible que se puede crear en el hogar.

Ooho

Inspirados en técnicas de gastronomía molecular, el español Rodrigo García González y los franceses Guillaume Couche y Pierre Paslier diseñaron esta especie de ‘bolsa’ hecha a base de algas pardas y cloruro cálcico. Las dos capas de membrana se consiguen a través de un proceso culinario llamado esferificación, por el cual los alimentos se encapsulan con texturas de gelatina. Antes de envasarla, el agua debe congelarse para evitar que se mezcle con los otros ingredientes.

El resultado es un envase sencillo, resistente, higiénico y biodegradable, que propone reemplazar a las clásicas botellas de plástico. Otra característica es su bajo costo, dado que producir cada ‘bolsa’ demanda un par de centavos (a diferencia del agua embotellada, donde lo más caro resulta el PET). De acuerdo a sus creadores, los consumidores más habilidosos pueden crearlas por su propia cuenta y hasta probar nuevas recetas.

Botella-De-Agua-Comestible04

Aunque Ooho no se caracterice por ser una delicia, se puede comer sin ningún inconveniente. Si la idea es desecharla, sólo basta con perforar la membrana y extraer el líquido. Según analizan los diseñadores, esto es especialmente útil para los deportistas, que en muchos casos utilizan agua en bolsa para hidratarse.

Esta alternativa libre de residuos ganó el Premio de Diseño Luxus 2014 y estará presente en la próxima edición de la Milan Design Week. Además de fomentar la elaboración casera, los estudiantes planean llevar su proyecto al mercado, utilizando etiquetas entre las dos capas de membrana.

Si bien es la primera vez que un proyecto de este tipo propone reemplazar a las botellas de plástico, la idea de crear objetos comestibles no es una novedad.
La esferificación puede hacerse con una gran cantidad de líquidos, de hecho, el famoso chef Ferran Adrià creó un kit para que los aficionados a la cocina mejoren sus platos con estas texturas que dan un toque de sabor único.

Fuentes:

http://adn.tudiscovery.com/

http://www.veoverde.com/

http://www.ecoosfera.com/

http://www.labioguia.com/ooho-una-botella-de-agua-comestible/

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Nutrición: Cómo recargar nuestros depósitos de glucógeno después de entrenar


De todos/as es sabido que después de un intenso entrenamiento en bicicleta, los depósitos de glucógeno de nuestro organismo se vacían en mayor o menor medida y deben ser recargados mediante la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono que nos permitan seguir manteniendo un nivel de energía óptimo y faciliten nuestra recuperación. Sin embargo, cuándo comer estos hidratos y qué cantidad de nutrientes debemos ingerir para una asimilación óptima son las claves que nos permitirán disfrutar de entrenamientos mucho más intensos y recuperaciones mucho más rápidas.

¿Cuándo debemos ingerir hidratos de carbono para recargar nuestros depósitos de glucógeno?

El momento más adecuado para comenzar a recargar nuestros depósitos de glucógeno es justo al acabar nuestro entrenamiento en bicicleta. La ingesta de hidratos de carbono tras el ejercicio físico estimula la liberación de insulina y la acción de las enzimas que catalizan la construcción del glucógeno en nuestro organismo. Por esta razón, tras nuestro entrenamiento físico disfrutaremos de la denominada ventana de la oportunidad, que no es otra cosa que el tiempo en el que el ritmo de llenado de nuestro depósitos de glucógeno y de la asimilación de nutrientes por parte de nuestro organismo se encuentra en su mayor efectividad.
Esta ventana de la oportunidad o tiempo óptimo de recarga de glucógeno comprende más o menos las dos primeras horas siguientes a nuestro entrenamiento. Después de estas dos primeras horas y durante las cuatro horas siguientes, nuestros depósitos de glucógeno se recargan un poco más lentamente, aunque todavía a un mayor ritmo de lo que sería normal. Solamente tras seis horas después de haber finalizado el ejercicio físico, nuestro organismo volverá a recargar sus depósitos de glucógeno a un ritmo considerado normal.

Esta curiosa cronología de asimilación de hidratos por parte de nuestro organismo resulta de vital importancia si realizamos varios entrenamientos al día o si necesitamos recuperarnos lo antes posible de un esfuerzo físico intenso. Un ingesta tardía de hidratos de carbono tras el entrenamiento puede desencadenar una mala recuperación, que a su vez mermará nuestra energía y dificultará un próximo entrenamiento. Por ello, conocer y aprovechar esta ventana de la oportunidad hará que mejoremos nuestro rendimiento sobre la bicicleta de forma gradual, gracias a un mayor aprovechamiento de nuestros entrenamientos.
¿Cuánta cantidad de hidratos de carbono debemos consumir?

Ahora que ya conocemos el momento más apropiado para recargar nuestro depósitos de glucógeno, resulta también de vital importancia conocer la cantidad de hidratos de carbono necesaria para una recuperación completa. Como norma general, se recomienda consumir un gramo de hidratos por kilogramo de peso (1gr/1kg), sobretodo durante la primera hora transcurrida tras finalizar nuestro entrenamiento, y 50 gramos de hidratos cada dos horas para asegurarnos de que la recuperación es completa, si durante este tiempo no existe ninguna comida principal.
De esta manera, un ciclista que pese 80 kilogramos y termine de entrenar a las 16:00 horas, deberá ingerir 80 gramos de hidratos de carbono después de entrenar, más otros 50 gramos a las 18:00 horas y otros 50 gramos más de hidratos de carbono a las 20:00 horas, suponiendo que la cena sea planeada para más tarde. Con estas cantidades de ejemplo, rellenaremos completamente nuestros depósitos musculares de glucógeno para estar al 100% de rendimiento durante el entrenamiento siguiente.
¿Qué tipo de hidratos de carbono debemos ingerir?

Para aprovechar al máximo esta ventana de la oportunidad creada en nuestro organismo tras el entrenamiento físico, y como hemos visto en algún otro artículo sobre alimentación deportiva, tiene mucho más sentido escoger alimentos con índice glucémico (IG) medio-alto, ya que debemos procurar que la glucosa pase con rapidez a nuestro torrente sanguíneo. Los alimentos ricos en fibra o muy grasos tienen una asimilación más lenta y debemos evitarlos tras un entrenamiento en bicicleta si lo que buscamos es una recuperación más rápida.

Si por el contrario, no entrenamos con tanta intensidad o no nos interesa recuperar de forma tan rápida, el índice glucémico de los alimentos que ingerimos no tendrá mayor importancia. Una vez transcurridas 24 horas tras el esfuerzo físico, nuestros depósitos de glucógeno estarán probablemente llenos si tenemos una alimentación más o menos saludable y variada. Aunque en el caso de los ciclistas, lo normal es que queramos recuperarnos antes, ya sea para entrenar de nuevo o para estar en las mejores condiciones posibles para nuestros quehaceres diarios.
Por ello, para una recuperación rápida, a continuación veremos algunos ejemplos de fórmulas nutricionales que nos servirán para recargar nuestros depósitos de glucógeno nada más terminar nuestros entrenamientos. Los cálculos están realizados para un deportista de 75 kilogramos de peso:
Bebida deportiva azucarada: 1 litro.
Tostada con miel: 2 rebanadas de pan con una cucharada sopera de miel cada una.
Pasas: Un par de puñados de pasas (aproximadamente 100 gramos).
Cereales con leche desnatada: Un cuenco (300 ml.) de leche desnatada con la mitad de cereales.
Tostada con mermelada: 2 rebanadas de pan con una cucharada sopera de mermelada cada una.
Barritas energéticas: 2 o 3 barritas energéticas.
Patata: Una patata mediana cocida.
Fruta: Una pieza grande de plátano, melocotón o 4 rodajas de piña.
Pasta o arroz: Una ración (75 gramos en seco), evitando mezclar con alimentos grasos o muy fibrosos.
Los ejemplos alimenticios que hemos visto no dejan de ser recomendaciones y está claro que podemos mezclar los alimentos entre sí, por ejemplo comiendo un plátano con algo de miel o un puñado de pasas con bebida deportiva. Algunos estudios realizados en el campo de la nutrición deportiva también sugieren que la ingesta conjunta de hidratos de carbono y proteínas mejora su asimilación, por lo que podremos incluir jamón dulce, queso descremado, claras de huevo o atún en algunos de estos ejemplos alimenticios.
De una manera o de otra, ingiriendo este tipo de alimentos en su proporción justa estaremos aprovechando ese momento especial que nuestro organismo experimenta tras un entrenamiento intenso, y en el que una ingesta adecuada de nutrientes puede beneficiar de forma muy interesante a nuestro rendimiento y, mejor aún, a nuestra recuperación tras el ejercicio físico.
Visto en | Vitónica

http://www.todomountainbike.es/art/nutricion-como-recargar-nuestros-depositos-de-glucogeno-despues-de-entrenar
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Red Wine
Resveratrol is a compound in red wine that comes from grape skins and gives grapes their red color. Recently scientists discovered that resveratrol increases the activity of specific genes called sirtuins that protect against diseases of aging by revving up the mitochondria, the little batteries inside our cells.

Protecting our DNA from damage is another way alcohol can help you live longer. Researchers have discovered that the length of our telomeres (the strands of DNA found on the ends of chromosomes) determines how long we will live. One recent study found that while caffeine shortens our telomeres, alcohol lengthens them. Of course, drinking in moderation is key.


Yogurt
The bacteria that live in our gut are gaining new appreciation in the medical world every day. That’s because there is a sophisticated relationship between our gut flora (or microbiota, as researchers call it) and our immune system. In fact, researchers now believe that the immune system “lives” in our gut.

Now researchers are testing whether or not certain strains of probiotics can increase lifespan. They found that mice fed the bacterial strain Bifidobacterium animalis lactis lived longer and were healthier than mice that did not receive the probiotic.

Sauerkraut, kifir, lacto-fermented pickles, and miso are all good sources of probiotics. To make sure you are getting this particular strain, look on the back of your yogurt for bifidobacterium, or you might consider a probiotic supplement.

Cherries
Polyphenols are molecules found in plants that protect them against ultraviolet radiation and infections. Researchers have found these molecules to be protective for people too. A study in the Journal of Nutrition found that people who consume 650 mg a day of polyphenols live longer than those who get less then that.

Cherries offer up to 1200 mg of polyphenols per serving. Other rich sources are blueberries, with up to 700 mg per serving, and eggplant, with up to 1500 mg per serving.

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