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Protagonizaron una carrera espectacular desde la salida
Saúl Craviotto y Cristian Toro, oro en la final de K2 200
Hace nueve meses esta embarcación no existía
Saúl Craviotto y Cristian Toro celebran el oro nada más salir del agua Ramón Navarro
Actualizado 18/08/2016 20:17 CET
Dos tallos prodigiosos, Saúl Craviotto y Cristian Toro, que cuando dan paladas parecen una piragüa con turbinas sacaron oro en la sofocante mañana de Río del Lago Rodrigo Freitas, en Lagoa.Contra el viento, la pareja española metió tres décimas a los británicos Heath y Schofield y los lituanos Lankas y Ramanauskas para continuar con el siglo de oro del piragüismo nacional, el mayor caladero que encuentra en esta era nuestro deporte.
La pareja española rema con una frecuencia de 10 paladas menos que el resto, que en la laguna de Rïo resulta clave
Fue una final a machete como todas las del K2 200. Medio minuto de sprint desde que bajan los portones. "Habíamos entrenado mucho la salida. A base de repeticiones y vídeos, la hemos ido perfeccionando", admitió Miguel García, el entrenador que también lloró fuera de los focos como lo hizo Cristian, el joven, 24 años, que en press banca puede levantar 175 kg. "Pero Saúl tira más", dice.No hubo carrera. Fue un monólogo del bote español salvo los primeros 50 m, donde la proa lituana se asomó algo. Para el metro 70 ya estaban delante a velocidad de crucero. Los hipermusculados palistas mueven los brazos a 170 paladas minuto en esta prueba. Todos menos los españoles, que han rebajado a 160 "porque es la manera de palear de Saúl desde hace tiempo y hay que adaptarse", expone Garcia. Era un ritmo idóneo en una laguna de sólo metro y medio de agua donde es más recomendable remar menos, pero más intenso.
Nada evitará que la semana que viene Saúl vuelva a patrullar por las calles de Gijón
La meta la pasaron sobrados, con más de tres décimas de segundo sobre los británicos. Una diferencia sideral en esta distancia. Saúl le dio un golpe a la canoa de complacencia, como los jockeys hacen con los purasangres. La Nelo se habia portado. Luego en el pantalán se dio un abrazo de gol con Cristian.Toro lloró como un crío en el podio. Un oro al lado del ídolo por el que se animó a tomarse su profesión en serio hace ocho años, cuando vio a Saúl con Perucho ganar el oro en Pekín, era lo máximo que podía soñar. Hace nueve meses ni existía esta embarcación. "Nos vamos a acostumbrar a hacer parejas en tiempo récord", decía orgulloso el entrenador. Toro fue el elegido en el casting. "Es, como su apellido, un toro", apuntó Saúl, un piragüista que alcanzó el doble oro, además, del bronce en Londres en K-1 200, la oportunidad que se le repetirá el sábado. Brilla junto a Nadal, Deferr, Zabell, Doreste y Llaneras. Casi nada. Aunque nada evitará que la semana que viene, Saúl, policía nacional como algún día piensa serlo Toro, vuelva a patrullar por las calles de Gijón.
http://www.marca.com/juegos-olimpicos/2016/08/18/57b5af5022601d76438b463b.html
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Se mete en la final sin perder un set
Carolina Marín acaricia el oro
Su rival será la india Sindhu Pusarla
Carolina ganó su primer Mundial en 2014 ante Li Xuerui, su rival en semis
Carolina Marín luchará por el oro
Almudena Rivera
Río de Janeiro
Actualizado 18/08/2016 15:19 CET
Carolina Marín sigue a lo suyo. Vino a Río a por el oro y ahora está un pasito más cerca, ya lo acaricia. La onubense se impuso en semifinales a la china Li Xuerui, actual campeona olímpica, por 21-14 y 21-16.La española saltó a la pista concentrada, seria, como siempre. El partido no iba a ser fácil. Sus gestos y su mirada lo decían. Se jugaba una plaza en la final ante una rival complicada que ya sabe lo que es ganar unos Juegos. Lo hizo hace cuatro años en Londres. Saludó a los árbitros, a su rival, dio unos pequeños saltos y comenzó a calentar. La estrategia ante Li Xuerui estaba clara: la victoria pasaba por dominar la red, ya que si el juego se mantenía mucho en el tenso y a una altura media, ahí su rival es superior. Las opciones de Carolina pasaban por jugar de media pista para delante, que es donde su rival puede flaquear.En el primer set, la española siempre fue por delante en el marcador. Comenzó mandando (3-0), mostrándose muy rápida y ágil, pero Xuerai la buscó con puntos profundos, donde podía encontrar un mínimo atisbo de debilidad en Carolina. Y consiguió empatar (3-3). Reaccionó entonces la onubense y volvió a tomar las riendas del juego (9-4).
Carolina Marín celebra su pase a la final olímpica.
Carolina Marín celebra su pase a la final olímpica. Ramón Navarro
En ningún momento Xuerui, número 3 del mundo, pudo dar la vuelta al set. Carolina dominaba en la red y alternaba el juego profundo con dejadas, a las que no llegaba su rival, que acababa estrellando el volante en la red. Mientras se escuchaba desde las gradas cantar "¡Carolina, Carolina!", a pesar de que la representación española era menor que la china.
http://www.marca.com/juegos-olimpicos/2016/08/18/57b5ad3fe5fdeabb6d8b45c9.html
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Gran actuación en Río de la selección femenina de baloncesto
¡Histórico!: España, incontestable, irrumpe en la final olímpica
España España 68 54 Serbia Serbia
Marta Xargay durante el partido de España contra Serbia Ramón Navarro
Guillermo GarcíaRío
Actualizado 18/08/2016 21:43 CET
La selección española femenina de baloncesto se impuso 68-54 a Serbia, vigente campeona de Europa, en las semifinales de Río 2016 y disputará la gran final de los Juegos Olímpicos.
España superó claramente a la vigente campeona de Europa, a la que ya había ganado en el debut en Río, desde el principio de partido y solo al inicio de la segunda parte se equilibró el partido.
La ÑBA estuvo animando a la femenina
La que se han asegurado las chicas de Lucas Mondelo es la cuarta de la historia del baloncesto español. Las otras tres las logró el equipo masculino, todas de plata, en Los Ángeles 1984, Pekín 2008 y Londres 2012.
Álbum de una victoria para la historia
España se medirá en la final a la vencedora de la otra semifinal, Estados Unidos-Francia, que se disputará a continuación en Arena Carioca 1 de Río.
http://www.marca.com/juegos-olimpicos/2016/08/18/57b60124468aeb2a178b4592.html
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No pudo resolver la fórmula final ante Jones
Ecuación de plata para Eva Calvo
Eva Calvo: "Estoy orgullosa pero un poco triste"
Eva Calvo, plata en la categoría de 57 kilogramos
Almudena RiveraRío de Janeiro
Actualizado 19/08/2016 07:31 CET
A las tres de la madrugada en España, mientras muchos dormían, en Río de Janeiro Eva Calvo seguía escribiendo nuevas páginas en la historia del taekwondo español. La madrileña tomaba el testigo de Brigitte Yagüe hace cuatro años en Londres y, al igual que ella, conquistaba una plata olímpica. Lo hacía en la categoría de -57 Kg en lal que puede haber sido su último combate, ya que antes de los Juegos se estaba planteando cambiar de peso.
La batalla de plata de Eva Calvo
La final era de alto voltaje. Eva, número dos del mundo, se enfrentaba a la británica Jade Jones, número 1, campeona del mundo y, desde hoy, doble campeona olímpica. "La medalla de plata ya la tenía al empezar la final y acabo de perder el oro. Soy consciente de que es una medalla en unos Juegos y mañana estaré más contenta, supongo", decía con cierta resignación. Ella había venido a Río a por el oro.
Eva Calvo, la Pitágoras del tapiz
Salió al tapiz delCarioca 3 sonriendo y Marco Carreira, técnico de la Federación de Taekwondo y con el que entrena dos veces a la semana en el CAR de Madrid, la abrazó y le dijo al oído: "Disfruta. Ha sido un honor trabajar todo este tiempo contigo". Eva dio esos saltitos que son su única manía antes de competir, los "saltos del pollo" como los llama Marco, y salió a por la británica.Se conocían bien, "hemos peleado mil veces", decía la española. Dos patadas en la cabeza en el primer asalto supusieron un 6-0 para la británica que marcó el combate.
La medalla de plata ya la tenía al empezar la final y acabo de perder el oro"
Eva Calvo
En el segundo asalto, Eva salió agresiva y puntuó rápidamente en dos ocasiones, a costa de encajar un golpe. Después. Eva siguió agresiva y anotó tres puntos más, golpeando en la cabeza de Jones. En el segundo ambas puntuaron consecutivamente llegando el marcador a 8-7 para Jade Jones. Otra patada a la cabeza de la británica seguida acabó por imponer una distancia ya decisiva, hasta el 16-7 final.Su camino a la plataEva se había plantado en la final tras remontar tanto en octavos como en cuartos un 3-0 en contra. Primero lo hizo ante la tailandesa Phannapa Harnsujin (6-5) y después, en cuartos, frente a la iraní Kimia Alizadeh Zenoorin (8-7). En ambos casos, la madrileña se llevó el combate por la mínima. Ya en semifinales, se impuso a la egipcia Hedaya Wahba en el punto de oro.
http://www.marca.com/juegos-olimpicos/2016/08/19/57b65e7d268e3efb648b45a2.html
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La medalla del hambre de Eva Calvo
Eva Calvo, en acción, durante la final ante la británica Jade Jones. KIRILL KUDRYAVTSEVAFP
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La madrileña, plata en taekwondo, debió adelgazar tres kilos en 10 díasJoel González atrapa el bronce en -68 kg. pese a sus dolores en una rodilla
EDUARDO J. CASTELAORío de Janeiro@EJCASTELAO
19/08/2016 03:17¡Madre mía, pobre pizza! La que tenga -la pizza- la mala suerte de cruzarse con Eva Calvo (Leganés, Madrid, 1991) estos días va a saber lo que es bueno. Al fin y al cabo, alguien tiene que pagar las penurias que ha traído esta medalla de plata. Porque Eva perdió la final ante la británica Jade Jones (era la gran favorita), pero caramba, es una medalla de plata, subcampeona mundial que era y subcampeona olímpica que es. Y esta medalla, que es la de plata, ha dolido mucho. Eva debía pesar en la mañana de este jueves en Río menos de 57 kilos, y no hace mucho sobrepasaba esa cifra en ocho kilos. "He perdido tres desde que llegué a Río", confiesa, y no hace falta que lo jure porque no hay hueso que no se le note, no hay piel que sobre en sus 176 centímetros, han sido días casi sin agua, casi sin comida, entrenamientos en ayunas y mal humor, mucho mal humor. "Sé que a veces respondo mal, y quiero pedir perdón a toda la gente, los que me conocen saben que no se me puede hablar cuando estoy así", dice.Eva Calvo, medalla de plata, que nadie se olvide. La subcampeona del mundo ahora tiene el mismo escalón olímpico. Le ha costado lágrimas, por eso justo antes del combate, completada la semifinal, tercera en el ranking, no era consciente de lo que había logrado "Sí, me acaban de decir que ya soy medalla segura", contaba con naturalidad, igual que lo de la pizza, que no es una suposición, es una realidad. "Tengo muchísimas ganas de pizza, de salir a cenar fuera, lo he pasado mal", explica quien sólo se permitió un pequeño lujo entre el primer y el segundo combate. "Arroz con pollo. Estaba bastante rico, pero bueno, sin pasarme", porque luego quedaban los cuartos, y las semifinales, y la final. No le importa perderse las fiestas de Leganés, que están siendo ahora, por estar aquí, en Río, logrando prolongar la racha del taekwondo español, que en Londres ofreció tres alegrías.Eva Calvo, la mayor de dos hermanas dedicadas a esto (Marta también peleó por clasificarse, sin éxito), una chica a la que los cambios a los que está sometido constantemente su deporte no siempre gustan, especialmente el del peto, al que ahora hay que golpear más fuerte para puntuar. Se impuso primero a la tailandesa Harnsujin, en cuartos a la iraní Alizadeh y en semifinales, contra la egipcia Wahba, venció en un combate con mucho miedo, con mucha distancia entre ambas, con muy pocos ataques, donde la cosa se fue al llamado punto de oro, y ahí, con la tensión por encima del techo, con el corazón a mil por hora, un golpe, sólo un golpe, metió a la subcampeona mundial en la final de sus primeros Juegos Olímpicos. En esa última estación, ante la campeona en Londres, la británica Jade Jones, campeona en Londres, no hubo opción (16-7). Joel González, bronce en la categoría de -68 kg.Hablamos de alguien que ha cambiado de categoría, hablamos de alguien con dos lesiones de rodilla, un ligamento cruzado, una operación, una recaída. Hablamos de alguien que era campeón olímpico y que, sin embargo, ha atrapado un bronce en circunstancias adversas. Hablamos de alguien que se ha debido reponer de verse fuera de la final. Hablamos de Joel González, que lograba, ante el venezolano Edgar Contreras, la medalla de bronce en su categoría (menos de 68 kilos), al imponerse por 4-3. Joel González, eufórico tras derrotar al venezolano en la pelea por el bronce. | REUTERSSin tantas penurias alimenticias, pero con sus propios problemas. «Me está dando guerra la rodilla», contaba en la zona mixta después de solventar, sin necesidad de muchas reclamaciones, sus cuartos de final ante un inquieto taekwondista de Mongolia, de apellido Purevjav (7-4). Antes, por la mañana, en su debut, había tenido muchos más problemas para imponerse al croata Grgic (4-3 y sufriendo lo indecible).
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Eduardo J. Castelao @EJCASTELAO
Joel González. Un tío feliz #Taekwondo #Rio2016 @ElMundoDeportes
02:26 - 19 ago 2016
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Con música de Europe (The final countdown), y con la banda sonora de James Bond, llegó la semifinal, frente a frente con un jordano, Abughaush, al que, dijo, «no conozco de nada». Su única referencia, de hecho, era el anterior combate del chico, donde eliminó al rival de Joel en la final de Londres, el coreano Lee. Quizá por eso, por el desconocimiento, se vio por debajo muy pronto y terminó cayendo (12-7) para obligarse a pelear por el bronce. Y en ese asalto que encuentra a un tipo en ascenso (el que viene de la repesca) con alguien decepcionado cuatro horas antes (Joel, perdedor de la semifinal). Sin embargo, dominó la escena de principio a fin y, pese a unos apuros finales, abrochó un día tremendo, segunda medalla en sus segundos Juegos. Y con 26 años.
http://www.elmundo.es/deportes/2016/08/19/57b651a2e5fdea755a8b4579.html
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El plan de los británicos funcionó y el balear no pudo correr en cabeza
Mario Mola, emboscado por los Brownlee en Río
Con minuto y medio perdido en la T2, Mola sólo pudo remontar hasta el octavo puesto
FOTOGALERÍA. Los hermanos Brownlee golpean dos veces en Río
Alberto Ortega
Río de Janeiro
Actualizado 18/08/2016 17:49 CET
Reyes de las carreras de un día. Amos de la táctica. Triatletas sin puntos débiles y con hambre desmesurada. Los hermanos británicos Alistair y Jonathan Brownlee tendieron la emboscada planeada a Mario Mola, y al resto de grandes corredores, para jugarse el oro y la plata olímpica en un mano a mano familiar. Ni siquiera un buen galgo como el francés Vincent Luis pudo seguirles la estela en una carrera que recordó a la de Londres 2012, con la enorme diferencia de la ausencia de Javier Gómez Noya.
La natación del eslovaco Varga y el ruso Polyansky estiró la carrera lo suficiente para obligar a Mola a pedalear con el gancho puesto en los primeros kilómetros de prueba. El balear apenas cedió 9 segundos con los Brownlee, pero el estrecho margen les bastó a dos fieras sobre la bicicleta para mantener a raya a la mejor esperanza de la 'TRIarmada' en esta prueba.Sin aliados en el sector ciclista.
La primera vuelta al exigente trazado carioca conformó un grupo de diez escapados sobre dos ruedas, con un frustrado Mola a 25 segundos, junto a un pequeño grupo de 'compañeros' poco dispuestos a ayudarle en su persecución a los ingleses. El pelotón se hizo cada vez más numeroso, y también más perezoso, mientras por delante la sintonía era total. Incapaces de contener la vía de agua, muchos bajaron los brazos y una caída en la sexta de las ocho vueltas, que cortó al talaverano Fernando Alarza, tampoco ayudó a unificar criterios ni ambiciones. La trampa había funcionado y la diferencia de 1:24 con la que Mola se calzó las zapatillas era ya insalvable.No obstante, Mario peleó.
No sabe hacer otra cosa que no sea correr como una bala y buscó con decisión una remontada que le acercase a posiciones de privilegio. A relevos con el sudafricano Murray y el portugués Pereira, fue dando buena cuenta de los fundidos rivales que tenía por delante pero sin mostrar tampoco su mejor versión. Es duro mentalmente pelear por un diploma cuando se aspiraba a un oro.Alistair exhibe una marcha más y repite corona olímpica.
En cabeza, la hora de Alistair Brownlee llegó sin demora en el tercer kilómetro. Se despidió sin especial cariño de su hermano pequeño y se encaminó en solitario hacia su segundo oro olímpico consecutivo, pudiéndose recrear en la recta de meta durante más de medio minuto. El gran dominador de las pruebas de un día echó de menos la competencia de su verdadero rival histórico, pero Gómez Noya estaba viendo la carrera desde su casa tras su inoportuna fractura de brazo. El destino le sigue debiendo un oro al gallego.Johnatan Brownlee engrandeció el apellido familiar con la plata, mejorando en un puesto su actuación de Londres, y un sorprendente Henri Schoeman, delfín en el agua por antonomasia, se colgó el bronce. Los veloces perseguidores rascaron un diploma olímpico y maldijeron no haberse podido bajar a correr en cabeza para tener la oportunidad de buscarle las cosquillas a los ingleses. Finalmente, Mola cruzó la meta octavo tras ser el cuarto más veloz a pie, Alarza fue 18º y Vicente Hernández acabó 27º.
http://www.marca.com/juegos-olimpicos/2016/08/18/57b5d8f446163f63358b45cb.html
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