viernes, abril 04, 2014

Gastrosexo



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Mónica Novas: "Las ostras y los espárragos favorecen la producción de esperma"

La gastrosexóloga asegura que hay mecanismos que son iguales en psicología y sexología y que se pueden aplicar a la gastronomía Ocio | 03/04/2014 - 00:13h | Última actualización: 03/04/2014 - 11:04h Cinco placeres de la cocina Cinco placeres de la cocina -

La gastrosexóloga Mónica Novas nos descubre algunos alimentos y técnicas placenteras Lorena Ferro La Contra - "Jengibre, cardamomo y canela es la tríada afrodisiaca" Blog Ménage à dos: Cena afrodisíaca para una noche romántica “La erótica de la cocina tiene un eje principal: el delantal”. Esta es una de las grandes premisas de la gastrosexóloga Mónica Novas (O Grove, Pontevedra, 1978). Hace cuatro años, y después de estudiar la fusión de los mecanismos que son iguales en psicología y sexología que se pueden aplicar a la gastronomía, esta gallega psicóloga, sexóloga y amante de la buena comida inventó el término gastrosexología. Novas se dedica desde entonces a impartir cursos en los que, a partir de películas gastronómicas y platos, explica los mecanismos por los cuáles algunos alimentos nos producen placer. Novas, que estos días ha estado en Alimentaria, asegura que, por extrapolación psicológica, existe la creencia que el que cocina bien puede ser también habilidoso en la cama. -

Hay mucha relación entre psicología, sexología y gastronomía… Sí porque los mecanismos de placer fisiológicos son los mismos y muchos actúan de la misma manera. Cuando empiezo una ponencia siempre explico lo que no es la gastrosexología porque mucha gente viene por el nombre y otros incluso lo ponen en orden inverso (risas). Explico los mecanismos del placer pero desmitifico los afrodisíacos. Siempre pongo el ejemplo de las ostras. Tienen propiedades, entre comillas, afrodisíacas pero no hacen efecto a no ser que tomes muchas y esperes siete u ocho horas a que se metabolice. Cuando las tomas, a las dos horas te empieza a dar la risa y crees que te está haciendo efecto pero porque tienes un efecto placebo. Siempre nos han dicho que las ostras tienen este efecto afrodisíaco, te sugestionas, produces sustancias de placer y piensas que tienes mucho más apetito sexual. -

¿Existen los alimentos afrodisíacos? Existen los alimentos que tienen sustancias que son iguales que las sustancias que uno mismo puede producir sugestionándose. Somos una fábrica y no hace falta que los ingiramos. Por ejemplo, el cacao tiene unas sustancias que son las mismas que produces cuando te empiezas a enamorar de alguien, pero tienes que tomar mucha cantidad para tener la misma cantidad de sustancias que si te estuvieras enamorando de verdad. -

Entonces ¿Son más un producto de nuestra mente? Sí… estamos un poco condicionados porque nos han dicho siempre que es así. Así, cuando te doy canela ya te empiezas a reír y crees que notas algo; ¡no estás notando nada! Pero te han dicho que tienes que notarlo, igual que cuando te dan una pastilla de placebo y piensas que se te pasa el dolor de cabeza, es el mismo mecanismo. - Pero hay alimentos que facilitan la segregación de endorfinas… Sí. Hay combinaciones de productos que provocan que algo sea mucho más placentero. Por ejemplo: los contrastes. El dulce-salado, caliente-frío. - ¿Por qué? Nuestro cerebro tiene un mecanismo de habituación. Cuando te pones un perfume el primer día te huele mucho y a la semana siguiente deja de olerte aunque el resto de la gente sí lo nota. Lo mismo con la comida. Si repites el mismo sabor continuamente en un plato, este mecanismo de habituación se activa y dejas de prestar atención al plato. Por eso necesitamos estas combinaciones. Hay platos que, por historia, se han mantenido porque tienen estos mecanismos y porque combinan cosas que producen mucho más placer. - ¿Por ejemplo? En Catalunya, el xató. -

¿Qué otros platos tradicionales producen más placer?

Cualquier gastronomía que combine sabores que sean originales y que no estén tapados con salsas: la mexicana, la peruana, la mediterránea. Es importante que esté basada en el kilómetro 0, en el sabor intenso de los productos, porque el problema ahora es que la mayoría no tienen sabor. Nunca hablo de productos específicos, pero el cava evita la habituación en una comida. Tomas un coulant de chocolate, cuando te satura tomas un poco de cava y este hace el efecto de una ducha después del sexo. Puedes volver a empezar porque vuelves a tener la misma sensación. Como si cambiaras de perfume. Pero hablo de cómo puedes usar un producto, por ejemplo el cava, para que un plato te pueda producir más placer y estés más predispuesta a practicar sexo.

- Pero hay alimentos que producen placer ¿Cuáles destaca?

El chocolate tiene una sustancia psicoactiva igual que cuando te enamoras. Por eso en los días fértiles las mujeres suelen tener muchas más ganas de tomar chocolate, porque necesitan esta sustancia en el cuerpo. Los espárragos favorecen que los hombres produzcan más esperma, con lo cual tienen mucha más apetencia sexual porque tienen mucha más cantidad de esperma. Las ostras tienen zinc y también favorecen la producción de esperma.

- ¿Y las fresas?

Si las combinamos con el cava, éste te limpia la lengua y la fresa vuelve a saberte otra vez como si fuera más fresca, como si tuviera más intensidad de sabor. Pero en si no tiene ninguna propiedad química, nada, que genere en tu cerebro más apetencia sexual. Lo que pasa es que la forma que tiene, la nata… se relacionan con todas estas cosas. Pero ni la nata, ni las fresas, ni las ostras a las dos horas hacen efecto (risas). Hace efecto que te haya dicho que voy a quedar contigo a cenar y que te voy a preparar un menú espectacular. Con eso empiezas a producir sustancias de placer. Y es importante el lugar de la cena… Por muy rico que esté un plato, si te pongo en un lugar que te hace sentir incómoda, nunca va a estar bueno, ni va a ser afrodisíaco ni nada. Lo más rico del mundo, puesto en un lugar malo no es afrodisíaco. Como la pirámide de Maslow, hay que cubrir los mínimos para estar bien y a partir de ahí un plato siempre va a mejorar. - Reivindica que no es tan importante el qué sino el cómo.

¿A qué más hay que prestar atención?

Todo empezó con un artículo de investigación sobre el delantal ¿Por qué las personas, cuando toman un plato, si está preparado por alguien que tiene un delantal o una chaquetilla están más sugestionadas, producen más endorfinas y el plato les produce mucho más placer? Porque sabes que va a venir algo positivo. En gastrosexología se explica que, por extrapolación psicológica, piensas que alguien que es habilidoso en un arte manual, como cocinar, también va a ser habilidoso en el sexo. Y mientras lo ves cocinar, te sugestionas pensando lo que después podría ocurrir. -

¿El picante tiene esta cualidad de despertar placer?

Sí. Lo que pasa es que es un arma de doble filo por si te quedas corto o te pasas. En la lengua existen unos receptores de dolor que el picante estimula y manda información al cerebro como que le estás haciendo daño a la lengua. Para compensar, tenemos unos mecanismos de defensa por los que segregamos endorfinas. Y, como se acumulan, te pasa lo mismo que cuando estás con alguien que te gusta: te empiezan a dar taquicardias, sudoración… La maquinaria viene siendo la misma (risas). Pero si pones demasiado picante provocas el efecto contrario: es demasiada información de dolor y crea rechazo. Por eso siempre es mejor que los platos picantes tengan un poco de picante y que después, al lado, diferentes salsas para que cada comensal encuentre su punto y pueda ir segregando sustancias de placer. -

¿Qué me dice de la sal?

También despierta placer porque somos agua y sal. Los fluidos corporales son salinos y entonces tenemos esta tendencia a que nos gusten. Tenemos esta filia por los sabores salados por el parecido con el sabor corporal.

- Las texturas también tienen propiedades placenteras ¿Cuál es la más ideal?

Todas las que recuerdan a los fluidos corporales: gelatinas, carrilleras, cocochas… Las texturas melosas pueden producir placer.

- ¿Y las temperaturas más óptimas?

Por la cuestión de la habituación, es necesario que exista contraste: frío-caliente, dulce-salado… Hay que dar información contradictoria para que nunca llegues a habituarte ni a dejar de prestar atención al plato. - Hay gente que es más de dulce o de salado

¿Tiene algo eso que ver con el sexo?

Bueno… Si tienes tendencia a que te gusten los quesos curados, puede que suelas tener más tendencia a tener ciertas prácticas sexuales porque no eres una persona a la que le gusten los sabores suaves… Difícilmente puedes hacer una práctica de sexo oral si no te gustan los sabores fuertes porque te va a producir rechazo el sabor. -

¿Cómo sería un menú 100% placentero? ¿Qué ponemos y cómo nos ponemos?

Primero tienes que conocer muy bien la historia pasada de sabores que tenga la persona para la que vas a cocinar, porque por mucho que hagas un plato que te parezca que es perfecto igual el comensal siente rechazo por algún ingrediente o tiene una relación negativa con el plato. Por mucho que digan que las ostras son afrodisíacas, a mucha gente le produce rechazo tomar un molusco crudo. Y después hay que aplicar todos los mecanismos de gastrosexología en los platos, especialmente los recuerdos. Es importante descubrir qué aromas son los que te producen bienestar y luego intentar extrapolarlos a los platos. Buscar platos que hace mucho tiempo que no toma el comensal y le gustaban o algún producto específico que le produzca sensación de bienestar. Pero no hay ningún alimento que sea 100% placentero porque cada persona tiene una gastrosexología completamente diferente…

- ¿Se puede conquistar a través de la comida a alguien que a priori no se había fijado en ti?

Sí, si lo conoces y sabes las inclinaciones gastronómicas que tiene. Entonces le puedes ofrecer un plato que sabes que no podrá rechazar (risas), igual que haces una propuesta que no se puede rechazar. Y eso puede conseguir que mantenga la atención en ti. - A través de sus cursos ¿Ha detectado un plato que le resulte placentero a la mayoría?

Hay una combinación de una crema de nata, leche condensada, vaina de vainilla y haba tonka que como tiene un sabor parecido al de la leche materna y como está gelificado a la gente le gusta mucho… Pero no hay un plato, porque eso es como el picante: es difícil acertar.

- ¿Sabiendo cocinar tenemos más números para poder triunfar en el sexo?

Siempre, porque vas a crear bienestar en la persona con la que vas a practicar sexo, así que ya tienes el saco medio lleno de sustancias de placer y la otra persona va a estar mucho más predispuesta.

- Dénos un consejo para disfrutar de un plato y que luego eso tenga continuación.

Primero tienes que cogerle cariño a cocinar o a comer. Y hay que descubrir los alimentos que tenemos donde vivimos porque a menudo hemos perdido o dejado de tomar muchos productos. Es importante ver lo que tienes alrededor y disfrutarlo. A veces lo que tienes alrededor produce mucho placer.

http://www.lavanguardia.com/ocio/20140403/54405389266/gastrosexologa-monica-novas-afrodisiacos.html#ixzz2xrprtEzI

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